Perimeter (PC)

Un juego de estrategia en tiempo real se avecina. Como es costumbre, sus creadores -en este caso K-D LAB- anuncian a bombo y platillo que se introducir¨¢n caracter¨ªsticas novedosas destinadas a reactivar un g¨¦nero en el que parece que ya se ha inventado todo. Perimeter no va a ser la excepci¨®n, apropi¨¢ndose de una palabra m¨¢gica en torno a la cual gira su potencial estrat¨¦gico: Terraforming.

Partamos de la base de que hasta ahora, a lo largo del amplio espectro de videojuegos encuadrados en el g¨¦nero de la estrategia, no se ha conseguido explotar al cien por cien las posibilidades que el terreno podr¨ªa brindar en la realidad a cada facci¨®n implicada en la batalla. Recordamos muchos programas, no obstante, donde el llevar a cabo un ataque desde posiciones elevadas proporcionaba una bonificaci¨®n respecto a los defensores. Incluso en alguna ocasi¨®n, se ha utilizado parte del decorado para camuflar a nuestras unidades y ganar un factor de sigilo determinante. Sin embargo, Perimeter quiere llegar mucho m¨¢s lejos, convirtiendo la explotaci¨®n del terreno en el recurso m¨¢s importante del juego. Colonizar el planeta ser¨¢ el objetivo final, y lo que en definitiva nos proporcione la victoria.

En una galaxia muy, muy lejana

La ¨¦poca donde se va a desarrollar el t¨ªtulo que Codemasters ha apadrinado se sit¨²a en un apocal¨ªptico futuro en el que la Tierra ha dejado de ser habitable y existen varias civilizaciones que tienen el instinto de supervivencia a flor de piel. Su ¨²nica alternativa es encontrar su sitio en un planeta desconocido. No parece tarea f¨¢cil, pues seguramente no habr¨¢ sitio para todos, y nuevas especies alien¨ªgenas opondr¨¢n resistencia a esta colonizaci¨®n.

Aunque parece obvio que el argumento no es ning¨²n dechado de originalidad, s¨ª es cierto que da pie para introducir una interesante batalla por aprovechar los recursos que pueda proporcionar el desconocido mundo en el que la humanidad se debe adentrar. Una batalla cuyas bases descansar¨¢n sobre tres pilares fundamentales. El mencionado terraforming obligar¨¢ a cada facci¨®n a manipular y modificar el terreno para extraer energ¨ªa con la que poder expandirse a lo largo y ancho del planeta.

Usando sabiamente ciertas unidades, iremos conquistando hect¨¢reas de terreno a la vez que conseguimos minimizar las posibilidades de supervivencia de las civilizaciones enemigas. En este proceso intervendr¨¢n activamente tanto los procesos naturales que se desarrollen en el planeta -cuidado con los terremotos- como las batallas libradas entre facciones, siendo este elemento el verdadero juez de las escaramuzas que llevemos a cabo en Perimeter.

En el g¨¦nero de la estrategia en tiempo real, la t¨¢ctica de expandir fronteras a base de hacernos con el control del terreno poco a poco siempre ha estado en un segundo plano, en favor de la conquista de fuentes de recursos espec¨ªficas, como bosques y minas de oro. Sin embargo, algunos recordar¨¦is el precedente que Bitmap Brothers sent¨® con Z y su secuela, Steel Soldiers, donde era posible ir capturando zonas de juego, que cambiaban de due?o (y de color) a cada momento.

Conforme vayamos acumulando energ¨ªa obtenida de las fuentes naturales del planeta podremos ir construyendo diversas estructuras para aumentar nuestro poder, al m¨¢s puro estilo Command and Conquer. Si alcanzamos el suficiente nivel de energ¨ªa podremos desplegar un infranqueable campo de energ¨ªa alrededor de nuestro campamento. Mantener y ampliar esta barrera que da nombre al juego ser¨¢ vital para protegernos de los posibles ataques externos, as¨ª como montar t¨¢cticas de asedio a las bases enemigas mediante la expansi¨®n de la c¨²pula energ¨¦tica.

El tercer punto de m¨¢ximo inter¨¦s para el jugador potencial de Perimeter ser¨¢ la variedad de unidades. Sorprendentemente, s¨®lo podremos disponer de tres tipos distintos al comenzar la partida: soldados, t¨¦cnicos y oficiales. Cada una de estas unidades ser¨¢ efectiva en mayor o menor medida dependiendo de la situaci¨®n y tarea que le asignemos. La clave residir¨¢ en la configuraci¨®n de cada unidad, que podr¨¢ ser modificada mediante la nanotecnolog¨ªa en el transcurso del juego. Esto abre un amplio abanico de posibilidades t¨¢cticas que escoger a la hora de manejar un mismo grupo de tropas, potenciando en cada ocasi¨®n la habilidad que m¨¢s convenga.

La idea de ir combinando y evolucionando las unidades ya se vislumbr¨® en el magn¨ªfico Battle Realms de Liquid Entertainment. En esta ocasi¨®n, el marco futurista sirve de perfecta excusa para poder transformar a voluntad las unidades.

Tecnolog¨ªa punta

Las posibilidades estrat¨¦gicas que Perimeter promete se ver¨¢n plasmadas en pantalla mediante un potente motor gr¨¢fico, capaz de mover m¨¢s de 10 millones de pol¨ªgonos por segundo. Cierto es que las cifras no transmiten demasiadas sensaciones, as¨ª que m¨¢s vale echar un vistazo a las capturas que os adjunto en el avance para dar bastante credibilidad al engine que se ha desarrollado para la ocasi¨®n.

Destaca sobremanera la representaci¨®n del terreno, con texturas de gran tama?o y dotadas de efecto de relieve e iluminaci¨®n din¨¢mica. Como suele ocurrir en estos casos, se sacrifica un poco la calidad de las texturas destinadas a las unidades en favor del rendimiento del juego, donde podremos ver, de forma literal, miles de tropas batallando a la vez. Sin embargo, K-D LAB todav¨ªa debe pulir ciertos aspectos gr¨¢ficos, sobre todo en lo concerniente a la integraci¨®n de las unidades con el decorado.

En la rampa de lanzamiento

Comentando un poco las cifras que Codemasters ha avanzado, Perimeter dar¨¢ a elegir entre un total de tres facciones diferentes, hasta 27 misiones en el modo de campa?a para un jugador y el pertinente modo multijugador, ya sea a trav¨¦s de LAN o mediante Internet, con cinco clases de mapas que permitir¨¢n partidas de hasta cuatro jugadores como m¨¢ximo. Quiz¨¢ este ¨²ltimo n¨²mero choque un poco, ya que estamos acostumbrados a ver partidas de ocho contendientes en los juegos del g¨¦nero, pero las especiales caracter¨ªsticas del t¨ªtulo y el enorme tama?o tanto de los mapas como del grueso de los ej¨¦rcitos imponen ciertas restricciones.

Aunque a¨²n no se dispone de fecha concreta para el lanzamiento de Perimeter, todo indica que hasta primavera no podremos tener el juego definitivo en nuestras manos. El esbozo que ahora poseemos nos hace albergar la esperanza de que por fin un juego de estrategia decide arriesgarse a la hora de dise?ar su planteamiento, introduciendo novedades que puedan ser realmente calificadas como tal. El entorno de ciencia ficci¨®n -siempre atractivo-, la potencia gr¨¢fica que promete y las bases t¨¢cticas que propone auguran un t¨ªtulo que a nadie dejar¨¢ indiferente. Queda saber si predominar¨¢ la energ¨ªa positiva? o la negativa. Seguiremos informando.