Andanzas de un ladr¨®n en la Edad Media...

Ante los continuos rumores sobre la posible marcha de Warren Spector de Ion Storm, ¨¦ste responde con hechos: dos juegos en medio a?o. En esta ocasi¨®n, la secuela de uno de sus cl¨¢sicos, Thief. Remodelado para la ocasi¨®n, sus novedades no dejar¨¢n indiferente a nadie.

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Hace unos meses, los poseedores de una Xbox tuvieron la oportunidad por primera vez de disfrutar de Deus Ex en una m¨¢quina que no fuese un compatible. Y la pol¨¦mica estuvo servida ante las muchas cr¨ªticas que los fans de Warren Spector y de la saga dedicaron al juego. Su salida en la consola de Microsoft parece  que fue el detonante para ciertos cambios jugables que lo hac¨ªan m¨¢s asequible al gran p¨²blico, y por tanto, m¨¢s comercial, obviando ciertos toques de calidad y aspectos propios de su personalidad para acercarse a las preferencias del "gran p¨²blico".

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Pues si ya entonces muchos se tiraron de los pelos, definitivamente se quedar¨¢n calvos en cuanto prueben Thief: Deadly Shadows. Ninguno de los dos t¨ªtulos de Ion Storm es un mal juego, ni mucho menos; son dos grandes series que se han amoldado al gran p¨²blico y simplificado su jugabilidad, control e historia. Algunos no se lo perdonar¨¢n nunca (y ven en ello el motivo del descontento de Warren Spector con la gente de Eidos), y menos ser¨¢n los que le agradecer¨¢n haber conocido Thief por su salida en las consolas. Novedades en juego, muchos recortes y un cambio de personalidad que dar¨¢ que hablar. Si al portar Deus Ex a Xbox con m¨¢s que notables resultados ya recibieron sopapos de su p¨²blico, ?qu¨¦ pasar¨ªa si el juego adem¨¢s no estuviese optimizado? Empecemos...

La historia

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Desde este mismo momento nuestro rol es el de Garret, un escurridizo y habilidoso ladr¨®n que vive en una ciudad medieval. Su maestr¨ªa apropi¨¢ndose de lo ajeno es directamente proporcional a su habilidad para ocultarse en las sombras y pasar desapercibido. Garret vive en un oscuro habit¨¢culo en The City, ciudad arrasada por la corrupci¨®n y el crimen que ha obligado a las autoridades a mantener fuertes medidas de seguridad. Ellos no lo dudar¨¢n ni un momento: si nos ven, nuestra tez les delatar¨¢ que somos ladrones.

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En la Ciudad conviven diversas facciones. Una de ellas, los Guardianes (The Keepers), se encarg¨® de adiestrarnos en el arte de apropiarnos de lo ajeno cuando ¨¦ramos j¨®venes. Usando su brujer¨ªa y conocimientos, los Guardianes prev¨¦n un acontecimiento de vital importancia, una profec¨ªa. Y Garret aparece en ella. Siguiendo sus ¨®rdenes iremos descubriendo los muchos secretos que esconde la Ciudad, aumentando nuestras arcas a expensas de lo que robemos y descubriendo alg¨²n secreto que nuestros antiguos maestros preferir¨ªan que siguiese encerrado...

g r ¨¢ f i c o s

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Definir el aspecto gr¨¢fico de Deadly Shadows es algo complicado, pero muy obvio desde el mismo momento en que lo pruebas. Si permaneces quieto y te dedicas a contemplar con asombro los escenarios, francamente pareces estar dentro de una pel¨ªcula. Unas maravillosas y trabajadas texturas, unas fuentes de iluminaci¨®n muy bien aprovechadas, sombras din¨¢micas... Entrar en el mundo de Thief es rebobinar cinco siglos nuestro reloj de pulsera y maravillarnos de las arquitecturas, las ambientaciones, las vestimentas. Las fotograf¨ªas "ligeramente retocadas" que nos ofrecen en muchas ocasiones las desarrolladoras para despertar nuestro sentido visual, en Thief 3 no tienen cabida. Estar quieto sobre uno de sus escenarios en tiempo real es como hacerlo sobre una base prerrenderizada.

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Claro que hemos dicho si estamos quietos, porque si decidimos movernos, y desgraciadamente para jugar es necesario, la cosa var¨ªa significativamente. Lo que sufrimos no son ralentizaciones, sino m¨¢s bien saltos constantes, repetitivas pausas que aparecen durante todo el juego, estemos en el escenario que estemos. S¨ª, el aspecto gr¨¢fico es genial, las texturas brillantes, la ¨²ltima versi¨®n del motor Unreal ha deparado muy buenos videojuegos en otras ocasiones, pero esta vez el resultado es francamente desalentador. Parece que nuestra Xbox sufre moviendo todos los detalles que aparecen en pantalla, que no puede con ellos, que intenta tirar con todas sus fuerzas del motor gr¨¢fico y en el mismo momento que lo consigue debe pararse de nuevo y coger fuerzas para el siguiente tir¨®n.

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Ignoramos a que se debe el dichoso problema, si a falta de optimizaci¨®n para su versi¨®n consolera, si a falta de potencia de la m¨¢quina de Microsoft (punto que dudamos por encima de los dem¨¢s), si a la amplitud de los escenarios (que se han dividido en zonas con per¨ªodos de carga para no congestionar el motor), si a la calidad de las texturas y a la iluminaci¨®n... No sabemos. Deus Ex: Invisible Wars, el otro t¨ªtulo de Ion Storm de reciente aparici¨®n en Xbox, mov¨ªa entornos complejos y detallados como en Thief. Cierto es que su nivel visual, la pureza de sus texturas y el sistema lum¨ªnico eran de inferior calidad, y aunque sufr¨ªa ralentizaciones, su incidencia en el juego era menor. En Deadly Shadows, cambiar la ubicaci¨®n de la c¨¢mara o poner en movimiento a Garret nos permitir¨¢ asistir imp¨¢vidos al tembleque del motor gr¨¢fico. Una pena porque, como dec¨ªamos, permaneciendo inm¨®viles el aspecto gr¨¢fico es sobrecogedor.

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Dejando claro esto, es necesario continuar hablando de otros aspectos del apartado visual, aunque todos ellos se ven empa?ados por los continuos saltitos en el framerate que sufrimos. En primer lugar, la calidad de las texturas es de un nivel m¨¢s que elevado. Superiores en todo momento a las mostradas en Deus Ex, recrean con un gran lujo de detalles el aspecto de una ciudad medieval. Aunque vistas de cerca parecen algo emborronadas, la rugosidad de las piedras en las murallas, los suelos y las variadas skins de los NPCs gozan de un realismo extremo.

Luces de Bohemia

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Para continuar fantaseando con c¨®mo ser¨ªa una ciudad medieval, se ha empleado un sistema de luces y sombras din¨¢micas muy complejo, y que nos recuerda sobremanera a un juego algo antiguo pero muy querido por los aficionados espa?oles: Blade. La iluminaci¨®n de las calles y las estancias con antorchas situadas en las paredes, realzan el aspecto t¨¦trico y oscuro del juego, de no salir de noche pues los malhechores abundan. Cada objeto, cada personaje tiene su sombra y su papel en el juego es primordial. Podemos estar escondidos en una esquina oscura, pero si nuestra sombra se derrama sobre el pavimento los guardas nos descubrir¨¢n; si movemos un objeto hacia una fuente de luz, podemos ocultarnos en la sombra que proyecta; podemos apagar las antorchas y las velas para dejar zonas a oscuras y propiciar as¨ª un escondite seguro a nuestro personaje.

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En honor a la verdad y aunque el sistema de iluminaci¨®n es de lo mejorcito que hemos visto, la segunda entrega de Splinter Cell le supera en la representaci¨®n de las fuentes de luz, aunque en general y debido en gran parte a la paleta de colores usada, Thief: Deadly Shadows, cuando no est¨¢ en movimiento, resulta m¨¢s bello como conjunto. Sin embargo la suavidad del t¨ªtulo de Ubi y el gran funcionamiento del engine no tienen comparaci¨®n con la escasa optimizaci¨®n que Thief padece.

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Hay otros detalles que es necesario valorar dentro del apartado gr¨¢fico. Entre ellos, destaca la gran representaci¨®n de los modelos (insistimos en que cuando no est¨¢n en movimiento). A pesar de que la articulaci¨®n de los hombros desvela ligeramente su origen poligonal, la gran recreaci¨®n de las skins proporciona a¨²n mayor val¨ªa a los gr¨¢ficos del juego. L¨¢stima que sus movimientos sean bastante toscos y entrecortados, sobre todo en lo que a Garret se refiere. Usando la vista en tercera persona, apreciamos muchos saltos y lagunas en sus animaciones, faltando detalles para que el realismo y las transiciones sean perfectas. A?adimos que se ha copiado la forma de desplazarse agachado de Sam Fisher, lo que es poco menos que una herej¨ªa para los fans del juego de Ion Storm.

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Podemos seguir las aventuras de nuestro personaje desde dos puntos de vista, en primera persona, siguiendo el esp¨ªritu Thief, y en tercera, siguiendo la l¨ªnea de t¨ªtulos m¨¢s consoleros. A muchos fans les desagrada pensar que Thief haya a?adido una nueva vista, y no sin motivo, viendo los resultados. Sus movimientos entrecortados har¨¢n que muchos se lleven las manos a la cabeza. Pero como podemos aprovechar y usar la vista interior, aquellos a los que no le agrade podr¨¢n jugar como en los t¨ªtulos anteriores.

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Otro defecto que azota el juego es un terrible clipping que har¨¢ que Garret atraviese maderos, objetos y cuerpos; o que los NPCs bajen escaleras metiendo la pierna hasta las rodillas. La f¨ªsica a?adida a los cuerpos y resto de elementos con los que podemos interactuar es bastante discreta, sobre todo cuando tratamos de ocultar un cad¨¢ver o damos muerte a un guardia. Las animaciones al acabar con uno de ellos son exageradas e irreales hasta un punto irritante, lo que no hace sino empeorar que el juego en movimiento desmerece todo el trabajo de texturas, iluminaci¨®n y recreaci¨®n de los escenarios.

m ¨² s i c a

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Rozando un nivel m¨¢s que aceptable, la banda sonora se amolda perfectamente a lo que es el desarrollo y la ambientaci¨®n del juego. Disfrutar de Deadly Shadows sin m¨²sica ser¨ªa como ver una pel¨ªcula de Hitchcock sin sonido. Da ambientaci¨®n en la ciudad, nos susurra al o¨ªdo mientras permanecemos escondidos, brilla sin cansar. Y aunque podr¨ªa echarse en falta unos ritmos m¨¢s r¨¢pidos para los momentos de acci¨®n o alg¨²n crescendo cuando est¨¢n a punto de descubrir nuestro escondite, no podemos reprocharle nada.

s o n i d o   F X

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Haciendo gala de las posibilidades Dolby Digital de Xbox, los efectos de sonoro gozan de tan buen acabado como la m¨²sica. El sonido de las pisadas distinto en cada suelo, el crepitar de las antorchas, las voces a lo lejos, el definido ruido de cada objeto al chocar contra el suelo... El m¨ªnimo ruido puede desvelar nuestra presencia, alertar a los guardianes de la ciudad de donde estamos agazapados esperando nuestra oportunidad. Y aunque todos estos detalles ya los hemos visto, con mayor o menor ¨¦xito, en un gran n¨²mero de juegos, no por ello dejan de parecernos brillantes. Menci¨®n aparte para las m¨¢s de 300.000 palabras (no, no hay ning¨²n error en los ceros) de di¨¢logo que usar¨¢n tanto los personajes no controlables como nuestro personaje al narrarnos la historia. Eso s¨ª, lamentablemente no est¨¢ doblado a nuestro idioma (y lo que es peor, tampoco subtitulado), por lo que solo los angloparlantes disfrutar¨¢n al m¨¢ximo de la experiencia de vivir la historia contada por sus protagonistas.

j u g a b i l i d a d

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Nada m¨¢s iniciar el juego y empezar una nueva partida, comenzamos en una misi¨®n-tutorial que nos ayudar¨¢ a familiarizarnos con los controles. Nos desplazamos con el stick izquierdo mientras que con el derecho movemos la c¨¢mara; el bot¨®n A nos sirve para interactuar con el entorno, con el B nos pegamos a una pared para pasar desapercibidos; con X nos agachamos y con Y saltamos. Los gatillos sirven para usar bien el arma o bien el objeto que tengamos previamente seleccionado. Sencillo a m¨¢s no poder, un ejemplo m¨¢s de la simplificaci¨®n aplicada en esta tercera entrega. Podemos pasar de la vista en primera a tercera persona en cualquier momento con el bot¨®n Back, mientras que Start nos permite acceder al inventario, a las notas de la misi¨®n y al mapa, as¨ª como grabar partida (lo que podemos hacer en cualquier momento del juego).

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Existen cuatro niveles de dificultad para cada misi¨®n, pudiendo seleccionar el que queramos al inicio de cada uno de ellas. Las diferencias entre cada uno de ellos no solo estriban en el n¨²mero de guardias que encontraremos, sino tambi¨¦n en la cantidad de objetos que debemos robar y en otros factores, como no ser descubiertos o no acabar con ninguna vida. El nivel por defecto es asequible para los que hayan jugado a otros Thief, aunque puede antojarse algo complejo a los reci¨¦n llegados a la saga.

La Ciudad

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El desarrollo de juego se basa en misiones enlazadas a trav¨¦s de un punto central conocido como La Ciudad, donde en un rinc¨®n (South Quarter) tiene su alojamiento Garret. En ella podemos asistir a los encuentros entre las tres facciones dominantes en el juego e incluso aliarnos con alguna de ellas, comprar o vender objetos y armas en cualquiera de las muchas tiendas, robar dinero de los bolsillos de los transe¨²ntes, pasar una temporadita en la c¨¢rcel (imprescindible para conseguir uno de los utensilios de m¨¢s valor en el juego) y, por supuesto, aceptar las misiones que nos encarguen.

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El problema relativo a la cuidad es que es bastante extensa y est¨¢ dividida en varias zonas de carga. Esto implica que si debemos comprar un determinado objeto en una tienda, tengamos que recorrernos la ciudad entera. Y esto conlleva no pocas dificultades, sobre todo porque abundan los guardias y porque los miembros de facciones rivales pueden complicarnos la vida. As¨ª que equiparse con un determinado tipo de flechas para una misi¨®n nos puede costar una buena cantidad de tiempo y esfuerzo que no todos los jugadores est¨¢n dispuestos a gastar.

Las facciones

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Una de las novedades de Deadly Shadows es la aparici¨®n de las facciones. Aunque su importancia en el juego no es vital, el uso inteligente de las mismas y de sus recursos nos pueden facilitar mucho la vida en la ciudad. Comenzamos colaborando con los que fueron nuestros maestros, Los Keepers, pero pronto empezaremos a recibir mensajes de las otras facciones instig¨¢ndonos a colaborar con ellos o sufrir las consecuencias. Pagans y Hammers se disputar¨¢n nuestros favores y una vez nos alineemos con una de ellas, cualquier da?o que hagamos a alg¨²n miembro de la secta nos costar¨¢ bajar de estatus en su jerarqu¨ªa.

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Los miembros de las facciones mantienen tres tipos de comportamientos frente a nosotros y seg¨²n hayamos actuado con ellos. Si no hemos colaborado y somos considerados non-gratos, ser¨¢n hostiles y nos atacar¨¢n en cuanto nos vean; la neutralidad respecto a ellos es pagada no pudiendo entrar en sus sedes; finalmente, podemos ser sus aliados, teniendo as¨ª acceso a sus aposentos y recibiendo su ayuda en situaciones comprometidas como algunos combates. Recordad que las facciones pueden tener estos comportamientos en la Ciudad, porque una vez comencemos una misi¨®n, todos los enemigos ser¨¢n hostiles. Y no todos son humanos...

Los artilugios

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Aunque en un principio parec¨ªa que muchos de los utensilios que Garret dominaba para practicar su arte del robo iban a ser eliminados, pr¨¢cticamente se han mantenido todos, exceptuando la flecha con cuerda que ha sido sustituida por unos guantes que permiten escalar muros. Se mantiene la cachiporra con la que noquear a los enemigos por la espalda y la espada se ha sustituido por una daga con la que dar muerte a qui¨¦n ose interponerse en nuestra misi¨®n.

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Contamos tambi¨¦n con diversos tipos de flechas, inherentes a la saga, como la de agua con la que apagar las antorchas, la de musgo para no hacer ruido con nuestras pisadas, la de gas con la que envenenar a los rivales, la de fuego con la que quemarlos, la de ruido para despistarlos y la cl¨¢sica flecha que clavada en su cuerpo les dar¨¢ muerte instant¨¢nea. Junto a ellas disponemos de bombas de humo para escapar de situaciones comprometidas, minas de proximidad que acabar¨¢n con todo aquel que se acerque a su radio de acci¨®n (incluidos nosotros mismos), agua sagrada con la que combatir a los No Vivos, bombas de aceite que les har¨¢n escurrir y con las que podemos prender fuego a quien se nos antoje o bomba de gas (similares a las flechas).

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Asimismo disponemos de cl¨¢sicas pociones para restaurar nuestro nivel de vida, el ojo mec¨¢nico que nos permite ver lo que sucede en la lejan¨ªa, los guantes de escalar y la ganz¨²a. Respecto a ¨¦sta ¨²ltima, se?alar que se ha implementado un sistema similar al de Splinter Cell, pero levemente simplificado, y que nos permitir¨¢ abrir puertas o ba¨²les para conseguir objetos de valor. Esta variedad de objetos puede resultar absorbente en un principio, pero en realidad su uso en la mayor¨ªa de las ocasiones no est¨¢ justificado. Casi siempre es m¨¢s sencillo acabar con un guardia con un flechazo a distancia que ir apagando las luces con las flechas de agua, despistarlo con una de ruido y derribarlo de un cachiporrazo. En ciertas zonas si que estaremos obligados a usar determinada t¨¢ctica o a ¨ªtem, pero durante el grueso del juego, su utilizaci¨®n estar¨¢ subestimada.

Los enemigos y su IA

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Tratando con la IA de los personajes no controlables, se han a?adido mejoras sobre las anteriores entregas, y aunque en l¨ªneas generales sus acciones responden adecuadamente a las situaciones en que se encuentran, ocasionalmente responden en base a unas rutinas confusas e incoherentes. Los NPCs tienen conversaciones entre ellos, muchas de las cu¨¢les nos dar¨¢n pistas sobre como proceder en la misi¨®n que estemos embarcados. Si oyen un ruido, ven un cuerpo abatido o manchas de sangre o bien apagamos la antorcha que porten, se pasear¨¢n alertados por la posible presencia de extra?os.

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Si eres descubierto, pasar¨¢n r¨¢pidamente a atacarte, y no cabe decir que sus golpes son bastante certeros; las bombas de humo nos pueden ayudar a escondernos mientras permanecen aturdidos. Sin embargo, puede que antes de partir en nuestra b¨²squeda y captura, hayan avisado a alg¨²n otro compa?ero o bien que sus gritos los alerten. En ese caso podemos tener a un buen grupo de soldados acech¨¢ndonos. Saben atacar en grupo y esperar su oportunidad para cazarnos en una situaci¨®n despropicia o para arrinconarnos en un lugar sin salida.

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Sin embargo, su IA presenta algunos problemas graves y que restan veracidad al juego; por ejemplo, podemos apagar una antorcha cercana a ellos y que s¨®lo se pregunten que ha pasado, sin ponerse a investigar. O bien que cuando est¨¢n vigilando y no se han percatado de nuestra presencia, de un cachiporrazo demos con sus huesos en el suelo, pero cuando est¨¢n alerta buscando el origen de alg¨²n ruido, el golpe de la cachiporra ni los inmute (a¨²n golpeando por la espalda). Lo mismo ocurre con las flechas; lanzarles una mientras est¨¢n patrullando les dar¨¢ muerte; si est¨¢n en estado de alerta, necesitar¨¢n tres flechazos para sucumbir. Totalmente incoherente.

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Otros problemas menores ya tienen una mayor base en la programaci¨®n general del juego; la ciudad, como hemos dicho, est¨¢ dividida en zonas. Para acceder de una a otra tenemos un tedioso tiempo de carga; pues bien, si abandonamos una zona con un guardia persigui¨¦ndonos y accedemos a otra zona, evidentemente no nos seguir¨¢. Pero si dos o tres horas de juego despu¨¦s volvemos a esa parte de la ciudad, all¨ª estar¨¢ impasible, espada en mano, esperando nuestro regreso de la otra zona. O que si les dejamos atontados por una bomba de humo o por el golpe de una flecha, podemos pasar inadvertidos a su lado; pero si en ese estado decidimos darles un golpe, o incluso s¨®lo rozarlos, en d¨¦cimas de segundo habr¨¢n desenvainado y nos estar¨¢n moliendo a espadazos. Algo incomprensible en un c¨®digo depurado y correctamente testeado.

Sin opciones Live

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Warren Spector ya ha declarado en varias ocasiones que no es partidario de hacer juegos multijugador, ya que optimizar la experiencia para uno solo ya es bastante complicado. Por tanto, los que disfruten de alguna cuenta de Xbox Live no podr¨¢n aprovechar sus posibilidades con Thief. Esto ha imposibilitado de momento, y seg¨²n las ¨²ltimas noticias que tenemos, la desaparici¨®n de un molesto bug que hac¨ªa que al cargar una partida en el nivel m¨¢s alto de dificultad, el juego se iniciara con la configuraci¨®n de dificultad normal, lo que frustra las aspiraciones de los jugadores m¨¢s expertos. Un modo cooperativo o las posibilidades multijugador similares a las que presenta Pandora Tomorrow no le habr¨ªan venido tampoco nada mal, aunque viendo la "optimizaci¨®n" de la que hace gala el juego normal, probablemente el multiplayer no habr¨ªa sido plato de buen gusto.

c o n c l u s i o n e s

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Deadly Shadows es el retorno de un cl¨¢sico con miles de adeptos en todo el planeta, y bien es sabido que est¨¢n poco dispuestos a aceptar cambios si ¨¦stos minan la personalidad del original. Thief 3 presenta algunos cambios que lo acercan al gran p¨²blico y detalles que lo asemejan a grandes ¨¦xitos de los dos ¨²ltimos a?os. No obstante, mantiene en gran medida el esp¨ªritu de la saga Thief y la mayor¨ªa de los problemas no vienen derivados de los cambios en s¨ª mismos, sino en la falta de optimizaci¨®n del c¨®digo para consola y en ciertos errores que han sido pasado por alto en los testeos.

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Thief 3 tiene alternativas en la consola, como pueden ser los juegos de las sagas Hitman o Splinter Cell. Y aunque la personalidad de la obra de Ion Storm es bastante superior a la de ambas series, desde un punto de vista jugable las aventuras de Fisher y 47 son m¨¢s recomendables. En resumen, el regreso de Thief decepcionar¨¢ a los fans de la saga y dejar¨¢ indiferentes al resto de jugones. ?Habr¨¢ oportunidad para que los contenten con una cuarta entrega?

l o   m e j o r

l o   p e o r