Mosquis! un videojuego... uhmmmmmm

El tratamiento que estaba recibiendo la serie de animaci¨®n m¨¢s influyente de la historia por parte de la industria de videojuegos era totalmente injusta. Ninguno de los videojuegos que llevaban su sello hac¨ªa honor a su peculiar sentido del humor, a su s¨¢tira de la sociedad estadounidense, a su personalidad arrebatadora que los ha convertido en uno de los programas de televisi¨®n m¨¢s importantes de los ¨²ltimos tres lustros.

Juegos de mediocre calidad, descontextualizando a los personajes de su ambiente, mostrando aventuras que nada ten¨ªan que ver con lo que disfrut¨¢bamos en la caja tonta. Pero en esta ocasi¨®n se han resarcido con creces. La colaboraci¨®n del creador de los Simpsons, Matt Groening, con la gente de Radical Entertainment, creando un gui¨®n que bien podr¨ªa pasar por el de cualquiera de los cap¨ªtulos de la serie hacen de este t¨ªtulo de los Simpsons el mejor hasta la fecha. Y no por sus buenas cualidades t¨¦cnicas y jugables, que las tiene, sino porque de verdad y por primera vez podemos creer que estamos jugando con los verdaderos Simpsons.

Marge... ?Qu¨¦ demonios son esas abejas?
Hit & Run nos pone a los mandos de la familia m¨¢s extravagante de la televisi¨®n en una aventura de tintes c¨®micos, que encaja perfectamente en el esp¨ªritu de la serie. La aventura comienza con Homer reposando en su sof¨¢ viendo un maravilloso anuncio de Buzz-Cola que le har¨¢ salivar cu¨¢l perro de Pavlov. Sin embargo, la aparici¨®n de un h¨ªbrido de abeja-c¨¢mara de proporciones gigantescas romper¨¢ su descanso y le llevar¨¢ a ¨¦l y a otros de los personajes de la serie a investigar el porqu¨¦ de las abejas esp¨ªa, en una aventura en la que alrededor de 50 de los extravagantes humanos que habitan en Springfield har¨¢n aparici¨®n.

El juego se divide en 7 cap¨ªtulos, protagonizados por Homer y Bart (con dos apariciones cada uno), Lisa, Marge y Apu, que tenemos que superar en el orden establecido. Cada uno de los mencionados cap¨ªtulos contiene una serie de 8 misiones que debemos resolver para poder continuar la aventura, as¨ª como varios retos secretos que alargan la vida del juego. As¨ª podemos encontrar tres vestuarios distintos para cada uno de los personajes (por ejemplo para Homer podemos adquirir sus calzoncillos, el traje con el que hac¨ªa presencia en el cap¨ªtulo mas¨®nico donde era El Elegido, o la bata del cap¨ªtulo donde se dedicaba a engordar hasta reventar para poder trabajar desde casa).

Cada uno de ellos tiene tambi¨¦n su propia colecci¨®n de autos que debemos desbloquear (un total de 35 veh¨ªculos), bien adquiri¨¦ndolos a base de plata o bien cumpliendo alguna misi¨®n. Si le unimos a esto las tres carreras urbanas que se incluyen en cada episodio, las siete cartas distribuidas en cada escenario (un total de 49 postales que hacen referencia a alguno de los cap¨ªtulos de la serie), los 84 gags que hacen acto de presencia en todo el juego (notas humor¨ªsticas que hacen igual referencia a cap¨ªtulos de la serie de TV, como localizar el b¨²nker de Flanders o que Bart gaste una broma telef¨®nica) y las 140 c¨¢maras-abeja que debemos destruir, tenemos entretenimiento para rato.

g? r? ¨¢? f? i? c? o? s
Haciendo honor a la serie que sirve de fuente inspiradora y creadora, el look poligonal pero con toques cartoon por el que han decidido optar los dise?adores del juego nos har¨¢ creer en todo momento que realmente estamos interactuando en un cap¨ªtulo de televisi¨®n. Sencillas y coloridas texturas, fieles al criterio televisivo que nos hacen creer que estamos ante un t¨ªtulo dise?ado en cel-shading pero que realmente es tridimensional.

Saliendo a las calles podemos ver que hay multitud de personajes, unos reconocibles y otros no tanto, objetos, veh¨ªculos y edificios por reconocer. Se?ales viarias, sem¨¢foros , cabinas telef¨®nicas, m¨¢quinas expendedoras y ¨¢rboles de menor tama?o son destruibles por los veh¨ªculos que manejemos, dejando tras de s¨ª una buena colecci¨®n de monedas que podremos usar para adquirir coches y ropa entre otras cosas.

Los modelos de los personajes son ¨²nicos. Aunque dentro de su sencillez de dise?o, presente tambi¨¦n en la serie televisiva, est¨¢n perfectamente caracterizados. Acercarse a una calle solitaria y encontrar al mocoso Ralph rodando por el suelo con un dedo en la nariz, a Barney paseando junto a una gasolinera o al abuelo buscando el plasma sangu¨ªneo que le han robado nos har¨¢ sonre¨ªr sin compromiso. As¨ª hasta m¨¢s de 50 personajes televisivos: el man¨ªaco Se?or Burns, el rastrero Smithers, los matones Nelson y Jimbo, el payaso Krusty, el timorato Milhouse, el gru?¨®n Moe, los alcoh¨®licos Lenny y Carl, las horribles Patty y Selma...

Quiz¨¢ Flanders sea el modelo m¨¢s irreal de todos, el peor realizado por as¨ª decirlo, pero el resto son un aut¨¦ntico lujo que hacen verdadero honor a la comedia de la que provienen. El n¨²mero de animaciones, sin ser excesivo, si que cumple sobradamente sin que echemos de menos uno u otro movimiento, encajando todo en el esp¨ªritu de la serie.

Esto nos lleva a pensar en el motor gr¨¢fico y a las diferencia existentes entre versiones. El motor tiene un comportamiento muy estable y robusto en las misiones de conducci¨®n. Sin embargo, una vez en pie, la c¨¢mara tiende a fallar, a posicionarse en lugares desfavorables para seguir la acci¨®n y limit¨¢ndonos la visibilidad en m¨¢s ocasiones de las que quisi¨¦ramos. Y aunque podemos controlarla para que gire alrededor nuestro, cuando encuentra obst¨¢culos tales como paredes, no se colocar¨¢ donde nosotros quisi¨¦ramos.

Otro problema surge cuando algunos efectos de part¨ªculas hacen aparici¨®n en una pantalla ya de por s¨ª bastante cargada, lo que ocasiona ca¨ªdas o slow-downs en el frame rate, que son verdaderamente patentes en la versi¨®n PS2 y un poco menos notables en las otras consolas. Es tambi¨¦n rese?able cierto clipping que hace presencia cuando un personaje rueda por el aire como si lo estuviese haciendo por el suelo o cuando atravesamos un ¨¢rbol con nuestro coche sin que impactemos contra ¨¦l. Aunque no es determinante en la atm¨®sfera del juego, si deber¨ªan haberlo pulido un poco m¨¢s.

En cuanto a las diferencias gr¨¢ficas existentes entre unas m¨¢quinas y otras y como suele ser habitual, es la versi¨®n PS2 la que sale peor parada, con mayor n¨²mero de ralentizaciones y m¨¢s notorias, adem¨¢s de una paleta de colores un poco m¨¢s apagada que la de sus compa?eras de generaci¨®n, as¨ª como menor nitidez en escenarios y modelos, siendo Game Cube y Xbox las versiones m¨¢s pulidas y que mejor aspecto presentan. Pero trat¨¢ndose de un t¨ªtulo multiplataforma, las diferencias son escasas, ya que trabajar sobre una m¨¢quina t¨¦cnicamente m¨¢s d¨¦bil como PS2 obliga a no incluir efectos y detalles que las otras consolas podr¨ªan soportar sin mayor problema.

m? ¨²? s? i? c? a
Desde la melod¨ªa que diariamente abre la serie de dibujos, hasta las que aparecen en cada cap¨ªtulo est¨¢n aqu¨ª reflejadas. Cada personaje tienes sus propias composiciones, al igual que las misiones, que nos traer¨¢n uno u otro tipo de ritmos seg¨²n lo fren¨¦tica que se disponga a ser la acci¨®n. Perfectamente intercambiables con las de cualquier cap¨ªtulo de televisi¨®n, ayudan a crear la ambientaci¨®n id¨®nea que buscamos en el juego. Los usuarios de Xbox podr¨ªan exigir sonido 5.1 o el usar su propia lista de canciones (ninguna de dichas opciones est¨¢ presente), pero una vez cojan los mandos seguro que se van a olvidar de ello.

s? o? n? i??d? o??? f?? x
Si por algo debemos aplaudir a la gente de Vivendi es por ofrecernos un doblaje a la altura de las circunstancias. Ten¨ªan un juego grande entre manos, un t¨ªtulo entretenido, adictivo, con una radiante personalidad y con capacidad para ser la sorpresa del a?o. Pero que se podr¨ªan cargar en territorio espa?ol sin un doblaje adecuado.

Por suerte para todos nosotros, el reparto de actores que se encarga de doblar la serie en planeta Espa?a fue el elegido por Vivendi para doblar el juego. As¨ª que ya sab¨¦is con lo que vais a disfrutar, con unas voces perfectamente reconocibles, con una calidad pocas veces vista en un videojuego y que nos hacen creer en m¨¢s de una ocasi¨®n que estamos viendo un cap¨ªtulo de la serie. Todo un acierto por parte de la distribuidora y un generoso detalle gracias al cual todos los jugones de nuestro pa¨ªs podr¨¢n disfrutar del juego como se merece, sin perdernos ni un ¨¢pice del hilo argumental. Nuestras m¨¢s sinceras felicitaciones.

El resto de sonidos que aparecen durante el juego est¨¢n recreados con el mismo toque de cartoon, con esa misma comicidad que est¨¢ presente en todos los dem¨¢s aspectos del juego. Las bocinas de los coches y sus derrapes son un buen ejemplo, las roturas de cristales, farolas y otros objetos, los comentarios y chistes de los protagonistas son ¨²nicos, ayudando a crear una ambientaci¨®n verdaderamente ¨²nica en un juego de los Simpsons.

j? u? g? a? b? i? l? i? d? a? d
Esta entrega de la cl¨¢sica familia media americana se ha querido definir como la fusi¨®n de los Simpsons con la saga GTA. Pero hartos de comparaciones odiosas que siempre son favorables al juego de Rockstar, tenemos que a?adir que Hit & Run tiene la suficiente personalidad para desmarcarse del simulador criminal¨ªstico por antonomasia.

Y es que el gui¨®n y esp¨ªritu Matt Groening nos obliga a disfrutar de una versi¨®n light y apta para todos los p¨²blicos de la familia americana. El desarrollo basado en misiones provoca cierta linealidad no presente en GTA. Escenas introductorias nos ir¨¢n guiando por el camino correcto a seguir para cumplir cada uno de los episodios. Es cierto que en cualquier momento podemos optar por dejar a un lado la misi¨®n y lanzarnos a buscar carreras urbanas (que nos permiten ganar nuevos coches), a destruir abejas o a recolectar cartas.

Sin embargo, y con la salvedad de la misiones bonus y las carreras que son bastante entretenidas, lanzarse a cumplir los objetivos menores no es excesivamente entretenido. Es m¨¢s bien un a?adido a la diversi¨®n que nos obligar¨¢ a pararnos cuando veamos una carta o alg¨²n otro objeto, pero no buscarlos por si mismos.

Para conseguir bonificaciones es tambi¨¦n necesario recaudar monedas, las cuales aparecer¨¢n cuando destrocemos alguno de los objetos presentes en el escenario. Con ellas podremos comprar ropa o coches. Es curiosa tambi¨¦n la forma de conseguir los veh¨ªculos, ya que cuando estemos a punto de destruir uno de ellos, podemos elegir entre repararlo (para lo que es necesario encontrar una de las m¨²ltiples llaves inglesas repartidas por el escenario) o bien acercarnos a una cabina de tel¨¦fono, donde podremos seleccionar el
coche que queramos de los que tenemos disponibles y que instant¨¢neamente aparecer¨¢ intacto a nuestro lado.

Otra particularidad es el indicador de peligrosidad o delito. Inspirado tambi¨¦n en GTA, al igual que el mapa que nos gu¨ªa por las callejuelas de Springfield, ir¨¢ increment¨¢ndose seg¨²n realicemos destrozos o atropellemos o golpeemos a viandantes. Una vez que el indicador ha llegado al m¨¢ximo el mensaje "Hit & Run" aparece en pantalla y debemos huir de la torpe polic¨ªa. Desgraciadamente el sistema es bastante simple, tanto porque el indicador de delito desciende vertiginosamente si no cometemos ninguna fechor¨ªa, bien porque no existen las r¨¢pidas persecuciones que tan divertidas se mostraban en el juego de Rockstar.

La diferencia de ir a pie e ir en coche
Hay dos formas b¨¢sicas para cumplir las diferentes misiones que se nos van proponiendo. La primera de ellas es a bordo de un veh¨ªculo, donde encontraremos veces que debemos huir o perseguir a alguien, desplazarnos de un lugar a otro en un tiempo determinado o bien realizar una carrera, donde encontrar atajos no se?alados en el mapa ser¨¢ vital para cumplirla con
¨¦xito.

Su dificultad, aunque se ha intentado ajustar para que suponga un reto a los m¨¢s expertos, es bastante limitada, por lo que aquellos que sean m¨¢s habilidosos con los pads de control s¨®lo ver¨¢n dificultado su camino hacia el ¨¦xito en algunas misiones que tendr¨¢n que repetir. Porque esa es otra: si no cumplimos una misi¨®n a la primera el juego nos da la posibilidad de repetirla inmediatamente, lo que si bien da cierto dinamismo a la acci¨®n, provoca que el juego sea m¨¢s corto. Pero es preferible a volver a recorrer medio Springfield para que vuelvan a encomendarnos la susodicha misi¨®n.

El control de los autom¨®viles es tremendamente sencillo, con botones para acelerar, frenar y marcha atr¨¢s y freno de mano. Cada veh¨ªculo es distinto de los dem¨¢s, debido a la cantidad de puntos estad¨ªsticos que tengan en maniobrabilidad, velocidad, resistencia y peso. As¨ª manejar el furg¨®n escolar de Otto ser¨¢ mucho m¨¢s complejo que un deportivo. O el cami¨®n de Barney que es tremendamente m¨¢s resistente que el b¨®lido del alcalde Quimby. Aun as¨ª, la cantidad de golpes que puede recibir un auto antes de quedar destrozado es bastante alta, por lo que no tendremos que cambiar constantemente de veh¨ªculo para cumplir los objetivos.

La segunda forma de resolver los retos es a pie, donde el toque plataformas es m¨¢s que obvio, vi¨¦ndose asimismo acrecentado a la hora de recopilar cartas o acabar con las abejas, lo que en muchas ocasiones exigir¨¢ que vayamos plataforma en plataforma, buscando tejados u otros lugares elevados para encontrar lo que buscamos. El comportamiento de los personajes en estas ocasiones no es tan bueno como en coche, su control es algo m¨¢s complejo, sobre todo provocado por una c¨¢mara que no responde tan bien como desear¨ªamos, impidi¨¦ndonos en muchas ocasiones seguir la acci¨®n desde el
¨¢ngulo m¨¢s apropiado.

Aunque no es ni mucho menos malo, ya que el control es tan sencillo como accesible, si que rompen un poquito el buen tono general de los niveles de conducci¨®n. Aun as¨ª son un buen elemento para encadenar historias y para romper la monoton¨ªa que supone ir siempre en veh¨ªculos de motor.

c? o? n? c? l? u? s i? ¨®? n
Simpsons Hit & Run es de largo el mejor t¨ªtulo que la familia televisiva puede encontrar en un videojuego. Si hasta ahora se nos hab¨ªa mostrado unos Simpsons descontextualizados y fuera de su h¨¢bitat natural, en esta ocasi¨®n la perfecta recreaci¨®n de Springfield y un s¨®lido hilo argumental marca Matt Groening han propiciado un juego divertido y apto tanto para los amantes de esta serie de dibujos como para aquellos que no sean tan admiradores. Un control suave y sencillo para todo tipo de jugadores, un buen n¨²mero de misiones, la aparici¨®n de una enorme cantidad de caracteres de la serie, personalidad y sentido del humor propio de la familia y una buena combinaci¨®n de fases de plataformas y conducci¨®n, unido a un buen n¨²mero de misiones y entretenimientos extra le dan vida para rato

En contra podemos hablar de su baja dificultad, de la inspiraci¨®n demasiado obvia en algunos momentos de la saga GTA o de unas misiones secundarias (como la de encontrar las 49 cartas o destrozar las 140 abejas-c¨¢mara) que no son lo suficientemente atractivas. Podr¨ªamos pedir tambi¨¦n mayor libertad a la hora de encadenar las misiones o un n¨²mero mayor de retos alternativos a los que poder jugar. Pero es en estos detalles donde un juego excelente, sobresaliente o rompedor se diferencia de un t¨ªtulo notable, caso de este Simpsons Hit & Run.

Ahora que alguna cadena de televisi¨®n nos tortura repitiendo hasta la infamia los mismos cap¨ªtulos, es una buena oportunidad para gozar de un fresco y nuevo episodio de los Simpsons. Si eres fan de esta familia, una compra obligada; si no lo eres, un juego que te har¨¢ pasar unos muy buenos ratos y que te recomendamos fervientemente que pruebes. Puede ser la sorpresa del a?o.