Gungrave Overdose, Impresiones (PlayStation 2)

Beyond the Grave est¨¢ listo para cabalgar de nuevo, pero ahora ¨¦l y su arsenal-sarc¨®fago no estar¨¢n s¨®los. Dos compa?eros se unen a su causa contra la familia Corsione, Juji Kabane y Rocket Billy Recadillac. Empu?a las pistolas y prep¨¢rate para abatir, una vez m¨¢s, a cientos de enemigos...

De nuevo un videojuego nos muestra las diferencias de gusto entre oriente y occidente. Tras el primer Gungrave, un t¨ªtulo castigado en los an¨¢lisis de la prensa europea y americana, y contra todo pron¨®stico, Red Entertainment se ha decidido a lanzar una secuela: Gungrave OD (Overdose). Lo m¨¢s sorprendente de esta continuaci¨®n no es precisamente este hecho, cosa a la que estamos acostumbrados en el mundo del videojuego. Bien planteado y corrigiendo errores, la iniciativa habr¨ªa sido plausible, pero la forma en la que se ha tratado la segunda parte, que puede ser un ejemplo para sentar c¨¢tedra de lo que es la f¨®rmula de "m¨¢s de lo mismo" nos hace que lo critiquemos duramente.

Y es que parece que a los nipones, a diferencia de nosotros, personas occidentales, les entusiasm¨® Gungrave. La historia de un pistolero zombie que se levanta de la tumba para ajusticiar a los malvados ha dado para mucho, sobretodo cuando se le reviste con un apartado visual de anime en cell shading y cuando el prota camina esp¨¢sticamente pero que a la hora de poner las cosas en su sitio y apretar el gatillo se mueve m¨¢s que Michael Jackson en sus tiempos mozos.

El protagonista, Beyond the Grave, es un asesino a sueldo no-muerto que dedica su segunda vida a combatir el crimen y las injusticias. Est¨¢ armado con las Cerberos, unas pistolas ?m¨¢gicas? con munici¨®n ilimitada y en su espalda, encadenado a ¨¦l, cuelga su ataud-arsenal, repleto de armas pesadas. Su objetivo vuelve a ser el mismo que en la primera parte, limpiar una futurista ciudad japonesa del crimen y la corrupci¨®n que la azotan

Grave recoge claras influencias de otros carism¨¢ticos personajes de los videojuegos, como Dante de Devil May Cry o Max Payne junto con un look al m¨¢s puro estilo Cowboy Beeboop y la inventiva del mangaka Yasuhiro Naito, responsable de los dise?os de Trigun. Para esta segunda parte se ha redise?ado al personaje, que por fin abandona esa rid¨ªcula imagen de cowboy futurista con sombrero tejano inclu¨ªdo por una bastante m¨¢s cosmopolita.

Lo de OD del t¨ªtulo, Overdose, suponemos que se referir¨¢ ir¨®nicamente a la sobredosis de novedades que esta secuela tiene implementadas, porque como dir¨ªa el ex ministro Trillo... "manda guevos". Mismo motor, mismos fallos gr¨¢ficos -jaggies por un tubo, ralentizaciones y c¨¢maras injugables-, misma monotoriedad en los niveles... Pero aunque parezca mentira se han a?adido algunos nuevos detalles, por ejemplo, Grave ya no estar¨¢ s¨®lo y ahora tendr¨¢ a 2 nuevos personajes a su lado, m¨¢s enemigos o nuevos Demolition Shots -los superdisparos que Grave lanza desde su ataud- con un nuevo sistema para subirlos de nivel.

Por lo dem¨¢s, m¨¢s y m¨¢s de lo mismo. El objetivo ser¨¢ cruzar un nivel de punta a punta aniquilando a todo bicho viviente. Eso si, los aficionados a los arcades old school con toques manga -de gusto parecido al japon¨¦s- encontrar¨¢n esta segunda parte una bendici¨®n, ya que el tono cl¨¢sico de avanzar y disparar de los shooters de anta?o se mantiene.

Por las noticias que tenemos, SEGA, quien apadrin¨® el t¨ªtulo en su desembarco a occidente, no tiene intenci¨®n de volver a hacerlo -?habr¨¢n quedado escocidos con las cifras de ventas?- por lo que Red Entertainment se queda sin distribuidora fuera de Jap¨®n, donde el juego apareci¨® en marzo pasado. Los que est¨¦is muy interesados en ¨¦l, pod¨¦is localizarlo a trav¨¦s de tiendas de importaci¨®n a un precio bastante asequible -la verdad es que el juego no vale mucho m¨¢s- . Y si no, tampoco os perd¨¦is nada del otro mundo.