Odama (GameCube)

Odama es la apuesta personal de Yoot Saito, el creador del extra?o Seaman en Dreamcast, un desarrollador que apuesta por lo diferente y se concentra en dotar a sus juegos de originalidad y frescura, m¨¢s all¨¢ de la ansia actual por vender m¨¢s que nadie.

Odama fue seguro el juego de Nintendo que pas¨® m¨¢s desapercibido de todo el stand de Nintendo. Entre tanto Zelda, Nintendo DS, Resident Evil 4 o Metroid Prime 2, no es de extra?ar que este curioso t¨ªtulo no ocupase primeras portadas en lo que se refiere a la covertura medi¨¢tica. Pero tampoco es que estuviera escondido, un mostrador con cuatro demos estaba situado en una de las esquinas del stand, que adem¨¢s llamaba la atenci¨®n por tener una armadura Samurai expuesta en una vitrina, un elemento decorativo para ilustrar el juego.

?Pero qu¨¦ es Odama? ?un juego estilo Onimusha? no, ?un juego de estrategia en el Jap¨®n Feudal? tampoco, pero casi. En realidad Odama es una idea muy original, algo que no abunda precisamente en la industria del videojuego en los ¨²ltimos tiempos. Ni m¨¢s menos que una "combinaci¨®n" (por llamarlo de alguna manera a grosso modo) entre juego de estrategia y Pinball. Es probable que tal combinaci¨®n resulte en primer lugar chocante, pero una vez que se juega empieza a verse el original planteamiento con el que este t¨ªtulo ha sido dotado.

En Odama eres un general feudal japon¨¦s, comandante de unos ej¨¦rcitos enfrentados a otras grandes familias feudales niponas. Cada "tablero" es un terreno tridimensional donde se desarrollan combates entre tus tropas y la de los enemigos, pero para ganar el combate no deber¨¢s dirigir a tus tropas, o salir al campo de batalla encadenando combos, sino que deber¨¢s usar el arte de influir en la guerra insuflando valor a tus soldados y derribando la moral de tus enemigos, o lo que es lo mismo, usar tu palas de pinball para lanzar una gigantesca bola contra los peque?os soldados, intentando que no afecte demasiado a tus tropas y machaque a las contrarias (Odama, significa precisamente "gran bola" en japon¨¦s).

Pero esto no es tan sencillo, por un lado est¨¢ la disposici¨®n del terreno, que si ofrece tantas posibilidades como se vi¨® en un solo tablero en el E3, se puede convertir en el juego de pinball m¨¢s divertido y con m¨¢s posibilidades del mundo. Por ejemplo, en terreno hab¨ªa ciertas torres desde las que el enemigo lanzaba flechas hasta nuestras tropas, por lo que hab¨ªa que intentar derribar esas torres, intentando hacer que la bola se dirigiera ah¨ª atravesando las l¨ªneas enemigas, toda una prueba de habilidad, ya que aparte de procurar no afectar demasiado al grueso de tus propias unidades, hab¨ªa que salvar accidentes geogr¨¢ficos como un r¨ªo que amenazaban con arrastrar tu bola si no era dirigida con suficiente fuerza, adem¨¢s de la resistencia natural de las l¨ªneas de infanter¨ªa enemigas.

Otras posibilidades con la gran bola aparte de la de mandar por los aires a las tropas que encuentre a su paso, es la de destruir otro tipo de estructuras con las que afectar a la batalla. Impactar repetidas veces con una presa al fondo la desmoronaba, haciendo que entrara agua en el terreno y se llevara a un buen numero de enemigos. Tampoco creas que las tropas de infanter¨ªa son las ¨²nicas unidades a tener en cuenta, ya que como en una buena batalla, deber¨¢s hacer frente a toda una diversidad de tropas, encabezadas por las terribles tropas de infanter¨ªa pesada con fieros Samurai como jinetes, que puedes hacer estragos entre los tuyos si no eres cuidadoso.

El objetivo del juego es acabar con tus enemigos y evitar tu derrota, que no se producir¨¢ precisamente por que se te vaya la bola por el "sumidero" sino que obedece a algo tan estrat¨¦gico como la de evitar que los enemigos lleguen hac¨ªa ti, el general. Si consiguen hacer brechas en tu l¨ªnea defensiva y logran alcanzar tu posici¨®n, perder¨¢s puntos de vida hasta provocar tu derrota. Para evitar esto adem¨¢s de habilidoso con el uso de los "flippers", deber¨¢s gestionar bien tus tropas, pudiendo llamar a refuerzos con un bot¨®n, mientras te queden unidades en la rec¨¢mara.

El "reclutamiento" de nuevas unidades vendr¨¢ dado por tu "odama" gracias a un movimiento especial que har¨¢ que esta brille y "asimile" a las unidades rivales que se pongan en su paso, o dicho en los t¨¦rminos en los que se define el juego: tu carisma y liderazgo derribar¨¢ su moral enemiga hasta el punto de obligarles abrazar tu causa. Pero esto no ser¨¢ el ¨²nico movimiento especial, ya que podr¨¢s hacer que los dioses se pongan de tu parte provocando temblores de tierra (o lo que es lo mismo, provocar "tilts" que los jugadores m¨¢s experimentados de pinball conocen bien, consistentes en "menear" las mesas para evitar o conseguir que la bola se introduzca en alguna parte).

Sin duda, Odama fue una de las grandes curiosidades del stand de Nintendo, un t¨ªtulo extra?o y lleno de potencial para atraer a cualquier tipo de jugador gracias a una h¨¢bil combinaci¨®n de cosas familiares con mec¨¢nicas ¨²nicas, ofreciendo una jugabilidad pura, que no est¨¢ coartada por el patr¨®n de los g¨¦neros al no ser un juego de pinball, de estrategia o de acci¨®n, sino un juego, tal cual. La fe en la calidad final de Odama hay que buscarla en su creador, un especialista en esta clase de t¨ªtulos que intentan romper moldes: Yoot Saito, el creador de Seaman para Dreamcast, que impact¨® fuertemente hace unos a?os en elp anorama nip¨®n. A Nintendo se le ha llamado en los ¨²ltimos tiempos "conservadora", pero su apuesta en juegos como este Odama  (adem¨¢s de otros productos como Wario Ware o Nintendo DS), deber¨ªa empezar a desterrar este t¨®pico que no se corresponde con la diversidad de la propuesta l¨²dica de la compa?¨ªa de Kyoto.