Despu¨¦s de una primera versi¨®n que recibimos hace ya m¨¢s de un a?o, de nuevo Spike -ahora por medio de CAPCOM- nos hace llegar su particular versi¨®n de su "Gran Turismo" de motos. Habr¨¢n subsanado los errores que tiraron por la borda todo el trabajo del primer juego, o por el contrario seguiremos encontrando las ruedas de la jugabilidad pinchadas? Riding Spirits no era un mal juego. Sus amplias posibilidades y su gran n¨²mero de motos lo hac¨ªan apetecible a primera vista. Incluso su dura jugabilidad podr¨ªa pasarse si el tema era de tu adoraci¨®n. No hab¨ªa en ning¨²n otro sistema un juego con un elenco de motos tan grande como el que hab¨ªa programado Bam! Entertainment. Sin embargo, no cuaj¨®. Y debido sobre todo a un apartado gr¨¢fico muy pobre y una jugabilidad poco trabajada. La sensaci¨®n arcade era "poco" arcade, y el modo simulaci¨®n era a¨²n menos cre¨ªble. El resultado? Juego con mucha "chicha", pero con poco jugo que sacar de ¨¦l. Muchas opciones, pero nula jugabilidad con el mando en las manos. Una pena... Ahora llega su segunda parte, con ¨¢nimos renovados, para hacerse un hueco en los corazones moteros de los usuarios de PS2 que s¨®lo pueden sentirse algo satisfechos con la saga "Moto GP" de NAMCO. Veamos si tenemos razones para alegrarnos con la llegada de esta secuela.?? G r ¨¢ f i c o s .- En esta nueva ocasi¨®n, Spike nos presenta un lavado de cara del primer juego, pero que no llega a mejorar sensiblemente al t¨ªtulo anterior. Su calidad visual y t¨¦cnica no destaca en ning¨²n apartado, quedando todos m¨¢s o menos en un nivel medio. Viendo el anterior programa, cont¨¢bamos con que la optimizaci¨®n de gr¨¢ficos y motor f¨ªsico ser¨ªa determinante, ya que las opciones de juego estaban de por s¨ª a muy larga distancia de ning¨²n otro juego de motos aparecido en este sistema. Podr¨ªamos calificarlo como "muy poco digno" para un juego de la generaci¨®n de los 128 bits. Visualmente, RS2 presenta un motor gr¨¢fico suave en todo momento, pero con una gran sensaci¨®n de vac¨ªo y de falta de optimizaci¨®n en muchos puntos importantes. Para empezar, la intro es inconsistente, como hecha sin ganas, en un alarde de poca imaginaci¨®n y menos estilo. Bien es verdad que por lo menos tiene intro, no como otros juegos mejores -y siguiendo con el g¨¦nero de carreras, BurnOut- pero la verdad es que su calidad es m¨¢s que discutible. Los men¨²s son claros y f¨¢ciles de manejar. Tienen un estilo a la saga GT, sobre todo en los fondos en movimiento y la apariencia general. Las opciones tienen una cantidad de modificadores destacable, tanto para visualizaci¨®n (formato de pantalla) como para opciones de sonido. Sin embargo, se echa en falta una opci¨®n para desplazar la pantalla en caso de utilizar cable RGB, y la consabida opci¨®n del selector de Hz, factor m¨¢s que importante en los juegos de carreras. Realmente tanto cuesta programa un simple selector? Nosotros, de verdad, que dudamos que no sea simplemente por desidia... Ya en juego, hay varios factores a destacar: los entornos, los veh¨ªculos, las animaciones y la suavidad de motor gr¨¢fico -y no todos son destacables favorablemente-Nos encontramos, en l¨ªneas generales, con un producto que bien podr¨ªa haber sido protagonista de los primeros pasos de esta consola, all¨¢ por el a?o 2000, con todo lo que ello conlleva tecnol¨®gicamente hablando. Empecemos por la base...El motor de motores... Riding Spirits 2 cuenta con un motor gr¨¢fico estable, con una gran suavidad de cuadros sea el n¨²mero de veh¨ªculos en pantalla que sea, pero con una sensaci¨®n de velocidad muy escasa. Esto ser¨ªa un gran punto a favor si el resto de apartados y caracter¨ªsticas lo acompa?aran y avalaran, pero la realidad es algo distinta. Eso no es ¨®bvice para resaltar la suavidad del motor gr¨¢fico, que no sufre ca¨ªdas de framerate en ning¨²n momento, aunque seguramente sea a costa de otros elementos que ahora detallamos. Los entornos -16 circu¨ªtos en total, 8 m¨¢s que en el t¨ªtulo anterior- no tienen un gran acabado visual, ni poligonal ni en cuanto a dise?o de circu¨ªtos. Todos dar¨¢n la sensaci¨®n de estar algo vac¨ªos, con escasa geometr¨ªa en pantalla, y con unos acabados m¨¢s que simples. No se puede decir lo mismo de la paleta de colores utilizada, ya que la variedad de tonos es m¨¢s que correcta, pero su aplicaci¨®n sobre los objetos, asfalto, etc, deja que desear. La distancia de renderizado es m¨¢s que suficiente, sobre todo por que se utilizan archivos gr¨¢ficos de fondo que destacan bastante, y dejan un acabado pobre. Los efectos de luz son m¨¢s que pasables en su reproducci¨®n sobre el asfalto, pero en el resto de objetos de los circu¨ªtos tienen un acabado m¨¢s que discutible. Los motoristas y veh¨ªculos tampoco proyectan sombras en tiempo real, y los reflejos y brillos de las motos son m¨¢s que insuficientes como para resaltarlos. No hay environment mapping sobre los carenados, los efectos de polvo y part¨ªculas no pasan de decentes, no hay desperfectos en tiempo real, la reproducci¨®n de los frenazos es irreal y poco veros¨ªmil,... una larga ristra de defectos que hay que se?alar sin tapujos. Los motoristas tampoco son un deshecho de virtudes en cuanto a animaci¨®n. En realidad muy pocas, s¨®lo las "tumbadas" laterales y la animaci¨®n para frenar, levantando el tren superior para hacer de freno y la posici¨®n m¨¢s aerodin¨¢mica para coger m¨¢s velocidad. Eso es todo: ni mirar para atr¨¢s, ni caballitos, ni quemadas de rueda,... y lo que es peor: las ca¨ªdas son totalmente rob¨®ticas, donde casi siempre acaba el piloto boca abajo -vaya a la velocidad que vaya y pegue con quien pegue- despu¨¦s de una animaci¨®n irrisoria. Muy mejorable la animaci¨®n de los pilotos en general, que nos dejan un acabado que s¨®lo se puede calificar de MALO. Las motos, las verdaderas protagonistas, tienen un modelado m¨¢s que decente. Gran cantidad de detalle en su carga poligonal -en los men¨²s las ruedas son realmente redondas, pero no en carrera- y un texturizado m¨¢s que digno, aunque es lo ¨²nico que se salva. Muchos modelos -m¨¢s de 300- y todos bien documentados en cuanto a datos y modelado de las ¨²ltimas versiones aparecidas. No hay otro apartado en todo el juego que tenga un acabado de tanta calidad como la representaci¨®n de las motos. En resumen, apartado gr¨¢fico muy mejorable en general, donde destacan s¨®lo el acabado de las motos y la paleta de colores, adem¨¢s de la suavidad del motor gr¨¢fico -que se mantiene en parte gracias a la sensaci¨®n de vac¨ªo que dan los escenarios-. Necesitan seguir mejorando el dise?o de circu¨ªtos -algunos realmente pobres-, su texturizado, los efectos de iluminaci¨®n y sobre todo las animaciones de los pilotos sobre sus veh¨ªculos. Acabado del mont¨®n.M ¨² s i c a .- La banda sonora sigue el nivel general del juego: no destaca en nada. Melod¨ªas sin gracia, nada pegadizas, y que es mejor tener apagadas durante la carrera. Amenizan los men¨²s, sin m¨¢s. Realmente podemos estar jugando al juego varios d¨ªas, y ni una sola de las pistas de audio se nos quedar¨¢ en la cabeza, tarare¨¢ndolas despu¨¦s. Sin pena ni gloria.S o n i d o?? F x .- Spike?ha utilizado una gesti¨®n de sonidos nuevo, el MRSS (Motorcycle Real Sound System) de programaci¨®n propia . Con este sistema se ha conseguido utilizar el sonido real de cada una de las motos de forma individual, sampleadas directamente de la realidad. El trabajo es encomiable, pero la poca credibilidad de la aceleraci¨®n de las motos hace que no podamos disfrutar de la furia de los motores de 750 cc. en adelante por una mala gesti¨®n en cuanto a simulaci¨®n ac¨²stica de revoluciones. El resto, de lo m¨¢s normal del mercado: los derrapes casi no chirr¨ªan, las ca¨ªdas suenan demasiado iguales, correr sobre las distintas superficies no tiene una representaci¨®n sonora demasiado distinta y no tenemos voces en ning¨²n momento del juego. Otro apartado que va directamente al caj¨®n de "a optimizar".J u g a b i l i d a d .- Si algo de atractivo le queda al juego despu¨¦s de todo lo visto en cuanto a los dem¨¢s apartados, se echa por tierra al ponernos a los mandos de las motos. La jugabilidad es mala debido a unos controles poco trabajados y que nada hacen por aumentar la sensaci¨®n de manejo de las motos. La sensaci¨®n de movimiento es mala, lenta, y muy poco realista. Tampoco destacan precisamente la sensaci¨®n de velocidad antes mencionada y un motor de colisiones totalmente esquizofr¨¦nico -si tenemos activada la opci¨®n de ca¨ªdas-. La diferencia de control entre las distintas superficies tampoco aumenta la sensaci¨®n de diversi¨®n, ya que es igual de mala en cualquier superficie. Tampoco alcanza un lugar destacable el manejo distintivo de cada moto. Es m¨¢s, las Honda, Kawasaki, Yamaha, Suzuki, Ducati, Aprilia, Triumph, Bmw, Motorrad, Bimota, Cagiva o el total de las m¨¢s de 300 motos que nos encontramos no tendr¨¢n un manejo muy distinto unas de otras, ya sean de 250 cc. o de m¨¢s de un litro, otro lunar DESTACABLE dentro de la negatividad que presenta este t¨ªtulo en cuanto cogemos el pad con las manos. Los desplazamientos de las motos se parecen a una mezcla de "moto gp" por su facilidad para cambiar de direcci¨®n -por muy r¨¢pido que vayas- y "BurnOut" por el nulo uso de los frenos, aunque en este caso es m¨¢s por una p¨¦sima f¨ªsica de los veh¨ªculos que por la poca falta de uso de los mismos. Los frenos -ir¨®nicamente- no frenan casi nada, los desplazamientos laterales para las tumbadas son lentos y poco acusados y la velocidad que alcanza nuestra moto tras una frenada es m¨¢s que nula. Siempre que bajes mucho la velocidad -en una curva muy cerrada, por ejemplo- necesitar¨¢s Dios y ayuda para que las revoluciones te permitan aumentar la marcha rapidamente. Y eso que muchas de las motos que aparecen en el juego son destacables precisamente por la furia de su potencia y el poco tiempo que necesitan para subir de 0 a 100 km/h. Esto ha quedado muy mal representado. La IA? de los dem¨¢s veh¨ªculos tampoco destacan precisamente. No cometen fallos, no compiten entre ellas -por lo menos no dan esa sensaci¨®n-, casi no se cae nadie por errores de c¨¢lculo -o por simple mala suerte, como te puede pasar a t¨ª- y una vez los adelantas no dan la sensaci¨®n de ir "a saco" para intentar pelear por el primer puesto. Siguen con el mismo ritmo, aut¨®matas de las dos ruedas. Poca gracia representa luchar contra ellos. Con un control tan brusco y poco trabajado, una IA muy poco optimizada... qu¨¦ nos queda? Pues la ingente cantidad de motos, carreras, optimizaciones de motor, de turbo, de frenos, de suspensi¨®n,... en definitiva, la gran cantidad de opciones presentes, tanto en variedad de carreras como de ¨ªtems o veh¨ªculos que podemos comprar con los premios de nuestras victorias. Carreras de cross, de carretera, de 125 cc., de dos litros y medio, de 500, 750, 900, 1200 cc... como decimos, una gran cantidad de motos que podemos comprar para nuestro garaje. Lo peor de toda esta aglomeraci¨®n de opciones mec¨¢nicas y jugables es el nulo control y jugabilidad que han presentado con el juego acabado. Jugar NO es divertido. De hecho, no es ni siquiera pasable. Un nulo control echa por tierra el resto del trabajo en cuanto a opciones jugables. As¨ª de sencillo y de triste. No os entrar¨¢n ganas de correr para comprar vuestra NSR, ZZR, o la naked de vuestros sue?os por que realmente no compensa los esfuerzos que hay que hacer para acabar las carreras. Los juegos son, principalmente, para divertirse. Si esta premisa b¨¢sica no se cumple... el resto se desmorona antes incluso de poder verlo siquiera en su totalidad. Y es que cantidad de carreras, competiciones y premios hay. A montones. Y modos de juego tambi¨¦n unos pocos. Incluso el original modo "Batalla 100" que nos propone 100 versus contra otros tantos pilotos distintos se queda en aguas de borrajas por la nula diversi¨®n que presenta el t¨ªtulo. Quiz¨¢, incluso, podr¨ªa tener su momento de gloria con un modo on-line que picara a los fans de las dos ruedas para echarse sus piques por la red, pero ni esa opci¨®n ofrece. Parece que somos muy duros, pero es que realmente las opciones jugables, cantidad de veh¨ªculos y equipaciones reales que nos encontraremos no son m¨¢s que una peque?a isla en medio de un oc¨¦ano de desesperaci¨®n a los mandos de las bestias de dos ruedas. As¨ª de duro, y as¨ª de claro: Lo peor, con mucho, la jugabilidad.C o n c l u s i ¨® n .- La secuela de Riding Spirits llega a territorio PAL con m¨¢s opciones, circu¨ªtos y motos. Esto, que suena muy bien, se queda en nada gracias a una jugabilidad indefinida, que nos deja un control bastante desajustado en cuanto a sensibilidad, un motor de colisiones totalmente irreal y un apartado gr¨¢fico mejorable -sobre todo las animaciones en carrera-. Nada nuevo bajo el sol que nos atraiga de forma clara, ya que el resultado global es bastante normalito. Un juego muy mejorable, aunque ya cont¨¢bamos con estas mejoras despu¨¦s de ver su primer programa, y cre¨ªamos que su secuela los optimizar¨ªa. Desde luego, nos equivocamos... seguimos esperando un juego de motos de verdad. Mientras, en PS2 nos quedamos con el arcade de NAMCO "Moto GP".L o?? m e? j o r : ? - M¨¢s circu¨ªtos y motos que en su anterior versi¨®n - Licencias de motos y equipaciones reales - El modo Batalla 100, lo m¨¢s original del juego - Opciones mec¨¢nicas muy completasL o?? p e o r : - El control de la moto sigue siendo su mayor h¨¢ndicap - Gr¨¢ficos pobres en general - Nula sensaci¨®n de velocidad - IA deshumanizada, sin errores... sensaci¨®n de frialdad - No hay modo on-line