?Qu¨¦ hay de nuevo?... pues nada de nada

Acompa?ando al estreno cinematogr¨¢fico que trae de nuevo a los personajes de la Warner, llega este insulso t¨ªtulo para Game Boy Advance que demuestra una vez m¨¢s, que los juegos basados en pel¨ªculas rara vez tienen calidad para triunfar por s¨ª mismos.

Bugs Bunny, el Pato Lucas y el resto de los personajes animados de la Warner vuelven a la acci¨®n en una pel¨ªcula que combina actores reales con dibujos animados, algo que ya se ha visto antes, pero que siempre que incluye un buen gui¨®n acaba resultando divertido.

Pero este no es el lugar de hablar de la pel¨ªcula, sino de la adaptaci¨®n para Game Boy Advance. Un juego que ya desde el primer contacto resulta ap¨¢tico y aburrido. Por no decir que es cansino a las pocas partidas jugadas.

B¨¢sicamente, es un t¨ªtulo de perspectiva isom¨¦trica, de esos que tanto abundan en GBA. Una aventura en la que se puede hablar con algunos personajes, realizar saltos para esquivar obst¨¢culos, y encarar a algunos enemigos. Tiene casi de todo, pero todo ello resuelto de la peor manera posible.

La sensaci¨®n inicial de aburrimiento se va tornando en desesperaci¨®n gracias sobre todo a dos factores: el mal control sobre el personaje y la mala distribuci¨®n de los enemigos. De este modo, y al cabo de un rato de juego da la impresi¨®n de estar ante un t¨ªtulo que s¨®lo pretende crispar al jugador, y eso en un juego no es algo bueno.

La imagen que da el juego quiz¨¢s sea lo mejor del mismo. A fin de cuentas, recrear a unos personajes de dibujos animados, mediante dibujos animados no deber¨ªa ser muy dif¨ªcil. Pues por lo menos, y dentro de las pocas cosas buenas que tiene este juego, se encuetra el aspecto de todos los dibujos.

Bugs Bunny, Lucas y el resto de la fauna y flora de Warner se reconocen sin problemas, con ese toque gracioso que tienen cuando salen en cualquiera de sus cap¨ªtulos. Sin embargo, ese buen acabado choca con una horrorosa animaci¨®n.

De hecho, la animaci¨®n casi parece hecha a saltos, porque tanto la c¨¢mara, como personejes y enemigos se mueven a golpes, de forma brusca y muy poco fluida. Y no hay mucho m¨¢s que decir? salvo que afecta a la jugabilidad, puesto que dificulta el control de los personajes.

La perspectiva usada, como ya se dijo es isom¨¦trica y est¨¢ bien resulta con una distancia a los personajes correcta, lo que por lo menos permite ver a los enemigos con cierta antelaci¨®n. Cosa que no sirve de mucho por el mal control del personaje, pero que al menos no arruina todo el trabajo.

Los men¨²s son bonitos, aunque tampoco hay muchos, ni tienen mucha utilidad. Lo mejor acaba siendo las pantallas intermedias; dibujos marca de la casa con los protagonistas del juego en ellos. Aunque sean pantallas est¨¢ticas, est¨¢n bien realizadas. Los textos, por supuesto, est¨¢n en castellano.

Lo primero que llama la atenci¨®n a la hora de escuchar este juego es que las melod¨ªas no suenan del todo mal. La mejor es la que acompa?a los men¨²s y las im¨¢genes est¨¢ticas, la cl¨¢sica melod¨ªa de los dibujos de la Warner que todo el mundo conoce ya. Por otro lado, las m¨²sicas del juego, a pesar de sonar con bastante calidad, tienen una composici¨®n desastrosa que adem¨¢s se repite una y otra vez machacando el oido del pobre jugador.

Los efectos de sonido son todav¨ªa peores que las musicas del juego. Siempre los 3 mismos sonidos una y otra y otra vez taladrar¨¢n la cabeza del m¨¢s tranquilo jugador. La mejor opci¨®n en caso de tener que jugar, es quitarle el volumen.

Los apartados gr¨¢fico y sonoro se salvan de la quema en alguno de sus aspectos, si bien en general son bastante malos. Pero la jugabilidad no hay por donde cogerla. Este juego aburre, y mucho, y en muy poco tiempo. Un juego muy poco recomendable, pero veamos por qu¨¦.

En primer lugar est¨¢ el control, que es algo ca¨®tico. Al persone que se controla se le mueve con la cruceta, evidentemente, pero de una manera poco usual. Cada pulsaci¨®n no se corresponde con la direcci¨®n real, sino que al pulsar abajo, el personaje se dirigir¨¢ hacia la diagonal abajo-izquierda, pulsando arriba hacia la diagonal arriba derecha, y as¨ª todas las direcciones.

Esto, si bien no es imposible acostumbrarse, dar¨¢ quebraderos de cabeza a la mayor¨ªa de los jugadores, ya que resulta poco intuitivo. Afortunadamente se puede cambiar en las opciones y asignar las direcciones correctas a cada pulsaci¨®n del pad. Pero incluso con el control cl¨¢sico, la mayor¨ªa de las acciones son complicadas, especialmente esquivar a los enemigos, cosa que se vuelve frustrante pues los giros del personaje controlado son bastante bruscos.

Los momentos en los que hay que saltar tampoco son sencillos. El salto, adem¨¢s de corto, es muy impreciso, sobre todo por la pobre animaci¨®n que se comentaba en el apartado gr¨¢fico. Y muchas veces esto motivar¨¢ el caerse en un lugar poco recomendable y perder una preciada vida.

Los enemigos son la cosa m¨¢s absurda que se pueda ver en un videojuego. Algunos ni siquiera se mueven, simplemente est¨¢n ah¨ª. Otros se mueven de un sitio a otro, patrullando sin que nada los perturbe (ni siquiera nosotros), y los ¨²ltimos nos perseguir¨¢n como zombies, simplemente viniendo detr¨¢s.

La mayor¨ªa de las veces lo que hay que hacer es explorar el escenario en busca de alg¨²n objeto. Para facilitar la labor hay en la pantalla una especie de br¨²jula que se?ala donde est¨¢. El problema viene cuando hay que coger alguna cosa m¨®vil, pues el mal control del personaje puede hacer que m¨¢s de un jugador se sienta frustrado al no poder agarrar dicho objeto.

Estamos ante unos de esos juegos de la temporada que conviene evitar a toda costa. Otra licencia desaprovechada que no vale la pena ni mirar en la estanter¨ªa de las tiendas. Y desde luego, que a nadie se le ocurra regalar, ya que por el mismo precio hay alternativas mucho mejores en la consola port¨¢til de Nintendo.