Ron Gilbert, una mente prodigiosa (3? parte)

Humongous: el sue?o de un ni?o grande

Tras el enorme ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico, Ron, que hab¨ªa llegado a la c¨²spide de su carrera con el insuperable Lechuck's Revenge, decidi¨® inesperadamente abandonar la nave de Lucasfilm Games. Gilbert, que hab¨ªa implantado soberbiamente una nueva forma de hacer aventuras, sorprendi¨® a propios y a extra?os al tomar una controvertida decisi¨®n que muchos de sus fans a¨²n intentan comprender y justificar sin mucho ¨¦xito. "Not¨¦ que hab¨ªa llegado mi hora -explicaba Gilbert-. Estuve en LucasArts durante ocho largos a?os y hab¨ªa llegado la hora de cambiar. Quer¨ªa averiguar si pod¨ªa hacer algo por mis propios medios, a mi manera. Los juegos de aventura estaban muriendo. No quise dejar pasar de largo otro a?o para desarrollar un juego para un g¨¦nero en clara decadencia. Es por eso que cre¨¦ Humongous Entertainment con mi compa?era Shelley Day." Ron tambi¨¦n se encarg¨® de dejar alg¨²n que otro ponzo?oso mensajito a los directivos de Lucas, a los que acus¨® abiertamente de convertir a Lucasfilm Games en una compa?¨ªa de t¨ªtulos 100% comerciales basados, la gran mayor¨ªa de ellos, en licencias cinematogr¨¢ficas de renombre. "A¨²n suelo hablar con mucha gente que trabaja en Lucas y es divertido comprobar que hay dos bandos claramente opuestos entre todos ellos. Hay gente que opina que es magn¨ªfico el poder trabajar en nuevos juegos de Star Wars y hay otra que no se puede creer que tenga que volver a trabajar de nuevo en otro t¨ªtulo de Star Wars. Yo esperar¨¦ a ver las pel¨ªculas, pero no me voy a preocupar por no estar en medio de todo ello." - afirmaba Gilbert en relaci¨®n a sus antiguos compa?eros de la gran L. "Tampoco envidio a George Lucas con su pr¨®xima pel¨ªcula sobre la Guerra de las Galaxias. Cuando tu creas algo de la nada, la gente no espera gran cosa de ti. Con una secuela, en cambio, se siente una gran presi¨®n provocada por la expectaci¨®n de la gente..." - conclu¨ªa Gilbert.

Humongous Entertainment naci¨® con la idea de ofrecer divertidos juegos de aventuras para que los m¨¢s peque?os desarrollaran as¨ª su creatividad e inteligencia. Ron pens¨® que pese al debacle del g¨¦nero de la aventura gr¨¢fica, los ni?os seguir¨ªan divirti¨¦ndose con juegos con la misma jugabilidad y encanto que los Monkey Island y adem¨¢s, el desarrollo de estos t¨ªtulos infantiles no supon¨ªa la misma inversi¨®n econ¨®mica que las mastod¨®nticas producciones destinadas a un p¨²blico mucho m¨¢s adulto. "Los ni?os son muy diferentes de los adultos - comentaba Gilbert. Ellos no se preocupan por los aspectos tecnol¨®gicos del juego. S¨®lo est¨¢n interesados en una buena historia y unos buenos puzzles. Es refrescante dise?ar juegos para ni?os, y yo puedo aprender much¨ªsimo con ello." Uno de los juegos infantiles de los que se siente m¨¢s orgulloso Ron Gilbert es el genial Putt-Putt (1992) y todas sus posteriores secuelas. "Putt-Putt me ayud¨® a crecer como dise?ador. Descubr¨ª que ten¨ªa que utilizar una manera diferente de contar historias si ¨¦stas iban a ir dirigidas a los ni?os. Pod¨ªa arriesgarme a hacer aquello que yo deseaba porque ellos no se creaban ninguna expectaci¨®n sobre c¨®mo ser¨ªa el resultado. Sin estas coacciones y expectativas era mucho m¨¢s f¨¢cil introducir elementos nuevos en el dise?o, como los "click points", que permit¨ªan que los ni?os se llevaran alguna que otra sorpresa al se?alar y "clickear" alg¨²n ¨ªtem de la pantalla. A los ni?os les encantaba esto. Y tambi¨¦n a un mont¨®n de adultos?"- comentaba Gilbert recordando sus emotivos inicios en Humongous.

Las dos primeras partes de Putt-Putt tuvieron escaso ¨¦xito de ventas. Humongous consigui¨® colocar en el mercado tan s¨®lo unas quince-mil copias de sus dos primeras entregas debido, quiz¨¢s, a lo poco consolidado que se encontraba el mercado infantil en todas partes y a la escasa fama de la reci¨¦n nacida Humongous como desarrolladora de software infantil. Pero Gilbert era un luchador nato y nunca dej¨® de creer en aquello que dise?aba. Entendi¨® que aquellos resultados era tan s¨®lo un reflejo del estado del mercado y de puro marketing, y no una equivocada direcci¨®n en el planteamiento de sus juegos infantiles. Parad¨®jicamente, y llevando la contraria a las fr¨ªas cifras de venta, los especialistas del sector y la prensa no escatimaron elogios ni premios hacia las nuevas creaciones de Ron Gilbert. "?ltimamente nuestras ventas se han incrementado hasta el punto de que ahora somos la tercera compa?¨ªa m¨¢s importante en el desarrollo y publicaci¨®n de software infantil. La compa?¨ªa contin¨²a produciendo juegos de aventura para ni?os, introduciendo nuevos personajes como Freddi Fish, Pajama Sam, y Spy Fox. Tambi¨¦n hemos hecho algunos arcades adicionales, pero el n¨²cleo de lo k desarrollamos en Humongous son juegos de aventura." -declaraba Gilbert claramente satisfecho por el trabajo realizado en la compa?¨ªa.

Pero hab¨ªa algo que Ron echaba de menos en su nuevo y gratificante trabajo como desarrollador de juegos para ni?os. Gilbert a?oraba profundamente todo aquel mundo que hab¨ªa dejado atr¨¢s al abandonar la compa?¨ªa de George Lucas. Hab¨ªa perdido el contacto con aquel gran grupo de "jugones hard-core", con aquella porci¨®n de sagaces "jugadores profesionales" que exig¨ªan m¨¢s y m¨¢s en cada uno de los juegos publicados y que se tiraban horas y horas boquiabiertos delante del monitor con la jarra de Grog en la mano. Corr¨ªa el a?o 1995. Gilbert not¨® un cosquilleo de nostalgia en su interior, y de esa sensaci¨®n de l¨®gica y estremecedora a?oranza, cre¨® una nueva compa?¨ªa de juegos para adultos que iba a cubrir ese melanc¨®lico vac¨ªo existencial que no le dejaba pegar ojo. Caballeros?Cavedog Entertainment hab¨ªa entrado en juego.

Cavedog, Chris Taylor y un juego llamado Total Annihilation

Todo le vino de cara a Ron. Aprovechando que su compa?era, Shelley Day, conoc¨ªa a Chris Taylor desde tiempos casi inmemoriales, le ofrecieron a ¨¦ste la posibilidad de trabajar en Cavedog con libertad para desarrollar, tras comparar ideas comunes, el juego que quisiera. El dise?ador de t¨ªtulos como Stonekeep (1995) o Test Drive II: The Duel (1989), y que acababa de participar en el Need for Speed: Special Edition (1996) de Electronic Arts como testeador del producto, entr¨® as¨ª a forma parte de la prometedora compa?¨ªa de Ron Gilbert. Taylor ten¨ªa en mente desarrollar un RTS en 3D en la l¨ªnea del famoso Command & Conquer (1995), un juego, por cierto, al que Ron admiraba profundamente.

En pleno desarrollo de Total Annilation (TA), el revolucionario t¨ªtulo que ten¨ªa en mente Taylor, Gilbert y Shelley optaron por vender sus dos compa?¨ªas hermanas a la todopoderosa GT Interactive, que a partir de ese momento se encargar¨ªa tanto de suministrar m¨¢s fondos para el proyecto TA como de la distribuci¨®n a lo grande del producto, incluyendo tambi¨¦n todo lo relacionado con el marketing y la publicidad. Gilbert comprendi¨® que esta uni¨®n facilitar¨ªa mucho el crecimiento de Cavedog Entertainment y que parte del futuro ¨¦xito de ¨¦sta ¨²ltima pasaba irremediablemente por unirse a una gran compa?¨ªa como GTI. "La primera cosa que tienes que entender cuando vendes una compa?¨ªa que tu mismo has creado -contin¨²a Ron- es que la est¨¢s vendiendo a alguien m¨¢s. Ellos querr¨¢n hacer cosas con tu compa?¨ªa por el bien de sus intereses pero no necesariamente por el bien de los tuyos particulares. Yo no me di cuenta de esto cuando vend¨ª Humongous. Entonces aprend¨ª que tienes que apartarte emocionalmente de tu compa?¨ªa antes de venderla. Una vez que la has vendido, es de ellos. Tu has de seguir su visi¨®n. No quiero decir que su visi¨®n sea mala, pero puede que sea sustancialmente diferente a la tuya. He hablado con gente que tiene sus propias compa?¨ªas y ellos piensan que venderlas no cambia las cosas. Pienso que esta es una esperanza irreal. Adem¨¢s, los editores de videojuegos no lo est¨¢n haciendo bien en este momento. Muchas compa?¨ªas desarrolladoras se quejan de que sus editores ganan montones de dinero a costa de ellas. Y esto es verdad para los juegos que se convierten en grandes ¨¦xitos, pero la cruda realidad es que la mayor¨ªa de juegos hacen perder dinero, no ganarlo".- sentencia Gilbert.

Ron actu¨® como productor en Total Annihilation trabajando muy de cerca con Taylor, l¨ªder del proyecto, y con Clayton Kauzlaric, el jefe de arte, aunque en ning¨²n momento particip¨® activamente en la confecci¨®n ni en el dise?o del mismo. A pesar de que Ron era un fan declarado de C&C, su pasi¨®n continuaban siendo los juegos de aventura, y aunque el g¨¦nero no estaba atravesando un buen momento, no ten¨ªa ning¨²n reparo en afirmarlo. "Me gusta contar historias. Total Annihilation muestra una historia a lo largo del juego pero no tiene peso por s¨ª misma. Sigo prefiriendo las historias interactivas, las aventuras gr¨¢ficas. Pero la gente quiere videojuegos a los que puedan jugar una y otra vez y ¨¦ste es uno de los principales problemas que tienen las aventuras. Cuando has llegado al final ya no te apetece volver a jugarlas."

Durante el desarrollo de Total Annihilation, que dur¨® aproximadamente dos a?os, los chicos de Cavedog valoraron en un primer momento implementar un aut¨¦ntico y revolucionario motor gr¨¢fico 3D al juego que permitiese un movimiento libre se c¨¢mara, tanto de zoom como de rotaci¨®n. Pero Gilbert, fiel a sus principios, finalmente decidi¨® no utilizar el potente motor gr¨¢fico en la versi¨®n final del juego ya que, como el mismo afirmaba, "no contribu¨ªa en nada a la jugabilidad del t¨ªtulo. Nos dimos cuenta que no necesit¨¢bamos mover la c¨¢mara hasta cerca del suelo. Si la acerc¨¢bamos al terreno nos d¨¢bamos cuenta que aquella no era la manera m¨¢s ¨®ptima para jugar a TA. Si tu juegas a un t¨ªtulo de estrategia en tiempo real prefieres ver la acci¨®n desde el aire, eso es todo. Adem¨¢s, el avance tecnol¨®gico supon¨ªa un incremento considerable en los requisitos del hardware as¨ª que decidimos congelar la idea del 3D y trabajar con sentido."

Aniquilaci¨®n total

Finalmente, Total Annihilation sali¨® a la luz en 1996 y, para muchos, marc¨® un antes y un despu¨¦s en los juegos de estrategia en tiempo real. En realidad, con dos genios de la programaci¨®n de la talla de Gilbert y Taylor detr¨¢s del dise?o del juego muy pocos dudaban que se convertir¨ªa en toda una obra maestra de los RTS. El juego de Taylor, adem¨¢s de mostrar un apartado t¨¦cnico brillante, consigui¨® en muchos aspectos mejorar la exitosa f¨®rmula del aclamado Command & Conquer. Al dise?ar TA, Cavedog le concedi¨® una vital importancia a la influencia de la orograf¨ªa del terreno sobre los aspectos jugables del t¨ªtulo. Ya no se trataba de un campo de batalla plano, sin relieve, sino que las distintas elevaciones del terreno determinaban decisivamente el campo visual de las unidades y sus posibilidades de ataque. Taylor introdujo en el juego un total de150 tipos de unidades entre las dos facciones enfrentadas, los Arm (humanos), y los Core (robots), y las llev¨® a enfrentarse "face to face" en multitudinarias y espectaculares batallas. "En TA hemos realizado unas cuantas cosas que creemos que nos dar¨¢n la victoria a nosotros: sensaci¨®n 3D, patrones f¨ªsicos avanzados, material de construcci¨®n ilimitado...Por ejemplo -explica Ron- en C&C hay una cantidad limitada de oro y frecuentemente gana el jugador que tiene m¨¢s oro. Tambi¨¦n en TA disponemos de 150 unidades distintas mientras que en un juego como Warcraft dispon¨ªamos s¨®lo de 13." El juego apadrinado por Gilbert tambi¨¦n rozaba la perfecci¨®n en el apartado de la inteligencia artificial de las tropas, ya que ¨¦stas, dotadas de unos soberbios patrones de IA, no se dedicaban a deambular sin norte por el escenario ni a actuar c¨®mo unidades totalmente aisladas del resto. Otra de las novedades implantadas por los dise?adores fue la de la creaci¨®n de una unidad especial, el comandante, a trav¨¦s de la cual pod¨ªamos construir todas las estructuras y edificios del juego. Preservar su integridad ser¨¢ esencial para poder llegar a obtener la victoria en el juego.

Chris Taylor & Ron Gilbert hab¨ªan creado uno de esos juegos que se vuelven m¨¢s legendarios conforme el tiempo pasa. Total Annihilation se convirti¨® con el paso de los a?os en un aut¨¦ntico juego de culto, una joya de la RTS cuyo merecido y justo reconocimiento le lleg¨®, tal vez, demasiado tarde. M¨¢s all¨¢ del primer TA, y tras la marcha de Taylor de Cavedog Entertainment, las posteriores secuelas-expansiones que la compa?¨ªa de Gilbert desarroll¨® no alcanzaron las cotas de genialidad ni de calidad del original. Especialmente decepcionante fue Total Annihilation: Kingdoms (1999), un contradictorio proyecto liderado por Clayton que pas¨® con m¨¢s pena que gloria por las pantallas de los "jugones" de medio mundo.

Quiz¨¢s hab¨ªa llegado el momento de que Ron Gilbert volviera dise?ar un juego que le devolviera la ilusi¨®n por crear historias, mundos, personajes con vida propia. A la sombra de la producci¨®n de TA, Gilbert hab¨ªa estado inmiscuido en el desarrollo de un ¨ªntimo y ambicioso proyecto que pretend¨ªa abarcar g¨¦neros tan dispares como la estrategia, la aventura y el RPG. Su nombre: Good & Evil. Su fecha de publicaci¨®n: Nunca.

Entre el Bien y el Mal

A pesar de la enorme ilusi¨®n con la que Ron trabaj¨® durante dos a?os en el proyecto, Good & Evil nunca fue publicado. Ron no le pudo dedicar todo el tiempo que ¨¦l hubiera deseado y se convirti¨®, con el inexorable paso del tiempo, en uno de esos t¨ªtulos fantasma que nunca llegaron a ver la luz. "Con Good & Evil aprend¨ª un mont¨®n de lecciones, como por ejemplo, el tener una determinada visi¨®n de c¨®mo ha de ser un juego, y averiguar qu¨¦ es lo que se supone que quiere decir -explicaba Ron-. Probablemente cambi¨¦ mi idea de lo que ten¨ªa que ser G&E unas doce veces, la mayor¨ªa de ellas por lo que la otra gente opinaba. Comet¨ª el error de escuchar a los dem¨¢s demasiado. Y, aunque estuve trabajando en el proyecto durante dos a?os, en realidad s¨®lo le dediqu¨¦ un cuarto de mi tiempo. Dediqu¨¦ mucho tiempo a los proyectos de Humongous, a Total Annihilation y Kingdoms. Y esto es lo que aprend¨ª: No intentes nunca dise?ar un juego y crear una compa?¨ªa al mismo tiempo. Eso es un gran error."

Ron nunca explic¨® muchos detalles sobre lo que deber¨ªa haber sido su in¨¦dito Good & Evil. Pensado para que viera la luz en el a?o 2000, este juego multi-g¨¦nero se alejaba del concepto de la cl¨¢sica y purista aventura para sumergir al jugador en un fant¨¢stico y vasto mundo repleto de acci¨®n y con cierto aroma a RPG estrat¨¦gico. Las pocas veces que Ron habl¨® de su proyecto ¨¦ste a¨²n se encontraba en un estado muy primitivo de desarrollo, as¨ª que s¨®lo pudo comentar algunas pinceladas de lo que G&E iba a ofrecer al jugador. "Contar una historia y resolver sus puzzles formar¨ªan la parte aventurera, desarrollar los personajes y sus cualidades ser¨ªa la parte RPG, y las luchas ser¨ªan en tiempo real con algo de estrategia. No me gusta el sistema de luchas por turnos de los RPG. Quiero acci¨®n real." - revelaba Ron.

Good & Evil nos iba a ofrecer un extenso y tradicional mundo de fantas¨ªa medieval subdividido en muchas otras localizaciones distintas ambientadas, por ejemplo, en el salvaje Oeste o la antigua Roma, y que contar¨ªa con elementos y personajes tan extravagantes como unas divertidas luchas de kung-fu o la extra?a presencia de ins¨®litos aliens del espacio exterior. Como quedaba demostrado una vez m¨¢s, la capacidad de sorprender de Gilbert a¨²n estaba intacta. "Si tu recoges una seta aqu¨ª, tu la podr¨¢s usar m¨¢s adelante con algo y esta acci¨®n quiz¨¢s te permita descubrir un mundo completamente diferente. Si te olvidas de cogerla, el juego continuar¨¢ por un camino diferente. Pero eso s¨ª, tu siempre podr¨¢s volver atr¨¢s y cogerla." Ron trat¨® de explicar con este detalle c¨®mo imaginaba que iba a ser el mundo que ten¨ªa en mente. Pero finalmente, nada de lo que hab¨ªa empezado a desarrollar en la sombra pudo luego llegar a hacerse realidad....

En una decisi¨®n tan dif¨ªcil como dolorosa, Ron Gilbert y Shelley Day abandonaron Humongous, la compa?¨ªa que a?os atr¨¢s ellos mismos hab¨ªan fundado con grandes expectativas e ilusiones de futuro (en la actualidad pertenece a Infogrames). Gilbert neg¨® tajantemente que les obligaran a abandonar la compa?¨ªa, alegando que los motivos de su decisi¨®n fueron muy similares a los que le impulsaron a dejar la nave de Lucasfilm. "Fue una decisi¨®n muy dolorosa -comentaba Gilbert-. Probablemente la decisi¨®n m¨¢s dif¨ªcil que haya tenido que tomar en mi vida profesional. Hab¨ªa estado en Humongous nueve a?os. Shelley y yo fundamos la compa?¨ªa. Hubo rumores que dec¨ªan que nos obligaron a marcharnos. Lo cierto es que nadie forz¨® mi decisi¨®n. De alguna manera, es parecido a cuando abandon¨¦ Lucas. Llegas hasta un punto determinado y te das cuenta que necesitas marcharte de all¨ª. Necesitaba afrontar nuevos retos." Despu¨¦s de la marcha de Ron y Shelley de la compa?¨ªa de juegos infantiles, el cierre de Cavedog Entertainment tampoco se hizo esperar demasiado.

El final de un sue?o

Cavedog finalmente cerr¨® sus puertas. Durante un tiempo, Ron Gilbert vivi¨® una dif¨ªcil y dura etapa profesional en la que incluso lleg¨® a perder la fe en el mundo de los videojuegos y en la arrolladora y desalmada industria que los rodeaba. Ron ve¨ªa a las grandes productoras de videojuegos como inhumanas m¨¢quinas de hacer dinero, llegando a afirmar que "...la industria se est¨¢ volviendo hiper-violenta, y tengo la sensaci¨®n de que el concepto de dise?o del juego est¨¢ adoptando un triste papel secundario en relaci¨®n con el de la pomposa tecnolog¨ªa. Hay un mont¨®n de inmadurez en la gente que forma parte de este negocio. A veces hasta yo mismo me pregunto en qu¨¦ se est¨¢ convirtiendo esto de lo que formo parte."

Gilbert tambi¨¦n se quejaba de la falta de creatividad que asola el fluctuante mundo de los videojuegos cada vez con mayor frecuencia, culpando no s¨®lo a los editores de esta preocupante din¨¢mica, sino tambi¨¦n a las desarrolladoras que una vez tras otra se limitan a sacar el t¨ªpico y cansino clon de turno. "Yo he hablado con muchos desarrolladores que est¨¢n pensando en realizar otro clon de Diablo o de Quake. Hay una verdadera falta de ambici¨®n para descubrir nuevos l¨ªmites. He descubierto que muchos de esos juegos son violentos, moralmente huecos, y no veo demasiado esfuerzo para revertir esta situaci¨®n. Mucha gente est¨¢ emprendiendo el camino del m¨ªnimo esfuerzo y esto est¨¢ causando mucho da?o a la naturaleza creativa de la industria."- comentaba Gilbert con un m¨¢s que tangible aire de resignaci¨®n. Ron tambi¨¦n critic¨® duramente a los juegos fetiche que eran capaces de mover a grandes masas de aficionados utilizando un concepto de juego hueco e insulso. Tambi¨¦n se mostr¨® bastante esc¨¦ptico con el imparable avance del juego online... Gilbert estaba cansado de ver en lo que se hab¨ªa convertido el mercado de los videojuegos: un aut¨¦ntico circo romano de intereses econ¨®micos y partidistas que chocaba frontalmente con su esp¨ªritu y su libertad creativa. Estaba, sencillamente, desilusionado.

Desde el cierre de Cavedog, Gilbert se ha mantenido apartado del mundanal ruido que surge constantemente de las tripas oxidadas de la feroz industria del videojuego. El creador de los Monkey y del genial SCUMM se encuentra en una especie de viaje inici¨¢tico de reflexi¨®n profunda cuyo destino final es a d¨ªa de hoy todo un enigma... Quiz¨¢s, y s¨®lo quiz¨¢s, me quede con una frase de Ron que es capaz de llenarme el coraz¨®n de tenue esperanza..."Si tuviera los derechos de la saga, har¨ªa un nuevo Monkey Island inmediatamente -explicaba Ron-. Pero el Secreto no lo revelar¨¦ todav¨ªa....". Gracias por todo Ron. Y vuelve pronto, te echamos de menos...

Dedicado a mi primo Alfredo (?crecimos en Monkey Island!)