Zelda Wind Waker, Impresiones (GameCube)

Hay juegos buenos, muy buenos y magn¨ªficos, pero existe un nivel solo reservado a las grandes obras maestras, aquellas que son realmente capaces de sacar al jugador de su realidad para hacerle vivir un sue?o del que no se quiere despertar, una experiencia ¨²nica para el jugador y sus sentidos.

A buen seguro muchos de lo que estar¨¢n leyendo esto ahora saben toda la historia en torno a la demo del Spaceworld del 2000 y el cambio radical que experiment¨® cuando se mostraron las primeras de lo que ser¨ªa este t¨ªtulo. Incidir esto es absurdo, y cosa del pasado (o del futuro, dado que Miyamoto-san dej¨® abierta la posibilidad de reutilizar los modelos de la demo del SW).

Sea como sea, el resultado final del Kaze no Takuto es sin duda una de las obras maestras de esta generci¨®n y de la historia de los videojuegos, un t¨ªtulo que brilla intensamente en todos sus apartados y que recoge el legado de pasadas entregas de la saga, mejorando decenas de cosas y present¨¢ndolo todo en un t¨ªtulo que derrama magia, diversi¨®n y emoci¨®n por los cuatro costados. No solo se trata de un t¨ªtulo por el que merece la pena comprarse una consola, sino uno que puede de crear afici¨®n por los videojuegos, capaz de hacer que nuevas generaciones entiendan y aprecien este mundillo.

A pesar del enorme peso que supone la historia de la saga Zelda con exponentes que marcaron puntos de inflexi¨®n como Link to the Past o Ocarina of Time, se puede afirmar que Kaze no Takuto (Tacto del Viento) o Wind Waker, tal y como se le conoce en USA, es la m¨¢s pulida de todas, pues recoge los mejores elementos de anteriores entregas para ponerla en un marco incomparable, envuelta en una aventura maravillosa, emocionante y universal, que puede ser disfrutada desde el m¨¢s peque?o de la casa hasta la persona m¨¢s experimentada.

Nada m¨¢s comenzar, la pantalla de inicio obsequia a los jugadores con una alegre melod¨ªa (en donde uno se empieza a dar cuenta de la calidad ac¨²stica que atesora el juego), mientras muestra a Link al borde de un precipicio en su isla natal, mirando al horizonte, como una invitaci¨®n al jugador a contemplar el amplio y desconocido mundo que deber¨¢ recorrer.

Todo empieza en una pac¨ªfica isla, donde Link dormitaba felizmente en un mirador hasta que aparece su hermana peque?a, Aryll, para recordarle que es su cumplea?os y que la abuela tiene un regalo para ¨¦l. Con esto se abre la oportunidad de empezar a controlar Link, a la vez que en el camino a casa de su abuela diferentes miembros del poblado dar¨¢n claves de como controlar algunas de las habilidades espec¨ªficas, como arrastrarse por el suelo, coger cosas o el combate.

Estos primeros minutos sirven no solo para aprender, sino para entrar en contacto con el personalisimo mundo que Nintendo ha creado para este t¨ªtulo. El primer contacto con el mar, la tierra y el aire de Hyrule solo es comparable con la impresi¨®n que dan sus habitantes. Y es que uno no podr¨¢ evitar el asombro de ver algunos de los personajes que se presentan durante estos primeros compases, como un peque?o ni?o del que desprende un moco kilom¨¦trico que in¨²tilmente intenta absorber, o el anciano que introduce en el arte de combatir, que es aut¨¦nticamente memorable.

Una vez llegados hasta la encantadora abuelita, esta, como regalo de cumplea?os, cumplir¨¢ la tradici¨®n de entregar un traje verde igual que el que us¨® el h¨¦roe de Hyrule hace 100 a?os (que nadie se pierde la expresi¨®n de la cara de Link cuando se le hace entrega del traje). Despu¨¦s de este entra?able momento familiar, los acontecimientos se precipitar¨¢n y Link contemplar¨¢ como un p¨¢jaro gigante captura a una miembro de un barco pirata en las cercan¨ªas, dejando caer a su presa caer en medio de un bosque de tu isla natal, por lo que corres en su auxilio.

Despu¨¦s de rescatar a la pirata, Tetra, Link ver¨¢ impotente como el p¨¢jaro gigante se lleva a Aryll, lo que le embarcar¨¢ en un viaje que le llevar¨¢ a lo ancho y largo de Hyrule, un mundo compuesto por decenas y decenas de islas separadas por el mar, por el que m¨¢s tarde se podr¨¢ navegar libremente y entrar de lleno en el exponente de libre exploraci¨®n.

Por ejemplo, en cuanto a combate, teniendo en cuenta que la base de este es exactamente la misma que OoT, en Kaze no Takuto ha ganado mucha m¨¢s movilidad y posibilidades, haciendo los combates m¨¢s fluidos y m¨¢s r¨¢pidos. Link se puede mover en todas las direcciones, dar volteretas, saltar a los lados, contraatacar, bloquear, atacar por diferentes lados seg¨²n como se direccione el golpe, realizar ataques especiales, usar armas secundarias, usar armas de enemigos (resulta muy gracioso verle usar una lanza que es como tres o cuatros veces su tama?o), desarmar contrincantes... los veteranos de Ocarina of Time ver¨¢n que, todo lo bueno que era el combate ha sido multiplicado de manera que el resultado es uno de los mejores combates 3D que hoy en d¨ªa puede disfrutar una aventura de estas caracter¨ªsticas. El remate en los combates viene con el fabuloso efecto de humo que dejan los enemigos al morir, un efecto peque?o pero muy divertido y de una calidad tal que no se puede cansar uno de verlo.

Tambi¨¦n todo el cap¨ªtulo de puzzles se iguala y supera mediante la inclusi¨®n de muchas m¨¢s posibilidades. El hecho de contar con un hardware de mayor potencia y mayor capacidad de almacenamiento ha hecho que aumente en mucho la variedad de cosas dedicadas a las pruebas de habilidad o de razonamiento que se tienen que acometer en las diferentes mazmorras. No solo porque hay m¨¢s objetos que usar, sino porque el rango de movimientos es mucho mayor.

Ahora Link puede realizar acciones como andar pegado a la pared, o asomarse a la esquina al m¨¢s puro estilo Solid Snake (de hecho, toma prestado una de las t¨¦cnicas favoritas de camuflaje de este, solo que usando un tonel en vez de una caja de cart¨®n), arrastrarse, dar volteretas, colgarse del borde y balancearse. Este ultimo merece la pena mirarlo de cerca, porque resulta magn¨ªfico como se ha implementado y lo divertido que resulta, el realismo con el que la cuerda se mueve y como Link puede impulsarse para balancearse m¨¢s, alcanzando m¨¢s distancia. Esto ser¨¢ muy com¨²n ya que no solo hay zonas en las que habr¨¢ que desplazarse saltando por lamparas colgantes (a lo Tarzan), sino que adem¨¢s est¨¢ el gancho, que sirve tambi¨¦n para colgarse y columpiarse.

Siguiendo con la comparaci¨®n, hay una flagrante, que es la B.S.O. Zelda siempre ha gozado de una gran composici¨®n, pero en cuanto a calidad ac¨²stica, la anterior generaci¨®n con N64 fue muy discreta en este apartado, m¨¢s que nada por la comparaci¨®n con la calidad CD que exhib¨ªan el resto de las consolas y porque el chip sonoro de la consola de 64 de bits no es ninguna maravilla. Pero para esta ocasi¨®n se ha creado una B.S de aut¨¦ntico lujo, y que desprende un estilo tan personal como el juego propio.

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Se ha alejado un poco del car¨¢cter grandilocuente que hab¨ªa en anteriores entregas, y se ha optado por darle un toque m¨¢s ¨ªntimo, usando instrumentos reales como guitarras espa?olas, flautas, violines o violonchelos. El resultado es una m¨²sica casi c¨¦ltica de impagable calidad, en donde se alternan temas cl¨¢sicos de la saga (algo que se notar¨¢ en la introducci¨®n) como composiciones completamente nuevas, alegres, tensas, algunas oscuras y otras incluso ¨¦picas, pero siempre acordes con la acci¨®n (la din¨¢mica de la m¨²sica es muy buena y los temas se alternan seg¨²n el lugar y la situaci¨®n). Hay momentos en los que la m¨²sica abandona su lugar a los efectos, como en medio de una tormenta en donde se deja al jugador a solas para escuchar el viento, la lluvia y los truenos en todo su esplendor.

Detr¨¢s de la aparente simpleza de estos, se encuentra uno de los juegos que mejor explota la potencia de una consola en la presente generaci¨®n de m¨¢quinas y la verdad es que hay muy pocos t¨ªtulos que se le puedan comparar en sofisticaci¨®n gr¨¢fica. Para empezar, el "Toon Shaded", que es el particular termino utilizado para nombrar la t¨¦cnica utilizada en los gr¨¢ficos de este t¨ªtulo, se muestra claramente superior a cualquier otro juego Cel Shaded presente en la actualidad. Ning¨²n otro t¨ªtulo ha sabido aproximarse tanto a una pel¨ªcula de animaci¨®n como este, ni por detalles, ni mucho menos por animaci¨®n en donde Zelda destaca ampliamente gracias a la fluidez de todo el entorno.

Pero para decir que este es quiz¨¢s el juego m¨¢s complejo t¨¦cnicamente de cuantos hay, con las verdaderas obras maestras que ha habido, hace falta mucho m¨¢s que una evoluci¨®n del Cel Shaded. Y ese algo m¨¢s se traduce en una sola palabra: s¨ªntesis, la capacidad de crear algo org¨¢nico con vida propia que no est¨¦ atado por rutinas. Hace mucho tiempo, el que subscribe habl¨® mucho en un art¨ªculo de esta t¨¦cnica, pues Sony la hab¨ªa convertido en su caballo de batalla para demostrar el potencial de su PS2. El argumento era que la enorme potencia de c¨¢lculo de la consola permit¨ªa la posibilidad de crear mundos org¨¢nicos, con vida propia, y que respondieran a los sucesos de forma natural, no prefijada. Varios juegos en PS2 han conseguido implementar esta t¨¦cnica en cierto modo, como por ejemplo en MGS 2, en donde se hace patente en el efecto de lluvia.

Pero no hay ning¨²n juego que haya aplicado esta t¨¦cnica de forma tan extensiva e impresionante como lo ha hecho Zelda en GC. Siguiendo el deseo de Shigeru Miyamoto de crear un Hyrule "vivo" y org¨¢nico, se ha destinado grandes esfuerzos en hacer que el entorno se comporte de forma realista, empezando por ejemplo en el mar. No se ha creado un agua realista, como pudiera ser la del Mario Sunshine ni se ha utilizado una f¨ªsica de flu¨ªdos real tampoco, pero se pueden apreciar detalles importantes como el hecho de que las olas tengan un comportamiento aleatorio y obedezcan a la direcci¨®n del viento, o que cuando el agua choca con la playa, lo hace siempre de forma distinta. Tambi¨¦n la lluvia est¨¢ muy conseguida, de forma que no solo las gotas caen de forma ca¨®tica, sino que adem¨¢s se puede ver detalles como el impacto contra las superficies.

Luego est¨¢ el viento, que es seguramente uno de los elementos m¨¢s predominantes (no se llama "Tacto del Viento" en japon¨¦s por casualidad) de este t¨ªtulo. Como la direcci¨®n en la que sopla es muy importante, se ha representado con unas l¨ªneas en el aire, que por supuesto son tambi¨¦n ca¨®ticas, de modo qie uno nunca ver¨¢ la misma l¨ªnea dos veces. El viento incide en muchas cosas, entre ellas la direcci¨®n en la que el barco de Link puede navegar, ya que al ser de vela, est¨¢ a merced del viento (un efecto a tener muy en cuenta es en el movimiento de la vela, que se comporta como un tejido real).

Otro punto que merece menci¨®n es el tama?o de los enemigos finales, que es realmente tit¨¢nico. Pocos juegos tienen unos enemigos finales tan sumamente grandes e intimidadores. Tampoco se pueden dejar pasar cosas en este impresiones como la luz, que alcanza un nivel fant¨¢stico en muchos momentos, como se puede comprobar en la cueva del fuego, donde la incandescencia de la lava y las enormes columnas de fuego se reflejan en todas las superficies.

Pero habiendo dejado que t¨¦cnicamente es una maravilla, est¨¦ticamente ya es cuesti¨®n de gustos. El que subscribe, como gran admirador de la obra de Hayao Miyazaki (creador de Totoro, Porco Rosso o la recientemente oscarizada y absolutamente maravillosa, Sen no Chihiro no kamikakushi) no puede menos que emocionarse ante la clara influencia gr¨¢fica ejercida en Zelda por este genial autor. Y aunque todav¨ªa est¨¢ lejos el d¨ªa en que un videojuego consiga reflejar fielmente lo mismo que el l¨¢piz de artistas como Miyazaki-san, Katsushiro Otomo, Masamune Shirow, o incluso de artistas relacionados con los videojuegos como Yoshitaka Amano o Yoji Shinkawa, se puede decir que Zelda est¨¢ en el buen camino.

No solo est¨¢ el estilo, sino tambi¨¦n el dise?o art¨ªstico de los personajes, momento en el que uno se puede dar cuenta que ha habido tambi¨¦n un intenso trabajo en hacer que cada uno de los integrantes de Hyrule tenga una presencia propia y ¨²nica con respecto al resto de individuos. A esto se le a?ade el colosal resultado de la animaciones faciales, que est¨¢n presentes como en ning¨²n otro juego, y es que la expresividad en los rostros es alta y est¨¢ muy bien lograda, aunque nada que ver con el propio Link y su amplia gama de muecas, gestos y caras de circunstancia, que alcanzan en algunas veces la propia dimensi¨®n de una pel¨ªcula de animaci¨®n, m¨¢s que de un videojuego.

Pero a pesar de todo lo dicho, hay que vivirlo para saber bien de lo que aqu¨ª se est¨¢ hablando, y es que no ser¨¢ hasta que se est¨¦ a solas con el t¨ªtulo, cuando uno se da cuenta de peque?os detalles y momentos que marcan la impresi¨®n general que provocan los gr¨¢ficos. Por ejemplo, a muchos no se les har¨¢ extra?o pararse y utilizar la bien resuelta c¨¢mara para enfocar al cielo y contemplar una noche estrellada, intentando ver las constelaciones a la vez que las nubes van pasando, o en medio del mar viendo a las gaviotas revolotear alrededor mientras se es mecido por las olas, o bien contemplando como el color de todo a tu alrededor cambia din¨¢mica y paulatinamente a medida que va amaneciendo y suena una melod¨ªa que indica la llegada del nuevo d¨ªa.

Por ultimo en este breve repaso a algunas caracter¨ªsticas del juego, hay que decir que la historia est¨¢ bastante m¨¢s trabajada que en anteriores entregas (a pesar de que Zelda no es un juego que deje mucho peso en este apartado), poniendo una intensa labor en los di¨¢logos, que aparecen en grandes cantidades. Tambi¨¦n se ha hecho un buen trabajo llevando el flujo de la historia, de forma que hay interesantes giros argumentales, necesarios para mantener la atenci¨®n.

Zelda: Kaze No takuto es un juego especial, que sobresale se mire como se mire: dise?o, art¨ªstico, t¨¦cnico, narrativo, jugabilidad, gr¨¢fico, ac¨²stico... resulta complicado pensar en otro juego m¨¢s completo y a la vez tan universal, con tantas cosas por hacer, minijuegos que jugar, mazmorras por superar, enemigos que abatir, puzzles geniales por resolver y secretos por descubrir. Un t¨ªtulo que recoge esa magia minimalista que se puede ver en la obra de Miyazaki-san, pero tambi¨¦n el esp¨ªritu ¨¦pico de la saga, combin¨¢ndolo en un marco de ensue?o en el que a uno no le cuesta nada perderse, siendo f¨¢cil abandonar la historia para explorar los misterios de cada rinc¨®n del enorme mapeado que compone el mundo de Hyrule, y disfrutar cada segundo con ello. Un juego m¨¢gico, que consigue realmente transportar al jugador a un mundo de fantas¨ªa y color del que no se querr¨¢ salir.