Tortuga: Pirates of the New World
Un caribe en conflicto
Tortuga: Piratas del Nuevo Mundo no es sino uno m¨¢s de los variados t¨ªtulos sobre el tema de los piratas del caribe del siglo XVI. Ascaron visita el g¨¦nero que otras desarrolladoras han tocado con juegos como Port Royale o Patrician.
Tengo que reconocer, que antes de recibir el "Tortuga: Piratas del Nuevo Mundo", anduve echando un ojo a diferentes p¨¢ginas de an¨¢lisis de juegos, as¨ª como a la p¨¢gina principal de ASCARON para ver c¨®mo se estaba cociendo el panorama para un juego, a medio camino entre Port Royale y sus infinitos bugs, y Port Royale 2, que a su vez, anuncian sospechosamente r¨¢pido, aunque no han salido m¨¢s parches para el primer lanzamiento de la saga.
Parece que no les gustamos. |
Asimismo, aprovechando el tir¨®n comercial de la pel¨ªcula Piratas del Caribe, han salido diversos juegos ambientados para vivir el romanticismo de esos cojos, tuertos y mancos personajes que, con loro en hombro, no viven sino para innumerables aventuras y peripecias en la gran pantalla y, por tanto, en nuestros monitores.
Tortuga: Piratas del Nuevo Mundo no es sino uno m¨¢s de los variados t¨ªtulos del tema que podremos encontrar en las estanter¨ªas de las tiendas. Viene en caja de DVD, como es habitual en la distribuidora FRIENDWARE, a un precio razonable para los tiempos que corren, pero excesivo en cuanto a la calidad del software que adquirimos, como iremos viendo a medida que vayamos leyendo las l¨ªneas de este humilde videoadicto.
Gui¨®n
?Al abordaje, se?or Smith!
Un capit¨¢n con la "L". |
En Tortuga, somos los flamantes poseedores de un Bergant¨ªn en el caribe del siglo XVI, que podremos emplear para enriquecernos como pr¨®speros comerciantes o enriquecernos m¨¢s a¨²n atacando, a sangre y fuego, tanto ricos barcos mercantes y ciudades de diferentes naciones. O bien, si lo deseamos, atacando piratas que rivalicen en nuestro territorio por hacerse con el oro que legalmente nos pertenece, y que ha costado tanto sudor a otros.
Adem¨¢s, podemos hacernos a la mar bajo las ¨®rdenes de un gobernador de Su Majestad para acosar a las naciones enemigas de la nuestra, tanto en alta mar como en tierra firme. A medida que avancen nuestras conquistas, podremos ampliar la flota con m¨¢s y mayores barcos, aumentando proporcionalmente nuestras capacidades de carga de mercanc¨ªas y/o de bravos marineros y ca?ones.
El an¨¢lisis
?Balas incendiarias? |
Hasta aqu¨ª, lo bueno. En este punto yo rese?ar¨ªa a dos tipos de posibles usuarios del juego: Por un lado, j¨®venes de alrededor de 10 a?os que quieran pasar el rato conquistando, combatiendo y ganando doblones y reputaci¨®n. Por otro lado, el resto de la gente que como yo, haya tenido oportunidad de jugar a un reciente, Port Royale y se entretuvo en cierto modo comerciando, construyendo f¨¢bricas y haci¨¦ndose un hueco en el mundo de los negocios caribe?os, para pasar despu¨¦s a las conquistas anteriormente mencionadas, con una s¨®lida y pr¨®spera base comercial. Para este segundo tipo de usuarios, les recomiendo volver a instalar el Port Royale si les aprieta el mono comercial o, simplemente, esperar Patrician III o Port Royale 2.
Juego a lo que quieras, pero no me mires mucho. |
Comenzamos la partida que nos deja el juego. ?Por qu¨¦ digo esto? Porque no se nos da m¨¢s opci¨®n que empezar el tutorial. Y no digo empezarlo para terminarlo en seguida, sino empezarlo para seguir todos sus designios, independientemente de que queramos empezar en tal o cual a?o, o que tengamos experiencia o no en el Port Royale, tendremos que seguir los sabios designios del destino o, en este caso, de los programadores, que nos llevan por el camino guiado no sea que nos perdamos.
Puede que me repita m¨¢s que el ajo, pero al empezar a jugar, uno se piensa que esto es un chiste. El juego es, en un 90%, id¨¦ntico a Port Royale, hasta el punto en que mis averiguaciones iniciales me salvaron de llegar a la conclusi¨®n que se trataba del mismo juego. Actualizado en alg¨²n aspecto y gr¨¢ficos, pero en definitiva del mismo juego.
De aqu¨ª en adelante no he conseguido m¨¢s que sacarle defectos y problemas al juego en s¨ª que repito, aunque puede llegar a entretener a un p¨²blico muy, muy concreto, seguramente har¨¢ arrepentirse de su compra a todo aquel que haya disfrutado, aunque sea unas horas, de juegos como los Port Royale y Patrician II.
?Balas incendiarias verdes?? |
Nada m¨¢s empezar, desde la ciudad que nos ponen, con el barco que nos asignan y con la misi¨®n que nos ofrecen, viramos rumbo al norte, a la muy exquisita ciudad de La Habana. En tan largo trayecto, nuestro barco encalla en la arena de la playa. Y no precisamente para buscar tesoros, sino porque el astuto capit¨¢n de nuestra chalupa no encuentra la forma de bordear la isla, si no le vamos indicando, con media docena de clicks de rat¨®n, el camino a seguir. Olvidaos de decirle a un barco que vaya desde Margarita hasta Veracruz pinchando en la ciudad destino.
Despu¨¦s de conseguir bordear semejante obst¨¢culo y lograr llegar a la nueva ciudad en busca de mercader¨ªas con las que llenarnos la muy maltrecha bolsa tras su venta en el lejano norte, descubrimos que no vamos a poder construir f¨¢bricas que ayuden a nuestros objetivos comerciales, ni campos de trigo, ni granjas, ni establecer rutas de convoyes, ni nada de nada. Lo que hay es lo que ves, ni m¨¢s ni menos. Compra, vende, o l¨¢rgate a pelear.
Tras hablar con el gobernador de la ciudad, que debe ser hermano gemelo del de Puerto Pr¨ªncipe, nos disponemos a cumplir una de sus misiones: Capturar al pirata que saquea los alrededores de la isla. All¨¢ que nos vamos, sable en mano (la que nos queda, en la otra brilla el garfio) a combatir en alta mar con el pirata de la zona. Si no podemos comerciar, por lo menos podemos hundir enemigos y hacernos con sus tesoros. ?Dios salve a Su Majestad!
Lo que se va a necesitar. |
Despu¨¦s de tres segundos navegando, nos fuimos a topar de frente contra el barco pirata que, lo que son las cosas, nos esperaba vadeado en la bah¨ªa. Te¨®ricamente, Tortuga: Piratas del Nuevo Mundo est¨¢ pensado m¨¢s en la acci¨®n que en el comercio, de ah¨ª sus gui?os en pro del combate naval y de la supresi¨®n de cualquier tipo de adicci¨®n econ¨®mica y/o estrat¨¦gica. Por lo tanto, he aqu¨ª el drama:
De frente al barco enemigo, y con el viento a favor, nos dispusimos para disparar unas andanadas de metralla contra la cubierta del barco enemigo a fin de causar el mayor n¨²mero de bajas posibles. En esto que, mirando fijamente, observamos que las balas son? ?verdes!! No pod¨ªa ser lo que estaba viendo. No habr¨ªa mayor problema si no fuese porque las balas modelo "trinchavelas" eran de color? ?rojo! Respecto al resto de la batalla naval, exacta a la que se ofrece en el juego Port Royale. No se puede decir m¨¢s. Una entretiene, dos, aburren.
Y ¨¦ste...?de d¨®nde ha salido? |
Aparte de los innumerables errores hist¨®ricos que hay en el juego "per se", como banderas borb¨®nicas que ondean en los puertos del siglo XVI (por poner un s¨®lo ejemplo), existen otros de los que yo considero muy graves (?m¨¢s a¨²n?). Como, por ejemplo sin ir mas lejos, que los gobernadores de los puertos que visit¨¦, eran todos iguales (debe ser cuesti¨®n de la ingenier¨ªa gen¨¦tica de la ¨¦poca), lo que demuestra una falta de inter¨¦s (entre otras cosas) de los desarrolladores.
Como nota curiosa y a la vez alarmante, tuve ocasi¨®n de atracar en Nueva Orle¨¢ns para echar una partidita de dados y descubrir, no sin sonrojo, que el pirata que me echaba la partida ten¨ªa pendiente en la oreja (no es raro para la ¨¦poca), camiseta deportiva (esto s¨ª es raro) y gorra de los NY Yankees (esto es m¨¢s raro a¨²n). Lamentable.
Gr¨¢ficos y sonido
Pese a la instalaci¨®n de las directx9 que requiere el juego, no se puede apreciar nada que lo destaque en el apartado gr¨¢fico. Por lo menos nada, que una aceleradora corriente no pueda sacar adelante al m¨¢ximo de prestaciones. Puede que el agua durante los combates navales s¨ª que haga sonrojar a alguna "antigualla" pero poco m¨¢s. Por lo dem¨¢s, simples pero cumplidores. Tampoco es imprescindible jugar al m¨¢ximo de detalle para disfrutar lo poco que el juego ofrece.
El sonido es a los juegos de estrategia lo que el chimichurri a la carne. Si la carne es buena, del chimichurri ni nos acordamos. Si no est¨¢ buena, nos quejamos, y eso es lo que hacemos en este an¨¢lisis.
Jugabilidad
Esta cara me suena... |
El manejo de la nave es m¨¢s que intuitivo, la vista es a¨¦rea en el mapa del caribe, hay pocas opciones y r¨¢pidamente veremos, sin ayuda del manual, para qu¨¦ sirve cada una. El comercio, la parte que probablemente m¨¢s inversi¨®n de tiempo requiere para que el usuario acabe domin¨¢ndola, en este caso es extremadamente sencilla.
Dispondremos de tablas de oferta y demanda de art¨ªculos, as¨ª como de la informaci¨®n de la producci¨®n y de los consumos de dichos art¨ªculos en los distintos puertos que, eso s¨ª, tendremos que visitar. ?nicamente el icono de un art¨ªculo en concreto suele aparecer debajo del nombre de la ciudad en el mapa, para indicarnos la demanda m¨¢s urgente del mismo, de forma temporal.
La ciudad de los comienzos. |
Las vistas van variar de acuerdo a la fase del juego en que nos encontremos, es decir, cenital, para ver a nuestro barco surcando los mares, as¨ª como lo que nos rodea, pero luego pasar¨¢ a vista de batalla donde s¨®lo veremos nuestro/s barco/s y los enemigos en una porci¨®n de mar, donde empezar¨¢n a repartir plomo entre ellos. La ¨²ltima vista es la de ciudad, donde pinchando en los distintos edificios se nos abrir¨¢n los diferentes men¨²s para llevar acciones en ella, como comerciar, reparar el barco, jugar a los dados.
Estrategia y trucos
Una buena estrategia, siempre que optemos por el aspecto b¨¦lico, es el capturar siempre todos los barcos, ya que un barco hundido no vale para nada, por mucha recompensa que tengamos por hundirlo, pudiendo aspirar tanto a la recompensa como al bot¨ªn, adem¨¢s de un barco nuevo para nuestra flotilla.
Lo que se paga y lo que hay. |
Hay que evitar, en la medida de lo posible y hasta que nos hagamos con los controles del barco durante las batallas, los enfrentamientos teniendo nosotros varios barcos. Es dif¨ªcil manejar m¨¢s de un barco durante una batalla naval, ya que perderemos muchas "pasadas" junto a otro barco simplemente porque es imposible en ocasiones hacerlo a la vez con dos. Mi opini¨®n es que es mejor un barco grande y fuertemente armado que no varios peque?os (aunque los ingleses en el canal demostraran a la Armada Invencible que no).
En cuanto al aspecto comercial, pues como en otros juegos del g¨¦nero en sus aspectos b¨¢sicos: gastar una hora en visitar todas las ciudades, comprobar precios, ofertas, demandas, producciones, poblaci¨®n, consumo, etc. Para conseguir vender lo m¨¢s caro posible en el lugar que haga falta, esos productos que hemos conseguido lo m¨¢s baratos posible.
Compar¨¢ndolo con?
Este ser¨¢ nuestro mundo. |
No es posible compararlo con Port Royale, porque es una r¨¦plica de ¨¦ste. Han limitado los aspectos comerciales y agrandado (te¨®ricamente) los militares. En cualquier caso, el que tenga el PR que no se compre este y, el que no lo tenga, tampoco. Estoy pensando en reinstalar el 1869 para un comercio m¨¢s entretenido y el Centurio para batallas navales m¨¢s emocionantes.
Lo que est¨¢ bien
Entretendr¨¢ a mi sobrinito de 9 a?os dentro de unos cuantos parches.
Lo que no est¨¢ tan bien
Que le intenten tomar el pelo al usuario aprovechando un tir¨®n de marketing.
Instalaci¨®n
La instalaci¨®n es sencilla, requiere de Directx9 para funcionar, aunque no creo que haya mayores problemas para los usuarios de hardware m¨¢s "antiguo" que no lo soporte espec¨ªficamente.
Manual
Pr¨¢cticamente iguales. |
Su manual, en blanco y negro, no hace m¨¢s que indicarnos los primeros pasos que vamos a dar en el caribe del siglo XVI, sin entrar en mayor detalle que lo principal que nos vamos a encontrar, interfaz, opciones de juego, posibilidades del mismo en cuanto a caminos a seguir, etc. Es decir, plenamente funcional.
Requisitos del sistema
Equipo de pruebas
Athlon XP 1800+, 768 MB DDR266, Radeon 9600 Pro, 40 GB Seagate 7200 Samsung 17" 760DFX, LG 42x, Soundblaster 128PCI, Windows XP Pro SP1.
Mejorable
Puede tener elementos aceptables y entretener, pero en general es una experiencia que no dejar¨¢ huella. S¨®lo recomendable en caso de sequ¨ªa de este g¨¦nero de juegos.