Igual de virtual en la mitad de espacio.

Virtua Tennis es quiz¨¢s la mejor adaptaci¨®n del deporte de la raqueta al mundo de los videojuegos. Nacida en recreativa y convertida a Dreamcast y PS2, ahora da el salto al mundo de las port¨¢tiles con una adaptaci¨®n a la altura de lo esperado.

Muchos juegos de tenis han pasado por la port¨¢til de Nintendo hasta nuestros d¨ªas. Desde que naci¨® la consola ya dispon¨ªa de un juego de este deporte (y muy divertido, por cierto) y desde entonces es casi imposible contar cuantos m¨¢s han visto la luz, con mayor o menor ¨¦xito.

Y es que se puede decir que han salido m¨¢s juegos de tenis que de f¨²tbol para Game Boy, aunque todo hay que decirlo, la mayor¨ªa con una calidad bastante deficiente, al menos como para justificar su adquisici¨®n.

Pero ahora llega Virtua Tennis, y parece que eso va a cambiar. De entrada este t¨ªtulo viene precedido por la gran calidad que demostr¨® en sus versiones precedentes. En primer lugar, esta saga comenz¨® su andadura en versi¨®n recreativa, donde ya sorprendi¨® con unos movimientos y una suavidad nunca antes vista. Posteriormente dio el salto a la consola de Sega, sorprendiendo entonces gracias a una conversi¨®n totalmente perfecta.

En vista del ¨¦xito, la segunda parte no se hizo esperar, y adem¨¢s de ver la luz en Dreamcast, tambi¨¦n lo ha hecho en la consola negra de Sony. Aqu¨ª aunque el sistema de juego era algo diferente, la jugabilidad y la diversi¨®n continuaban siendo apabullantes; simplemente era algo diferente.

Y ahora la ¨²ltima versi¨®n sale para Game Boy Advance, con algunas diferencias, sobre todo a nivel t¨¦cnico, pero manteniendo el nivel alcanzado en la saga, y con una diversi¨®n a la altura de sus hermanas mayores.

Si te apetece echar un partido, o simplemente buscas un juego para pasar ratos muy puntuales sin complicarte la vida, puede que este sea tu juego. Sigue leyendo y desc¨²brelo.

El apartado gr¨¢fico es el que m¨¢s ha sufrido el cambio desde las consolas de sobremesa. La potente consola port¨¢til de Nintendo puede hacer muchas cosas, pero por desgracia conseguir la misma calidad gr¨¢fica que sus hermanos mayores es algo que todav¨ªa no puede hacer.

Por ello, el aspecto gr¨¢fico ha sido menguado un poco, pasando los jugadores, de estar modelados en 3D con pol¨ªgonos, a unas muy bien dibujadas 2D. Pero a pesar de ello, se ha querido mantener el esp¨ªritu de la saga, y conseguir una buena animaci¨®n era lo m¨¢s importante.

Y as¨ª ha sido. La animaci¨®n de los jugadores es muy buena. Puede que no tanto como si fueran pol¨ªgonos, pero a pesar de ser simples dibujos, se mueven de una manera realmente buena: muy suave y con muchos cuadros de imagen para cada acci¨®n (especialmente la del saque, muy conseguida).

Sin embargo, esta buena animaci¨®n repercute negativamente en la velocidad del juego. Y es que este Virtua Tennis port¨¢til a veces no es todo lo r¨¢pido que deber¨ªa. En algunos momentos da la impresi¨®n de que la acci¨®n se desarrolla a c¨¢mara lenta, principalmente porque la animaci¨®n de los jugadores requiere de bastante tiempo para que se vea fluida.

Dejando a un lado la animaci¨®n, el aspecto gr¨¢fico del juego es muy bueno. Los jugadores est¨¢n muy bien definidos, y con un gran colorido. Los campos, del mismo modo, han sido dibujados con esmero, lo que en general se traduce un alto grado de realismo. Justo lo que todos esper¨¢bamos de un t¨ªtulo que ha acercado el tenis a los videojuegos de manera tan realista.

Si comenzamos hablando de la m¨²sica, hay que reconocer que aqu¨ª alguien estuvo un poco falto de ganas de trabajar. Todas las m¨²sicas son de corte techno (hay un tema por cada pista, y otro m¨¢s para los men¨²s), con ritmos muy repetitivos y machacones. Por un lado quedan bien mientras se juega la partida, pero por otro hay que reconocer que al cabo de unos cuantos partidos empiezan a molestar un poco.

Sobre todo porque tampoco suenan con una gran calidad sonora. El chip de sonido de Game Boy Advance da para bastante m¨¢s, aunque sea dif¨ªcil de conseguir. En general se puede hablar de unas m¨²sicas correctas, que cumplen, pero que se podr¨ªan haber mejorado.

Los efectos de sonido, aunque hay pocos, no se les puede poner ninguna pega. Desde el sonido de las raquetas hasta el bote de la bola est¨¢n muy bien reproducidos. Tambi¨¦n es verdad que en un partido de tenis, pocos sonidos se pueden escuchar.

Y llegamos por fin al apartado m¨¢s importante de cualquier juego. La diversi¨®n en este nuevo Virtua Tennis est¨¢ garantizada, aunque quiz¨¢s no tanto como desear¨ªamos. El motivo hay que buscarlo en varios puntos, algunos buenos, y otros no tan buenos.

Comenzando con un punto positivo, est¨¢ el control, tan sencillo e intuitivo como lo ha sido siempre. Con la cruceta se desplaza al tenista por la pista. Con A se realizan los golpes normales y con B se realizan los golpes lentos. Si se pulsan los dos a la vez se realizan los globos. Y eso es todo en cuanto a la asignaci¨®n de botones se refiere. Ahora entra en juego la manera de combinarlos.

Virtua Tennis siempre ha intentado ser un juego muy sencillo de jugar y muy divertido, como los arcades, y a la vez, con un alto grado de realismo. En esta entrega el objetivo tambi¨¦n ha sido cumplido, aunque ser¨¢ mejor ver por partes esta afirmaci¨®n.

La sencillez se debe a que a menos que en alg¨²n momento muy puntual deseemos hacer un globo, el ¨²nico bot¨®n que pulsaremos ser¨¢ el A para hacer los golpes normales. Al combinarlo con derecha o izquierda se consigue dirigir la pelota hacia el lado deseado, mientras que si se combina con arriba o abajo se puede dar m¨¢s o menos fuerza a la bola.

El realismo viene ahora porque el jugador no har¨¢ siempre lo que nosotros le pidamos, sino que a veces se ver¨¢ condicionado por la situaci¨®n. Si por ejemplo llega muy justo a la bola, le dar¨¢ flojo, y probablemente no le podamos dar una direcci¨®n. Por otro lado, cuanto m¨¢s tiempo tenga el jugador para preparar el golpe, mejor le dar¨¢, la mandar¨¢ m¨¢s escorada al lado que le digamos y con m¨¢s fuerza.

Sin embargo, los elementos arcade tambi¨¦n est¨¢n presentes, restando algo de ese realismo del que antes presum¨ªamos. Por ejemplo, la bola es casi imposible que salga fuera del campo, excepto en los saques. Los jugadores por mucho que corren no se cansan?

Un detalle que se ha quitado de las otras versiones de Virtua Tennis es la posibilidad de que los jugadores se tiren al suelo para llegar a bolas imposibles. Por lo menos realizan una estirada si tiene la bola lejos, pero ahora el llegar a bolas lejanas es bastante m¨¢s dif¨ªcil, haciendo que la posici¨®n en el campo sea mucho m¨¢s importante para llegar a cualquier bola que sea devuelta.

En general hay que reconocer que al principio puede costar acostumbrarse al juego, pero una vez superada la dificultad inicial de adaptaci¨®n, el juego se hace muy divertido, aunque sin llegar a serlo tanto como sus hermanos mayores.

En cuanto a los modos de juego, el t¨ªtulo viene bien servido, pero sin exagerar. El principal es el modo torneo, donde al igual que en la recreativa original, hay que viajar por el mundo enfrent¨¢ndose a varios rivales para conquistar el t¨ªtulo de campe¨®n. Si se pierde siempre se puede continuar, y los partidos se componen de un solo set, por defecto a dos juegos, aunque el n¨²mero se puede modificar.

El siguiente modo de juego es un partido libre. Al igual que el modo anterior, ¨¦ste se puede jugar en modo individual o dobles, y simplemente es un partido sencillo en el que se puede configurar todas las opciones.

Por ¨²ltimo est¨¢ el modo World Tour, un modo tan extravagante como curioso que sin duda alarga bastante la vida del cartucho. En ¨¦l, hay que comenzar configurando un tenista a gusto de cada uno, para despu¨¦s viajar por el mundo realizando las pruebas m¨¢s absurdas y disparatadas que se puedan imaginar. Desde cocinar hamburguesas a base de raquetazos, hasta acabar con unos cuantos alien¨ªgenas devolviendo las bolas que lanzan.

 c o n c l u s i ¨® n

Estamos sin duda ante uno de los mejores juegos de tenis que han aparecido para Game Boy Advance. Es divertido, el modo World Tour lo hace largo y variado, y es el t¨ªtulo ideal para jugar en cualquier lado. Pero a pesar de todo, no es igual de bueno que sus hermanos mayores. Por muy poco, y justificado por las diferencias t¨¦cnicas que hay entre las consolas? pero a fin de cuentas, no es 'exactamente' lo mismo.

Desde luego, cualquiera que disfrute con los t¨ªtulos deportivos se lo pasar¨¢ como un enano con este juego. Y por supuesto todo aquel que guste de los simuladores de tenis, no hace falta decir que encontrar¨¢ aqu¨ª el motivo para llevarse su GBA a todas partes.

 l o   p e o r