Massive Assault (PC)

Hubo un tiempo en el que en el Olimpo de la Estrategia viv¨ªan los dioses de la Estrategia por turnos, heredera de los juegos de tablero, pero como los titanes fueron derribados y su lugar lo ocupan ahora los nuevos Dioses ETR, fren¨¦ticos, facilones y presentados en vivos colores.

No soy un amante de la estrategia dura y corrosiva para el cerebro, pero me gusta que un juego de estrategia me exija algo m¨¢s que acumular unidades y atacar sobre seguro como si fuese Zhukov. Por eso mi debilidad son los juegos por turnos, y aunque a la defensiva de los tiempos reinantes, en los ¨²ltimos a?os han surgido t¨ªtulos excelentes.

Combat Mission, Age of Wonders, son dos de mis favoritos, Disciples tambi¨¦n me ha encantado, aunque por diferentes razones, es sencillo pero tremendamente adictivo, m¨¢s cercano al rol que a la estrategia. Cuando le¨ª por primera vez la presentaci¨®n de un nuevo juego por turnos Massive Assault llam¨® inmediatamente mi inter¨¦s. ?Se tratar¨ªa tal vez de un juego de gran profundidad estrat¨¦gica como Combat Mission, una apuesta fant¨¢stica pero con dosis de estrategia asequible para todos como Age of Wonders, o un producto sencillo pero adictivo como Disciples?

Wargamming.net, la desarrolladora del juego, promet¨ªa un juego de gr¨¢ficos atractivos, jugabilidad sencilla pero profunda a la vez y, sobre todo, diversi¨®n a raudales. El aspecto gr¨¢fico visto en las im¨¢genes era notable, sin competir con ning¨²n FPS, pero interesante para el nivel medio de los juegos de estrategia por turnos. Las unidades, tanques, artiller¨ªa, robots (?infanter¨ªa?), me recordaron de inmediato al gran cl¨¢sico Panzer General, en su d¨ªa una sabia aportaci¨®n a la simplicidad compleja.

Massive Assault se revela como un producto agradable a la vista. ?Pero qu¨¦ tal ser¨ªa su sabor? Tras probar la demo, s¨®lo puedo decir, que amargo, muy amargo, y aunque en la demo s¨®lo podamos disfrutar de los tutoriales, algunas misiones y el modo de juego conquista planetaria, basta para hacerse una idea de la mec¨¢nica del juego, y es precisamente aqu¨ª, donde Massive Assult hace aguas, y no me refiero a espor¨¢dicos escapes nocturnos sino a una sobrecogedora org¨ªa diluviana. Si existe un l¨ªmite que diferencia la estrategia del resto, un frontera visible entre el ajedrez y el parch¨ªs, Massive Assault se encuentra justo en esa frontera, y yo no me atrever¨ªa a decir a que lado del r¨ªo.

Pondr¨¦ un ejemplo. Dos tanques se enfrentan. Muy bien. No importa si uno da la espalda al otro, el da?o es el mismo, no importa si uno est¨¢ en un bosque y el otro en medio de la carretera y pintado de rosa, el da?o es el mismo. No importa si tiene una artiller¨ªa al lado, nadie va a cubrirle. No importa si el tanque lleva mil a?os esperando su llegada, no hay atrincheramiento. No importa si est¨¢ solo en medio de la nieve y ha disparado cincuenta veces, no hay munici¨®n que agotar ni suministros.

De hecho las estad¨ªsticas de las unidades se reducen a cinco: movimiento, ataque, hit points, precio, alcance. No hay m¨¢s. Un ataque siempre hace dos puntos de da?o (ni siquiera un 1-3 que de lugar al azar), no importa donde lo pongas, desde donde ataques, a quien ataques, nada. Las unidades s¨®lo hacen un ataque por turno, no existe la posibilidad de disparar dos veces sin moverse, tampoco se puede dejar un disparo autom¨¢tico para el turno del enemigo por si alguien se aproxima.

Una unidad puede moverse y disparar pero no disparar y moverse, el colmo de las leyes idiotas. No hay fuego de respuesta, las unidades reciben impert¨¦rritas los proyectiles enemigos. No hay niebla de guerra, todo el campo de batalla es visible desde el principio. Todo ello reduce la estrategia de Massive Assault a:

Y eso comprime la estrategia de Massive Assault a una ambigua mezcla del tetris y las siete y media.

Existen m¨¢s elementos en el juego. Existen unidades mar¨ªtimas y a¨¦reas pero siguen el mismo comportamiento, bochornosamente simple, de sus hermanos terrestres. No hay diferentes recursos. El dinero llega de las ciudades libres de presencia enemiga. Pero en fin, a la hora de la verdad el que encaje mejor las piezas y logre atacar primero vence.

Ya que las unidades defensivas no pueden disparar y moverse, si las retiras ser¨¢ sin hacer fuego, y si las dejas en su posici¨®n estar¨¢n en desventaja ya que la unidad atacante, al moverse y disparar es quien la ha da?ado primero. El resultado es que en este juego las defensas est¨¢ticas son masacradas siempre. Los atacantes siempre tienen ventaja. Y sobre todo, saber distribuir el alcance de tus unidades con las del enemigo, ser¨¢ tu preocupaci¨®n principal.

Incluso el Advance Wars para la consola Game Boy Advance, que es estrategia al alcance de los ni?os, tiene una mayor complejidad estrat¨¦gica teniendo en cuenta el terreno, el estado de las unidades y su nivel de suministros.

Una verdadera pena, los efectos gr¨¢ficos, sobre todo la recreaci¨®n del mar son notables, y en su conjunto son atractivos e invitan a jugar pero es tan sencillo, tan sencillo, que aburre.

Otro punto negro que suma y sigue es su excesiva dificultad. Siendo tan simple, las estrategias son muy limitadas, intentar atrincherarse es in¨²til a falta de programaci¨®n del evento y sorprender al enemigo por la espalda es dif¨ªcil sin niebla de guerra, una fuerza num¨¦ricamente superior arrasar¨¢ tus posiciones sin estrategias posibles a la vista, y la computadora, gracias a quien sabe qu¨¦ malas artes, siempre tiene m¨¢s unidades que t¨². En definitiva, no s¨®lo es poco atractivo, es frustrante.

Me olvidaba de la historia: una malvada organizaci¨®n llamada "Liga Fantasma" amante de los uniformes de cuero y las f¨¦rreas y enga?osas dictaduras que ocultan en los biberones de los ni?os armas de destrucci¨®n masiva se enfrenta a la "Uni¨®n de Naciones Libres", heredera de los Estados Unidos como Freedom Fighter, es decir, velador de que no aparezcan las (censurado) de Janet Jackson en la televisi¨®n del futuro. Un gui¨®n apasionante, tan complejo y absorbente como un combate entre dos tanques (el que llegue primero gana) de Massive Assault.

En definitiva, gran decepci¨®n, que despu¨¦s de jugar con la demo dif¨ªcilmente se pueda solventar con la versi¨®n final del juego. Massive Assault presenta una estrategia demasiado sencilla, su excusa podr¨ªa haber sido crear un juego simple pero adictivo, pero ni por esas. Demasiado dif¨ªcil para los novatos, demasiado simple en sus reglas para atraer a los veteranos.