Vuelo qu¨ªmicamente puro

En Estados Unidos los proyectos gubernamentales de nuevas aeronaves reciben una denominaci¨®n que empieza por X (de eXperimental). Desde el X-1 que super¨® la barrera del sonido hasta engendros como el X-36 (busca su foto en Internet y entender¨¢s lo que decimos).

As¨ª que cuando un piloto llamado Austin Meyer decidi¨® en 1988 que se programar¨ªa su propio simulador de vuelo y lo har¨ªa lo mejor que pudiera le puso el nombre de X-Plane. Este detalle ya hace suponer cierta decisi¨®n de hacer las cosas bien por parte del autor pero si a?adimos que tiene un t¨ªtulo universitario de ingenier¨ªa aerospacial y que su empresa se llama Laminar research ya podemos ir haci¨¦ndonos una idea del tipo de producto que es X-Plane.

En breve X-Plane es un simulador de vuelo basado en un concepto distinto. En vez de utilizar tablas de datos y factores de ajuste para calcular las fuerzas sobre un avi¨®n completo, X-Plane simula el flujo de aire sobre distintas ¨¢reas del avi¨®n y calcula su efecto global. Es algo parecido a un t¨²nel de viento por software. Algo tremendamente complicado si se quiere una precisi¨®n industrial pero perfectamente factible en el campo de la simulaci¨®n a¨¦rea para PC.

En realidad X-Plane comenz¨® su andadura en el Macintosh y fue convertido posteriormente a PC. A¨²n hoy d¨ªa el desarrollo se produce en plataformas Mac y se traduce con posterioridad a PC.

Este enfoque inicial se mantiene vigente con el paso del tiempo y convierte a X-Plane en el simulador con el mejor modelo f¨ªsico de vuelo existente. Desde los primeros segundos de vuelo se advierte que este programa no tendr¨¢ piedad con el usuario, el avi¨®n se comporta como debiera y no cabe quejarse de sus respuestas ni de la dificultad. Los aviones vuelan as¨ª y punto. Tal es el nivel de calidad que hay empresas que lo utilizan como banco de pruebas para nuevos dise?os e incluso la FAA (la autoridad estadounidense sobre aviaci¨®n) ha reconocido su uso como m¨¦todo de adiestramiento en vuelo instrumental.

As¨ª que a X-Plane no le falta una base impecable sobre la que elaborar un simulador de vuelo de ¨¦xito. Ahora bien: ?estar¨¢ el resto del programa a la altura de ese n¨²cleo? Vamos a verlo.

Gr¨¢ficos y sonido

Los autores no pretenden enga?ar a nadie: se han centrado en el modelo de vuelo y tratan de conseguir el mejor posible. Por tanto la imagen y el sonido quedan en un segundo plano. Realmente tanto el aspecto de los aviones como el de los paneles desmerecen bastante en comparaci¨®n con otros simuladores. No es que se puedan calificar de malos pero no est¨¢n a la altura de lo que uno espera para un producto de este calibre.

Ciertamente los aviones pueden mejorar mucho con el uso de texturas adicionales o aviones completos descargables de las p¨¢ginas de aficionados. Incluso los paneles ofrecen un aspecto meramente "digno", suficiente para realizar su funci¨®n pero sin alardes visuales. En ocasiones, por cierto, y con ciertas resoluciones se pueden plantear problemas de legibilidad de los textos. Ocurre que han sido convertidos desde Mac y de resoluciones nativas de 800x600.

El caso de los escenarios es a¨²n peor. Aqu¨ª s¨ª que no vamos a andarnos con medias tintas: son MALOS. Y que conste que al decir malos nos referimos a su aspecto visual. Indudablemente las radioayudas est¨¢n en su sitio y los aeropuertos orientados correctamente pero es una l¨¢stima acercarse a un aeropuerto y verlo aislado en mitad de la m¨¢s inquietante nada. Con suerte, si estamos sobrevolando alguna de las ¨¢reas cubiertas se ver¨¢ alg¨²n terreno y algo parecido a poblaciones. Si no es el caso, los aeropuertos aparecen en mitad del oc¨¦ano. En efecto, para todas las ¨¢reas que no se incluyen en el disco de instalaci¨®n el programa rellena los alrededores con la textura del mar. Es un efecto realmente extra?o el de ver las pistas rodeadas de kil¨®metros de agua como si fuesen portaaviones aislados.

Tampoco es que la cosa mejore mucho con los escenarios incorporados porque se limitan a a?adir texturas de terreno o urbanas y algunas carreteras y l¨ªneas de alta tensi¨®n. Un detalle llama la atenci¨®n: en las carreteras se pueden ver veh¨ªculos desplaz¨¢ndose por ellas.

En fin ya hemos admitido de salida que X-Plane se orienta hacia la simulaci¨®n f¨ªsica y el vuelo instrumental pero dado que han demostrado su capacidad ?por qu¨¦ no mejorar esos escenarios o, al menos, mejorar algunas ¨¢reas de m¨¢s uso?

La parte sonora no resulta tan decepcionante porque apenas tiene trascendencia en la experiencia de vuelo. Los sonidos de motores hacen su funci¨®n y se han incluido algunos de los timbre habituales en cabina. Nada rese?able. Tambi¨¦n podemos o¨ªr a menudo las comunicaciones de otros aviones con control y viceversa. Naturalmente en Ingl¨¦s que es el idioma "de facto" aeron¨¢utico. Desgraciadamente cuando control se dirige a nosotros lo hace con una de esas voces sint¨¦ticas m¨¢s digna de una pel¨ªcula infantil de marcianos que de un simulador serio. Otros simuladores han corregido ese defecto as¨ª que confiamos que este tambi¨¦n lo haga en el futuro.

Gui¨®n

Huelga hablar de gui¨®n en un simulador. En este aspecto X-Plane es tan parco como cabe esperar. Seleccionamos un aeropuerto y aeronave de origen, un destino y a volar. Como mucho podemos escoger donde empezar, en rampa, pista o alrededores de alg¨²n aeropuerto. Incluye una curiosa opci¨®n, iniciar el vuelo en un punto al azar y tratar de orientarnos hasta tomar tierra sin incidentes. No es una situaci¨®n tan descabellada como parece. Son incontables los pilotos que se han encontrado sin querer perdidos tras descubrir demasiado tarde que no han seguido el rumbo que pensaban tomar.

Mencionemos que con el simulador se incluyen unos 40 aviones de distintos tipos que van desde las habituales Cessnas hasta el F-22 o un avi¨®n para sobrevolar las arenas de Marte. Cientos de modelos m¨¢s est¨¢n disponibles en Internet as¨ª como escenarios adicionales, sonidos y otros complementos.

Una curiosidad: se puede volar en Marte o, mejor dicho, se puede intentar puesto que la atm¨®sfera de Marte es tan tenue que la sustentaci¨®n es min¨²scula. Ser¨¢n necesarios aparatos con enormes alas y pesos m¨ªnimos para tener ¨¦xito en la empresa. Pero si incluso la NASA se lo ha planteado? ?porqu¨¦ no vamos a intentarlo nosotros?

Y un aspecto que ayuda bastante a ponernos en ambiente es el tratamiento que X-Plane hace del tiempo. Se nota que el autor es piloto y es plenamente consciente de la importancia de este apartado. Para empezar las posibilidades de ajuste son numerosas y muy flexibles de modo que raro ser¨¢ que no podamos ajustar las condiciones meteorol¨®gicas a nuestro gusto. Pero si ese fuera el caso nos queda el recurso de descargar la informaci¨®n meteorol¨®gica por Internet y volar en lo que X-Plane considera que es el tiempo real. El grado de ¨¦xito con que se enfrenta a esta tarea es variable pero en general dir¨ªamos que muy satisfactorio.

Estrategia y trucos

La orientaci¨®n de X-Plane hacia la fidelidad de vuelo deja sin sentido este apartado. El mejor truco es la preparaci¨®n previa del vuelo. Conocer detalladamente la aeronave que vamos a pilotar es imprescindible. Idem respecto a nuestro aeropuerto de salida y el de llegada. Y un aspecto que nunca debemos descuidar: las previsiones meteorol¨®gicas. X-Plane es inclemente con el piloto y si hay tormenta m¨¢s te vale estar prevenido y evitarla. En todo caso merece la pena recordar el viejo dicho aeron¨¢utico: "m¨¢s vale estar abajo queriendo estar arriba que estar arriba queriendo estar abajo".

Jugabilidad

Para enfrentarse a X-Plane hace falta cierta dosis de entusiasmo y algo de experiencia previa. Por ejemplo en descompresores, ya que el CD suministrado no trae programa de instalaci¨®n. En ¨¦l hallaremos un fichero comprimido que hemos de descomprimir en una carpeta creada a tal efecto. Por cierto, ser¨¢ necesario disponer siempre del cd insertado en el lector CD-ROM para conseguir que el programa funcione. De no hacerse as¨ª el programa entra en el modo DEMO y a los pocos minutos deja de responder a los mandos.

Hemos de hacer una salvedad: la versi¨®n comercializada en Espa?a actualmente es la 6.26 pero en la p¨¢gina del fabricante ya se puede adquirir la 7. Esta discrepancia tiene su importancia por cuanto de una a otra cambian ciertos formatos y no nos va a ser posible utilizar algunos complementos. En concreto nos hemos llevado una desagradable sorpresa al comprobar que el "Worlwide Scenery" no funciona en la versi¨®n 6.26 y requiere, como m¨ªnimo, la 6.5. ?Qu¨¦ recurso nos queda? Pues hacer un rastreo por la red en busca de una actualizaci¨®n obsoleta pero imprescindible para nuestros intereses. En concreto debemos buscar los ficheros XWINFULL650.EXE o, mejor aun, XWINFULL670.EXE. Estos ficheros act¨²an como actualizaciones para cualquier poseedor de una versi¨®n 6.xx con cd original. La pega es que su tama?o (118 megas) vuelve la tarea poco menos que imposible para quien no disponga de una buena conexi¨®n a Internet. De no tener ¨¦xito en la actualizaci¨®n es in¨²til descargarse los escenarios del fabricante o adquirir el "Worlwide Scenery"

Junto con el programa se incluyen unos ficheros que recogen miles de aeropuertos, VOR/NDB, y fijos de navegaci¨®n. Pero es siempre recomendable hacer una b¨²squeda y descargar los ¨²ltimos que tendr¨¢n m¨¢s informaci¨®n y m¨¢s corregida. Al menos as¨ª lo dir¨ªa uno porque es bien cierto que hemos encontrado errores garrafales en algunos aeropuertos espa?oles como San Javier (Murcia) con pistas desconectadas de las calles de rodadura y v¨ªas muertas que no llevan a ning¨²n sitio. Es una l¨¢stima que un producto con una base de tal calidad se vea empobrecido por desajustes como estos que tiene f¨¢cil soluci¨®n.

Una vez a los mandos descubrimos porqu¨¦ este programa se ha ganado una reputaci¨®n de calidad entre sus usuarios. Realmente proporciona la impresi¨®n de estar a los mandos de un avi¨®n. Para lo bueno y para lo malo porque si bien sus respuestas y comportamientos son de un realismo admirable tambi¨¦n lo son los vicios de algunos aparatos o, por ejemplo, la influencia del viento y las turbulencias. Se puede hasta cierto punto suavizar ese realismo mediante ajustes a las opciones pero hacerlo es como ir al cine con gafas oscuras.

Ya que disponemos de un modelo de vuelo tan exquisito disfrutemos de ¨¦l. Se supone, por otra parte, que quien adquiere este simulador tiene ya cierta experiencia de vuelo, bien simulado, bien real. No es realmente un producto que yo recomiende a un novato en este campo. Por ejemplo, sin una s¨®lida experiencia en vuelo instrumental va a ser muy dif¨ªcil que apreciemos las bondades de X-Plane.

Es m¨¢s, va a ser dif¨ªcil siquiera que podamos hacer un vuelo en condiciones. Esta claro que nada nos impide despegar de un aer¨®dromo y volar sin orden ni concierto hasta descubrir otra pista y aterrizar. Pero nos encontrar¨ªamos en una situaci¨®n similar a la de cualquier pasajero obligado s¨²bitamente a tomar los mandos del avi¨®n al estilo de una de esas pel¨ªculas "Aeropuerto xx". Muy cinematogr¨¢fico pero muy poco plausible. As¨ª que preparaci¨®n previa, mucho m¨¦todo y paciencia, que hay mucho que aprender.

Compar¨¢ndolo con...

Un apartado en el que la diferencia es sangrante es el de los escenarios. Como ya se ha mencionado s¨®lo unas pocas zonas est¨¢n incluidas en el programa original y el resto es mar oc¨¦ano. Se puede, no obstante, visitar la p¨¢gina del fabricante y descargar gratuitamente escenarios para cualquier ¨¢rea del mundo. Pero este recurso se vuelve inabordable si tenemos en cuenta el volumen en caso de querer descargar todo el escenario mundial. Recuerde, adem¨¢s, que de nada le servir¨¢ si no se actualiza a una versi¨®n 6.5 o posterior (la que se comercializa es la 6.26)

Hay ciertos aspectos en los que no se puede establecer comparaci¨®n. X-Plane incluye ciertas herramientas que no encontramos en otros programas: Un editor de escenarios, un editor de aviones y un editor de perfiles alares. Los tres parecen estar dise?ados por ingenieros y, claro, el usuario medio se encontrar¨¢ con una dura etapa de aprendizaje si quiere aprovecharlos.

Especialmente frustrante es el caso del dise?ador de perfiles. En vez de requerir el dibujo del perfil espera que le proporcionemos los par¨¢metros que lo definen. ?Uff! Este servidor de vds ha construido algunos aviones a escala y les aseguro que no es ninguna broma la definici¨®n param¨¦trica. Que el dios de la aerona¨²tica les coja confesados.

Si el lector es de los que odian tener que poner el video en hora estos complementos no despertar¨¢n su entusiasmo. Pero si es de los que se han le¨ªdo hasta las instrucciones del m¨®vil, enhorabuena, va a disfrutar como nunca.

Lo que est¨¢ bien

Lo que no est¨¢ tan bien

Manual

El manual impreso que se suministra recupera la muy sana costumbre de proporcionar al usuario una gu¨ªa paso a paso de las operaciones a realizar. Con sus m¨¢s de ochenta p¨¢ginas en espa?ol cubre ampliamente todas las posibilidades del programa. Quede claro que no se trata de un manual de vuelo sino de un manual de ESTE simulador. No estar¨¢ de m¨¢s que el usuario tenga una m¨ªnima experiencia o se plantee alguna lectura adicional dado el nivel de precisi¨®n del vuelo en X-plane.

Por lo dem¨¢s el enfoque del manual es el de una gu¨ªa que se inicia en la instalaci¨®n y va avanzando por el vuelo inicial y otras opciones hasta acabar cubriendo tanto las bases de la aerodin¨¢mica como la instrumentaci¨®n (los puntos fuertes de x-plane). Es encomiable que tambi¨¦n se hayan incluido explicaciones muy completas sobre los complementos de x-plane. En concreto hay cap¨ªtulos dedicados a los dise?adores de escenarios, aviones y perfiles.

No obstante se echa en falta una presencia de gr¨¢ficos y esquemas que aclaren los procedimientos y conceptos vertidos en el texto. Si bien el texto es, naturalmente, correcto, me temo que muchos usuarios van a tener dificultades para entender ciertos aspectos de, por ejemplo, la navegaci¨®n instrumental. El funcionamiento de VOR o ILS quedar¨ªa mucho m¨¢s claro con unos gr¨¢ficos explicativos. Se puede hacer id¨¦ntica observaci¨®n en el caso de los complementos de dise?o. Quien no se haya enfrentado nunca al dise?o de perfiles tendr¨¢ que leer y releer varias veces el manual hasta hacerse con la tarea. Y justo en ese apartado creo que habr¨ªa que hacer alguna, m¨ªnima, correcci¨®n. Ya se que este no es un libro de texto pero decir que sustentaci¨®n es "cu¨¢nto quiere elevarse el perfil" no esta a la altura del rigor que x-plane exhibe en general.

En conjunto es un manual de lectura muy agradable (es la primera vez que veo la expresi¨®n "Y ES LA LECHE DE FASCINANTE" en el manual de un simulador pero el autor de la frase es el propio Austin Meyer) y lo bastante completo como para que a¨²n no haya encontrado un aspecto que no cubra.

Adem¨¢s del manual impreso x-plane contiene m¨¢s ayuda en forma de un conjunto de p¨¢ginas html alojadas en nuestro disco duro. Creo que no se pretende que esta documentaci¨®n substituya al manual impreso sino que sea una herramienta de referencia por lo que no brilla ni por su contenido ni por su cantidad. La mayor¨ªa de las cosas se dan por sabidas y s¨®lo se explica como acceder a ellas en este programa. Por ejemplo, se te informa cual es la tecla que activa los flaps pero tu ya tienes que saber qu¨¦ son y para qu¨¦ sirven. Insisto, no es un programa para novatos.

Aunque adem¨¢s trae una ayuda en l¨ªnea, su estructura es algo deslavazada y a veces es muy dif¨ªcil resolver las dudas. Algo equivalente se puede decir respecto a la estructura de los men¨²s y las pantallas de ajuste. Lleva su tiempo ir encontrando las cosas y no siempre est¨¢n donde uno espera. Por esto es de agradecer que tengamos un manual impreso para consultar sin interrumpir nuestros vuelos.

El enfoque general de x-plane es el de una potente herramienta orientada a personas que ya saben lo que se traen entre manos pero que tambi¨¦n puede ser muy satisfactorio para quien se inicie si est¨¢ dispuesto a emplear alg¨²n tiempo en el aprendizaje.  Por otra parte si no dispones previamente de esos conocimientos tal vez te convenga buscar en otras fuentes la soluci¨®n a tus dudas.

Requerimientos del sistema

M¨ªnimos

PC con Pentium II a 300 Mhz, MS Windows 95, 98, 2000, Me o XP, 256 MB RAM, 450 MB libres en disco duro. Tarjeta de video 3D de 16 MB, Lector CD-ROM 4x, Rat¨®n, teclado, monitor. Tarjeta de sonido compatible con Direct Sound

Recomendables

Pentium 2 GHz o superior, 512 MB RAM, CD_ROM 16X, Tarjeta aceleradora 3D con 64 MB de memoria incorporada. Joystick (Si es posible Force Feed Back) y pedales. M¨®dem 56,6 kbps /Red local o acceso a Internet de banda ancha.

Enlaces

A un precio de 29,95 Euros podemos adquirir la ¨²ltima versi¨®n del escenario global para X-plane. Puesto que X-Plane incluye muy pocas zonas con un escenario merecedor de tal nombre se hac¨ªa imprescindible la publicaci¨®n de un escenario que abarcase m¨¢s regiones. EL denominado GLOS (Global Scenery Project) ha sido publicado por los propios autores de X-Plane (laminar research) y est¨¢ disponible en la red en:

http://www.chromatix.uklinux.net/scenery/download.html

Ahora bien, como quiera que la tarea de descargarlo se convierte en una empresa poco menos que imposible se ha procedido a su lanzamiento en formato CD o mejor dicho en 4 CD (?debo decir ceder¨®ns?) bajo el nombre "Worlwide Scenery". En esos cuatro compactos se encuentran sendos ficheros que contienen comprimidas las carpetas que hemos de descargar en nuestro directorio ?/resources/earht_nav_data.

Tras hacerlo X-Plane las leer¨¢ al arrancar y proceder¨¢ a incorporar la informaci¨®n de esos escenarios. Es decir, la de todo el globo.

Pero conviene no hacerse demasiadas ilusiones porque no se trata de escenarios hiperrealistas con detalladas texturas del terreno sino de un escenario general que sirve de base a los aeropuertos y objetos del programa original. Se incluyen, eso s¨ª, elementos ¨²tiles para el vuelo como l¨ªneas de tendido el¨¦ctrico, carreteras, v¨ªas ferroviarias, r¨ªos y lagos y, en general, los componentes imprescindibles para un vuelo visual b¨¢sico.

Es dif¨ªcil arriesgarse a hacer una recomendaci¨®n sobre su compra. Si a algunos les puede parecer imprescindible tener un terreno bajo nuestro avi¨®n en vez de ese mar habitual, habr¨¢ quien se lamente de su precio al compararlo con productos de la competencia. Afortunadamente en este caso podemos comprar "a cata" como si se tratara de un apetecible mel¨®n. Basta con visitar la direcci¨®n recomendada y descargar una zona que resulte de nuestro inter¨¦s. En concreto quienes quieran volar sobre la pen¨ªnsula ib¨¦rica deben descargar los ficheros: N30W010.RAR y N40W010.RAR que cubren la mayor¨ªa de la pen¨ªnsula (Parte de la regi¨®n nordeste se haya en el fichero N40E000.RAR). Descargados e instalados los ficheros podemos comprobar si el escenario es de nuestro gusto y proceder a recoger m¨¢s ficheros (son totalmente gratuitos) o adquirir la edici¨®n en CD.

Naturalmente esto no impide que recojamos de Internet alguno de los escenarios m¨¢s detallados que los entusiastas usuarios de X-Plane han elaborado. Se trata, m¨¢s bien, de un completo tapiz de fondo sobre el que resulta mucho m¨¢s c¨®modo y f¨¢cil desplazarse.

La decisi¨®n, finalmente se ha de basar en el uso espec¨ªfico que hagamos de nuestro simulador.

ATENCI?N: Como ya se ha explicado en el an¨¢lisis de X-Plane, este escenario no es compatible con versiones del programa anteriores a la 6.5 y como quiera que la que se vende es la 6.26 ser¨¢ necesario descargar la actualizaci¨®n correspondiente. En realidad se trata del programa ¨ªntegro (118 megas) que substituye al anterior Eso s¨ª, ser¨¢ necesario disponer del CD original insertado en la lectora para poder disfrutar del programa.