Ikaruga
- PlataformaDC9GC7.5
- G¨¦neroAcci¨®n
- DesarrolladorTreasure
- Lanzamiento01/01/2002 (DC)23/05/2003 (GC)
- TextoJapon¨¦s
- VocesIngl¨¦s
"Lamentables conversiones"
Ikaruga llega como la segunda parte no oficial de Radiant Silvergun en un juego abrasivo, fiero y a rebosar de momentos estelares. ?Acompa?ar¨¢ la conversi¨®n PAL a estos suculentos ingredientes?
Ikaruga llega como la segunda parte no oficial de Radiant Silvergun en un juego abrasivo, fiero y a rebosar de momentos estelares. ?Acompa?ar¨¢ la conversi¨®n PAL a estos suculentos ingredientes?
"No Refuge"
Cuenta la historia que en una de las islas de Jap¨®n exist¨ªa un floreciente reino llamado Horai. Horai viv¨ªa en paz y armon¨ªa gracias a una distribuci¨®n del poder y del bien casi divina gracias al descubrimiento de una piedra legendaria llamada Ubusunagami-Ouki-no-Kai. La piedra m¨¢gica otorgaba poderes m¨¢s all¨¢ de la comprensi¨®n humana, y los m¨¢s viejos del lugar narraban historias donde los milagros se suceden sin parar. Las gentes de Horai viv¨ªan pues felices y despreocupadas gracias a esta protecci¨®n celestial ajenos a lo que ocurr¨ªa en el exterior.
Shinra, el h¨¦roe en Ikaruga dispuesto a dejarse la piel contra el imperio de los Jinzu. |
Sin embargo, pronto la paz se ver¨ªa truncada por el advenimiento de los Jinzu, un grupo radical y belicoso que tras enga?ar los l¨ªderes de la regi¨®n, rob¨® la piedra y someti¨® su dictadura a los habitantes de Horai. La reacci¨®n no se hizo esperar y surgieron grupos rebeldes que trataban de liberar al reino de la opresi¨®n. Los Tenkaku, valientes guerreros que pilotaban unas naves llamadas Hitekkai, hicieron frente como pudieron al imperio organizado por los Jinzu. Pero el poder de ¨¦stos era excesivo y fueron aniquilados sin miramientos.
Cuando la guerra parec¨ªa perdida surgi¨® el ¨²ltimo de los Tenkaku, Shinra, quien haciendo acopio de todo el valor que pudo, decidi¨® enfrentarse al enemigo aunque fuera s¨®lo y sin ninguna posibilidad. Tambi¨¦n Shinra fue derribado por las m¨¢quinas de guerra de la Horai reconvertida.
Shinra, con el orgullo intacto pero la vida pendiente de un hilo, fue rescatado por los ancianos de un pueblo llamado Ikaruga, el lugar hacia donde peregrinaban los desterrados por Horai. En Ikaruga Shinra se recuper¨® pronto de las heridas recibidas y pidi¨® ayuda para seguir con su lucha contra el enemigo y liberar a Horai de la autocracia a la que estaba siendo sometida. Sin embargo, en el peque?o pueblo no hab¨ªa ej¨¦rcito, no hab¨ªa soldados, y no hab¨ªa armas de ning¨²n tipo... Tan s¨®lo una nave, resplandeciente, construida por sus propias manos. La nave Ikaruga. La nave que puede cambiar el destino y que llevar¨¢ a Shinra hasta el coraz¨®n de Horai, en la Torre Imperial, donde empez¨® todo.
Kagari. La excusa perfecta para ayudar a Shinra cuando juguemos a dobles. |
Aunque no lo parezca toda esta historia forma parte del ¨²ltimo juego de Treasure en llegar a nuestro coraz¨®n. Ikaruga es un shooter, un matamarcianos, pero como es ya costumbre en la desarrolladora japonesa, el encanto de rodear sus producciones de un halo con cierto misticismo y cargarlo de mitolog¨ªa japonesa para otorgar cierta consistencia a nuestras acciones, no puede faltar. Ya en Radiant Silvergun la historia giraba en torno a un prisma amarillo de incre¨ªbles poderes (?extra?a casualidad?) que de pronto cobraba vida propia.
Empieza as¨ª Ikaruga, un shoot'em up basado en un arcade original para placa Naomi trasladado a Dreamcast intacto, pr¨¢cticamente p¨ªxel perfect, incluso en la orientaci¨®n, vertical, de la pantalla y que por fin llega hasta GameCube tras meses de espera para la conversi¨®n PAL. El t¨ªtulo de Treasure incide en una mec¨¢nica sencilla pero a la vez llena de posibilidades y adictiva como la que m¨¢s. La nave Ikaruga tiene dos posiciones que se corresponden con dos colores. Tendremos que tener cuidado, ya que a lo largo de los cinco niveles de los que consta el juego, los disparos enemigos aparecer¨¢n por doquier, a veces llenando por completo la pantalla, sin embargo, si hemos cambiado al mismo color que el disparo que impacta sobre nosotros no nos pasar¨¢ nada, si por el contrario es un disparo de distinto color, ve entonando los rezos que sepas. Ikaruga es duro, pero ¨¦pico e impresionante.
g r ¨¢ f i c o s :
La ambientaci¨®n y los gr¨¢ficos en Ikaruga son simplemente geniales. Treasure ha querido seguir el estilo que tanto le est¨¢ caracterizando en algunos de sus ¨²ltimos t¨ªtulos con un "artwork" semejante al que nos pod¨ªamos encontrar en el olvidado Sin & Punishment de Nintendo 64 por obra y gracia de Yasushi Suzuki. Entornos 3D de fondo variados con texturas brillantes y muy definidas, cambios de perspectiva en las c¨¢maras para darle mayor dinamismo a la acci¨®n y enemigos a porrillo, son las cartas de presentaci¨®n de Ikaruga.
Las tonalidades escogidas para el desarrollo del juego son habitualmente pardas y algunos grises metalizados para los gr¨¢ficos y escenarios de fondo, y que destacan de forma excelente con las naves y los disparos situados en el primer plano de la pantalla, normalmente m¨¢s contrastados (tanto hacia el blanco como hacia el negro). Esto ayuda a¨²n m¨¢s a crear una ambientaci¨®n sublime, post apocal¨ªptica, guerrera, tal y como se refleja en la historia a la que hacemos referencia m¨¢s arriba. Nada parece haberse dejado al libre albedr¨ªo en la planificaci¨®n gr¨¢fica de Ikaruga, incluso la conveniente mezcla de los estilizados ideogramas japoneses en algunos elementos de los decorados provocan una sensaci¨®n de ambig¨¹edad y desolaci¨®n entre un mundo que no se sabe muy bien si es antiguo o moderno.
Efectos de luces en los disparos de las armas, decorados discurriendo a toda velocidad y momentos de aut¨¦ntico agobio en los que la pantalla est¨¢ virtualmente repleta de enemigos y disparos, son cosa habitual de Ikaruga.
El dise?o de los enemigos finales por su parte sufre altibajos. Si bien su mec¨¢nica es en ocasiones original y digna de menci¨®n, en otras parecen m¨¢s bien un calco de situaciones y "bosses" que nos parecen haber vivido antes. Es verdad que es bastante complicado realizar algo verdaderamente novedoso en el trillado g¨¦nero de los shot'em ups, pero a Treasure se le suele exigir el "do de pecho" en cada una de sus producciones y eso quiz¨¢s es un lastre para la propia desarrolladora.
Llegamos sin embargo al aspecto negativo, exclusivo adem¨¢s de la conversi¨®n PAL del juego por parte de Atari y Treasure, y es que para mantener la misma velocidad de juego que en el hom¨®nimo NTSC, se ha optado por eliminar frames en la acci¨®n, con lo que las naves, balas e incluso en ocasiones escenarios, no discurren suavemente en todo momento. No es que se den ralentizaciones, sino que puede apreciarse perfectamente como hay saltos en determinados frames de animaci¨®n dando lugar a un efecto que para muchos puristas, como el que subscribe, es horrible. La velocidad del juego sin embargo es aparentemente la misma que en la versi¨®n NTSC, pero el sacrificio para obtenerla es simplemente lamentable. ?Tanto hubiera costado incluir al menos un selector 60Hz. para poder disfrutar como debe ser de un juego? Por lo que parece s¨ª...
Es una l¨¢stima que por una conversi¨®n tan dejada de la mano de dios arruine en parte el juego. ?Hey! Pero no desesper¨¦is, Ikaruga PAL es totalmente jugable, disfrutable y tan feroz como el original, no pierde nada de inter¨¦s ni se resiente la acci¨®n, pero, a los "jugones que sean exigentes" les recomendar¨ªa obtener, sin ninguna duda, la versi¨®n NTSC.
m ¨² s i c a :
Compuesta como mandan los c¨¢nones en los videojuegos, a partir de samples, instrumentos y patrones secuenciales. Es todo un gustazo poder disfrutar de melod¨ªas tan atmosf¨¦ricas y elitistas como las que el insigne Hiroshi Iuchi nos ofrece en Ikaruga. No le busques 5 patas al gato, no son pistas digitales, y es que a pesar de que parezca todo lo contrario suenan geniales en vuestras Cubes. Iuchi, (un aut¨¦ntico genio donde los haya, director / productor de Radiant Silvergun e Ikaruga) , es el art¨ªfice de la excelente a todas luces banda sonora del juego.
Con toques de epopeya b¨¦lica, ¨¦pica a veces, industrial otras, siempre de acorde con la acci¨®n y muy, muy ambiental, trata de concebir Ikaruga sin las melod¨ªas que te acompa?an en tu viaje para liberar la oprimida Horai, y podr¨¢s comprobar que "algo" se pierde por el camino.
Por cierto, para los curiosos, en la banda sonora de este juego hay claras reminiscencias de Radiant Silvergun, lo que no resulta nada extra?o, pero tambi¨¦n de Axelay, m¨¢s concretamente a las melod¨ªas que nos acompa?aban en el enfrentamiento con el segundo jefe final.
s o n i d o F X :
Carente de la misma calidad que en el caso de la m¨²sica, los efectos sonoros son los t¨ªpicos que podemos encontrarnos en los shooters de toda la vida. Disparos, misilazos y explosiones invadir¨¢n continuamente tus o¨ªdos. Quiz¨¢s sean precisamente las explosiones mayores, por ejemplo al destruir un "final-boss", las m¨¢s contundentes y exageradas, pero tambi¨¦n es cierto que est¨¢n excesivamente saturadas.
En todo caso si quisi¨¦ramos destacar alg¨²n aspecto sobre el resto, ¨¦ste ser¨ªa sin duda la voz met¨¢lica y rob¨®tica que nos acompa?a desde el inicio mismo del juego ("Press Star Button"). Semejante a la que podemos encontrarnos en Wipeout por ejemplo, y que parecen ser generadas por una m¨¢quina real en vez de ser sintetizadas a partir de la voz humana, al igual que ocurr¨ªa en el juego de Psygnosis, donde las voces se obtuvieron a partir de un programa para Amiga capaz de convertir en sonido similar al habla humana desde un fichero de texto.
j u g a b i l i d a d :
Un aspecto donde jam¨¢s tiene que fallar un juego de estas caracter¨ªsticas, el control, la curva de dificultad, la tensi¨®n a los mandos, en definitiva la jugabilidad. Afortunadamente en Treasure saben lo que hacen cuando llega la hora de plantear un t¨ªtulo, y salvo raras excepciones, la toma en contacto con un juego de esta desarrolladora es sin¨®nimo de calidad y buen hacer. Ikaruga no es la excepci¨®n. Desde el primer momento te har¨¢s con los mandos y disfrutar¨¢s masacrando las hordas de incansables enemigos.
Dos botones, ¨²nicamente dos, son todo lo que necesitas. Uno de ellos te servir¨¢ para disparar, un ¨²nico arma durante todo el juego. El otro ser¨¢ el que te permita pasar de un color a otro de la nave, y si aprietas los dos a la vez podr¨¢s disparar los m¨ªsiles (en la versi¨®n GameCube, tal y como ocurr¨ªa ya en Dreamcast, puedes aprovecharte y disparar estos m¨ªsiles simplemente pulsando el bot¨®n R). No es necesario nada m¨¢s. Treasure ha incluido un tutorial, que puede venir bien para hacernos con el sistema de cambio de colores y peculiar disparos, pero en realidad no te servir¨¢ m¨¢s que para pasar el rato, ?vamos a por lo bueno!
El sistema de Ikaruga, ya lo habr¨¢s le¨ªdo escuetamente arriba, se basa en algo que ya hemos podido ver en otros juegos, incluso en uno de la propia Treasure como Silhouette Mirage, otra maravilla de los de Tokio para Playstation y Saturn. Esencialmente tendr¨¢s que tener en cuenta que el universo de Ikaruga se basa en dos fuerzas, blanco y negro, rojo y azul, Yin y Yang, y que podr¨¢s cambiar tu nave de un extremo a otro en el momento que quieras y las veces que quieras. Siendo de color negro (o rojizo oscuro m¨¢s bien) podr¨¢s absorber todos los disparos de este mismo color, pero los blancos (o azules) no ser¨¢n tan permisivos y acabar¨¢n contigo en un abrir y cerrar de ojos. La situaci¨®n puede ser justa al contrario evidentemente. Al absorber los disparos aumentar¨¢s una barra de potencia gracias a la cual podr¨¢s hacer uso de unos m¨ªsiles especiales y dirigidos hacia los objetivos de la pantalla. Mientras m¨¢s llena la barra m¨¢s m¨ªsiles tendr¨¢s a tu disposici¨®n, hasta 12 de ellos como m¨¢ximo. Tambi¨¦n tendr¨¢s que tener en cuenta otras premisas, y es que los enemigos son tambi¨¦n de estas dos tonalidades. Los azules soportar¨¢n peor tus disparos rojos, y viceversa. Esto es clave sobre todo para los jefes final de fase, sobre todo si quieres hacer un buen tiempo y evitar que lancen sus ataques masivos.
La vuelta de tuerca que representa todo este enmara?ado (nada de rid¨ªculos escudos que se usan cada 5 segundos para salir airosos de algunas situaciones a-la-Gigawing), no es m¨¢s que una genialidad adaptada a los tiempos que corren. El ritmo fren¨¦tico que alcanza Ikaruga en ocasiones te obligar¨¢n a disparar, cambiar de color y pensar el siguiente movimiento, todo en la misma fracci¨®n de segundo, de lo contrario... ?Boum!. Muy extenuante a veces pero muy gratificante y divertido al mismo tiempo. Tambi¨¦n habr¨¢ que tener en cuenta el nivel de dificultad escogido, que de por si s¨®lo reconvierte por completo el desarrollo del juego:
Otra posibilidad que deja abierta Ikaruga es el caso de los "chains", o cadenas. Un "chain" se produce cuando conseguimos destruir grupos de tres naves del mismo color, sin que se nos "cuele" alguna nave de color distinto. As¨ª, conseguiremos "chains" por ejemplo al destruir un primer grupo de tres naves azules, otro de tres rojas, otras tres rojas m¨¢s, un grupo de tres azules, etc. Todo con la ¨²nica regla de no romper la uniformidad de colores. Algo tan banal en un principio puede convertirse a posteriori en una importante raz¨®n de alargamiento del juego. Si al principio consigues 10 o 12 "chains" de media en tus primeras partidas, ver¨¢s como poco a poco te va atacando el gusanillo y tratar¨¢s de conseguir el m¨¢ximo posible, quiz¨¢s 30, quiz¨¢s 50, quiz¨¢s... ?100?... Je, puede que hasta entres en el ranking de los m¨¢s habilidosos. Apetece, ?verdad?
No podemos dejar de comentar asimismo los nuevos modos de juego exclusivos para la versi¨®n GameCube, y que aunque no son realmente una novedad importante con respecto a las versiones anteriores, si que son bien recibidas:
Conquest: Gracias a este modo podremos practicar las diferentes secciones de cada uno de los niveles de Ikaruga a velocidad normal o lenta, o incluso ver mediante una demostraci¨®n como un jug¨®n hace de las suyas. Es perfecto para conocer los entresijos del sistema de chains.
Challenge: Se trata de jugar en el modo arcade (recreativa) o prototipo (es una representaci¨®n del modo de juego de Ikaruga en sus primeras fases de dise?o, bastante m¨¢s complicado y que s¨®lo abriremos tras haber estrujado a fondo el juego), y dejar nuestras iniciales escritas en letras de oro en un ranking mundial. Al acabar la partida seremos agraciados con un "password" que podremos usar en http://www.ikaruga-atari.net para codearnos con los "monstruos" en el noble arte del "shoot'em up".
Por ¨²ltimo no podemos dejar de destacar la siempre agradecida opci¨®n de dos jugadores simult¨¢neos, que si bien no es la ¨®ptima para sacar los entresijos a Ikaruga, si que sirve para pasar un buen rato junto a alg¨²n amiguete. Un par de curiosidades al respecto. Las naves en Ikaruga chocan entre s¨ª, as¨ª que habr¨¢ que ir con mil ojos cada vez que se atraviesan los numerosos pasadizos estrechos. No pienses en el tercer nivel. Podr¨ªa ser fatal. La otra curiosidad, o m¨¢s bien dificultad a?adida, es que si nuestro compa?ero de fatigas destruye alguna nave y esa suelta disparos, deber¨ªas andar con mil ojos no sea que alguno de ellos impacte en tu nave. Ya nos entiendes...
c o n c l u s i ¨® n :
?Qu¨¦ podemos decir del mejor shot'em up que ha aterrizado en GameCube, y probablemente el mejor en plataforma alguna desde Radiant Silvergun para Saturn y Arcade?. Ikaruga est¨¢ llamado a convertirse en uno de los t¨ªtulos privilegiados que alcanzan el Olimpo de los amantes de los videojuegos gracias a su mec¨¢nica, atm¨®sfera y jugabilidad sin l¨ªmites, y todo ello adem¨¢s aderezado con la pizca de genialidad y tradici¨®n que suele desprenderse de los t¨ªtulos de Treasure.
No es un juego m¨¢s, no es un shooter m¨¢s, Ikaruga es otra forma de vivir los matamarcianos de toda la vida, mezclando sabiamente lo mejor del estoico clasicismo que se respira en este g¨¦nero, con los tiempos modernos que corren en la actualidad.
Toda una delicia t¨¦cnica, que no llega, en mi opini¨®n, a la barrera del superlativo Radiant Silvergun, ni quiz¨¢s a la de otros cl¨¢sicos menos conocidos como los Gate y Wind of Thunder de PC-Engine, pero es lo mejor, sin duda, que puedes encontrar hoy por hoy. Y es que un juego que rezuma calidad por todos los costados y que divierte de principio a fin no se disfruta, por desgracia, todos los d¨ªas.
?Ojo! No dud¨¦is ni un s¨®lo instante que la nota hubiera sido sensiblemente mayor de no ser por el trabajo realizado en la conversi¨®n PAL. Calidad a Ikaruga no le falta precisamente y es una verdadera pena (aunque nos repitamos m¨¢s que el ajo), que el trabajo realizado para traernos este t¨ªtulo al terreitorio PAL no haya estado a la altura de las circunstancias...
l o m e j o r :
l o p e o r :
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.