Porque los cl¨¢sicos nunca mueren.

La tercera parte de Super Mario Bros fue en su momento el mejor juego de plataformas; y durante mucho tiempo lo mantuvo. Ahora, todos los jugadores que se lo perdieron, podr¨¢n disfrutar con uno de los mayores cl¨¢sicos de la historia puesto al d¨ªa.

SMB3 iba a ser un cl¨¢sico, un juego obligatorio, un t¨ªtulo que marcar¨ªa un antes y un despu¨¦s, en un mundo en el que la m¨¢xima potencia la marcaban los 8 bits de la m¨¢quina de Nintendo: la grandiosa NES. Y as¨ª fue, como lo ha demostrado el tiempo. Desde entonces, muchas personas, ahora veteranas en este mundillo, lo disfrutaron de principio a fin.

Pero claro, muchos a?os han pasado, y muchos j¨®venes de hoy en d¨ªa no lo han podido disfrutar jam¨¢s. Para ellos, y para todos los nost¨¢lgicos que desean volver a recordar aquella maravilla l¨²dica, Nintendo les ha dado la oportunidad de jugar con una versi¨®n mejorada en la port¨¢til de Nintendo.

Y m¨¢s viendo los juegos que hay para GBA. Incluso las versiones de Super Mario World y Yoshi's Island, son un poco superiores a sus originales de Super Nintendo, ofreciendo un aspecto realmente agradable para el jugador.

Por eso, Nintendo ha dotado a esta versi¨®n de una puesta al d¨ªa en todos sus aspectos. El que m¨¢s llama la atenci¨®n es el gr¨¢fico, que ahora se parece mucho a SMW. El sonido tambi¨¦n ha recibido mejoras, y la jugabilidad ha quedado tal cual era el original.

Para rematar, se han a?adido algunos extras, tales como fases ocultas, u objetos potenciadotes provenientes de otros juegos de Mario, como la capa de SMW, que permite a Mario volar, planear, y subir por algunas paredes llevando carrerilla.

Y ahora que la versi¨®n m¨¢s antigua de las 3 que han saltado a GBA llega al mercado, sigue siendo la m¨¢s limitada. No por ello es menos divertido, ni menos jugable, pero SMW y YI fueron mejores cuando salieron (normal, al ser posteriores) y lo siguen siendo hoy en d¨ªa.

Tambi¨¦n hay que tener en cuenta que este juego ya sali¨® a la venta para Super Nintendo en un recopilatorio llamado Super Mario All Stars, que inclu¨ªa las 3 primeras partes de NES con gr¨¢ficos actualizados para SNES. Por lo tanto, ya es la tercera vez que Nintendo pone a la venta el mismo juego.

Pero que tampoco nadie se asuste por estos comentarios, que no por ellos el juego deja de ser una maravilla l¨²dica. Incluso puede que alg¨²n lector prefiera este Super Mario Bros 3 antes que alguna de sus continuaciones, aunque eso ya sean gustos personales. Desde luego, cualquiera que no haya jugado jam¨¢s con SMB3, no debe dejar pasar la oportunidad de probarlo.

El apartado visual es lo que mas llamar¨¢ la atenci¨®n a todos los que recuerden la versi¨®n original, pues es lo que m¨¢s actualizado est¨¢ de todo el juego. En primer lugar, lo que m¨¢s destaca es el colorido impregnado al juego. Ahora todo goza de un color digno de una m¨¢quina de 16 bits, al igual que los juegos posteriores de la saga.

Fondos, objetos, personajes? todo est¨¢ m¨¢s estilizado, y presenta un aspecto muy bueno. Aunque en realidad, todo no. Luigi, un personaje que ahora es jugable, ha sido cogido de Super Mario Bros 2, y no queda tan bien en el conjunto general gr¨¢fico.

Otro elemento que destaca es la profundidad que ahora se aprecia en las fases. Mediante el uso de scroll parallax, un sistema usado mucho en Super Nintendo, se consigue que los fondos sean m¨¢s din¨¢micos, movi¨¦ndose a varios niveles de profundidad. Este efecto, que no estaba en la versi¨®n original, y unido a la mejora est¨¦tica en el color, da un aspecto realmente bueno al t¨ªtulo.

Gracias a lo anteriormente citado, el juego se pone a la altura de Super Mario World en cuanto a apartado gr¨¢fico; pero no hay que olvidar, que ya de por s¨ª, el juego original, en NES ya presentaba un aspecto realmente bueno. No tanto para la ¨¦poca actual, pero era insuperable en su d¨ªa.

SMB3 ofrec¨ªa un personaje carism¨¢tico, grande y muy bien definido. Fondos de ensue?o que recreaban mundos incre¨ªbles. Todo lleno de detalles, e incluso los enemigos estaban creados de manera sobresaliente. Ya ten¨ªa un apartado excelente entonces, y ahora est¨¢ mejorado de gran manera.

 s o n i d o

La m¨²sica de SMB3 se mantiene, pero se ha mejorado para que suene en GBA aprovechando sus caracter¨ªsticas de sonido. Puede que estas no sean ninguna maravilla en comparaci¨®n con las consolas de sobremesa, pero s¨ª son mejores que la antigua consola de 8 bits de Nintendo, por lo que la puesta al d¨ªa era necesaria.

Por supuesto, al ser un juego de Mario, todos podr¨¢n imaginar que tipo de m¨²sica vendr¨¢ en este cartucho. Melod¨ªas muy alegres, muy din¨¢micas, y en general, excelentes. Acompa?an de manera insuperable al jugador a medida que va pasando fase tras fase.

Los efectos de sonido, no han pasado por ninguna mejora. Se han cogido los originales de NES y se han metido en este cartucho de GBA. Es una l¨¢stima, pero aun as¨ª tampoco hay nada que lamentar, ya que encajan bien con el juego. Tan s¨®lo hay algunos nuevos que provienen de SMW, o algunas voces de Mario 64.

?Que se puede decir de un Mario? Pues que es la jugabilidad cl¨¢sica de la saga. Saltos m¨¢s saltos, y muchos m¨¢s saltos. En contra, puede que este juego tenga el 'defecto' de ser m¨¢s limitado que sus continuaciones.

Es cierto que SMB3 supuso un avance en la saga. Mejorando las dos primeras entregas, ¨¦sta ten¨ªa la opci¨®n de navegar por un mapa, donde se pod¨ªa escoger la fase a la que se quer¨ªa ir. Luego esta idea se conserv¨® en entregas posteriores, e incluso se mejor¨®, se a?adieron m¨¢s elementos? etc.

El caso es que aqu¨ª las fases son de lo m¨¢s sencillo que se ha visto en la saga, tan s¨®lo superiores a las vistas en las 2 primeras entregas. B¨¢sicamente se limitan a ir del principio hasta el final esquivando los obst¨¢culos y los enemigos. Un poco simples, pero no por ello dejan de ser muy divertidas.

Pero la gracia de este juego es la habilidad de Mario de disfrazarse. Cosa que no ha podido hacer en ning¨²n otro t¨ªtulo, ni anterior ni posterior. Y cada disfraz da al fontanero diferentes habilidades. El primero es el que se obtiene al coger un flor de fuego y permite a Mario disparar bolas ardiendo para acabar con los enemigos. Es el cl¨¢sico de la saga, y casi ni puede considerarse un disfraz.

El m¨¢s popular del juego, y que se ve en la portada, es el de mapache. Con ¨¦l, Mario puede volar, planear, y eliminar a los enemigos con la cola. Funciona de manera similar a la capa de SMW, aunque la idea de este disfraz sea anterior cronol¨®gicamente.

Despu¨¦s est¨¢n otros menos conocidos, como el de rana, que permite a Mario desplazarse c¨®modamente por medios acu¨¢ticos. O el de martillo, que le permite lanzar martillos de igual manera que algunas tortugas enemigas.

En el mapa de selecci¨®n de fase, est¨¢n las tiendas de Toad, donde se pueden comprar estos y otros objetos, incluso vidas extras, con las monedas que se vayan recogiendo. Eso hace que el juego sea todav¨ªa m¨¢s f¨¢cil de lo que es por s¨ª mismo. Tambi¨¦n en el mencionado mapa se podr¨¢ acceder a zonas in¨¦ditas (y secretas, por supuesto), creadas para la ocasi¨®n.

Por ¨²ltimo, hay que hablar del modo para 2 jugadores, que por turnos, y en los papeles de Mario y Luigi, podr¨¢n ir sorteando las fases. En caso de poseer varias consolas y el cable link correspondiente, se podr¨¢ jugar al cl¨¢sico juego de Mario Bros que ya ven¨ªa incluido en anteriores versiones de Super Mario Advance.

Poco m¨¢s se puede decir del juego en s¨ª. Cuaquiera que haya jugado a un t¨ªtulo de Mario ya sabe lo que va a a encontrar: una jugabilidad endiablada a la par que sencilla. Mucho salto, pero eso s¨ª, bien elaborado.

Super Mario Advance 4 es un juego casi imprescindible. Es cierto que es el m¨¢s antiguo de todos los que han llegado a GBA, y puede que cierto sector del p¨²blico est¨¦ algo saturado de conversiones. Pero no hay que olvidar que este juego es uno de los que hicieron historia, y parte de su grandeza sigue inalterada por el tiempo.

Desde luego, nadie deber¨ªa dejar de probarlo, aunque solo fuera para ver como ha evolucionado la saga. Para la gran mayor¨ªa del p¨²blico, es una opci¨®n muy clara, tanto para quienes quieran recordarlo, como para quienes no lo hayan visto nunca.