Red Faction, Impresiones (N-GAGE)

Cuando recordamos los primeros first person shooter del mercado, a todos se nos vienen a la cabeza varios nombres: Doom, Quake, Duke Nukem. El padre de algunos de ellos, John Romero, tras su espantada de id Software, sigue haciendo eso que le dio fama y renombre mundial. Juegos de acci¨®n subjetiva donde los estrechos pasadizos, los sustos y la acci¨®n son los elementos m¨¢s significativos. El regreso de los primeros tiempos, la modernidad de lo cl¨¢sico al poder.

Ponerse a los mandos de Red Faction es volver la mirada atr¨¢s. Recordar los primeros pasos de los fps en los ordenadores compatibles. Los que hay¨¢is probado el port de Doom para la consola de Nokia sabr¨¦is de lo que os estoy hablando. Red Faction es una muestra m¨¢s de que una nueva ola ha llegado a los dispositivos port¨¢tiles. A¨²n les faltan un par de generaciones para llegar al nivel de t¨ªtulos como Halo. Pero ya est¨¢n en camino. Hasta ahora era casi un lujo contar con un juego de este tipo en una port¨¢til. Ahora ya es realidad.

Run for your life!

Empezamos el juego armados con un bast¨®n el¨¦ctrico y dispuestos a abandonar la vida de miseria que llevamos como mineros de la explotadora compa?¨ªa minera Ultor Corporation. Las medidas de seguridad en las minas son brutales, pero hay que intentar escapar de ese infierno. Por nuestro camino iremos encontrando diversos personajes que a trav¨¦s de unas vi?etas nos ir¨¢n explicando diversos puntos argumentales,  como la posibilidad de unirse a la resistencia o encontrar la salida de determinado escenario.

Por lo que vemos en pantalla, Red Faction hace pleno uso del motor X-Forge, ideado para mover mundos tridimensionales en dispositivos port¨¢tiles. La versi¨®n beta del juego a la que Meristation ha tenido acceso muestra un aspecto muy acabado, aunque presenta algunas deficiencias que suponemos ser¨¢n reparadas antes de que aparezca al mercado la versi¨®n final. Una de ellas es la tasa de frames, porque aunque el motor no sufre ralentizaciones en ning¨²n momento, tampoco mueve a demasiada velocidad lo que aparece en pantalla.

El aspecto de las minas marcianas es demasiado similar entre s¨ª. Las texturas de las paredes, cuevas y pasadizos se repiten con insistencia. Cuando por primera vez lleguemos a los barracones la perspectiva variar¨¢ sustancialmente. Cambiaremos subsuelo por zona urbana. Pero los elementos distintivos de Red Faction permanecen: mapeado con zonas estrechas, pasadizos, esquinas tras las cu¨¢les siempre nos suele estar esperando alg¨²n furioso guardi¨¢n o robot anti-disidentes. Hay zonas de los escenarios que con una dosis de explosivos se vienen abajo permiti¨¦ndonos acceso a zonas nuevas o a ¨²tiles bonificaciones e ¨ªtems.

?Muere, minero!

La variedad de enemigos no es demasiado elevada. Contamos con guardias armados con escopetas que no dudar¨¢n en hacernos frente en cuanto nos vean; robots patrulla que seguir¨¢n nuestros pasos e informar¨¢n de nuestra posici¨®n; otros miembros de seguridad m¨¢s fuertemente acorazados que requieren una dosis extra de plomo para caer abatidos... Pero no s¨®lo ellos ser¨¢n nuestros enemigos; hay zonas en los escenarios que nos pueden da?ar, como chimeneas de lava que debemos sortear cuidadosamente, ca¨ªdas a gran altura que  merman nuestra salud, zonas con explosivos a las que es mejor no acercarse...

El control es bastante suave, aunque un tanto complicado en las primeras partidas y al que cuesta un tiempo acostumbrarse. Con la cruceta nos desplazamos hacia delante o hacia detr¨¢s y giramos; a su vez, los botones 4 y 6 se usan para desplazarse hacia la izquierda y derecha. Su buen uso es primordial si queremos sobrevivir en el inh¨®spito planeta, puesto que la mejor forma de encarar cada giro es de frente; si nos entretenemos girando con la cruceta perderemos vida cada vez que pasemos por una esquina tras la que se esconda un enemigo, por lo que repito, dominar el desplazamiento lateral es vital para sobrevivir. Aparte, el bot¨®n 5 no sirve para disparar, el 1 para cambiar de arma y el 7 para usar la vista libre. En principio es un poco lioso, pero en cuanto nos hagamos con los mandos, destrozar todo cuanto se aproxime a nosotros ser¨¢ pan comido.