Espadas de acero, pistolas de plata y Legiones del Caos.

Este a?o a los usuarios de PC nos han llegado algunos de los t¨ªtulos nacidos para PlayStation 2 m¨¢s valorados por los usuarios de esta m¨¢quina, aunque con algo -o mucho- de retraso. Los mejores ejemplos son Metal Gear Solid 2: Substance y Silent Hill 2, aunque ha habido otros, no tan ilustres. Ahora le toca el turno a Chaos Legion, y con una diferencia temporal con respecto a PS2 m¨ªnima, puesto que su lanzamiento mundial para compatibles es el 14 de noviembre.

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Chaos Legion es un juego de acci¨®n 3D, con perspectiva en tercera persona, en el que tomamos el papel de Sieg Wharheit -tambi¨¦n brevemente el de Arcia Rinslet- en su lucha por frustrar las intenciones de su otrora amigo y compa?ero de armas Victor Delacroix. De esta manera nos vemos empu?ando una espada con la que dar descanso a quien se nos oponga, montando como escenario espacios l¨²gubres, t¨¦tricos y de ambientaci¨®n g¨®tica, que nos llevan por ciudades en ruinas, cavernas y bosques.

El tipo de acci¨®n que el juego plantea no es demasiado novedoso, pues comprende la t¨ªpica din¨¢mica matar para avanzar, pero sus desarrolladores han sabido aderezarla con ciertos elementos que la enriquecen y que, si no consiguen hacerla ¨²nica, s¨ª al menos despegarla de lo vulgar. Sobre todo destaca la intervenci¨®n de las legiones, que el protagonista puede invocar para que le ayuden durante la lucha. Suman un total de siete, aunque s¨®lo dos estar¨¢n junto a nosotros a la vez. Unas son de car¨¢cter defensivo y otras ofensivo. Adem¨¢s, no todas son igual de efectivas contra los mismos enemigos, por lo que la elecci¨®n de una u otra no puede ser discrecional.

Otra baza que Chaos Legion juega bien para mantener nuestro inter¨¦s, es la posibilidad de ver evolucionar a nuestro personaje y a las legiones. Cuando golpeamos a los rivales las legiones reciben puntos de experiencia, que despu¨¦s asignaremos a ciertos valores que las har¨¢n mejores, y no s¨®lo a ellas, sino tambi¨¦n a Sieg, puesto que adquirir¨¢ nuevos golpes y movimientos.

Y ya he dicho que no s¨®lo manejamos a Sieg, puesto que en el nivel 9 entramos con Arcia, cuyos m¨¦todos difieren de forma notable de los del protagonista masculino. Si aqu¨¦l se sirve de una espada, ¨¦sta esgrime dos pistolas de plata que, m¨¢s que armas, se dir¨ªa que son aut¨¦nticas joyas. Con Sieg nos vemos avocados a la lucha cuerpo a cuerpo. Lo de Arcia es m¨¢s sutil, vali¨¦ndonos de la distancia y de la seguridad de mantener a los enemigos a raya, aunque tambi¨¦n podemos combatir con ella a base de patadas si lo deseamos. La otra gran diferencia con respecto a Sieg es que ella no puede invocar a las legiones.

Teniendo en cuenta que podemos jugar el t¨ªtulo completo llevando a Arcia, una vez que lo hayamos completado por primera vez, la rejugabilidad de Chaos Legion es un factor m¨¢s a su favor. Y no s¨®lo por el hecho de que sean dos los personajes disponibles, sino porque tambi¨¦n podr¨ªamos jugarlo potenciando y usando legiones de manera distinta a como lo hicimos en anteriores ocasiones.

La propia est¨¦tica del juego, tan t¨ªpica japonesa, con esos personajes estilizados, de rasgos ani?ados, facciones afiladas, peinados imposibles, indumentaria inclasificable y habilidades de otro planeta, resultan por s¨ª mismos un atractivo m¨¢s, sobre todo para nosotros, usuarios de PCs, poco acostumbrados a ella. La propia Arcia es buen ejemplo de lo que digo: una joven de aspecto fr¨¢gil y dulce que, sin embargo, dispara y golpea de forma virtuosa y fatal.

Y si seguimos hablando de las bondades de Chaos Legion, no podemos dejar de de mencionar sus excelentes v¨ªdeos, instrumentos a trav¨¦s de los cuales se nos narra la historia del juego. Art¨ªsticamente desbordantes de imaginaci¨®n y realizados con maestr¨ªa, algunos de ellos resultan estremecedores. De lo mejor que se puede ver hoy en d¨ªa junto a los de Blizzard.

Pero no todo van a ser buenas palabras para este programa. Hay algunas cosas en ¨¦l que dejan de merecerlas. Resulta un problema el hecho de que no se nos deje salvar cuando se nos antoje, t¨ªpico rasgo consolero. En los niveles hay un par de puntos que, una vez alcanzados, nos permitir¨¢n partir desde ellos si nos matan, y no desde el principio. Pero esto es as¨ª s¨®lo si continuamos con la partida en curso, puesto que si salimos del juego o volvemos a cargar la partida empezaremos desde el principio del nivel. Y lo cierto es que no son demasiado f¨¢ciles, m¨¢s bien al contrario. Los primeros niveles se me hicieron complicados al no saber c¨®mo enfrentarme mejor a cada tipo de enemigo y al ser las legiones y mi personaje a¨²n d¨¦biles. Quiz¨¢ los del medio son los m¨¢s asequibles, por los motivos contrarios. Los niveles finales, m¨¢s largos y atestados de enemigos, tambi¨¦n pueden ponerse muy cuesta arriba.

Este es el principal problema de Chaos Legion, que puede tenerte varias horas tratando de superar un nivel intentona tras intentona. L¨®gicamente, se convierte en un inconveniente significativo, que puede desganar al m¨¢s paciente. Otros dir¨¢n que su jugabilidad resulta demasiado simple, que no es m¨¢s que ir asestando espadazos sin fuste. Yo digo que s¨®lo es as¨ª de un primer vistazo. La intensidad del juego va in crescendo y, adem¨¢s de la acci¨®n pura y dura, nos ocupamos del desarrollo de nuestro personaje y las legiones, que, con el paso del tiempo, ir¨¢n ofreciendo m¨¢s.

En definitiva, Chaos Legion acaba siendo un buen juego de acci¨®n, con un estilo  poco frecuente en ordenadores compatibles, que da m¨¢s de lo que parece a simple vista, que premia al jugador insistente, y que puede resultar todav¨ªa mejor para quien sepa tolerar sus defectos.

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Gr¨¢ficos y sonido

La calidad t¨¦cnica del juego es irreprochable. En el apartado sonoro destacan tanto m¨²sica como efectos de sonido. Las composiciones para los men¨²s y los v¨ªdeos son de un tono entre lo ¨¦pico y lo m¨ªstico, mientras que son algo m¨¢s r¨¢pidas y contundentes las elegidas para las fases de acci¨®n. Los efectos resultan poco realistas, efectistas -valga la redundancia-, pero no por ello peores, m¨¢s bien al contrario, sobre todo teniendo en cuenta que el realismo cuenta poco en un juego de fantas¨ªa.

Los gr¨¢ficos est¨¢n a un muy buen nivel, a pesar de que hay ciertos detalles que, observados individualmente, desmerecen del conjunto, como por ejemplo la profundidad en el dibujo de escenarios, que se antoja escasa, a lo que se le une lo que yo llamo el efecto miop¨ªa, es decir, que con la distancia los objetos se difuminan y pierden definici¨®n, quiz¨¢ de manera exagerada. Las texturas, en especial las usadas para algunas construcciones, tampoco gozan de excesiva resoluci¨®n pero, insisto, observado todo el conjunto gr¨¢fico, la impresi¨®n que dejan es excelente. Aspectos a destacar sobre los dem¨¢s son la animaci¨®n, el modelado y los efectos visuales, con menci¨®n especial a la perfecci¨®n de l¨ªneas que lucen los personajes principales.

Gui¨®n

Sieg Wharheit, V¨ªctor Delacroix y Siela Riviere son miembros destacados de la Santa Orden de Overia, encargados de hacer que el orden y la paz imperen. Pero un d¨ªa algo nubla la raz¨®n de Delacroix, que empieza a tramar un plan para "expiar" los pecados del mundo y ahora ve en Sieg a un enemigo. Ambos se enfrentan y durante la contienda Siela resulta muerta. V¨ªctor culpa de ello a Sieg, al que permite vivir a¨²n un tiempo y usarle para cumplir con un ritual que traiga de vuelta a Siela.

Sin intenci¨®n de desvelar nada, este es, grosso modo, el armaz¨®n argumental. Sin duda previsible, y con elementos t¨®picos presentes, como las viejas amistades traicionadas, megaloman¨ªas de dominaci¨®n mundial o amores perdidos. A¨²n as¨ª, interesante, y maravillosamente narrado a trav¨¦s de los v¨ªdeos.

Jugabilidad

Dado su origen y vocaci¨®n consolera, el m¨¦todo de control ¨®ptimo es el pad, de ocho botones, eso s¨ª. Sin embargo, que no se preocupen quienes no dispongan de uno de estos dispositivos, porque con el teclado el programa es perfectamente jugable.

Los controles son las imprescindibles teclas de direcci¨®n, salto y ataque, a las que se unen otras para invocar a las legiones, ordenarles que ataquen, fijarles un blanco sobre el que disparar o pasarlas de modo activo al pasivo. Esto para Sieg, porque para Arcia, dado que no tiene capacidad para invocar legiones, tenemos las de disparar, atacar con patada, un movimiento especial con el que empieza a disparar sus pistolas hacia todo su alrededor y otro con el que puede apuntar de manera m¨¢s precisa, algo as¨ª como un modo semi-sniper.

En Chaos Legion nos movemos por espacios tridimensionales, desde una perspectiva en tercera persona cuyo ¨¢ngulo de enfoque cambia dependiendo del movimiento del personaje que llevamos, no siendo en ocasiones la m¨¢s adecuada de las posibles. Esto es algo bastante habitual cuando se usa este estilo de c¨¢mara, aunque por suerte suele ser un inconveniente menor que, como en este caso, podemos corregir gir¨¢ndola nosotros mismos para conseguir un mejor encuadre.

Los niveles tienen una apariencia siempre sombr¨ªa, con construcciones de tipo medieval, con aspecto de abandono. Aunque esta es la t¨®nica dominante, tambi¨¦n nos moveremos por cuevas, terrenos rocosos e incluso un bosque, en uno de los escenarios que visualmente m¨¢s me han gustado.

Como dije, la mec¨¢nica del juego consiste en avanzar abri¨¦ndose paso entre la multitud enemiga. Aqu¨ª no nos encontramos con puzzles, palancas, ascensores, puertas que abrir ni nada por el estilo. Se trata de empezar a repartir mandobles, ayudados por la legi¨®n elegida, para limpiar la zona y pasar a la siguiente. En cada zona suele haber un bicho o enemigo principal que habr¨¢ que derrotar y que, en muchas ocasiones, suele ser el que genera a los dem¨¢s, de manera que nuestros esfuerzos normalmente estar¨¢n centrados en despejar la zona lo suficiente como para acceder a ¨¦l y untarle con la espada para matarlo cuanto antes.

Al final de cada nivel nos encontramos con el t¨ªpico jefe de fase. Como suele ser habitual, las primeras intentonas s¨®lo servir¨¢n para conocer c¨®mo act¨²a, y una vez que lo tenemos "calado", no suelen presentar excesiva complicaci¨®n, aunque nunca son f¨¢ciles.

En cuanto a las legiones, punto importante del juego, podemos llevar dos por nivel, y convocarlas y desconvocarlas a nuestro antojo. Hay que tener en cuenta que esto consumir¨¢ alma, y que agotada el alma, la legi¨®n se esfuma. La manera de volver a llenarnos de alma es golpeando a los adversarios o bien utilizando los ¨ªtems correspondientes que cogemos por el mapa y guardamos en el inventario. Las legiones tienen un modo pasivo, con el que mantendr¨¢n una actitud defensiva en torno a nosotros, y un modo activo, con el que atacar¨¢n a todo lo que se menee y est¨¦ a su alcance. Tambi¨¦n, con el bot¨®n "apuntar", podemos fijarles un objetivo sobre el que centrar¨¢n sus ataques, e incluso podemos inmovilizar a ese objetivo dependiendo de su nivel y el nuestro.

Y hablando de nivel, ya coment¨¦ que las legiones evolucionan gracias a los puntos de experiencia que acumulamos, y que a su vez hacen evolucionar al personaje que controlamos. Cada legi¨®n tiene unas capacidades propias y otorga a Sieg algunas m¨¢s, como por ejemplo nuevos movimientos, mejoras en su ataque o capacidades defensivas. No s¨®lo influyen en Sieg cuando las hacemos evolucionar; dependiendo de cuales elijamos para jugar un nivel, tendremos m¨¢s o menos puntos de vida y de alma y mejores o peores aptitudes defensivas y ofensivas. Por eso es tan importante el papel que juegan las legiones, ya que no s¨®lo cambian ellas, sino que cambian al protagonista.

Estrategia y trucos

Lo ideal es combinar una legi¨®n ofensiva con una defensiva, y que adem¨¢s sean aptas, entre las dos, para acabar tanto con enemigos org¨¢nicos como met¨¢licos. Una legi¨®n ofensiva nos ayudar¨¢ a acabar con los rivales, y una defensiva reducir¨¢, en buena medida, las posibilidades de que se nos acerquen lo suficiente para alcanzarnos con un ataque, lo que nos deja espacio y tiempo para centrarnos en enemigos importantes.

Al principio, la mayor dificultad estriba en conocer c¨®mo atacan los enemigos y c¨®mo se les ataca. Cuando te aticen un par de veces descifrar¨¢s lo primero, y habr¨¢s dado el primer paso para hacer lo propio con lo segundo. Quiero decir que no huyas, ve a por ellos para ver qu¨¦ puedes hacerles y qu¨¦ pueden hacerte.

Ya dije que hay bichos que son la fuente que genera otros, y que suelen constituir el objetivo principal de una determinada zona. Pues bien, dado que suelen estar rodeados por otros, lo ideal es que te abras hueco suficiente entre ellos para acometer un ataque contra el principal, dejando que tu legi¨®n se encargue de los dem¨¢s. Ten en cuenta que recibir¨¢s alg¨²n golpe, al igual que la legi¨®n, y que puedes verte forzado a usar ¨ªtems de vida y alma para restaurarte. Es cuesti¨®n de calcular con cuanta intensidad puedes atacar al objetivo b¨¢sico y cuantas reservas tienes o podr¨ªas necesitar.

En cuanto a las decisiones sobre la evoluci¨®n de las legiones, teniendo en cuenta que son siete, yo he optado por potenciar dos, consiguiendo llevarlas pr¨¢cticamente a su m¨¢ximo. La contrapartida es que, renunciando a progresar con otras, Sieg goza de menos movimientos y capacidades. Esta es, pues, otra de las decisiones que dan contenido a Chaos Legion: reforzar hasta el m¨¢ximo pocas legiones, o hacerlo de forma m¨¢s moderada con todas ellas para que Sieg tenga m¨¢s y mejores cualidades.

Compar¨¢ndolo con...

Su referente m¨¢s pr¨®ximo en consolas ser¨ªa Devil May Cry, pero en PC hay poco que se le asemeje. Podr¨ªamos hablar de Blade, pero sus estilos de combate difieren notablemente. Tambi¨¦n de Enclave, pero el combate en Chaos Legion es a¨²n m¨¢s directo si cabe, y no hay puzzle alguno que resolver.

En PC estamos m¨¢s acostumbrados a que este tipo de juegos incluyan ciertas dosis de aventura y a una mayor interactividad con los elementos del escenario. Chaos Legion tiene un esp¨ªritu consolero muy puro, tanto que su mec¨¢nica est¨¢ muy pr¨®xima a la de los arcades tradicionales de los salones recreativos, con el aliciente ya muchas veces comentado del uso de las legiones, que le dan un toque de distinci¨®n. Es un juego con unas caracter¨ªsticas poco habituales en los juegos orientados a los ordenadores personales.

Lo que est¨¢ bien

Lo que no est¨¢ tan bien

No te permite salvar partida cuando t¨² lo desees, y teniendo en cuenta que hay ciertos sitios del juego bastante dif¨ªciles de superar, es probable que necesites repetir ciertas zonas o, en su caso, niveles enteros varias veces antes de superarlos. Si no eres especialmente habilidoso, este puede ser un inconveniente muy grave.

Por lo dem¨¢s, aunque correcto, carece de esos elementos que acaban haciendo a un juego grande, ya sea por su soberbia composici¨®n t¨¦cnica, por su jugabilidad ¨²nica y ejemplar o por sus aportaciones al rumbo del mundo del videojuego.

Enlaces

Requisitos del sistema

Los recomendados especifican sistema Windows XP, Pentium 4 a 2 GHz, 256 MB de RAM, tarjeta de v¨ªdeo de 128 MB compatible DirectX 8.1, tarjeta de sonido DirectSound y CD-ROM 32X