El regreso del arque¨®logo del l¨¢tigo

El m¨ªtico hombre del l¨¢tigo hizo su primera aparici¨®n estelar en un videojuego en 'Indiana Jones and the Revenge of the Ancients', un t¨ªtulo de Angelsoft y Mindscape para PC que vio la luz all¨¢ por el 1987 con escaso ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico. Un a?o m¨¢s tarde, Tengen se encarg¨® de desarrollar 'Indiana Jones y el Templo Maldito', un discreto t¨ªtulo de acci¨®n basado en la segunda pel¨ªcula del arque¨®logo 'spielbergiano' y que supuso, lamentablemente, una nueva y profunda decepci¨®n para todos los amantes de Indy.

Definitivamente, los juegos de Indiana necesitaban una revoluci¨®n, un nuevo enfoque que los acercara de verdad a la verdadera esencia aventurera que destilaban cada una de las pel¨ªculas del Rey Midas de Hollywood. 'Indiana Jones y la ?ltima Cruzada' (1989) es un buen ejemplo de este nuevo y rejuvenecido Indiana virtual. Lucasfilm, de la mano del genial Gilbert, supo sacarse de la manga un nuevo estilo de Indy: el Indiana Jones de los puzzles y el ingenio, del SCUMM y los di¨¢logos perspicaces, en una genial aventura gr¨¢fica que consigui¨® cautivar casi hipn¨®ticamente a toda la comunidad de 'Indyman¨ªacos'.

Paralelamente, Lucas tambi¨¦n public¨® varias versiones 'arcade' de la ?ltima Cruzada para m¨²ltiples plataformas, delegando el desarrollo de ¨¦stas a compa?¨ªas consolidadas como US Gold (Tiertex). Nuevamente, este tozudo intento de Indiana 'plataformero' no acab¨® de cuajar, y el t¨ªtulo de Tiertex no goz¨®, en general, de una buena acogida por parte de los jugadores. Corr¨ªa el 1992, y sin futuras pel¨ªculas del arque¨®logo en el horizonte, LucasArts tuvo que sacarse un as de la manga para demostrar al mundo que la sombra del profesor Jones continuaba siendo alargada, y que su leyenda estaba, como dir¨ªa Will Wright, 'm¨¢s viva que nunca'.

De este modo, Hal? Barwood y Noah Falstein se las arreglaron para dise?ar una maravillosa y ¨¦pica aventura gr¨¢fica de clara inspiraci¨®n 'gilbertiana' que impresion¨® a propios y a extra?os por su tremendo e inspirad¨ªsimo gui¨®n y su gran acabado t¨¦cnico. Este 'Indiana Jones and the Fate of Atlantis' (1992) de Barwood supuso, seguramente, una de las cumbres del g¨¦nero de la aventura coloc¨¢ndose r¨¢pidamente y por m¨¦ritos propios, en un lugar privilegiado en el Olimpo de los grandes y m¨ªticos juegos de PC. Esta obra maestra, cuyo excepcional gui¨®n original no tiene nada que envidiar a los escritos para la gran pantalla, tuvo tambi¨¦n su correspondiente versi¨®n 'action', que gozaba de un nivel de calidad claramente superior al de sus mediocres antecesoras.

Lleg¨® el a?o 1999 y la factor¨ªa de la gran L, quien sabe si misteriosamente seducida por los voluptuosos y embriagantes encantos de una tal Lara Croft, que romp¨ªa algo m¨¢s que esquemas, nos present¨® un nuevo y controvertido Indiana Jones en 3D que combinaba plataformas, puzzles, acci¨®n y una pizca de aventura a lo largo de un desarrollo claramente 'Tomb-Raideriano'. 'Indiana Jones y la M¨¢quina Infernal' (1999) supuso el discreto y criticado debut de Hal Barwood como dise?ador-jefe de un juego de acci¨®n en 3? persona. Este Indiana no logr¨® convencer a casi nadie. El juego de Lucas rezumaba constantemente un cierto aroma a ese 'quiero-ser-como-Lara-pero-con-l¨¢tigo', transmiti¨¦ndonos una curiosa y desalentadora sensaci¨®n a 'dej¨¤ vu' que nos obligaba continuamente a compararlo con la obra maestra de Core.

Ahora, cuatro a?os m¨¢s tarde, LucasArts ha depositado todas sus esperanzas para la resurrecci¨®n virtual de Indy en el estudio californiano de The Collective, un equipo de desarrollo que cuenta en su curr¨ªculum con t¨ªtulos tan interesantes como Buffy:The Vampire Slayer o el sorprendente The Fallen para PC. Con este ¨²ltimo, estos l¨²cidos californianos ya consiguieron rescatar al universo 'trekkie' del pozo de la mediocridad en el que los juegos de Star Trek se hab¨ªan instalado, dise?ando un genial juego de acci¨®n en 3? persona plagado de detalles de una calidad exquisita. ?Conseguir¨¢n ahora resucitar a Indiana y salvarlo as¨ª de su M¨¢quina Infernal particular?

El Coraz¨®n del Drag¨®n
La historia que nos presenta la gente de The Collective para este Indiana Jones no es el 'sumum' de la originalidad, y transcurre a lo largo de 1935, curiosamente el mismo a?o en que el Dr. Jones tuvo tambi¨¦n sus m¨¢s y sus menos en el inh¨®spito interior de aquel inolvidable Templo Maldito. El juego, como si de una aut¨¦ntica pel¨ªcula de Indiana Jones se tratara, da comienzo con un pr¨®logo totalmente jugable que nos traslada al coraz¨®n de la ex¨®tica jungla de Ceylon en busca de una codiciada reliquia arqueol¨®gica que se esconde tras su mortal frondosidad.

Este jugoso 'aperitivo' est¨¢ pensado a modo de tutorial: nos servir¨¢ para hacernos con los controles de Indy, probar cada uno de sus movimientos, y empezar a? vernos las caras con algunos enemigos que ya querr¨¢n poner a prueba nuestro l¨¢tigo y nuestros pu?os. Este preludio selv¨¢tico, el primero de los diez extensos niveles, finalizar¨¢ con el hallazgo del preciado objeto y con la vuelta del Dr. Jones a Estados Unidos donde empezaremos a dilucidar la ¨¦pica y apocal¨ªptica trama del juego. La? inesperada visita de dos extra?os personajes orientales, un mafioso llamado Marshal K'ai y su seductora acompa?ante, Mei Ying, y su tentadora y portentosa oferta ser¨¢n suficientes para embarcar a Indiana en una nueva y peligrosa aventura.

El extra?o hombre asi¨¢tico le explica al Dr. Jones que la Tumba del Emperador est¨¢ siendo profanada por la ya cl¨¢sica y t¨®pica 'trouppe' nazi y los debutantes y p¨¦rfidos miembros de la Triada del Drag¨®n Negro, una peligrosa secta de oscuras y siniestras intenciones. Cuentan que? en el interior de la Tumba se encuentra el valioso y casi legendario Coraz¨®n del Drag¨®n, un objeto que confiere a aqu¨¦l que lo posea la poderosa facultad de controlar a su albedr¨ªo la d¨¦bil voluntad de los hombres. Pero esta tarea no le resultar¨¢ a Indy tan f¨¢cil como podr¨ªa parecer a priori. Nuestro arque¨®logo deber¨¢ reunir las tres piezas que forman el Espejo de los Sue?os y que se hallan repartidas azarosamente por peligrosos lugares de todo el planeta.

As¨ª, Indiana se ver¨¢ envuelto en una ¨¦pica aventura repleta de peligros, misticismos, criaturas sobrenaturales, y lugares ex¨®ticos que lo llevar¨¢n a viajar desde las junglas de Ceylon hasta Praga, Estambul, o el imperial Hong Kong, para evitar as¨ª que el poderoso artefacto caiga en manos equivocadas, y de paso, convertirse en el primer arque¨®logo capaz de descender hasta las mismas entra?as de la legendaria Tumba del Emperador...Todo un desaf¨ªo, sin duda.

j? u? g? a? b? i? l? i? d? a? d
The Collective no ha creado un juego revolucionario, ni mucho menos. Este Indiana Jones aglutina en su 'gameplay' muchos quilates de plataformas y exploraci¨®n 'tomb-raiderianas' con una buena dosis de acci¨®n, trampas, y peleas a lo Buffy, que tan buen resultado le dieron a los de California en el juego de la atractiva cazavampiros. Encontraremos tambi¨¦n algunos puzzles salpicados aqu¨ª y all¨¢ a lo largo de la aventura, si bien ninguno de ellos nos plantear¨¢ un desaf¨ªo excesivamente dificultoso. Y es que este rejuvenecido Indy de The Collective se ha transformado, quiz¨¢s como consecuencia de la alargada sombra del adictivo sistema de combos de Buffy, en un aut¨¦ntico y contundente hombre de acci¨®n.

Ahora Indy es capaz de golpear a los enemigos con los pu?os o casi con cualquier cosa que se le ponga al alcance hasta acabar con sus vidas en una vor¨¢gine de acci¨®n y bilis desenfrenada. Podremos agarrarlos y lanzarlos contra una pared, cubrirnos para parar sus golpes, o incluso lanzarlos al vac¨ªo por un precipicio ante su cara de at¨®nita sorpresa. Sin duda, este adictivo sistema de combate es uno de los puntos fuertes del juego, y su flexibilidad y posibilidades evitan que a la larga pudiera llegar a volverse peligrosamente repetitivo.

En este sentido, Indiana dispone de muchas y variadas armas que ir¨¢ encontrando a lo largo de la aventura en cada una de las localizaciones del juego: un cl¨¢sico rev¨®lver, una Mauser alemana, una metralleta autom¨¢tica, todo tipo de armas afiladas y arrojadizas, granadas de mano, arpones subacu¨¢ticos... Aparte de estas armas oficiosas y de su munici¨®n m¨¢s bien escasa, el Dr. Jones tambi¨¦n podr¨¢ destruir a golpe de bota partes del escenario como mesas o sillas para agenciarse, en caso de necesidad, de una oportuna vara de astillosa y dura? madera. Y no nos olvidemos del l¨¢tigo. The Collective ha triunfado all¨ª donde Lucas fracas¨® estrepitosamente: los de California han sabido implementar magistralmente el uso y las posibilidades de acci¨®n que el 'chasqueante' e inseparable amigo de Indy ped¨ªa a gritos.

El espectacular l¨¢tigo no s¨®lo nos servir¨¢ para llegar hasta lugares casi inaccesibles o desarmar a nuestros enemigos, sino que tambi¨¦n nos ayudar¨¢ a mantenerlos a una distancia de seguridad ¨®ptima, castig¨¢ndolos con incesantes movimientos de mu?eca de contundentes efectos. Quiz¨¢s uno de los movimientos m¨¢s espectaculares con el que han dotado a Indy sea el de poder acercar a los enemigos al alcance de sus explosivos pu?os enrollando a distancia su inseparable l¨¢tigo alrededor sus cuellos. En definitiva, el apartado de los combates, aunque podr¨ªa haber sido algo m¨¢s variado, cumple con nota su cometido.

El juego nos propone niveles variados, entretenidos, considerablemente largos, y lo suficientemente bien dise?ados para captar la atenci¨®n de cualquier aventurero de pro. El ritmo narrativo y de la acci¨®n se mantiene vivo en todo momento y la gran ambientaci¨®n consigue meternos por completo en una aventura cien por cien cinematogr¨¢fica. Una de las claves que ha permitido a los chicos de The Collective conseguir que el jugador se vea inmerso en este m¨¢gico mundo de Indiana ha sido el fant¨¢stico y asequible control de los movimientos del personaje. La excelente y bien escogida correspondencia de las funciones de Indy con los botones y sticks del Controller ayuda mucho en este sentido.

As¨ª pues, y de una manera casi intuitiva, seremos capaces de rodar por el suelo con una r¨¢pida voltereta, escondernos tras cualquier esquina a lo Metal Gear, subir por cuerdas o cadenas balance¨¢ndonos a nuestra conveniencia, accionar mecanismos diversos, nadar o enzarzarnos en encarnizadas peleas. La inmediatez y facilidad en los controles es, como ya hemos se?alado, un punto a favor en cualquier juego cuyo 'leit motiv' no sea otro que el ofrecer unos niveles de adicci¨®n y frescura sin tregua. Y es aqu¨ª donde este Indy destaca sobremanera.?

Tendremos tambi¨¦n una vista en primera persona (Modo Mirar), controlada con el gatillo izquierdo, que nos servir¨¢ para explorar nuestro entorno o, si tenemos un arma seleccionada,? para apuntar con m¨¢s precisi¨®n a nuestro objetivo. El stick derecho nos servir¨¢ para rotar la c¨¢mara alrededor del personaje para poder escoger siempre la mejor visi¨®n posible del desarrollo de la acci¨®n. El sistema de inventario lo controlaremos con la cruceta digital, y a veces, este interface da la impresi¨®n de no ser lo suficientemente pr¨¢ctico como para permitirnos cambiar r¨¢pidamente de arma en el fervor de la batalla.

Pero, y aqu¨ª es donde se demuestra una vez m¨¢s la flexibilidad de los combates, si Indy se queda sin munici¨®n y no atinamos a cambiar de arma instant¨¢neamente, veremos como ¨¦ste empieza a repartir golpes de pistola o de metralleta como si un arma de golpeo directo se tratara. Esto, ya sab¨¦is, pasa en las mejores familias de? aventureros... Destaca tambi¨¦n la inclusi¨®n de la cantimplora como improvisado medio de recarga de energ¨ªa. A lo largo de los niveles nos encontraremos con numerosas fuentes de 'agua bendita o m¨¢gica' que nos servir¨¢n para llenar nuestra cantimplora de este l¨ªquido sanador y as¨ª poder utilizarlo en momentos de necesidad en situaciones l¨ªmite. Curioso cuanto menos.

El dise?o de los niveles de este Indiana Jones es soberbio. Raramente nos quedaremos bloqueados sin saber cu¨¢l es el siguiente paso que deberemos realizar. S¨ª, este Indy es un juego lineal, de eso no hay duda. Pero ah¨ª reside parte de su encanto. The Collective nos propone un dise?o de la acci¨®n encaminado hacia unos objetivos y acciones muy concretas, con grandes dosis de exploraci¨®n que nunca llegan a volverse tediosas, y con una buena raci¨®n de combates de esos que crean adicci¨®n. Ese es su men¨². Y para que nadie se queje de que su Indiana no utiliza tambi¨¦n el ingenio, los creadores de Buffy se han esforzado en construir unos puzzles t¨ªpicamente 'Croftianos' que, todo sea dicho, no nos van a suponer un gran desgaste neuronal.

Est¨¢n muy bien pensados, muy bien dise?ados y concebidos, pero no suponen en absoluto un desquiciante desaf¨ªo como el que ofrec¨ªan los rebuscados puzzles de Gilbert o Barwood. The Collective ha querido mantener el inter¨¦s del jugador mediante un dise?o de escenarios variado y ciertamente vistoso. No ha sido su intenci¨®n desquiciar al jugador con ese endiablada dificultad de la que hacen gala algunos Tomb Raider. Este Indiana Jones mima al jugador, le sirve en bandeja cu¨¢l debe de ser el siguiente paso a realizar, pero lo hace de una manera tan sutil y din¨¢mica que es dif¨ªcilmente reprochable. Como muestra de la variedad de situaciones que han buscado los programadores, cabe destacar la sensacional y ¨¦pica escena que nos coloca en el techo de un imponente telef¨¦rico, metralleta en ristre, disparando contra toda una horda de aviones hostiles.

O como el impagable tratamiento que los dise?adores le han otorgado al inseparable y m¨ªtico sombrero del arque¨®logo. Si en una lucha se nos cae al suelo en medio de las incesantes ristras de golpes, podremos posteriormente recogerlo y volv¨¦rnoslo a colocar all¨ª donde el sombrero de un aventurero debe de estar. Genial. En el aspecto jugable, tambi¨¦n hay elementos que deber¨ªan haberse mejorado para conseguir una mejor puntuaci¨®n en este apartado. Los enemigos, aunque bien dise?ados, no son lo suficientemente variados que podr¨ªan haber llegado a ser, y su IA, alterna momentos realmente brillantes con aut¨¦nticos 'gags' de ins¨®lita y rematada estupidez. Por un lado, son capaces de devolvernos las granadas lanzadas, de esconderse tras paredes y dispararnos desde posiciones seguras, e incluso de recoger cualquier arma del suelo y utilizarla contra nosotros.

Por otro lado, a veces parecen responder a rutinas de comportamiento demasiado r¨ªgidas y previsibles, y frecuentemente no se inmutan ante la desaparici¨®n de un compa?ero o la muerte de ¨¦ste. Un apartado, este de la IA, que aunque en ning¨²n momento provoca graves handicaps en el desarrollo de la acci¨®n, s¨ª se nos antoja como uno de los puntos a mejorar en posibles futuras entregas. Indiana se ver¨¢ las caras con los ya familiares soldados nazis, mercenarios ¨¢rabes y chinos, y tendr¨¢ la oportunidad de enfrentarse, como no pod¨ªa ser de otra manera, a enemigos sobrenaturales sacados de la ¨¦pica mitol¨®gica como un pulpo gigantesco, el Kraken ( el 'Frankestein' alem¨¢n) o un impresionante Drag¨®n que aparece al final del juego.

Igualmente, seguimos sin entender c¨®mo en una consola con disco duro como Xbox seguimos padeciendo d¨ªa tras d¨ªas sistemas de guardado tan p¨¦simos para el sufrido jugador. Cada nivel o escenario de este Indiana de The Collective se divide en diversos subniveles en los que tendremos que cumplir unos objetivos espec¨ªficos para poder acceder a los siguientes. Y completar un subnivel puede acarrearnos un tiempo considerable, ya que en muchos deberemos encontrar m¨¢s de un objeto disperso y escondido por los recovecos del extenso escenario como sucede, por ejemplo, en el subnivel de los cuatro discos de las ruinas sumergidas de Estambul. Pues bien, es s¨®lo en estas transiciones autom¨¢ticas de un subnivel a otro cuando, de un modo incomprensible, el juego salva la partida autom¨¢ticamente. No hay otra posibilidad. No es tan desesperante como el mecanismo de guardado de un Resident pero es considerablemente molesto en subniveles m¨¢s extensos o complicados de lo habitual. Una l¨¢stima.

g? r? ¨¢? f? i? c? o? s
Este es un apartado ciertamente contradictorio. Al magn¨ªfico y ejemplar dise?o de escenarios que se han trabajado los chicos de The Collective, hay que sumarle un m¨¢s que correcto modelado de todos los personajes del juego, destacando la magn¨ªfica apariencia de Indy, cuyo rostro es claramente identificable con el del gran Harrison Ford y eso, sin ninguna duda, es ya todo un acierto. Los escenarios, amplios y bien ideados, y con muchos ambientes subacu¨¢ticos, alternan texturas de una calidad sobresaliente con otras demasiado borrosas, de mediocre factura y p¨¦simo nivel de detalle, con un uso exagerado del mip-mapping. Los bellos escenarios, parajes y texturas de la Praga profunda, por ejemplo, contrastan con la discreta puesta en escena de un Estambul parco en detalles. Y estos altibajos son una constante a lo largo de todo el juego.

Pero en l¨ªneas generales, y salvo garrafales fallos gr¨¢ficos propios de un juego que, seguramente, haya salido a la venta antes de tiempo, las enormes posibilidades de este 'engine' de fabricaci¨®n propia a¨²pan a este nuevo Indiana hasta unos niveles de excelencia gr¨¢fica m¨¢s que considerables. Parad¨®jicamente, nos cuesta creer que un juego de tanta calidad en l¨ªneas generales y basado en la licencia 'Indiana Jones' pueda llegar hasta el consumidor final con 'bugs' gr¨¢ficos tan evidentes como los que The Collective ha ignorado soberanamente en el testeo de calidad del producto. El siempre doloroso 'clipping' (errores en los c¨¢lculos de colisiones y contacto entre superficies supuestamente s¨®lidas y poligonales) es claramente perceptible en cada una de las paredes y elementos est¨¢ticos del escenario cuando nuestro protagonista se acerca a ellos e intenta desplazarse o hacer alg¨²n movimiento en contacto con su superficie.

Es realmente incomprensible que errores tan clamorosos como estos puedan colarse como si tal cosa en las versiones finales de los productos ya que, aunque no influyan decisivamente sobre la acci¨®n, le restan un grado de realismo y verosimilitud al entorno 'real' en el que los dise?adores nos pretenden sumergir.?Otros de los puntos d¨¦biles del juego son algunas de las animaciones de las que hace gala nuestro arque¨®logo. Cuando Indy corre por el escenario o rueda por el suelo con una r¨¢pida voltereta da la sensaci¨®n de que el movimiento de Indiana es excesivamente brusco y entrecortado, posiblemente falto de alg¨²n que otro frame en la secuencia de animaci¨®n. La situaci¨®n de la c¨¢mara tambi¨¦n nos jugar¨¢ malas pasadas dej¨¢ndonos, a veces, vendidos ante nuestros numerosos enemigos presenciando la escena desde una perspectiva realmente inc¨®moda.

Para corregir esto, y como ya viene siendo habitual en los juegos de acci¨®n en 3? persona, los dise?adores han otorgado al gatillo izquierdo del Pad una necesaria funci¨®n de 'autocentrado' que se agradece y se utiliza casi constantemente. En definitiva, un apartado gr¨¢fico que podr¨ªa haber alcanzado un gran nivel y que se ha quedado empa?ado por los numerosos 'bugs' gr¨¢ficos y de programaci¨®n que, con toda seguridad, podr¨ªan haberse evitado y corregido con algo m¨¢s de tiempo y muchas menos prisas.? En este aspecto, un tir¨®n de orejas desde aqu¨ª a los chicos de The Collective y? Lucas...

s? o? n? i? d? o??? f? x
En este apartado el t¨ªtulo de The Collective raya a un muy buen nivel. Los sonidos ambientales son pr¨¢cticamente perfectos, recreando con verosimilitud cada una de las acciones y elementos que dan vida al escenario. El conseguido efecto sonoro del chasquido del l¨¢tigo de Indiana es un claro ejemplo de que este apartado ha sido mimado al m¨¢ximo. El doblaje, en perfecto castellano, goza de una calidad m¨¢s que notable, quedando patente que Electronic Arts ha hecho un gran trabajo en la localizaci¨®n de la versi¨®n espa?ola del juego. Hemos de decir que, lamentablemente, la voz de este Indiana virtual no es la misma que la del actor de doblaje de Harrison Ford, pero tanto la entonaci¨®n como el timbre que exhibe este Indy de The Collective nos parecen m¨¢s que correctos. Correct¨ªsimos, dir¨ªa yo.

m? ¨²? s? i? c? a
Menci¨®n aparte para la insuperable banda sonora del gran John Williams que acompa?a como un guante a cada una de las escenas del juego. Los de California han a?adido alg¨²n que otro movimiento y pasaje a las sinton¨ªas originales para que se pudieran adaptar perfectamente a cada uno de los acontecimientos y acciones del juego. Y s¨ª, tengo que confesarlo, el 'main theme' de Indiana me sigue emocionando como quiz¨¢s ninguna sinton¨ªa lo haya hecho nunca. Lo dicho, un sobresaliente para el apartado sonoro de este Indy 'made in california'.

c? o? n? c? l? u? s? i? ¨®? n
El principal m¨¦rito de The Collective es que no han desaprovechado la oportunidad de realizar una gran juego a partir de una licencia tan demacrada como la del Indiana virtual. Han sabido plasmar en un din¨¢mico y variado juego todas las caracter¨ªsticas que hicieron grande y famoso a Indiana, manteniendo la esencia de ese Indy cinematogr¨¢fico pero sin caer en el oscuro tedio de la repetici¨®n y el 'dej¨¤ vu'. No es un juego perfecto, pero a cambio cautiva al jugador con un estilo de juego inmediato y directo, profundamente adictivo, capaz de inmortalizar en nuestras retinas algunas escenas ¨¦picas que quiz¨¢s recordemos para siempre.

Tal vez una de las principales virtudes de este Indiana Jones es su capacidad para inmiscuirnos en ese mundo m¨ªstico-aventurero que tanto y tantos ech¨¢bamos de menos. Algunos acusar¨¢n a The Collective de presentarnos a este 'otro Indy', su Indy, como un Indiana extremadamente violento que no se conforma con dejar KO a un enemigo y que busca su muerte con ah¨ªnco. Y tal vez tengan raz¨®n. Pero lo que nadie podr¨¢ negar es que The Collective y LucasArts han conseguido que el mito vuelva a renacer de sus inmortales cenizas...

Esas mismas que quedaron tr¨¢gicamente sepultadas en el interior de aquella especie de M¨¢quina Infernal que ya pr¨¢cticamente nadie quiere recordar. Sin duda, estamos ante el mejor t¨ªtulo de The Collective y el juego que el gran Indiana necesitaba para poder mirar a la sensual y despampanante Lara Croft cara a cara. Bien por The Collective.