Robin Hood y Cinemaware regresan de las sombras...

De la mano de la vieja conocida Cinemaware, nos llega el remake del que fuera en su momento su t¨ªtulo estrella: Defender of the Crown. Han pasado m¨¢s de 15 a?os pero las obras maestras, al margen del paso del tiempo, contin¨²an manteniendo de forma intacta su jugabilidad a toda prueba y un encanto muy especial. ?Revivir¨¢ Robin Hood los mismos sentimientos que llevan enterrados d¨¦cada y media?

Yo estuve all¨ª. Recuerdo perfectamente como el original Defender of the Crown azot¨® el mercado internacional y lanz¨® a la gente de cabeza a comprarse un Amiga. Bueno, no es que tanta gente tuviera un Amiga, pero desde luego todos los que ten¨ªan uno a mediados de los 80 casi seguro que tambi¨¦n ten¨ªan Defender of the Crown. Y yo estuve all¨ª y hoy tengo ante mis narices su remake, su segunda parte, no sin un cierto cosquilleo recorriendo mi espalda.

Con eso no quiero decir ni que sea tan mayor ni nada por el estilo; en realidad no lo soy, pero en cierto sentido me asusta un poco darme cuanta que ya en 1986 jugaba como un loco a las aventuras de Cinemaware, a The Three Stooges, con mi Amiga? como tambi¨¦n recuerdo como la prensa nacional e internacional se puso de acuerdo de forma un¨¢nime al declarar 'Defender of the Crown' una de las mayores aventuras de todos los tiempos. Y no tan solo el planteamiento con el juego actual es pr¨¢cticamente id¨¦ntico, sino que su desarrollo tambi¨¦n lo es.

Y as¨ª nos sit¨²a el juego, en la piel del legendario arquero Robin Hood y en la de sus amigos. Todos tienen su importante papel dentro del desarrollo del argumento y en la m¨¢s de 1 hora de di¨¢logos hablados que contiene RH:DOTC. Junto a la bell¨ªsima Lady Marian, Little John, Wilfred of Ivanhoe o el fraile Tuck, deberemos encabezar no solo la conquista de Inglaterra, sino tambi¨¦n el retorno del Rey. Ah¨ª es nada.

?Y c¨®mo es el nuevo Defender of the Crown? Pues en realidad, exactamente igual que como era su predecesor en 1986. B¨¢sicamente estamos delante de un juego de estrategia por turnos, pero en realidad hay bastante m¨¢s que eso. Se podr¨ªa decir que es un conjunto de minijuegos que forman un juego de estrategia basado en turnos, con elementos que requieren la destreza, la precisi¨®n, los reflejos y la capacidad t¨¢ctica. M¨¢s adelante os desglosar¨¦ c¨®mo.

A¨²n as¨ª, el buen hacer de Cinemaware sigue presente; la compa?¨ªa californiana ha sabido imprimir un toque, valga la redundancia, cinem¨¢tico al desarrollo del argumento y las escenas de corte, as¨ª como los di¨¢logos entre los protagonistas durante el juego, est¨¢n intercaladas de manera formidable; el juego en s¨ª da la impresi¨®n al jugador de estar formando parte de una pel¨ªcula interactiva con final abierto, y eso es digno de elogio.

No es distinto en otros apartados como el de la justa, la emboscada o el asedio, destacando la eficiencia de como unos pocos pol¨ªgonos en primera persona pueden sacar adelante un producto de forma bastante decente. De nuevo, m¨¢s detalle no s¨®lo es posible sino que adem¨¢s ser¨ªa bastante recomendable pues, en l¨ªneas generales, es un juego que podr¨ªa encajar gr¨¢ficamente en consolas de otra generaci¨®n.

La excepci¨®n a la regla son los duelos a espada y las incursiones para el rescate de una dama (o simplemente para el pillaje, que Robin no deja de ser un bandido) que son bastante notables. Tal vez lo m¨¢s destacado hasta este punto sea no ya la calidad gr¨¢fica del juego, sino el enfoque que sus programadores han querido (y sabido) darle. Es decir, es un juego que en pantallazos luce bastante pobre pero que es bastante m¨¢s atractivo (y sobre todo m¨¢s adictivo) en cuanto se le echa la mano encima.

Tampoco las animaciones se salvan de la quema. Los caballos son correctos, la catapulta es correcta, los movimientos de la espada (aunque escasos) son correctos? la vista del arco y la justa son bastante decentes? y si os fij¨¢is, 'decente' y 'correcto' han sustituido a lo que anta?o fueron 'fabuloso' y 'magn¨ªfico'. Si, la sensaci¨®n que a uno le queda es 'no est¨¢ mal? peeeero?'. Pero podr¨ªa estar mejor, mucho mejor.

Buenos efectos sonoros, tanto en el lanzamiento de rocas de gran tama?o como en el sonido caracter¨ªstico del arco al tensar su cuerda, el relinchar de los caballos, el ruido del metal al golpear el metal? aunque no hay demasiada variedad, todo hay que decirlo. Sin embargo lo que est¨¢, est¨¢ bien hecho.

Sobre la m¨²sica tampoco hay nada impresionante que a?adir. Buena aunque repetitiva banda sonora que pr¨¢cticamente pasa desapercibida durante el desarrollo de los combates, a pesar de ser distinta en Nottingham que en Sherwood o en York. Como era de esperar, no hay tampoco soporte 5.1 para escucharla.

Como juego de estrategia no puede competir contra las apuestas m¨¢s serias del mercado, ni gr¨¢ficamente (piezas 2D sobre un mapa 2D), ni jugablemente (poca variedad de opciones, falta de profundidad). Sin embargo, posee un mont¨®n de juegos individuales que, si bien tampoco constituyen un juego en s¨ª mismos, si dan un encanto especial al juego; todos, eso s¨ª, est¨¢n pensados con un mismo objetivo: conseguir oro.

El oro es un elemento fundamental a finales del siglo XII, cosa que no ha cambiado tras casi un milenio. Hay varias formas de conseguirlo, que las explicar¨¦ m¨¢s adelante, y tambi¨¦n de perderlo. Gracias al material dorado podremos mantener a nuestro ej¨¦rcito, fortificar condados y ayudar a liberar a Richard Lionheart, el leg¨ªtimo Rey. Veamos qu¨¦ podemos hacer en Inglaterra y qui¨¦n nos ayudar¨¢ a ello.

El mapa de batalla es relativamente sencillo e intuitivo. Podemos seleccionar nuestras tropas con el stick anal¨®gico y decidir si atacar y d¨®nde o cubrirse. Conocer los puntos fuertes y d¨¦biles de las unidades enemigas es importante para el desenlace final del combate, que puede terminar con la aniquilaci¨®n o la retirada de las tropas de cualquiera de los dos bandos. Existe un componente estrat¨¦gico, es cierto, pero la experiencia me demuestra que en el 95% de los casos, el m¨¢s fuerte gana. Cosas de la vida.

En el asedio a un castillo, en cambio, deberemos decidir la pared a la que empezar a lanzar rocas como desesperados. Escoger la zona menos defendida puede ser muy provechoso, ya que mientras vamos tirando pedruscos, los arqueros enemigos devuelven el fuego. Si conseguimos varios aciertos en la muralla enemiga, podremos infiltrarnos r¨¢pidamente y reducir la cantidad de oposici¨®n que encontraremos en su interior.

En la emboscada cl¨¢sica, Robin se esconde en los ¨¢rboles con su arco tratando de eliminar a todo ser que cruce por la carretera. Apuntar no es sencillo y la cantidad de oro obtenida depender¨¢ directamente de la cantidad de enemigos (que aparecen de izquierda a derecha) y de su tipo, con bonus especial a los carromatos y carretas. Los arqueros enemigos, adem¨¢s, devuelven el fuego a nuestro protagonista, pudiendo pulsar el c¨ªrculo para evitar los ataques. La principal ventaja es que Robin no puede ser capturado, aunque conseguir recompensas altas es dif¨ªcil.

El otro sistema de pillaje es mediante la infiltraci¨®n al castillo. En este caso, deberemos abrirnos paso hasta las arcas de la fortaleza, eliminando todo guardia que salga a nuestro encuentro. El sistema de combate es muy sencillo, con apenas la posibilidad de dar un golpe alto o bajo, cubrirse y hacer un 'ataque especial', aparte de saltar o agacharse. La clave para superar esos combates, sin ser nada del otro mundo, reside en encontrar un timing preciso en el binomio cubrirse-atacar. Robin tambi¨¦n puede realizar asaltos para el rescate de damas en apuros?

El minijuego de la justa es muy peculiar: al principio deberemos pulsar como locos los botones c¨ªrculo y X para dar velocidad al caballo. Una vez alcance la suficiente velocidad, una c¨¢mara en primera persona con la lanza por delante nos permitir¨¢ 'apuntar' al enemigo. No hace falta recordar que s¨®lo cuentan los puntos si la lanza se rompe: 1 punto en el pecho, 2 en la cabeza y 3 si se hace caer al enemigo del caballo.

Adem¨¢s, Ivanhoe puede fortificar un condado creando fuertes y fortalezas de distinto tipo, manteniendo seguro un condado con murallas solo alcanzables para tropas que dispongan en su arsenal armas de asedio. Las fortalezas son caras, pero al mismo tiempo son imprescindibles si queremos alzarnos con la victoria final. De caer Nottingham, el juego finalizar¨ªa.

Y ese es casi todo el elenco de personajes principales y de los mini-juegos que componen Robin Hood: Defender of the Crown. No hay que olvidar que tambi¨¦n existen villanos aut¨¦nticos como el pr¨ªncipe John o el mism¨ªsimo Guy de Gisborne, as¨ª como aliados menores como el fraile Tuck, que es qui¨¦n se encarga de recaudar fondos para la liberaci¨®n de Ricardo. Pero en general, eso es todo; todo lo que fue DOTC en su d¨ªa y todo lo que es hoy.

No estoy seguro de recomendar la compra de este juego, ni tampoco de lanzarlo directamente a la estanter¨ªa del olvido. A todos aquellos que, como yo, disfrutaron en su Atari, en su Amiga o en sus compatibles de las aventuras de Defender of The Crown, por lo menos alquiladlo y echadle un vistazo. Aquellos fans de la estrategia que quieran un toque distinto, puede tambi¨¦n gustarles. Para mi es una l¨¢stima poseer un juego que es, pero podr¨ªa ser m¨¢s.