Banzai!

Medal of Honor es el juego que abri¨® las puertas a esta avalancha de t¨ªtulos en primera persona basados en la Segunda Guerra Mundial. Con cierto sentido del rigor hist¨®rico, una gran realizaci¨®n y una lograda sensaci¨®n de realismo, no se deber¨ªa esperar menos de su secuela oficial.

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As¨ª comienza Medal Of Honor: Rising Sun, la precuela MoH: Frontline que vi¨® la luz el a?o 2002 en nuestra plataforma (aunque en rigor es el tercero de la saga si contamos desde el Medal of Honor aparecido para PSOne en el a?o 2000). Mientras que en aquel nuestro objetivo eran ¨²nicamente los alemanes y nos ve¨ªamos envueltos en los sucesos acaecidos en una bien avanzada Segunda Guerra Mundial, en Rising Sun seremos testigo desde comienzo de la misma, y de las hostilidades japonesas que significaron un punto de inflexi¨®n en el comienzo de la inminente guerra que pon¨ªa fin al periodo de paz mundial que se extendi¨® desde 1919 hasta 1941.

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Seguiremos la apasionante historia de Joe Griffin a trav¨¦s de este periodo hist¨®rico que decidi¨® el futuro del mundo. Una gui¨®n tan entretenido como fantasioso y poco cre¨ªble, en el que nuestro h¨¦roe pasar¨¢ de soldado raso en batallas como la bah¨ªa de Perl Harbour o Guadalcanal, hasta convertirse en esp¨ªa infiltr¨¢ndose en una reuni¨®n vital del Eje, haci¨¦ndose pasar por un General Aleman del Tercer Reich.

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En honor a la verdad hay que decir que el dise?o de personajes, no tanto en sus movimientos como en su parte de modelado, est¨¢n bastante mejorados con respecto al Frontline, incluso nos encontraremos algunos escenarios que nos sorprender¨¢n, pero ¨¦sta no ser¨¢ la t¨®nica general. Lo que m¨¢s llama la atenci¨®n es una muy escasa calidad de texturas en los escenarios del juego (paredes, tierra, ¨¢rboles y plantas) aunque de vez en cuando, en medio de un escenario de terribles texturas pixeladas, aparece un muro de ladrillos o una pared de granito que parece sacado de otro juego mucho m¨¢s cuidado. Simplemente incomprensible. Parece razonable pensar que el hecho de que se trate de un juego multiplataforma ha jugado una vez m¨¢s en nuestra contra, pues todo apunta a que la carga gr¨¢fica est¨¢ m¨¢s adaptada a PS2 que a GC.

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Si en algo parece haber querido avanzar esta saga ha sido en los efectos de la iluminaci¨®n. Podemos comprobar desde un principio como todo lo que sucede a nuestro alrededor (explosiones, r¨¢fagas, estallidos) se refleja en nuestra arma y en las manos que la portan. Esto no significa que este dinamismo se haya llevado m¨¢s all¨¢, puesto que salvo raras excepciones, el resto de elementos del juego - incuyendo los decorados -, parecen ajenos a tales efectos. Desde luego, las manos y el arma de nuestro personaje parecen haberse cuidado con bastante esmero, a pesar del aspecto algo tosco de las armas. Buen ejemplo de este esmero son los peque?os detalles, como el efecto bien medido del retroceso de las armas, o el caracter¨ªstico humo que las armas expelen por el ca?on tras un disparo.

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En general el aspecto gr¨¢fico del juego deja un sabor agridulce (m¨¢s cercano a lo agrio que a lo dulce) debido en gran parte a la sensaci¨®n de estar ante un producto "pasado de moda". Las sensibles mejoras en el dise?o de personajes (las caras de los japoneses acerc¨¢ndose a la c¨¢mara balloneta en ristre, son realmente escalofriantes) y la variedad de escenarios (desde los buques iniciales, hasta las calles de Singapour, pasando por las selvas de Tailandia y los r¨ªos de Guadalcanal o Kwai) no parecen bastante argumento para convencer al fiel comprador, que espera en una nueva entrega un verdadero cambio, y un ajuste a los tiempos que corren.

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El manejo de nuestro personaje en Medal of Honor, no resulta todo lo c¨®modo que nos gustar¨ªa. De hecho en algunas ocasiones apuntar a un enemigo se puede convertir en una tarea verdaderamente ardua si no tenemos la suficiente sangre f¨ªa como para detenernos pulsar el disparador izquierdo (zoom) y conseguir as¨ª la sensibilidad adecuada para conseguirlo. A¨²n as¨ª hay que decir a su favor que cuenta con la opci¨®n de modificar la sensibilidad de ambos ejes hasta adaptarlos a nuestro gusto. Esto suele ser m¨¢s que necesario, sobre todo si pretendemos utilizar el arma en su forma alternativa (presionando el stick derecho) y que no es otra que asestar un fuerte golpe con la culata o el ca?¨®n al enemigo que tengamos enfrente.

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En el apartado negativo de la jugabilidad habr¨ªa que destacar los efectos negativos del "clipping". No solo se trata de lo irreal que resulta ver como un compa?ero tuyo (o t¨² mismo) atraviesa una columna de s¨®lido granito, sino que a veces ocurre que uno de los compa?eros (que a menudo te acompa?an como miembros de un pelot¨®n durante las batallas e infiltraciones) se quede literalemnte enganchado por que un jeep no era todo lo s¨®lido que deb¨ªa ser. Esto repercute en la acci¨®n, ya que cuentas con un hombre menos por motivos ajenos al gui¨®n. Ni que decir tiene que es verdaderamente sorprendente como en momentos del juego (no muy habituales todo hay que decirlo), nuestros enemigos los japoneses aparecen y desaparecen como si de fantasmas se tratase (no resulta del todo simp¨¢tico que cuando preparas un disparo utilizando la mirilla a un enemigo que se halla a 200 metros, desaparezca y aparezca al instante ante tus narices con el sable listo para sajarte el cuello).

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A pesar de estos problemas, y que algunos son de peso, el juego se hace muy entretenido dada la creciente variedad de escenarios y misiones que se ha conseguido en esta entrega. El hecho de que las misiones sigan siendo "de una sola direcci¨®n", y que te encuentres atado de manos para encontrar formas alternativas de continuar, se ve contrarrestado por un buen n¨²mero de submisiones que ir¨¢n apareciendo a lo largo de los much¨ªsimos minutos que puede llegar a durar una sola de las fases del juego.

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Para grabar deberemos buscar las mochilas de comunicaci¨®n que se encuentran en varios estrat¨¦gicos puntos de cada escenario, teniendo cuidado de no pas¨¢rnoslos sin verlos, pues en ocasiones se encuentran m¨¢s ocultos de lo que nos gustar¨ªa. Son bastante numerososo los puntos para salvar, y teniendo en cuenta que la dificultad est¨¢ bastante bien medida (podremos elegir entre f¨¢cil, normal y dif¨ªcil), no echaremos de menos estas mochilas como norma general.

Otro punto a favor del juego, es el esfuerzo notable de los animadores para conseguir que las muertes (huelga decir que ser¨¢n muchas las que veremos) de los japoneses fueran lo suficientemente variadas y ajustadas al tipo de disparo que recibian. Este esfuerzo hace que nos sintamos obligados a apuntar bien, ya que no ser¨¢ lo mismo dar a un enemigo en la cabeza - viendo como su casco vuela varios metros-, que acertarle en una pierna -con las leves quejas de rigor-. Algo tan de agradecer como tener en cuenta el empuj¨®n brutal que un disparo ejerce contra un hombre en carrera, se ha tenido en cuanta, de tal modo que podremos detener en seco a un enemigo que corre en nuestra direcci¨®n para ense?arnos de cerca el filo de su bayoneta.

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La campa?a cooperativa resulta ser una refrescante forma de repetir la campa?a sabiendo que no resultar¨¢ del todo igual. B¨¢sicamente la linea narrativa es la misma, pero por necesidades de la modalidad o quiz¨¢ por deferencia hacia los jugadores, se han incluido nuevos objetivos o formas de realizarlos. Como novedad se incluyen algunas opciones como "Compartir Salud" (todo Kit Medico o cantimplora que recojas servir¨¢ para restaurar la salud de ambos jugadores). Sin duda tambi¨¦n sirve para descubrir algunas curiosidades del juego: no os perd¨¢is la experiencia de ver la postura que adopta vuestro compa?ero mientras camina agachado.

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En todas las modalidades multijugador podremos marcar o desmarcar la ya habitual opci¨®n de fuego amigo, evitando o propiciando que las balas de nuestros compa?eros puedan causarnos da?o. Y centr¨¢ndonos en las opciones de las partidas por equipo y "Libertad Absoluta", diremos que no hay gran novedad con respecto a otros juegos que gozan de sistema multijugador. De lo que si podremos disponer es de un ampl¨ªsimo repertorio de armamento que podremos seleccionar por grupos (Equilibrio E.E.U.U., Hecho en Jap¨®n, MoH cl¨¢sico, Clandestino, Autom¨¢ticas, ... as¨ª hasta catorce grupos) para cada una de nuestras partidas. Podremos a su vez elegir el personaje que encarnaremos durante la partida, encontrando m¨¢s personajes desbloqueados a medida que vayamos superando misiones en la campa?a.

Siempre es de agradecer que un juego se vea acompa?ado de un modo Multiplayer, m¨¢xime cuando tambi¨¦n se nos ofrece la posibilidad de jugar el modo campa?a con un compa?ero, pero va siendo hora de que los desarolladores se pongan manos a la obra y nos ofrezcan algo nuevo y refrescante a este respecto. En sus modos multijuegos empiezan a parecerse peligrosamente  unos juegos a otros.

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l  o     p  e  o  r

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