Panzers (PC)

Pero, ?c¨®mo? ?Otro juego de estrategia en tiempo real, y de la Segunda Guerra Mundial? ?Por qu¨¦ deber¨ªa prestarle atenci¨®n a Codename: Panzers y no a las otras decenas de programas similares que hay en el mercado? Un momento... ?que es eso que oigo a mi espalda? ?Un Panzer alem¨¢n avanzando directamente hacia mi posici¨®n! ?A cubierto!

Esta caracter¨ªstica, la que permite a nuestras unidades escuchar el sonido de una unidad que se acerca fuera de su campo de visi¨®n, ya nos obliga a tener por lo menos un ojo (y el o¨ªdo) puesto en este t¨ªtulo que el equipo h¨²ngaro Stormregion est¨¢ preparando para finales del verano. Y si os digo que nuestros soldados tendr¨¢n mayor capacidad de discernir qu¨¦ tipo de unidad a medida que vayan ganando experiencia... la cosa promete a¨²n m¨¢s, ?no?

Pero, mejor que empecemos el barrac¨®n  por los cimientos. Codename: Panzers va a ser un juego a medio camino entre el wargame y la estrategia en tiempo real m¨¢s cl¨¢sica. Del primer g¨¦nero tomar¨¢ el rigor hist¨®rico y de comportamiento de las unidades, mientras que del segundo tendr¨¢ la manera de funcionar, su est¨¦tica y su interfaz, pero no el sistema de construcci¨®n de unidades ni recolecci¨®n de recursos. De hecho, nuestro papel en el conflicto b¨¦lico ser¨¢ el de un general al que le dan un determinado n¨²mero de tropas y unidades y un objetivo. A partir de ah¨ª, ?comp¨®ntelo como puedas!

Lo curioso es que en Codename: Panzers no tomaremos partido por un bando en concreto, sino que iremos saltando de h¨¦roe en h¨¦roe y de ej¨¦rcito en ej¨¦rcito. As¨ª, empezaremos como Hans Von Gr?bel al mando de las fuerzas alemanas en el punto exacto del inicio de la Guerra, la toma de Polonia (1939), cambiaremos al bando sovi¨¦tico para la defensa de Stalingrado y la posterior reconquista de la URSS, y acabaremos en un uniforme aliado tomando parte en el Desembarco de Normand¨ªa y llegando hasta Arnhem.

Estos h¨¦roes deben acabar con vida cada misi¨®n y ser¨¢n el eje a trav¨¦s del cual se articular¨¢ una historia que estar¨¢ amenizada por hasta 100 secuencias cinem¨¢ticas. Los saltos de ej¨¦rcito y la linealidad de la campa?a restan frescura, rigor y capacidad de ?encari?arnos' con un bando, pero pondr¨¢n a prueba a lo largo de 30 misiones toda nuestra habilidad para adaptarnos a diferentes situaciones, tropas y equipo.

Y es que, comandar a cada ej¨¦rcito requerir¨¢ adaptarse a estrategias, situaciones y hasta climas muy diferentes. Con los alemanes deberemos especializarnos en ataques ?blitzkrieg', muy r¨¢pidos, contundentes y precisos; con los rusos nos veremos ante bastas extensiones de terreno azotado a menudo por un clima muy adverso y como aliados deberemos defender puentes, tomar playas y repeler los contraataques nazis en los peque?os pueblos franceses.

Uno de los puntos fuertes del juego es como se ha gestionado los combates ?urbanos', que tanta relevancia tuvieron en la Segunda Guerra Mundial. As¨ª, todos los edificios ser¨¢n destruibles, los escombros jugar¨¢n un papel t¨¢ctico e incluso podremos atrincherar tropas en una casa para que disparen desde una posici¨®n ventajosa. Pero, cuidado, porque si al mandarlas al edificio se encuentran con resistencia del oponente, deber¨¢n eliminarla antes de poder tomar posiciones.

Esta situaci¨®n es una peque?a muestra del intento de los programadores de aumentar la importancia de la infanter¨ªa, la cual a menudo tiene un papel testimonial en este tipo de juegos. As¨ª, por ejemplo, podremos equipar las unidades existentes con objetos como lanchas hinchables, detectores de minas, binoculares de campo o tel¨¦fonos de campo para potenciar sus habilidades; los soldados pueden marchar, reptar o cubrirse y, lo m¨¢s atractivo, ganar¨¢n experiencia a medida que completen misiones. Como si de un juego de rol se tratase, a medida que los cadetes pasen a ser veteranos se potenciar¨¢n aspectos como su capacidad para ?oir', su punter¨ªa, su campo de visi¨®n...

Esta funci¨®n, a la pr¨¢ctica, nos llevar¨¢ a conservar lo m¨¢ximo posible nuestras tropas y no conformarnos con aplastar al enemigo, sino que tendremos que devanarnos los sesos para hacerlo con el menor n¨²mero de p¨¦rdidas posibles. Este objetivo s¨®lo se puede lograr combinando de manera inteligente el resto de armamento que el juego pone a nuestro alcance. Ya podemos olvidarnos de lanzar un ataque ?con todo' y desordenado, ya que en pocos segundos nos encontraremos mirando las cenizas de nuestros tanques y pregunt¨¢ndonos el porqu¨¦ de nuestra dolorosa derrota.

El poder destructivo de la artiller¨ªa, el apoyo de los bombarderos y naval o la movilidad de las unidades panzerschreck o lanzallamas son elementos que deberemos conjugar con sentido para ?minar' al enemigo antes de lanzarnos a por ¨¦l. Hablando de lanzallamas, una de las posibilidades m¨¢s sorprendentes del juego es la posibilidad de ?freir', literalmente, un tanque. Se trata de emboscarlo y calentarlo con los lanzallamas para que suba la temperatura y sus ocupantes salgan disparados. Una vez conseguido, nosotros decidimos si dejamos enfriar el veh¨ªculo y lo tomamos? o lo acabamos de cocinar.

A parte de ?robar' unidades, antes de cada misi¨®n podemos ?comprar' algunas m¨¢s de entre los 50 tipos de veh¨ªculos que soportar¨¢ el juego. A medida que completemos objetivos, tanto primarios como secundarios, se nos otorgar¨¢n unos puntos de prestigio que luego podremos cambiar en el almac¨¦n. Otra de las novedades de Codename: Panzers es una especie de ?training camp' en el punto de compra, el cual nos permitir¨¢ probar las caracter¨ªsticas de la mercanc¨ªa antes de gestarnos nuestros euros, d¨®lares, dinares... ?o lo que sea!

En este punto del avance ya queda claro que Codename: Panzers recoge en cierto modo lo mejor de este tipo de juegos y lo trata de mejorar con una serie de novedades e ideas interesantes, a parte de un mayor rigor de funcionamiento. Ciclos completos de d¨ªa y noche y efectos como lluvia, nieve o niebla que, por ejemplo, limitan el campo de visi¨®n de los soldados o inhabilitan el soporte a¨¦reo, contribuyen a¨²n m¨¢s a este realismo.

A tal efecto, Stormregion ha trabajado a fondo el aspecto gr¨¢fico, algo que suele quedar en un segundo plano en este tipo de juegos. Partiendo del motor Gepard, con el que trabaj¨® en SWINE, el equipo de dise?o ha mejorado una herramienta que les ha permitido pasar de los 550 pol¨ªgonos iniciales de los soldados a 3.300. La obsesi¨®n de los dise?adores es que se distinga claramente todo el equipo de los soldados, mejorar sus expresiones y meterlos en un entorno ?vivo', en el que el viento haga ondear los ¨¢rboles, los tanques traqueteen, las vallas se destruyan al paso de un blindado, las unidades proyecten su sombra... Todo ello, con la cl¨¢sica perspectiva casi cenital, con todos los modelos renderizados en 3D y con un control total de la c¨¢mara durante la acci¨®n.

A?ad¨¢mosle a Codename: Panzers un discreto pero correcto modo multijugador, que permite hasta 8 jugadores y cuatro modos de juego confirmados, y tendremos un producto interesante, que no revolucionar¨¢ el g¨¦nero, pero que contribuir¨¢ a que d¨¦ un paso adelante, sobre todo en cuanto a cuidado gr¨¢fico, rigor hist¨®rico y l¨®gica de juego se refiere. A partir de ahora, olvidaros de ametrallar un tanque enemigo, a menos que os conform¨¦is con hacerle alg¨²n ?grafitti' en su pintura. Armaros con un buen bazooka, tomad posiciones en el tejado de un edificio, pedid soporte a¨¦reo, por si las moscas, apuntad a la parte trasera, donde el blindaje es m¨¢s d¨¦bil, y...