Winning Eleven 8, Impresiones (PlayStation 2)

Intentar explicar qu¨¦ se siente antes de introducir en una PS2 el ¨²ltimo episodio de la gloriosa serie Winning Eleven es harto complicado. Tanto, que casi preferimos no hacerlo. Es m¨¢s, ni lo vamos a intentar, porque qu¨¦ mejor forma de transmitiros qu¨¦ significa el octavo cap¨ªtulo del Once Ganador que contaros, paso a paso, nuestras sensaciones mientras jugamos. Si somos parcos en palabras es porque no lo hemos sido en horas de juego. Y es que un Winning Eleven no nace todo los d¨ªas... por desgracia.

Las transparencias, animaciones y dem¨¢s efectos gr¨¢ficos destinados a hacerlos m¨¢s apetecibles a los jugadores. Los problemas radican en que, al haberse cambiado tambi¨¦n la distribuci¨®n de los diferentes modos de juego, los que no tengan un m¨ªnimo nivel de japon¨¦s las pasar¨¢n canutas para acertar a la primera  han cambiado. Ahora el dise?o es mucho m¨¢s espectacular.

La pantalla de selecci¨®n de jugadores y de organizaci¨®n t¨¢ctica tambi¨¦n ha sufrido sus cambios, aunque el principal es un vistoso a la par que inocuo ba?o de color. Las posibilidades t¨¢cticas se mantienen intactas, as¨ª como la posici¨®n de los diferentes botones para realizar los cambios que consider¨¦is oportunos de cara a encarar un partido en concreto.

Despu¨¦s de la ausencia en el s¨¦ptimo cap¨ªtulo de los Winning Eleven, se recupera, para deleite de los amantes de las estad¨ªsticas, el modo entrenamiento. Este modo, que en las versiones PAL - l¨¦ase Pro Evolution Soccer - siempre ha brillado por su ausencia, presenta diferentes pruebas en las que los jugadores pueden probar sus habilidades realizando las m¨¢s diversas acciones, como regatear. ?Aparecer¨¢ en Pro Evolution Soccer 4? Esperemos que s¨ª...

La actualizaci¨®n de las plantillas es la correspondiente al final de la temporada pasada. As¨ª, por ejemplo nos encontramos con que la pareja de holandeses Kluivert y Overmars, as¨ª como el luso Quaresma o el asturiano Luis Enrique, todav¨ªa est¨¢n en el Barcelona, cuando la realidad es que ya abandonaron la disciplina blaugrana. En el Madrid no est¨¢ Samuel ni en el Chelsea Drogba. Vamos, que los que quieran tener

La gran mayor¨ªa de los nombres de los jugadores, por lo menos los que pertenecen a las ligas de las que Konami ha conseguido las licecias, son reales. Aunque en los men¨²s aparecer¨¢n en japon¨¦s, en el dorsal de las camisetas aparecer¨¢n perfectamente legibles para un occidental. Ya se acabaron los Ronarid y dem¨¢s motes con los que la gente de KCET intentaba esconder los nombres de los jugadores para evitar cualquier episodio desagradable a causa de las licencias.

En esta octava entrega, y a pesar de que en los Winning Eleven anteriores se hab¨ªa alcanzado una calidad el nivel de detalle de las caras de los jugadores es muy alto. Lo que m¨¢s ha mejorado ha sido el semblante de los jugadores, que ahora est¨¢ provista de un mayor nivel de detalle que en ning¨²n otro cap¨ªtulo de la serie. Siempre nos referimos a los cracks mundiales, claro, porque como es l¨®gico no se ha podido prestar la misma atenci¨®n a todos los futbolistas del juego. Pero, eso s¨ª, Zidane, Ronaldinho, Figo, Shevchenko y dem¨¢s figuras de clase internacional ser¨¢n vivos retratos de sus hom¨®nimos de carne y hueso.

Antes de empezar los partidos se indicar¨¢n las condiciones metereol¨®gicas, incluyendo el estado del tiempo en general, la potencia del viento y la humedad del ambiental. Entonces se proceder¨¢ a la presentaci¨®n de los equipos, una presentaci¨®n muy similar a la vista en los ¨²ltimos episodios de la serie. Las ¨²nicas diferencias son las debidas al cambio de moor gr¨¢fico, efecto brillantina-focos del estadio incluido, a la aparici¨®n del colegiado, a los enfoques oscilatorios del c¨¢mara y a que, por fin, los fot¨®grafos, por lo menos los que forman el pasadizo a trav¨¦s del cual los jugadores pisan el c¨¦sped, dejar¨¢n de ser meras texturas bidimensionales para descubrir la tridimensionalidad, lo cual har¨¢ ganar muchos enteros el realismo.

Adem¨¢s, aparecer¨¢ por primera vez el equipo colegial en el terreno de juego. Como ya se pudo ver en el reciente Football Fussion de Namco, tanto el ¨¢rbitro encargado de pitar el encuentro como la pareja de jueces de l¨ªnea ir¨¢n corriendo de arriba a abajo para no perderse detalle de las evoluciones del partido. La colocaci¨®n del ¨¢rbitro muchas veces no ser¨¢ la mejor; se nota que KCET est¨¢ realizando su primera incursi¨®n en ese sentido...

Los escudos de los clubs de los que se ha conseguido la licencia tambi¨¦n ser¨¢n reales, y se utilizar¨¢n El logo de los equipos entrar¨¢ en escena en numerosas ocasiones para servir de presentaci¨®n de los equipos, como por ejemplo para indicar la parte del campo que ocupar¨¢ cada uno de ellos.

La nueva textura de la hierba es muy poco realista, parece una moqueta. Parece que el potencial de la PS2 ya ha tocado techo, y al verse aumentada la complejidad del resto de elementos gr¨¢ficos, como las texturas de los jugadores o la inclusi¨®n de la tripleta arbitral, los de KCET han tenido que quitarle complejidad a algo... Por desgracia, ese algo ha sido la hierba. Por fortuna, adem¨¢s, se ha eliminado el molesto efecto que aparec¨ªa en Winning Eleven 7 International y que convert¨ªa a todos los dorsales, vistos desde la distancia, en el n¨²mero 18.

A la marsellesa se le han unido nuevos movimientos con los que deleitar al personal. Uno de los que se realizar¨¢n con m¨¢s frecuencia es el pase con el exterior de la bota, al m¨¢s puro estilo Mart¨ªn V¨¢zquez. La verdad es que las primeras veces llama la atenci¨®n, sobre todo porque es uno de los toques in¨¦ditos de bal¨®n que aparecen en esta octava parte, pero cuando comprob¨¦is que no hay que realizar ninguna combinaci¨®n de botones para ejecutarlo, y que los futbolistas lo realizar¨¢n en un gran n¨²mero de ocasiones, la verdad es que acaba, sino cansando, s¨ª dejando una sensaci¨®n de pedanter¨ªa futbolera que no nos acaba de convencer...

Otras animaciones anta?en a los porteros. ?stos, en determinadas ocasiones y previo saque de porter¨ªa, coger¨¢n la pelota con las dos manos y se la acomodar¨¢n para poder ejecutar a su gusto el saque desde su puerta. Un paso adelante de cara a aumentar el nivel de realismo de la representaci¨®n del Deporte Rey en una consola

Los jugadores protestar¨¢n las decisiones arbitrales, levant¨¢ndose despu¨¦s de las entradas m¨¢s fuertes y diciendo "no" con la mano, preveyendo un duro castigo del colegiado. Tambi¨¦n presionar¨¢n al ¨¢rbitro cuando ¨¦ste haya se?alado un penalty, saltar¨¢n espectacularmente ante las segadas de los contrarios o realizar¨¢n diferentes pases de tac¨®n, mucho m¨¢s vistosos y r¨¢pidos que los vistos hasta el momento.

No todo son caras nuevas, sino que alguna ha desaparecido del mapa. Una de ellas es la vista al ¨¢rea que realizaban los extremos cuando se internaban por la banda dispuestos a ceder la pelota al compa?ero mejor situado. Ahora los jugadores no levantar¨¢n la cabeza del bal¨®n, eliminando una de las animaciones que m¨¢s nos hab¨ªan gustado del ya pen¨²ltimo episodio de la serie.

En esta octava entrega del Once Ganador es posible ejecutar las faltas en dos tiempos, al m¨¢s puro estilo Football Fussion. Pero no ser¨¢ un cambio gratuito, sino que vendr¨¢ provocado por el nuevo matiz arbitral seg¨²n el cual habr¨¢ faltas directas o indirectas. ?sto quiere decir que dependiendo del tipo de agresi¨®n al reglamento que se haya producido, el equipo que tenga a favor el lanzamiento de la falta podr¨¢ o no disparar directamente a puerta. Dependiendo de una opci¨®n u otra, tendr¨¦is a vuestra disposici¨®n diferentes estilos de lanzamiento, que vendr¨¢n de perlas para intentar desorientar al rival.

Tened cuidado, porque los tiros directos de falta son mucho m¨¢s sensibles que en anteriores entregas. Colocad bien a vuestro jugador y ajustad la barra de potencia, porque clavarla desde fuera del ¨¢rea en un tiro franco no ser¨¢ tan sencillo como os pens¨¢is tras haber dominado los lanzamientos de los juegos anteriores...

Los saques de banda se ejecutan de forma diferente. Y es que si en los anteriores juegos lo que se controlaba era tanto la direcci¨®n a d¨®nde se iba a enviar la pelota as¨ª como al futbolista que m¨¢s cerca de la banda se encontrara, ahora tan s¨®lo seleccionaremos la direcci¨®n del esf¨¦rico, teniendo que escoger a uno de los jugadores que por all¨ª se encuentren para hacerle llegar el bal¨®n.

Como ya hemos comentado anteriormente, en Winning Eleven 8 se podr¨¢n ejecutar dos vertientes de lanzamientos de falta: directas o indirectas. Para saber si la falta puede ser lanzada a barraca, o por el contrario ten¨¦is que hac¨¦rsela llegar primero a otro jugador, tendr¨¦is que estar atentos al icono que aparecer¨¢ en la parte superior de la pantalla. Dependiendo de si la imagen del futbolista disparando a puerta est¨¢ tachada o no, el jugador que hay¨¢is designado para realizar el lanzamiento podr¨¢ disparar entre los tres palos o deber¨¢ iniciar una jugada de ataque.

En cuanto a las repeticiones, ¨¦stas han sido modificadas de cara a enfa. La primera toma mostrar¨¢ un plano general, para que veamos por d¨®nde han ido los tiros. Las siguientes tomas van enfocadas a aumentar la espectacularidad a base de planos impactantes de los jugadores. En estos momentos, adem¨¢s, se utilizan diferentes efectos visuales, como desenfoques o planos con muchas oscilaciones.

En la nueva edici¨®n de la Master League, la cual tambi¨¦n ha sufrido su correspondiente lavado de cara, destaca sobremanera la posibilidad de poder jugar con la plantilla original del equipo al que hay¨¢is seleccionado desde el buen principio. La dificultad de los primeros compases en la Segunda Divisi¨®n de la Liga M¨¢ster quedar¨¢ disminuida considerablemente en el caso de que os decant¨¦is por las plantillas originales, pero tambi¨¦n tendr¨¦is que tener en cuenta que el precio por mantener a esos jugadores ser¨¢ mucho mayor. Eso s¨ª, los m¨¢s rom¨¢nticos siempre podr¨¢n empezar con los Miranda, Huygens y compa?¨ªa. Siempre nos quedar¨¢ Par¨ªs...

Y es que si en Winning Eleven 7 se introdujeron las voleas como un disparo que se pod¨ªa realizar casi desde cualquier lado y postura, en este Winning Eleven 8 el concepto del freestyle aplicado tanto a los pases como a los chutes se ha llevado varios pasos m¨¢s all¨¢. Cualquier pelota muerta puede ser rematada o pasada al primer toque. Eso s¨ª, la fiabilidad del lanzamiento o de la cesi¨®n se ver¨¢ afectada por las condiciones en la que haya sido realizada, as¨ª como de la calidad del jugador que la lleve a cabo. Pero ejecutarse, lo que se dice ejecutarse, se podr¨¢ ejecutar en casi cualquier situaci¨®n. Un gran avance en la serie.

Otro de los aspectos que se ha depurado en gran medida es el molesto efecto secundario de la IA que produce que los jugadores que en teor¨ªa estamos controlando "esperen" a la pelota, en vez de acudir a su encuentro, permitiendo as¨ª que los futbolistas manejados por la CPU se nos adelanten. Aunque es un defecto que sigue estando presente en este Winning Eleven 8, la verdad es que se nota que los de KCET han trabajado duro para intentar rebajarlo en la mayor medida posible.

Interceptar un bal¨®n ser¨¢ m¨¢s dif¨ªcil que nunca, los jugadores, sobre todo los de mayor nivel, parecen tener la habilidad de colocar la bola con la suficiente velocidad y punter¨ªa como para evitar que los rivales puedan llegar a poner el peligro que el esf¨¦rico llegue a su destinatario.

Por ¨²ltimo decir que en este octavo Winning Eleven se podr¨¢n hacer cambios directamente, sin entrar en el men¨² de Formaci¨®n. Seleccionando la opci¨®n correspondiente en el men¨² de pausa, podr¨¦is ejecutar r¨¢pidamente los cambios que teng¨¢is en mente. Nada de perder el tiempo navegando por los men¨²s: acci¨®n directa.

Winning Eleven 8 se ha revelado como un gran juego que aporta un mont¨®n de caracter¨ªsticas que consiguen mejorar la f¨®rmula de KCET. Por desgracia, no es perfecto, y sus defectos, con las ralentizaciones al frente de todos ellos, han conseguido que m¨¢s de un jugador se haya llevado las manos en la cabeza y est¨¦ esperando que Konami solucione el desaguisado t¨¦cnico en la correspondiente entrega Final Evolution. De momento, y con el juego que tenemos, lo cierto es que sigue siendo tan adictivo como el que m¨¢s, y seguro que los fans no podr¨¢n soltarlo por lo menos hasta que descubran todas las novedades que se han inclu¨ªdo, que no son para nada pocas. Juego para rato, por lo menos hasta que salga el siguiente. Y van...