Los simpson suben al taxi

La idea de conducir a toda maquina por Springfield con un "taxi" casero nos hace la boca agua. Ahora, la familia mas alocada de la TV nos brinda la posibilidad de visitar su ciudad con un paseo en sus coches... ?sub¨ªs?

Decir que la carrera de los Simpson en los videojuegos es mala sobra en cualquier reportaje. Los aficionados a esta serie llevamos ya innumerables a?os esperando que alguna compa?¨ªa decente se de cuenta del fil¨®n que pueden explotar y hagan un juego al menos jugable.

Con Road Rage parec¨ªa que ese momento hab¨ªa llegado. Las primeras im¨¢genes realmente nos dejaban muchas ilusiones para ver un juego al menos decente, parecido gr¨¢ficamente al Mario Kart que vimos en la SNES en su d¨ªa e igual de divertido.

Tras ver de qu¨¦ iba el juego (tampoco hab¨ªa que ser muy listo, pues tambi¨¦n se anunci¨® para las "gigantes" de Sony, Nintendo y Microsoft) las dudas empezaron a surgir. Y es que cuando sali¨® a la venta el ya cl¨¢sico de Sega "Crazy Taxi" nunca pensamos que tantos juegos intentar¨ªan copiar su sistema aunque con algunas ligeras diferencias.

Este es el caso de TS:RR, que ni sin ning¨²n complejo copia el sistema de Crazy Taxi y le a?ade algunos toques caseras, pr¨¢cticamente inapreciables, junto a la participaci¨®n de esta familia.

Tampoco tenemos razones por las que quejarnos, puesto que en las versiones superiores vimos una planteamiento muy similar, acusado por supuesto de ser un plagio del ya citado varias veces Crazy Taxi y de otros que han surgido despu¨¦s de ¨¦l.

  g  r  ¨¢  f  i  c  o  s

Si por algo destaca Road Rage es por su apartado gr¨¢fico. Pero tranquilos, no es lo que parece. Destaca, s¨ª, pero por lo horribles que son. La primera vez que ponemos el juego vemos algunas im¨¢genes que nos alegran la vista, seguida de la musiquita (otro tanto de lo mismo) t¨ªpica de la serie y de la que ya hablaremos m¨¢s tarde.

Im¨¢genes bien creadas que sirven como fondo para unos gr¨¢ficos propios que dan realmente pena. El abuso de p¨ªxeles se deja notar desde la primera vez que jugamos, en cambio, nuestro veh¨ªculos est¨¢n perfectamente modelados, algo similar a lo que pasa con los personajes que vemos en las ciudades, que sin estar muy bien dise?ados podremos distinguir cual es cual. Tarea que se nos facilitar¨¢ con un cuadradito que aparece cuando el cliente se sube a nuestro taxi, y con el cual podemos ver su estado emotivo dentro de este.

Creedme si os digo que es muy extra?o ver un coche bonito corriendo dentro de una ciudad que carece de un solo edificio y en la que no podemos distinguir un bordillo del c¨¦sped normal. Aun peor es cuando nos chocamos contra unos matorrales y no podemos seguir, o contra una monta?a de tierra colocada justo en el lugar id¨®neo para que nos choquemos con ella al coger una curva o al realizar un salto m¨¢s o menos largo.

Este fallo a la hora de colocar los objetos se da menos en la primera parte de la ciudad, (esta consta de varias zonas que ya explicaremos despu¨¦s). En las siguientes tendremos que hacer malabarismos para conseguir ver a la vez que saltamos y todo se mueve, junto a que no vemos bien el suelo por un extra?o fallo del juego, con el cual parece que estamos corriendo en una pista de agua en vez de en asfalto.

Por si fuera poco el colorido de los gr¨¢ficos nos pierde aun m¨¢s, junto a un fondo "invisible", que nos deja completamente desorientados. La extra?a man¨ªa de no poder dejar a los pasajeros en el propio circuito agrava los fallos principales de este apartado.

?Inexplicable? La pregunta no tiene respuesta. Sabemos seguro que la GBA puede dar mucho m¨¢s gr¨¢ficamente que lo que nos ofrece este RR, pero tambi¨¦n es cierto que la sensaci¨®n de velocidad que nos transmite el juego es al menos decente. De lo que no hay duda es que se pod¨ªa haber salvado este apartado para, al menos, conseguir una media que valga la pena? porque el resto del juego?

  a  u  d  i  o

Tonos pegadizos y muy repetitivos es lo que, como viene siendo normal, nos encontramos en GBA ¨²ltimamente. RR no es menos y vuelve a darnos esas melod¨ªas que oiremos unas cuantas veces y que acabaremos tarareando de tantas o¨ªrlas.

Al principio oiremos la melod¨ªa principal de la serie y la que ya todos conocemos, a decir verdad, la ¨²nica que vale la pena. De restos solo lo anteriormente dicho, tonos pegadizos y muy repetitivos que dan la pega pero no sobresalen del resto del juego, algo que a priori no es muy complicado.

El resto de sonidos son simplemente pasables, los coches, algunos gritos y pr¨¢cticamente ninguna voz y un muy molesto ruido del coche que coger¨¢ los 320 Km / h en un abrir y cerrar de ojos. Con esto quiero decir que oiremos el mismo ruido, junto a la m¨²sica durante todo el juego, ruidos que al menos var¨ªan dependiendo del coche

Y poco m¨¢s destacable de este apartado, aunque tampoco se hecha de menos o¨ªr nada m¨¢s de lo que ya tenemos en el juego. Suficiente para satisfacer.

   j  u  g  a  b  i  l  i  d  a  d

Como ya dije anteriormente, sabemos todos que la idea de este juego ha sido sacada directamente de Crazy Taxi, el juego de Taxis en el que nuestra misi¨®n era recoger a un pasajero y llevarlo a un destino en el menor tiempo posible consiguiendo puntos gracias a acrobacias durante el camino.

Si los propios productores de la saga no han sabido mejorar este concepto, o m¨¢s bien, cambiarlo, como ya demostraron con la tercera parte de la saga, ?Qui¨¦n podr¨¢? Por ahora nadie ha demostrado que la idea que en principio se plante¨® se pueda cambiar o innovar. Por supuesto en Road Rage, no lo han intentando.

En vez de eso han cambiado el "skin" que ve¨ªamos en el juego de Sega convirti¨¦ndolo en el mundo de los archiconocidos Simpson, con un resultado bastante pobre pero que al menos divierte las primeras horas. El sistema es muy b¨¢sico, y con la explicaci¨®n de "Crazy Taxi" os hab¨¦is podido hacer una idea bastante precisa. Viajamos con un personaje determinado de la serie que varia a nuestra elecci¨®n y con posibilidad de conseguir bastantes extras.

En un principio solo disponemos a los protagonistas de la serie, pero a medida que vayamos ganando puntos podremos desbloquear m¨¢s. El juego est¨¢ dividido en varios apartados: Road Rage, el principal, en el que tenemos que elegir a nuestro taxista y conducir nuestro "carro" buscando pasajeros y llev¨¢ndolos a un destino (este se suele repetir dependiendo del personaje que transportemos) que sale indicado en un mini mapa, aunque tambi¨¦n podremos guiarnos por unas flechas que debido a los gr¨¢ficos nos resultar¨¢ m¨¢s molesto que ¨²til, con un tiempo limite, y en el que tendremos un tiempo limite.

Iremos ganando puntos a medida que transportemos pasajeros con algunos alicientes como saltos y peticiones especiales de estos que nos dar¨¢n bonificaciones. Con ellos conseguiremos desbloquear extras que nos servir¨¢n para alargar la vida del juego.

Tambi¨¦n dispondremos del "modo misi¨®n" en el que tendremos que cumplir una serie de misiones, bastante complicadas divertidas pero tambi¨¦n muy complicadas, junto a los t¨ªpicos de este tipo de juego, como dar un paseo, los desaf¨ªos en los que puedes jugar con un amigo mediante un cable Link y el modo espect¨¢culo en el que tendremos que divertir a nuestros pasajeros con saltos coches etc.

El control de los coches es bastante simple de manejar, tan solo algunas complicaciones en saltos y derrapes que no nos amargaran mucho la vida. El principal problema vuelve a estar en lo complicado que resulta manejar uno de estos autom¨®viles por un circuito en el que vemos la curva 3 segundos antes de cogerla. No presenta ninguna complicaci¨®n para los peque?os el control en s¨ª, un punto que se agradece en el juego.

Cabe destacar que cada coche tiene su "comportamiento" por as¨ª decirlo. No nos limitamos a cambiar el modelo, nos encontraremos con distintos tipos de aceleraci¨®n, agarre y dem¨¢s que toman un segundo plano en el juego. Relegado, eso si, por los propios programadores que no han puesto ni las caracter¨ªsticas de los coches en el men¨² para elegir.

Bastantes modos y un sistema divertido que alargaran la vida del juego bastante. Las misiones aunque escasas (unas 10) son muy divertidas y desbloquear¨¢n algunos extras. Los modos de dificultad est¨¢n bastante bien calibrados, as¨ª que tanto si somos unos patosos jugando como unos "monstruos" podremos encontrar retos a nuestra altura.

  c  o  n  c  l  u  s  i  ¨®  n

Vamos por partes. Ya dije antes que Los Simpson, pese a ser una de las series mas conocidas por todos nosotros de dibujos animados que divierten a casi todo el mundo, nunca han tenido un juego que valga realmente la pena.

Con Road Rage, y aunque parezca t¨ªpico, pens¨¢bamos que la situaci¨®n iba a cambiar. No me refiero solo al juego que vemos hoy en GBA sino al de las consolas "mayores" tambi¨¦n. No cabe duda de que estamos antes un juego que sin ir m¨¢s lejos entretiene, con much¨ªsimos fallos y con algunos apartados, principalmente el gr¨¢fico, que dejan mucho que desear.

Y estos fallos son los que arruinan el juego. Esto, y que no presente ning¨²n aliciente mas que los personajes de la serie en el juego en s¨ª. No podemos controlarlos en realidad, solo a un coche muchas veces ficticio que han colocado, al parecer, por obligaci¨®n. Junto al apartado gr¨¢fico que queramos o no es el mas importante en el juego y que chafa la jugabilidad, y a su vez los tintos apartados del juego.

Imposible de permitir en GBA, injugable y muy cansino y repetitivo a la larga. Sin motivos aparentes para los fans para adquirir el juego. Para ser francos, da pena hablar as¨ª de un juego que pudo ser algo y se qued¨® en nada.

  l  o    m  e  j  o  r

  l  o    p  e  o  r