Vive el negocio del f¨²tbol.

Premier Manager ofrece a los usuarios de Game Boy Advance un g¨¦nero al que habitualmente est¨¢n vedados: los gestores de f¨²tbol. Las limitadas capacidades de la consola no la hacen muy propicia, pero aun as¨ª, ¨¦ste es un juego que imita bien a los grandes del g¨¦nero.

Puede que en PC, y dentro del mercado espa?ol, el ejemplo m¨¢s conocido sea el extinto PC F¨²tbol, de Dinamic. Este tipo de juegos se caracterizan sobre todo por ofrecer al jugador la posibilidad de dirigir un equipo de f¨²tbol hasta sus m¨ªnimos detalles, exceptuando quiz¨¢s los propios partidos.

Hay que contratarlo todo, desde el personal de limpieza, al personal m¨¦dico. Encargarse de los traspasos y fichajes, contratar la publicidad de las vayas y negociar con la televisi¨®n? todo lo referente a la parte menos vista de mundo del f¨²tbol.

Y es que a pesar de que el f¨²tbol es un deporte, no deja de ser un negocio que mueve impresionantes cantidades de dinero. Y eso es justo lo que tiene que hacer el jugador que se atreva a poner el cartucho de Premier Manager en su GBA: dirigir a su equipo de f¨²tbol favorito.

El punto positivo del juego, es que incluye todos los equipos de la primera y segunda divisi¨®n espa?ola, adem¨¢s de otras ligas, como la inglesa, francesa o italiana. Con lo que se puede fichar (o al menos intentarlo) a casi cualquier jugador que juegue en Europa.

El punto negativo est¨¢ en el idioma. Viene ingl¨¦s, alem¨¢n, franc¨¦s e italiano, pero no el espa?ol. As¨ª que quien no comprenda unos de esos 4 idiomas, que se vaya olvidando del juego, porque en esencia es un t¨ªtulo en el que estaremos todo el rato leyendo, y tomando decisi¨®n en base a lo que nos digan.

Por lo menos el juego es bastante completo, pues goza de algunos detalles interesantes que lo convierten en un t¨ªtulo apetecible. Lastima que su limitada jugabilidad y el idioma, impidan que muchos lo puedan disfrutar. Eso y el precio, claro.

Poco se puede decir del apartado gr¨¢fico. Simplemente pantallas est¨¢ticas todo el rato, y la verdad, no tienen muchos detalles. Las pantallas, son de dos tipos principalmente. Por un lado est¨¢n aquellas en las que se habla con alg¨²n miembro del equipo, y muestran su estancia.

Si se habla con el director del banco, se ver¨¢ un banco. Si se habla con el presidente se ver¨¢ su despacho, si es el entrenador se ver¨¢n los vestuarios o el terreno de juego. Im¨¢genes est¨¢ticas que todo el rato son las mismas.

En otras ocasiones, se ver¨¢n listas. Listas de jugadores, estad¨ªsticas, alineaciones, la agenda. Todo esto es a¨²n m¨¢s simple, pues son nombres, n¨²meros y l¨ªneas separ¨¢ndolos. Nada m¨¢s? y lo cierto es que queda algo soso. Aunque es funcional.

Cuando se habla con alguien, se puede ver tambi¨¦n su cara, que ser¨¢ la misma durante todo el juego. Por supuesto no est¨¢ animada, y es que no hay ninguna animaci¨®n a lo largo de toda la partida.

Los partidos de f¨²tbol, ni siquiera se juegan ni se ven. S¨®lo una pantalla est¨¢tica para mostrar el minuto de juego y el marcador. Y si el resultado final es un 0-0, pues ni siquiera tiene mucha emoci¨®n.

En definitiva, un juego de men¨²s, que es pr¨¢ctico y f¨¢cil de usar, pero que no agradar¨¢ en absoluto a quienes busquen algo de acci¨®n o movimiento.

Brilla por su ausencia en casi todos los sentidos. Tan s¨®lo hay una m¨²sica a lo largo del juego. Una melod¨ªa tranquila y suave, la t¨ªpica melod¨ªa de ascensor. Relaja mucho, y est¨¢ bien hecha; pero con el tiempo, hasta el mas paciente llegar¨¢ a cansarse.

Los efectos de sonidos se limitan a los t¨ªpicos 'Clic', y 'Clac' cuando se entra o se sale de un men¨², o se escoge alguna de las opciones disponibles. No hay absolutamente nada m¨¢s.

La jugabilidad es el mejor apartado del t¨ªtulo, como debe ser en este g¨¦nero. En primer lugar explicaremos como se juega, y luego lo que se puede hacer y lo que no. Primero, hay que escoger una liga, luego una divisi¨®n y luego un equipo. Ah¨ª comienza la partida.

Despu¨¦s hay que ir a la agenda, que ser¨¢ la pantalla que m¨¢s se visitar¨¢, e ir pasando los d¨ªas, y teniendo las citas programadas. Todo el personal directo relacionado con el equipo, nos pedir¨¢n cita para contarnos qu¨¦ pasa, cada uno en su campo.

Cuando hablamos con ellos, suele haber entre 2 y 4 opciones disponibles. Una siempre ser¨¢ dejar que ¨¦l haga lo que crea m¨¢s conveniente, con lo que as¨ª el juego ni siquiera tiene inter¨¦s. Las otras son para negociar, hablar, llegar a un acuerdo, indicar nuestras instrucciones? seg¨²n con quien se hable y en que momento.

Fuera de la agenda, el tiempo no transcurre, y se puede uno dedicar a todo lo dem¨¢s. Establecer la alineaci¨®n, buscar fichajes, contratar publicidad, visitar a cada uno de los miembros del equipo t¨¦cnico para cambiar algo.

Hay mucha gente con la que se puede hablar. Desde el banquero que nos ofrecer¨¢ (y luego reclamar¨¢) dinero, hasta el segundo entrenador que nos aconsejar¨¢ estrategias, o m¨¦todos de entrenamiento. Pasando por los m¨¦dicos, psic¨®logos o el mismo presidente del club, que nos exigir¨¢ resultados.

Luego est¨¢n los jugadores. Estos se lesionan, a veces simplemente entrenando, y hay que tener una plantilla completa. Otras veces estar¨¢n descontentos y querr¨¢n irse, o habr¨¢ otros clubes que nos hagan ofertas? todo hay que tenerlo en cuenta.

Entrando en los detalles que le dan m¨¢s gracia, hay muchos, pero se podr¨ªan destacar algunos, como la necesidad de hablar con los representantes de los jugadores antes de traspasarlos. Aqu¨ª no basta con pagar al club para comprar o vender a un jugador; ¨¦ste adem¨¢s deber¨¢ estar de acuerdo, y hay que convencerlo. O tambi¨¦n el hecho de tener que hablar con la prensa. Hay muchas peque?as cosas que lo hacen m¨¢s divertido.

Al final, es un juego de estrategia econ¨®mica, cosa que no hay muchos en GBA. Y la verdad es que est¨¢ muy bien resuelto, con muchas opciones que se pueden hacer durante la partida, y muchas cosas para configurar. No es tan completo como los de PC, pero aun as¨ª es bastante divertido.

La conclusi¨®n a la que se llega despu¨¦s de jugar, es un tanto extra?a. Por un lado es un juego divertido con unos apartados t¨¦cnicos muy pobres. Un juego de estrategia en GBA no suele ser habitual, y los usuarios de PC que tengan una GBA no ser¨¢ lo que busquen.

Por otro lado, el idioma es un lastre muy pesado, a pesar de contar con la liga espa?ola al completo en sus dos primeras divisiones. Desde luego lo ideal es que cada uno analice cada apartado por separado y vea si le conviene o no.