Olimpiadas pixeladas

A menudo los aficionados a los videojuegos somos tachados como gente sedentaria, algo as¨ª como el lado m¨¢s opuesto de los m¨¢s deportistas. Pero qu¨¦ mejor que hacer una retrospectiva l¨²dica para demostrar lo contrario?

A ver, remont¨¦monos a 1985 aproximadamente. Situ¨¦monos en un ordenador del sistema MSX, concretamente un Canon V-20. En el, ejecut¨¢ndose un cartucho ROM de m¨ªticas proporciones: Hyper Sports 2, juegazo de Konami donde los haya. La prueba: halterofilia, tratando concretamente de batir el record mundial de levantamiento de pesas. En serio, pocas veces un servidor ha machacado con tan frenes¨ª los cursores de un ordenador...

?Resultado? No, el record del mundo no fue batido... pero el cursor derecho sufri¨® da?os que a d¨ªa de hoy a¨²n permanecen. De hecho, el otro d¨ªa desembalando paquetes en mi casa, apareci¨® dicho cursor. Lo cierto es que, tras cualquier prueba de este juego, o de cualquiera de esta saga deportiva, el jugador terminaba aparentemente tan exhausto (o m¨¢s) como Carl Lewis tras batir los cien metros lisos. Y eso gustaba, amigos.

Ahora Sony lanza al mercado el juego oficial de las Olimpiadas de Atenas, Athens 2004, un t¨ªtulo bastante notable que nuevamente ofrece agotadoras sensaciones de cara a nuestros delicados deditos. Pero la historia de los videojuegos es larga e intensa, y el g¨¦nero de los videojuegos al estilo ol¨ªmpico es toda una piedra angular dentro del mismo. Desde los deportistas pixelados hasta las versiones poligonales de estos, repasemos un poco los viejos tiempos del deporte que hay tras el monitor...

Pero el m¨¦rito de ser el primer videojuego dom¨¦stico basado en las olimpiadas se lo lleva, sin duda alguna, el legendario Decathlon, obra de este mito de la programaci¨®n llamado David Crane. Coincidencias de la vida que ese mismo a?o Konami lanzase a la calle una maravillosa recreativa con el atletismo como principal argumento... Pero sin entrar en la pol¨¦mica de qui¨¦n copi¨® a qui¨¦n, entremos primero en detalle con la obra de Activision para las a?oradas consolas de Atari.

David Crane, fundador y cabeza principal de la por entonces recien inaugurada Activison, tendr¨ªa mucho que ver con algunas de las joyas m¨¢s importantes del cat¨¢logo de la cl¨¢sica Atari 2600. No s¨®lo por el juego que ahora nos ocupa, sino por otros t¨ªtulos tan importantes como Pitfall o HERO. Pero Decathlon supuso todo un golpe de efecto para los jugones de la ¨¦poca, ya que todos nosotros nos encontramos con uno de los party-games con m¨¢s solera de la historia.

Las pruebas no eran pocas: cien metros lisos, salto de longitud, lanzamiento de disco, 110 metros valla... as¨ª hasta diez modalidades deportivas que pod¨ªan disfrutar de uno a cuatro jugadores. El reto, como no, consist¨ªa en ser los mejores, en apurar mil¨¦simas de segundo o llegar un poco m¨¢s lejos en los lanzamientos. La forma de hacerlo qued¨® marcada en la historia, repiti¨¦ndose una y otra vez en la pr¨¢ctica mayor¨ªa de videojuegos deportivos.

El meneo del joystick se convirti¨® en toda una norma. El ¨¦xito de esta metodolog¨ªa de juego se tradujo en cientos y cientos de usuarios con los brazos hechos polvo, por no mencionar la ingente cantidad de palancas rotas por el cl¨¢sico movimiento izquierda-derecha a toda leche. ?Uff! En Decathlon no hab¨ªa posibilidad de controlar el ¨¢ngulo de salto o lanzamiento, as¨ª que la m¨¢xima preocupaci¨®n era la de, simplemente, ser los m¨¢s r¨¢pidos con el control.

Decathlon fue convertido a multitud de formatos. No s¨®lo a los modelos superiores de Atari, sino que muchos sistemas inform¨¢ticos acogieron en sus circu¨ªtos a la obra de David Crane. Spectrum, Amstrad CPC, Commodore 64, MSX... la pr¨¢ctica totalidad de los sistemas de ocho bits fueron testigos de muchos m¨¢s mandos arrancados de cuajo en pleno frenes¨ª de adicci¨®n.

A mi parecer, este tipo de programas son m¨¢s accesibles manej¨¢ndolos con teclas, mucho m¨¢s que con joysticks. Es cuesti¨®n de gustos, pero los botones siempre son menos susceptibles de sufrir da?os que una palanca. Es por ello que, por ejemplo en las consolas de Atari, jugar a Decathlon era mucho m¨¢s c¨®modo d¨¢ndole ca?a al mando oficial que se vend¨ªa aprovechando el lanzamiento de Track & Field. Pero... ?qu¨¦ es Track & Field?

Los HYPER de Konami

Con Konami lleg¨® el verdadero origen del s¨ªndrome ol¨ªmpico en los videojuegos. De hecho, gracias al buen hacer de la compa?¨ªa con el majestuoso Track & Field (tambi¨¦n conocido como Hyper Olympic en su pa¨ªs de origen), Konami llen¨® sus arcas y logr¨® que su prestigio como desarrolladora de recreativas subiese como la espuma. Con Track & Field, la empresa nipona consigui¨® por vez primera publicar por s¨ª misma sus propias placas arcade.

Un a?o antes de las olimpiadas del 84, Konami dio vida a una de sus creaciones m¨¢s recordadas, y que dar¨ªa comienzo a un legendario prestigio deportivo que siempre ha ido atado a las producciones de la compa?¨ªa. El p¨²blico de los salones recreativos se encontr¨® con un arcade espectacular a todas luces, con un apartado t¨¦cnico abrumador si lo compar¨¢bamos con la competencia de aquellos d¨ªas. Desde sus simp¨¢ticos gr¨¢ficos hasta la sorprendente melod¨ªa de V¨¢ngelis para Carros de Fuego en la presentaci¨®n del juego, Track & Field romp¨ªa con todo lo visto en esa ¨¦poca.

Por otro lado, su concepci¨®n l¨²dica respond¨ªa a una directriz muy clara: la de ser el m¨¢s r¨¢pido para ganar. Con un esquema en el cual se bas¨® el anteriormente citado Decathlon, Konami no s¨®lo introdujo el binomio velocidad/resistencia consistente en el aporreo masivo de botones, sino que implant¨® un nuevo matiz tan alucinante como innovador. Esto es, el ¨¢ngulo. El ¨¢ngulo en nuestros lanzamientos y saltos, un detalle tan genial que, pr¨¢cticamente, se comportaba como un protagonista m¨¢s en este maravilloso juegazo.

Seis eran las pruebas: 100 metros lisos, salto de longitud, lanzamiento de jabalina, 110 metros valla, lanzamiento de martillo y salto de altura. En apariencia constru¨ªan un juego muy corto, pero el desaf¨ªo de superar los records mundiales de los jugadores, los incre¨ªbles piques con los amigos y el reto de darle vueltas a la m¨¢quina con marcas clasificatorias cada vez m¨¢s ajustadas convert¨ªan a Track & Field en uno de los torrentes de jugabilidad m¨¢s brutales de la ¨¦poca.

Como es l¨®gico, Track & Field fue convertido a diestro y siniestro. Consolas como las pioneras de Atari, pasando por la a?orada NES (que tambi¨¦n vio nacer una correct¨ªsima segunda parte del juego) hasta llegar a todos y cada uno de las computadoras dom¨¦sticas de 8 bits... todas tuvieron sus correct¨ªsimas versiones del hit de Konami. Si bien compa?¨ªas como Atari o Imagine se hicieron cargo de la programaci¨®n para la VCS, Spectrum, Amstrad y Commodore 64, la propia Konami tom¨® las riendas de la conversi¨®n tanto en NES como en MSX (este ¨²ltimo dividido en dos cartuchos), dando lugar a las que sin duda fueron los mejores reflejos de la m¨¢quina original.

Todo hay que decirlo, la estela deportiva de Konami tras "Track & Field" fue tan larga como intensa. Juegos como "Hyper Rally", "Konami's Soccer" o "Konami's Tennis" permanecen en la memoria de los m¨¢s viejos del lugar, al igual que la ristra de nuevas versiones de las que ha ido disfrutando el nombre de "Track & Field", ya sea en recreativas (con Track & Field 88, m¨¢s pruebas y tecnolog¨ªa de la ¨¦poca), consolas port¨¢tiles o las poderosas entregas de la saga realizadas en los sistemas de 32, 64 y 128 bits. Pero la otra bomba de Konami explot¨® no mucho despu¨¦s del mil veces citado Hyper Olympic... Por supuesto, nos estamos refiriendo a otro m¨ªtico revienta-botones de la ¨¦poca: Hyper Sports.

Hyper Sports puede considerarse como el heredero directo de Track & Field/Hyper Olympic. De hecho, en Jap¨®n Konami lo llam¨® Hyper Olympic '84, un detalle que dice mucho acerca de sus influencias l¨²dicas. Recog¨ªa uno a uno todos los elementos jugables del original, pero potenci¨¢ndolos con nuevos desaf¨ªos en el control y nuevas pruebas tan innovadoras como refrescantes. No tard¨® en convertirse en un ¨¦xito a¨²n mayor que el de Track & Field...

Aparte de la m¨¢s que evidente mejora gr¨¢fica, Hyper Sports llamaba la atenci¨®n por la inclusi¨®n de deportes como el tiro al plato, la nataci¨®n o el potro. Ahora hab¨ªa que coordinar no s¨®lo la velocidad y el ¨¢ngulo, sino la respiraci¨®n en la nataci¨®n, el caer de pie en el salto de potro. La precisi¨®n que hab¨ªa que tener en pruebas como las del tiro con arco o los r¨¢pidos reflejos a demostrar en el tiro al plato daban nueva vida a un g¨¦nero que, en un principio, parec¨ªa tener poco m¨¢s que demostrar.

Por supuesto, Hyper Sports lleg¨® a multitud de sistemas dom¨¦sticos, convirti¨¦ndose gracias al buen hacer de la compa?¨ªa inglesa Imagine en todo un ¨¦xito que arras¨® en Spectrum, Amstrad CPC y Commodore 64. El trabajo de Imagine es digno de elogio, calcando al p¨ªxel la metodolog¨ªa l¨²dica de todas y cada una de las pruebas, con las l¨®gicas diferencias t¨¦cnicas de cada m¨¢quina.

Para variar, la propia Konami fue la que se encarg¨® de llevar al MSX su juego, en este caso dividi¨¦ndolo en tres entregas que inclu¨ªan pruebas in¨¦ditas en la recreativa original. As¨ª pues, disfrut¨¢bamos tambi¨¦n de competiciones como el salto de trampol¨ªn, ciclismo o la cama el¨¢stica. Cada cartucho ten¨ªa una tem¨¢tica particular. Hyper Sports 1 giraba en torno a la volteretas, Hyper Sports 2 propon¨ªa una mezcla entre punter¨ªa, precisi¨®n y fuerza, mientras que la tercera entrega ser¨ªa recordaba como la m¨¢s dif¨ªcil de todas, con las pruebas m¨¢s originales de la saga. Como no, tres cartuchos imprescindibles...

M¨¢s olimpiadas arcade

Como se dijo al principio, la saga deportiva de Konami volvi¨® a saltar a la palestra all¨¢ por las olimpiadas de Los ?ngeles, con una m¨¢s que divertida recreativa que, como de costumbre, adopt¨® m¨¢s de un nombre dependiendo de donde se encontrase. As¨ª pues, ah¨ª ten¨ªamos la actualizaci¨®n tecnol¨®gica de la serie con Hyper Sports Special/88' Games, aunque en occidente la llegamos a conocer con el nombre de Konami '88.

En esta ocasi¨®n, las pruebas cl¨¢sicas se ve¨ªan potenciadas con un apartado t¨¦cnico a la altura de, por poner un ejemplo, Super Nintendo. La forma de jugarlo no variaba pr¨¢cticamente un ¨¢pice con respecto a los viejos Track & Field/Hyper Sports, tan s¨®lo cambiaban algunas pruebas con novedosas perspectivas y detallitos as¨ª. La verdad es que, con un producto tan correcto como Konami' 88 la empresa nipona podr¨ªa haberse llevado el gato al agua de no ser porque otra compa?¨ªa del sector se lanz¨® ese mismo a?o a la aventura ol¨ªmpica...

SNK, la popular compa?¨ªa de Osaka m¨¢s que conocida por su posterior Neo Geo y sus sagas de lucha, se curr¨® todo un se?or juegazo de olimpiadas al m¨¢s alto nivel, que lleg¨® a superar a Konami' 88 en lo que a recaudaci¨®n se refiere. Pruebas novedosas como el boxeo o las paralelas (anteriormente s¨®lo vista en el Hyper Sports 1 del MSX) hicieron de Gold Medalist todo un caballo ganador. Lo extra?o es que ni este juego ni Konami' 88 tuvieron versiones dom¨¦sticas. Raro, raro, raro...

Evidentemente, otras buenas recreativas de car¨¢cter ol¨ªmpico vieron la luz, como Recordbreakers de Taito (1988) o el estramb¨®tico Huchback Olympic (1984), pero no muchas obtuvieron la relevancia de las aqu¨ª comentadas. Pero como curiosidad, en el a?o 84 la compa?¨ªa Stern (conocida entre otras cosas por distribuir los arcades de Konami en los primeros tiempos) fabric¨® un prototipo de recreativa de olimpiadas con la particularidad de que se basaba en el sistema Laser Disc, al m¨¢s puro estilo Dragon's Lair. As¨ª de peculiar era Gold Medal with Bruce Jenner, un arcade que finalmente no lleg¨® a distribuirse en los salones. Qu¨¦ cosas, ?eh?

EPYX, deportes en casa

En el ¨¢mbito dom¨¦stico se forjaron tambi¨¦n varias leyendas deportivas, algunos juegos de proporciones m¨ªticas que, cogiendo lo mejor de Decathlon, Track & Field e Hyper Sports supieron convertirse en las referencias ol¨ªmpicas en los ordenadores dom¨¦sticos. Compa?¨ªas como Ocean o Epyx saben mucho de esto...

En 1984, Epyx, una compa?¨ªa americana anteriormente conocida como Automated Simulations, desarroll¨® lo que se podr¨ªa denominar como una evoluci¨®n del idolatrado Decathlon. Hab¨ªa nacido Summer Games, t¨ªtulo que se convirti¨® en todo un abanderado de los juegos ol¨ªmpicos en sistemas como Apple 2, Atari 7800 o el Commodore 64, por no decir el boom revolucionario que supuso para todos los usuarios de VCS, ya bastante satisfechos de por s¨ª con el antiguo programa de Activision.

Peter Engelbrite hab¨ªa desarrollado la piedra angular de los venideros ¨¦xitos de Epyx, que se continuar¨ªan con una buena ristra de juegos que dejar¨ªan huella en los ordenadores personales, sobre todo en el a?orado C64. ?l mismo se encargar¨ªa posteriormente de desarrollar otros mitos l¨²dicos de Epyx como Winter Games o California Games, con la misma tem¨¢tica en diferentes medios. Y todos ellos con la misma premisa de Summer Games: la de ofrecer una estupenda mezcla de pruebas de corte ol¨ªmpico al estilo cl¨¢sico con otras tan peregrinas como el wind surf o el ciclismo de monta?a. Aunque si de rareras quisieramos hablar, no habr¨ªa m¨¢s que citar al estramb¨®tico y divertido World Games, aunque eso ya es otra historia...

Daley Thompson

Otra compa?¨ªa que promovi¨® sobremanera el deporte en los ordenadores fue, sin duda alguna, Ocean. Ya aparte del hecho de que Imagine, subsidiaria de esta, se hiciera cargo de convertir el legendario Hyper Sports al Spectrum, Amstrad CPC y C64, Ocean cre¨® una saga deportiva que bebe de las fuentes de los cl¨¢sicos del g¨¦nero, pero que el marcado car¨¢cter del protagonista se implant¨® sobremanera en los recuerdos de cientos de jugones. Por supuesto, estamos refiri¨¦ndonos al inimitable campe¨®n Daley Thompson, el deportista m¨¢s completo de todos los tiempos.

Nuevamente, las olimpiadas de Los ?ngeles fue el marco elegido para el lanzamiento de Daley Thompson's Decathlon. En pleno 1984 no eran pocos los t¨ªtulos que compart¨ªan tem¨¢tica ol¨ªmpica, pero qu¨¦ demonios... con la calidad que atesoraban juegos como el aqu¨ª presente, por nosotros como si hubiesen sacado ochocientos m¨¢s. El Decathlon de Ocean se basaba de forma extremadamente descarada en el sin par Track & Field, s¨®lo que ba?ado con el particular carisma del campe¨®n ol¨ªmpico de decathlon.

En 1986, Ocean volvi¨® a aprovechar la licencia de nuestro amigo para poner a la venta el simp¨¢tico Daley Thompson's Supertest. La verdad sea dicha, esto s¨ª que era aprovechar un nombre famoso por aprovecharlo, porque las pruebas inclu¨ªdas en este juego poco ten¨ªan que ver con las especialidades del bueno de Daley Thompson. De hecho, para que os hag¨¢is una idea, las influencias que este programa recib¨ªa del sobresaliente Hyper Sports eran m¨¢s que evidentes, pareciendo m¨¢s bien un remix de los retos aparecidos en los cartuchos de MSX.

Cuatro a?os despu¨¦s del primer Daley, aprovechando el tir¨®n que ofrec¨ªan los Juegos Ol¨ªmpicos de Se¨²l, Ocean tira la casa por la ventana con otro arcade deportivo para los usuarios de los ordenadores de 8 bits (a excepci¨®n del MSX), Atari ST y Amiga. Daley Thompson's Olympic Challenge ofrec¨ªa lo mismo que en anteriores ocasiones, pero con un tapiz gr¨¢fico muy superior. El sistema de juego continuaba destrozando joysticks a mansalva, pero la inteligente puesta a punto del g¨¦nero y los divertidos entrenamientos con Daley hicieron de esta joya un t¨ªtulo a recordar.

Si bien Ocean no continu¨® con esta saga, s¨ª que lanz¨® un juego basado en Barcelona 92: Espana: The Games 92, bastante m¨¢s estrat¨¦gico que el resto de t¨ªtulos. Aparte, muchas otras compa?¨ªas tomaron el relevo en lo que a lanzar juegos de tem¨¢tica ol¨ªmpica se refiere. Casas como Tynesoft, Psygnosis con su excelente Carl Lewis Challenge, US GOLD con el genial Olympic Gold para consolas y ordenadores o los inmejorables y cont¨ªnuos lanzamientos deportivos de Epyx mantuvieron la antorcha encendida durante la vida de los ordenadores de 8 bits. Uhm... ahora que he mencionado los 8 bits; indudablemente esa expresi¨®n debe ir unida al concepto de software espa?ol. ?Sab¨ªas que en Espa?a tambi¨¦n se desarrollaron algunos jueguecitos de esta tem¨¢tica?

Sabor espa?ol

Como era l¨®gico, qu¨¦ mejor momento para una compa?¨ªa espa?ola que aprovechar las Olimpiadas de Barcelona 92 para sacar un juego "ol¨ªmpico". Dicho y hecho... ah¨ª naci¨® Barcelona 92, de Topo Soft. Pero no vayamos tan deprisa, porque muchos a?os antes, una primeriza Dinamic ya hab¨ªa vendido varias copias del divertido y humilde Video Olimpic, producto parido por ese genio atemporal llamado Nacho Ru¨ªz.

Video Olimpic lleg¨® incluso a ser n¨²mero uno en UK de la mano de Mastertronic. Y es que Dinamic cont¨® con la suerte de llegar un poco antes que Hyper Sports, por lo que la pasi¨®n por el deporte que impregnaban las venideras olimpiadas de Los ?ngeles hizo que los usuarios de Spectrum mimasen el producto como pocos. Ni si quiera se tuvo en cuenta el plagio total que era Video Olimpic del arcade Track & Field, ya que no s¨®lo copiaba las pruebas una por una, sino que su metodolog¨ªa de juego era exacta.

Pero pasaron muchos a?os hasta que otra compa?¨ªa espa?ola se decidiese a lanzar alg¨²n nuevo videojuego basado en disciplinas ol¨ªmpicas. Eso s¨ª, aparecieron muchos programas deportivos, algunos con la solera de Fernando Mart¨ªn Basket Master (Dinamic), Emilio Butrague?o F¨²tbol (Topo) o Jai Alai (Opera Soft), pero tendr¨ªamos que avanzar hasta 1992 para presenciar de la mano de Topo Soft la puesta a punto de Olimpiadas 92: Gimnasia Deportiva.

Programado por ese todoterreno del coder que era Javier F¨¢fula, Olimpiadas 92 era posiblemente la obra m¨¢s ambiciosa de Topo Soft. Prueba de ello es que sali¨® exclusivamente para PC VGA 256, y que ocupaba en el disco duro unos por aquellos entonces inmensos seis megas. El sistema de juego, encuadrado en la gimnasia, romp¨ªa con todos los esquemas anteriormente vistos, ya que el control se hac¨ªa a trav¨¦s de unos iconos que coordinaban nuestros movimientos. Tan original como asombroso... ?nuestros dedos descansar¨ªan por fin!

Por su parte, Opera Soft le dar¨ªa algo de competencia al tema ese mismo a?o con Olympic Games '92, tambi¨¦n exclusvo para PC. En esta ocasi¨®n, el desarrollo volv¨ªa a las cl¨¢sicas maneras del Decathlon de Activision, con un n¨²mero de pruebas muy similar. Todo el conjunto estaba vestido por un excelente aspecto gr¨¢fico que muy poco ten¨ªa que envidiar a las producciones internacionales. De hecho, no se vendi¨® nada mal en el Reino Unido...

Para terminar por nuestro paseo ol¨ªmpico en tierras espa?olas, no podemos olvidar el mencionar el honroso intento de Dinamic Multimedia en eso de ganarse una medalla. PC Atletismo 2000, en la l¨ªnea de los productos de esta compa?¨ªa, combinaba excelentemente elementos estrat¨¦gicos con bastantes gotas de arcade. Las tardes de vicio estaban garantizadas, ya que pod¨ªan participar hasta 8 jugadores conectados en red. Con eso y el excelente aspecto gr¨¢fico que luc¨ªa (con unas geniales 3D), PC Atletismo 2000 y su posterior edici¨®n extendida dej¨® m¨¢s que satisfechos a los peceros m¨¢s atl¨¦ticos...

Sprint final

Para que este art¨ªculo no se os haga m¨¢s pesado que recorrer los mil quinientos metros lisos con los zapatos de los domingos, haremos un gran salto de longitud para trasladarnos a los ¨²ltimos tiempos, a las nuevas generaciones del entretenimiento inform¨¢tico. Para ello, habr¨ªa que mencionar el inocente intento de Eidos con Sydney 2000, lanzado en PC, Dreamcast y Playstation con la mera intenci¨®n de colmar las ansias ol¨ªmpicas de los jugones amantes del machaque de dedos. No pod¨ªa competir con las ultim¨ªsimas versiones de Track & Field para Playstation, Dreamcast y Playstation 2 (apabullante esta ¨²ltima), pero cumpl¨ªa con creces su propuesta l¨²dica superando a los m¨¢s sencillos Virtua Athlete vistos en Saturn y Dreamcast.

Y sin m¨¢s que a?adir en el presente texto, este redactor cuelga las botas por hoy. Pero s¨®lo por hoy... porque cada uno de nosotros, por muchas horas que pas¨¦is algunos sentados delante del monitor, llevamos un deportista dentro. La cuesti¨®n es que hay que sacarlo... y creedme, una vez fuera no habr¨¢ cosa que os haga m¨¢s felices ;-)