El para¨ªso del tapete...

Interfaz con influencias
Como en la pr¨¢ctica totalidad de los juegos, el primer contacto que tendremos con el producto ser¨¢ a trav¨¦s del interface (despu¨¦s de una bonita y ex¨®tica secuencia cinem¨¢tica en la que se nos presenta la isla donde se desarrollar¨¢ el juego). Ser¨¢n dos los tipos de men¨²s que controlaremos en el juego: uno ser¨¢ el virtual, conformado por los distintos lugares de la playa que podremos visitar, y que nos ofrecer¨¢n diferentes actividades. El otro men¨² ser¨¢ el que se despliegue para darnos las opciones de cada uno de esos lugares o al pulsar la tecla oportuna para acceder a las opciones del juego.

g? r? ¨¢? f? i? c? o? s
La parte t¨¦cnica es probablemente lo m¨¢s criticable del juego, escenarios poco detallados, texturas deficientes y mesas igualmente poco detalladas. Algo que, sin afectar directamente en el disfrute del simulador, s¨ª afecta a la hora de sentir en toda su plenitud las sensaciones propias de una partida de billar. Se ha optado, por ejemplo por no modelar al completo a nuestro contrincante (quiz¨¢ el n¨²mero de pol¨ªgonos molestara a la hora de mover la imagen, aunque no debiera) y en vez de ello, veremos unas manos sin cuerpo (como si del gato de 'Alicia en el pa¨ªs de las maravillas' se tratase).

Y, todo hay que decirlo, a pesar de que las variaciones de las manos entre personajes (tendremos todo un elenco de contrincantes a elegir, mujeres y hombres) son m¨ªnimas, los movimientos de estas y las posturas que adoptan a la hora de golpear la bola son de lo m¨¢s cre¨ªbles. Hubi¨¦ramos preferido contemplar el escultural cuerpo de alguna de nuestras rivales, pero es preferible esto a ver un palo flotante, como hemos visto en otros t¨ªtulos.

s? o? n? i? d? o
El sonido en este estilo de juegos suele hacerse repetitivo dentro de la importancia limitada que tiene. Un sonido cre¨ªble a la hora de chocar las bolas de marfil ayuda a sumergirnos en la partida, pero la variedad de estos sonidos (m¨¢s all¨¢ de los rebotes en banda o las bolas que salen de la mesa) es pr¨¢cticamente nula. Tanto las voces como los textos en pantalla de todo el juego aparecer¨¢n en castellano, aunque es criticable el poco cuidado que han tenido en la traducci¨®n colando faltas de ortograf¨ªa tan graves como escribir esfinge con jota o vaguear con be.

La m¨²sica empleada podr¨ªa haberse elegido con algo m¨¢s de tino. Casi todos los cortes que escucharemos a lo largo de nuestro periplo por la playa de la isla ser¨¢n del todo olvidables ya que parecen estar concebidos m¨¢s como relleno que como una parte independiente del producto final. Una banda sonora con m¨¢s personalidad y peso espec¨ªfico le hubiera dado un 'toque' al juego que hubiera sido de agradecer

j? u? g? a? b? i??l? i? d? a? d
La mec¨¢nica del juego es de lo m¨¢s sencilla y la premisa para comenzar a jugar al billar de lo m¨¢s sugerente y obvia: el dinero. Acabas de llegar a una isla poblada por un grupo de jugadores de billar. No tienes dinero, pero puedes conseguirlo (como antes comentamos) acudiendo a un estrafalario prestamista submarino. Con los primoeros 200$ (que tendr¨¢s que devolver) podr¨¢s comenzar a aceptar los retos que te propongan tus rivales, y as¨ª ir recuperando el dinero inicial y amasando una peque?a fortuna que podr¨¢ convertirse en 'gran fortuna' si tu habilidad con el taco te lo permite.

Moviendo el taco
Lo fundamenta? en cualquier buen juego de billar que se precie, es poner a nuestra disposici¨®n un sistema de juego que nos permita golpear a la bola blanca con el taco en la posici¨®n exacta que deseamos, y que dicho golpeo produzca un movimiento en la bola lo m¨¢s parecido y cercano a la realidad como sea posible. Desde luego 'Pool Paradise' consigue esto.

Con unos controles bastante intuitivos y c¨®modos que nos permitir¨¢n observar la mesa desde distintos ¨¢ngulos mediante el empleo de diferentes c¨¢maras, podremos dominar el tapete a nuestro antojo para decidir cual es el mejor golpe a llevar a cabo. Una vez decidido viene la parte complicada: ejecutarlo. Para ello contaremos con un control bastante ajustado en el que podremos situar el taco a la altura indicada de la bola blanca (pudiendo darle el efecto deseado), y colocar el palo en el ¨¢ngulo que queramos con el fin de que la bola blanca llegue a buen puerto.

c? o? m? p? a? r? a? t? i? v? a
Las diferencias m¨ªnimas entre ambas versiones vienen dadas por las limitaciones propias de las plataformas. No cabe duda que el control resultar¨¢ m¨¢s c¨®modo e intuitivo en su versi¨®n para PS2, ya que pr¨¢cticamente todas las teclas tendr¨¢n alg¨²n efecto sobre el taco o la c¨¢mara en el momento de jugar. Por otro lado el apartado gr¨¢fico resulta m¨¢s llamativo en su versi¨®n de PC siempre y cuando cumplamos (y sobrepasemos) las especificaciones del juego: brillos m¨¢s conseguidos en las bolas, suavidad en los bordes de los objetos, luces m¨¢s 'cre¨ªbles', etc.

c? o? n? c? l? u? s? i? ¨®? n
La parte esencial del juego - la que provocar¨¢ que tengamos ganas de jugarlo m¨¢s all¨¢ de las primeras veces-, est¨¢ m¨¢s que lograda.? La f¨ªsica de las bolas, el efecto que surten los golpeos m¨¢s imaginativos sobre la blanca, e incluso algunos logros de 'chiripa' de los que suelen darse en las partidas reales, tienen cabida en 'Pool Paradise'. La monoton¨ªa propia de un juego dedicado al billar se solventa con la inclusi¨®n de los minijuegos comentados m¨¢s arriba, un acierto para todos aquellos a los que les gusta que sus juegos se alarguen en el tiempo.

- La f¨ªsica de las bolas
- Controles intuitivos y f¨¢ciles de dominar
- Los minijuegos.
- El precio de 19,90 euros, muy accesible.

- Un apartado gr¨¢fico flojo para ser un juego de hoy en d¨ªa.
- Una m¨²sica muy poco cuidada.
- La car¨¢tula del juego (...lo ten¨ªa que decir)