Painkiller (PC)

Est¨¢ claro, a los chicos de People Can Fly les encanta jugar a Quake y Doom. Una vez m¨¢s podremos disfrutar de acci¨®n pura, dura y sin descanso en un ambiente g¨®tico y tenebroso. Si te sientes tan osado como para adentrarte en el Inframundo y descubrir el bestiario que se encuentra all¨ª escondido, sigue leyendo.

Sin concesiones: adrenalina cien por cien. Gracias a la beta que hemos podido probar nos ha quedado claro el objetivo que los desarrolladores quieren conseguir. Destilando acci¨®n desde todos y cada uno de sus poros, y a¨²n en estado de desarrollo poco avanzado, este Painkiller nos ha rememorado el mejor sabor de los FPS m¨¢s cl¨¢sicos.

Y como era de esperar, el argumento del juego no va a pasar a la historia por su desbordante originalidad: controlamos a un mercenario bien pagado para limpiar el Inframundo de toda clase de monstruos. Gracias al poder sobrenatural que hemos adquirido tras un pacto con el demonio de car¨¢cter ilegal y sin papeles, nuestra ambici¨®n no tendr¨¢ l¨ªmites y alimentar¨¢ una terrible sed de sangre. Bla, bla, bla y ya estamos inmersos en el ¨²nico escenario que nos brinda esta beta. A continuaci¨®n os contar¨¦ como fue mi cruzada contra el mal.

La catedral del dolor

Una catedral g¨®tica ha sido el escenario elegido para adentrarnos en el Inframundo. El ambiente es sobrecogedor, los mapas de luces y sombras cumplen su cometido a la perfecci¨®n y nos ponen en tensi¨®n. Avanzamos y tras unos cuantos barriles deseando salir por los aires a las primeras de cambio vislumbramos a los primeros enemigos. Pocos FPS pueden presumir de la excelente animaci¨®n que poseen los monjes asesinos y los esqueletos armados hasta los dientes a los que nos enfrentamos en el nivel. Normalmente avanzan en grupos en direcci¨®n al jugador, sin concederle ni un respiro, pero he visto alguna escaramuza montada por los malvados para rodearnos, dando muestras de una brillante IA, que, no obstante, a¨²n se muestra muy verde en esta versi¨®n beta.

Precisamente es la inteligencia de los enemigos uno de los puntos que m¨¢s prometen mejorar y perfeccionar los programadores de Painkiller para su versi¨®n final, para evitar el t¨ªpico comportamiento cuadriculado que suelen ofrecernos la mayor¨ªa de FPS de este tipo.

Para librarnos de estos molestos seres hemos probado una escopeta efectiva pero lenta, que posee un disparo secundario en forma de lanzagranadas. Al disparar uno de estos proyectiles y ver saltar por los aires a los dichosos monjes, comprobamos la potencia del engine Havok 2.0 que maneja la f¨ªsica de los cuerpos en el juego, y que nos recuerda a la brillantez que exhib¨ªa un juegazo como Blade en este sentido.

Tras deshacernos de unos cuantos fan¨¢ticos armados con hachas, vamos descubriendo la estructura de la catedral. El trabajo que se est¨¢ haciendo en el entorno gr¨¢fico es notable y el motor del juego, bautizado como PainEngine para la ocasi¨®n, no dudar¨¢ en utilizar una trilog¨ªa de t¨¦cnicas tan espectaculares como son el P¨ªxel Shader, los efectos de part¨ªculas o la iluminaci¨®n volum¨¦trica, y todo eso con una cantidad de pol¨ªgonos hasta 100 veces mayor que la de un FPS actual. Algo que tambi¨¦n llama la atenci¨®n es la promesa de People can Fly de usar texturas totalmente exclusivas para todos y cada uno de los 20 niveles que compondr¨¢n Painkiller.

Mientras nos frotamos las manos ante tal despliegue gr¨¢fico, nuestros o¨ªdos temblar¨¢n ante la en¨¦rgica m¨²sica que escuchamos en este nivel: un corte de rock duro que bien podr¨ªan firmar los mismos Judas Priest. Un complemento perfecto para nuestras subidas de adrenalina.

Tras conseguir avanzar por los intrincados pasillos del edificio, nos encontraremos con un final boss de dimensiones considerables, el cual aprovechar¨¢ elementos del escenario para atacarnos, algo que me sorprendi¨® gratamente, al igual que la ralentizaci¨®n brusca que se produce en el juego al llegar a este punto tras rendir perfectamente en el desarrollo previo. Detalles que a buen seguro se pulir¨¢n para la versi¨®n completa.

Cada vez que derrotemos a un enemigo podremos recargar la energ¨ªa recogiendo su alma que quedar¨¢ libre. Si conseguimos reunir 100 ¨ªtems de este tipo, podremos mutar en una criatura diab¨®lica gracias a nuestro oscuro pacto, ganando en fuerza y potencia. L¨¢stima que no hayamos podido comprobarlo por el momento.

Un diab¨®lico analg¨¦sico