Un merecido homenaje.

Contar la historia de Street Fighter II es narrar el ¨¦xito de un mito, el del impactante bombazo de todo un vende-consolas y, en su origen, de uno de los arcades recreativos que m¨¢s han recaudado de todos los tiempos. Ryu, Ken y compa?¨ªa se han convertido en iconos de este mundillo perfectamente comparables a Sonic o Mario, y todo hay que decirlo, su estela se antoja dif¨ªcil de extinguir en los a?os venideros.

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Pero el comienzo de Street Fighter II no fue f¨¢cil. De hecho, su ra¨ªz proviene en cierto modo de un c¨²mulo de sentimientos por parte Yoshiki Okamoto, un joven nip¨®n cuya funci¨®n por aquellos entonces era la de dise?ar juegos para Capcom. Okamoto, que a principios de los 80 desarroll¨® para Konami juegos de la talla de Gyruss o Time Pilot, pas¨® muy malos momentos cuando fue despedido tras pedir repetidas veces una mayor retribuci¨®n en vista de que sus obras hicieron mucho por Konami.

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Tras la dolorosa patada, nuestra estrella encontr¨® trabajo en Capcom. Tras un importante estreno con 1942, el cual fue todo un crack, Okamoto entr¨® en una mala racha. La fijaci¨®n de nuestro hombre era la de no sucumbir ante los ¨¦xitos de su rival en la compa?¨ªa, Tokuro Fujiwara, creador de t¨ªtulos cl¨¢sicos donde los haya, l¨¦ase Commando o Ghost's Goblins (m¨¢s recientemente, y fuera de Capcom, se curr¨® el genial Tomba!).

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Trazando planes para dar el campanazo, Okamoto se propuso el cambiar la referencia que supuso en su d¨ªa Double Dragon en cuanto a beat'em ups se refiere, y crear un juego que impactase tanto por su capacidad audiovisual como por su metodolog¨ªa l¨²dica.

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Tras dise?ar a unos artistas marciales de un tama?o inusitado para un videojuego de la ¨¦poca y a?adir detalles tan violentos como adultos, el exageradamente bueno Final Fight vio la luz. No creo que se deba recordar el inmenso ¨¦xito de dicho juego, que encumbr¨® a Capcom una vez m¨¢s entre las mejores compa?¨ªas japonesas.

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Por supuesto, Final Fight era el gran primer paso de Okamoto en lo que a sus verdaderas intenciones se refiere. Ahora, con m¨¢s presupuesto de por medio y con el punto de mira puesto en un cl¨¢sico de la compa?¨ªa como el primer Street Fighter, se puso en marcha en eso de remozarlo de arriba abajo. Manteniendo inalterable su mec¨¢nica one vs one, Yoshiki Okamoto coloc¨® en pantalla a un grupo de luchadores impecablemente bien dise?ados, con un carisma que, al contrario que la se?orita Croft, no pierde un ¨¢pice con el paso del tiempo.

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La gran virtud del nuevo Street Fighter II era, dejando sus espectaculares detalles audiovisuales aparte, el hecho de que sus personajes estaban incre¨ªblemente equilibrados. Pero antes de pisar los recreativos, Okamoto a¨²n no estaba seguro de su juego, y se pas¨® diez meses jugando al baseball y rondando las oficinas de Capcom con claros s¨ªntomas de nerviosismo compulsivo, inducidos sobre todo porque su puesto de productor no le permit¨ªa involucrarse en la programaci¨®n de su obra.

 Por fortuna, cuando el juego vio la luz, Okamoto fue testigo de que miles de jugones se rend¨ªan ante la arrolladora calidad de la nueva placa.

Seg¨²n la propia Capcom, Street Fighter II gener¨® m¨¢s beneficios que la pel¨ªcula Parque Jur¨¢sico en las salas de cine. Y por supuesto, Capcom consigui¨® quedar muy por encima de todas sus rivales en el campo de los arcades recreativos. Yoshiki Okamoto no s¨®lo hab¨ªa conseguido superar los ¨¦xitos de Fujiwara, sino que, por encima de todo, se hab¨ªa vengado de Konami, aplast¨¢ndola y pr¨¢cticamente haciendo nulos todos los lanzamientos que coincidieron en fecha con el monstruo de la lucha.

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 A d¨ªa de hoy, Okamoto a¨²n vive de las rentas de su creaci¨®n, pero en la actualidad ejerce sabiamente como director de la academia Human, caldo de cultivo de muchos desarrolladores de videojuegos japoneses. ?Suerte, maestro!

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E d i c i ¨® n   d e   a n i v e r s a r i o

Street Fighter II ha sido, entre otras cosas, una saga muy prol¨ªfica. El salto cuantitativo y cualitativo de calidad entre el primer SF y el segundo fue muy notable, dando pie a una serie de t¨ªtulos que consiguieron un ¨¦xito sin paliativos. La saga lleg¨® a derivar en otra serie paralela de t¨ªtulos (Zero-Alpha), y ha tenido una continuidad en los Street Fighter III, dignos sucesores del cl¨¢sico y que en su versi¨®n 3rd Strike saldr¨¢ para la consola de Sony en los pr¨®ximos meses.

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Bien, se cumplen quince a?os desde el primer Street Fighter. Y ahora, ?qu¨¦ nos ofrece Hyper Street Fighter II? Est¨¢ claro que, ante todo, es una oportunidad de rememorar una serie de sensaciones que quiz¨¢ han ca¨ªdo en el olvido, sensaciones colmadas de adrenalina y acci¨®n en cada combate que hemos librado desde que Street Fighter II se diera a conocer en los salones arcade de todo el mundo.

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Profundizando un poco m¨¢s en el coraz¨®n de este DVD, os puedo decir que estamos ante un compendio muy peculiar de la saga SF2, comprendiendo los siguientes t¨ªtulos:

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Cuando os he dicho en el p¨¢rrafo anterior que la recopilaci¨®n era peculiar, no lo dije sin raz¨®n. Y es que en Hyper Street Fighter II no existe un men¨² que nos permita escoger entre uno de estos cinco juegos, sino que se han unido los personajes de los cinco juegos en uno solo. De este modo, cuando estemos en la pantalla de selecci¨®n de personaje, podremos escoger a un fighter de entre cualquiera de las cinco entregas antes mencionadas.

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No puede negarse que la idea es buena, ya que enfrentar al Ken del genuino Street Fighter II con el Ken aumentado y mejorado del SSF2 Turbo es de lo m¨¢s interesante que ofrece el juego.

Por desgracia, las buenas ideas acaban ah¨ª. Hyper Street Fighter II ofrece una alarmante escasez de modos de juego; de hecho, podremos escoger entre el modo arcade -el t¨ªpico enfrentamiento contra doce luchadores manejados por la CPU, con los jefes de siempre: Balrog, Vega, Sagat y Bison-, el modo versus para enfrentarnos con un colega y el modo de entrenamiento, que consiste b¨¢sicamente en darle una paliza a otro luchador que no va a responder a nuestros ataques. Poco, demasiado poco para un evento tan especial como ¨¦ste.

Y es que echaremos en falta algunas cosas. Entre ellas, una de las m¨¢s sangrantes es la ausencia de las m¨ªticas fases de bonus que nos otorgaban ese merecido respiro cada cuatro combates. Aqu¨ª no podremos destrozar el coche que estaba aparcado en el puerto, ni romper barriles en una bodega o derribar una pila de bidones explosivos.

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Por otro lado echo de menos m¨¢s opciones para potenciar el verdadero tesoro de cualquier SF2 que se precie: los piques entre colegas. Se ha desperdiciado una gran oportunidad de implantar un modo online que seguro hubiera causado sensaci¨®n. Tampoco veremos ninguna opci¨®n de montar torneos con varios jugadores, o partidas de grupos de cinco contra cinco, opciones que s¨ª aparec¨ªan en ciertas conversiones aparecidas a?os atr¨¢s para sistemas como Super Nintendo o Mega Drive.

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Para los m¨¢s frikis y nost¨¢lgicos de la saga, se ha optado por incluir un apartado llamado Gallery Mode. En ¨¦l encontraremos una buena cantidad de bocetos y dibujos basados en nuestros luchadores favoritos. Tambi¨¦n se nos dar¨¢ la oportunidad de escuchar la banda sonora de la saga al completo, tanto las partituras basadas en los chips CPS-1 y CPS-2, como los remixes que se han compuesto especialmente para este evento.

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La guinda del pastel la pondr¨¢ la inclusi¨®n de la pel¨ªcula de animaci¨®n Street Fighter II: The Movie, de los animes basados en videojuegos m¨¢s destacados que se hayan hecho. Aunque su gui¨®n no sea nada del otro mundo, la verdad que el dise?o de los protagonistas es bastante acertado, y los combates que librar¨¢n son espectaculares. L¨¢stima que la edici¨®n tenga censurada la famosa escena de ducha con Chun-Li, adem¨¢s de venir en versi¨®n original.

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G r ¨¢ f i c o s

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?Qu¨¦ podemos decir de los gr¨¢ficos de esta saga? En su d¨ªa causaron un aut¨¦ntico furor entre los aficionados a este tipo de juegos. Los sprites de los luchadores eran grandes y grandiosamente animados, adem¨¢s de encontrarse integrados con los fondos de manera perfecta. Cada personaje ten¨ªa un escenario particular, lleno de detalles caracter¨ªsticos de su pa¨ªs de procedencia, con mucha animaci¨®n y elementos rompibles. De lo mejor era el scaling del suelo, que se desplazaba conforme avanz¨¢bamos por ¨¦l.

Es cierto que se han hecho innumerables conversiones de la saga en ordenadores personales y consolas, algunas con mayor acierto que otras. Considerando esto, es justo destacar que estamos ante una conversi¨®n digna de ser llamada 'p¨ªxel-perfect', calcando el dise?o gr¨¢fico de las recreativas.

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Hay que hacer notar que el aspecto visual del juego est¨¢ basado en un alto porcentaje en Super Street Fighter II Turbo, sobre todo en lo concerniente al dise?o de los escenarios y de la pantalla de selecci¨®n de personajes. Lo que s¨ª cambiar¨¢n son las animaciones de los personajes, dependiendo del juego que escojamos.

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Bien, hay que decirlo aunque parece obvio a estas alturas. Los gr¨¢ficos est¨¢n claramente desfasados a d¨ªa de hoy. Una comparaci¨®n con SF3: Third Strike, por ser un referente cercano, hace envejecer la calidad visual del juego. Ni que decir tiene que hacer un s¨ªmil con Soul Calibur 2 en este apartado es descabellado.

M ¨² s i c a

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La repercusi¨®n mundial que la saga SF2 ha tenido a lo largo de su historia ha hecho que sinton¨ªas como la del templo japon¨¦s de Ryu o el pueblo chino de Chun-Li sean conocidas por casi todo el mundo. En Hyper Street Fighter II tendremos la ocasi¨®n de escuchar las bandas sonoras que sonaron en las placas CPS-1 y CPS-2, as¨ª como una versi¨®n especial de dichas melod¨ªas, realizadas especialmente para la ocasi¨®n.

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Es curioso comprobar que, si escogemos la banda sonora basada en placas CPS-1 y nos vamos a una fase de los "New Challengers" aparecidos en los Super Street Fighter -Dee Jay, Cammy, Fei Long o T. Hawk- escucharemos sus melod¨ªas en el m¨¢s puro estilo de los cortes que escuchamos en el Street Fighter II cl¨¢sico. Y no se si ser¨¢ porque yo soy un retrogamer consumado, pero para m¨ª son las versiones que mejor suenan y han sonado nunca.

M¨¢s a¨²n, los remixes de las t¨ªpicas melod¨ªas que presenta Hyper Street Fighter II me parecen de baja calidad, muy inferiores a las versiones cl¨¢sicas. Resulta decepcionante que, para algo nuevo que presenta este t¨ªtulo, no se encuentre a la altura de lo esperado.

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S o n i d o

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Los efectos de sonido se mantienen impolutos, extra¨ªdos directamente de cada entrega de la saga. Siguen manteni¨¦ndose frescos y suenan de forma tan contundente como lo hicieron en su d¨ªa. Inolvidables las exclamaciones de los luchadores al realizar sus golpes especiales.

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El lunar en este apartado lo encontramos en la voz en off que suena anunciando los combates y los rounds, ya que es el mismo que escuchamos en los Super Street Fighter II, asemej¨¢ndose en el tono a un comentarista deportivo. Se echa de menos aquel "Round One, ??Fight!!" que tan fuerte sonaba en las primeras entregas de la saga.

J u g a b i l i d a d

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Street Fighter II y jugabilidad son t¨¦rminos unidos para toda la eternidad desde el momento en que se lanz¨® la primera copia del juego en los salones recreativos. La variedad de estilos de lucha que caracterizaba a la plantilla de luchadores se conjuntaba a las mil maravillas con un equilibrio entre sus t¨¦cnicas de lucha, que, a medida que la saga se actualizaba, se hac¨ªa m¨¢s patente al a?adir nuevos golpes a cada luchador.

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Est¨¢ claro que siempre ten¨ªamos un 'patito feo' con el que era complicado vencer a alguien, l¨¦ase Zangief o Dhalsim, pero la verdad es que contemplar un combate entre dos jugadores expertos en el tema era toda una gozada, existiendo siempre incertidumbre y emoci¨®n hasta el final de los tres rounds que componen cada combate. Los combos, o sucesi¨®n de distintos golpes en combinaci¨®n, pr¨¢cticamente nacieron con esta saga. Ese famoso salto con patada voladora, seguido del barrido fuerte y rematado con una bola de fuego. Todav¨ªa es efectivo, y mucho. 

El pad de Playstation 2 nos permitir¨¢, con un poco de pr¨¢ctica, ejecutar todas y cada una de las combinaciones especiales de cada luchador. Gracias al men¨² de opciones nos ser¨¢ posible configurar el pad y la disposici¨®n de botones al gusto del consumidor, aunque sea imperdonable la ausencia de sistema de almacenamiento en la memory card. Vamos, que cada vez que encendamos la consola tendremos que volver a mapear la configuraci¨®n de los botones. Una l¨¢stima.

C o n c l u s i ¨® n

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Hyper Street Fighter 2 es una espl¨¦ndida oportunidad de que la actual comunidad de jugadores pueda disfrutar de la mejor saga de lucha one-vs-one de todos los tiempos. Desfasado a los ojos de un jugador acostumbrado a ver bump-mappings, p¨ªxel shaders e iluminaci¨®n en tiempo real, su jugabilidad se ha mantenido intacta e inalterada a lo largo del tiempo. No se me ocurre un juego mejor para un pique entre dos jugadores, estando en este sentido al nivel de, por ejemplo, los Pro Evolution.

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Sin embargo, y a pesar de que el precio resulta asequible para los tiempos que corren, Capcom deber¨ªa haber cuidado m¨¢s esta edici¨®n. Hay detalles que son importantes, notables ausencias como pueden ser la funci¨®n de guardado o un modo online que hubiera resultado explosivo. Pero ante todo, siempre he tenido en mente que celebrar un acontecimiento de tal magnitud merec¨ªa algo m¨¢s grande. No s¨¦, quiz¨¢ una nueva entrega de Street Fighter III con multitud de personajes o algo similar.

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Esto es lo que hay, a fin de cuentas. Y lo que hay se me antoja completamente imprescindible para cualquier seguidor de Street Fighter y de los juegos de lucha en general. Y pr¨®ximamente, 3rd Strike para PS2. Como opina Ryu, el combate nunca acaba.

L o   m e j o r

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L o   p e o r

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