Con poca punter¨ªa y balas de fogueo

No es nuevo que un juego de ordenador nos ofrezca la posibilidad de meternos dentro de unidades de ¨¦lite de los cuerpos de seguridad. Lo hemos hecho, por ejemplo, en SWAT 3 o Rainbow Six, por citar dos de los m¨¢s conocidos. Secret Service: In Harm's Way (vaya, la misma coletilla que No One Lives Forever 2) nos trae la novedosa oportunidad de encarnar a un escolta del Servicio Secreto de los Estados Unidos, y aunque parece que este juego comparte premisas con aquellos, veremos que, para su desgracia, no es as¨ª.

Como ya he dicho, tomamos el papel del joven agente del Servicio Secreto Mark Brophy, un reci¨¦n salido de la academia que, con el paso del tiempo, ir¨¢ encarg¨¢ndose de misiones m¨¢s y m¨¢s relevantes. Misiones que consistir¨¢n, b¨¢sicamente, en impedir la muerte del protegido, alcanzar una zona segura o, sencillamente, acabar con toda la resistencia enemiga. Lo cierto es que haciendo esto ¨²ltimo la misi¨®n se nos dar¨¢ por completada, aunque inicialmente consista en uno de los otros dos supuestos. Suman un total de diecis¨¦is, divididas en cuatro cap¨ªtulos.

Nuestras actividades nos llevar¨¢n a distintos escenarios, como ciudades indeterminadas de Oriente Medio, haciendas en M¨¦jico y diferentes localizaciones en territorio estadounidense, como un almac¨¦n en Tejas, un casino en Las Vegas o la mism¨ªsima Casa Blanca en Washington, D.C.

Para abrirnos paso a trav¨¦s de estos lugares contamos con un cat¨¢logo de armas suficientemente abultado, cuya disponibilidad estar¨¢ en funci¨®n de la misi¨®n a realizar. Contamos pues con pistolas como la K40 o la M9, metralletas como la omnipresente MP5, fusiles entre los que se encuentra el famoso M4, rifles de francotirador, escopetas, granadas de fragmentaci¨®n, de humo, cegadoras, y eventualmente podremos equiparnos con armas que habitualmente se asocian a grupos terroristas, como la AK-47 o la Uzi, e incluso con pu?ales y hasta un lanzacohetes. Tambi¨¦n es posible utilizar las armas que dejen los enemigos abatidos. El resto del equipamiento lo completan diferentes tipos de chalecos antibalas, sets de munici¨®n, artefactos explosivos con distintos mecanismos de detonaci¨®n (remota, por cable tensor o por tiempo) y las gafas de visi¨®n nocturna y unos prism¨¢ticos que llevamos de forma permanente.

En nuestro cometido podr¨¢n acompa?arnos otros agentes, sobre los que ejerceremos el mando a trav¨¦s de un men¨² similar al de SWAT 3, mediante el cual les daremos ¨®rdenes sencillas como seguirnos, dejarles detenidos en cierto punto o atacar a un enemigo concreto. No estar¨¢n en todas las misiones, sino s¨®lo en aquellas en las que est¨¦ previsto, aunque podemos decidir realizar la misi¨®n sin compa?¨ªa en cualquier caso. Tambi¨¦n tenemos completa capacidad de decisi¨®n sobre el equipamiento de estos agentes a nuestro cargo. En las ¨²ltimas misiones incluso decidiremos su localizaci¨®n inicial en el escenario.

Antes de cada trabajito se nos dar¨¢ la informaci¨®n precisa sobre la localizaci¨®n y nuestros objetivos (el t¨ªpico briefing, vaya). Es en este punto donde llevamos a cabo las tareas ya comentadas de elegir nuestro equipamiento, el del resto de agentes y su posici¨®n en el mapa (caso de que existan estas posibilidades).

Vista esta descripci¨®n general de lo que alberga el juego ?podemos decir que la integraci¨®n final de sus elementos conforma un buen programa? Siento tener que decir que no, a pesar de que parte con alguna buena idea. Lo peor, sin duda, es el aburrido modelo de acci¨®n que ofrece: sales en el mapa, avanzas y matas a todo bicho con pistola que se te cruce, lo cual te resultar¨¢ f¨¢cil en los casos en los que tu avistes primero al rival, y se te puede complicar un poco si es ¨¦l quien te ve sin que t¨² te percates.

En los niveles de dificultad normal y duro la punter¨ªa del enemigo es endiablada, y si la presencia de alguno te pasa desapercibida caer¨¢s fulminado. En ese caso te toca empezar la misi¨®n, o para ser mucho m¨¢s preciso, repetirla. Y es que eso es justo lo que har¨¢s, repetir cuanto hab¨ªas hecho hasta el punto en el que ca¨ªste, puesto que los enemigos siempre est¨¢n en el mismo sitio y aparte de caminar y disparar, no hay nada m¨¢s que hacer.

La interacci¨®n con el escenario se limita a romper bombillas y cajas, mover muebles con la supuesta finalidad de cubrirte con ellos y atravesar puertas. Olv¨ªdate de activar alg¨²n mecanismo, o apretar botones o cosas as¨ª. Como digo, un pu?ado de terroristas esparcidos por el mapa para que les pegues unos pocos tiros de la manera m¨¢s simple es lo ¨²nico que ofrece el juego.

El comportamiento del contrario no brinda mayor reto que el de colocar el punto de mira sobre ¨¦l y apretar el gatillo, puesto que su actuaci¨®n se limita a permanecer quietos en su sitio hasta que llegas a sus inmediaciones. Una vez producido el encuentro su reacci¨®n normal es aproximarse hacia ti para abatirte, aunque hay zonas en las que se les vislumbra la intenci¨®n de cubrirse tras alguna columna o esquina.

En cuanto a la inteligencia de nuestros compa?eros, el gran batacazo se lo da el sistema de waypoints. No te extra?es si ves que el agente al que le has ordenado que te siga decide dar un rodeo de medio mapa para llegar hasta ti, o si lo pierdes para no volver a encontrarlo si le quitas un momento la vista de encima. Desesperante.

Hay otros aspectos que delatan un dise?o global poco planificado, quiz¨¢ por haber sido apresurado. Por ejemplo, tenemos gafas de visi¨®n nocturna, pero lo cierto es que no hay ni un escenario en el que sean realmente necesarias. Incluso en misiones nocturnas la visibilidad es perfecta, aun destruyendo buena parte de los focos de iluminaci¨®n. Usarlas es siempre m¨¢s un capricho que una necesidad. Por otra parte, los explosivos -salvo las granadas de fragmentaci¨®n- tampoco tienen raz¨®n de ser en el modo de juego individual, algo m¨¢s en el multijugador para usarlos a modo de trampas. Esto es as¨ª porque, recordad, no hay ning¨²n objetivo en el juego que consista en volar un edificio alguno, o veh¨ªculo, ni nada.

Aparte del pobre apartado t¨¦cnico, a¨²n podemos destacar algunos detalles que siguen restando puntos al juego, como la inexistencia de soporte para el multijugador, ya sea en forma de portal para el encuentro de usuarios o de servidores dedicados oficiales. Otro ser¨ªa el hecho de que s¨®lo en las ¨²ltimas misiones tenemos acceso total a todas las posibilidades de planificaci¨®n de la misi¨®n que, ya sabes, tampoco son muchas. Tambi¨¦n podr¨ªamos hablar de la escasa presencia de escenas cinem¨¢ticas, tan s¨®lo tres en todo el juego y con un resultado poco lustroso.

No obstante, ser¨ªa injusto dejar de hablar de las cosas buenas de Secret Service, aunque sean minor¨ªa. En primer lugar figura el novedoso hecho de ponernos en la piel de un agente del Servicio Secreto que, aunque no sea demasiado relevante, ah¨ª est¨¢. Y sobre todo, destaca el buen sistema de f¨ªsica que el juego incorpora. Gracias a ¨¦l vemos caer y rodar cajas con bastante realismo, o el balanceo de las mesas cuando las vamos a volcar y, lo mejor de todo, el modo en el que los cad¨¢veres quedan tendidos. Ver¨¢s: si matas a alguien que est¨¢ cerca de una pared, al caer hacia atr¨¢s su cuerpo se desliza pared abajo apoyado sobre la espalda, o mejor a¨²n, si cae sobre, por ejemplo, una tuber¨ªa desprendida de la pared, queda apoyado sobre ella de una forma completamente cre¨ªble. Tambi¨¦n se ha incluido un doble modo de disparo, a mi juicio de manera acertada. El primero ser¨ªa con el arma a media altura, como es tradicional en estos juego, y el segundo, que aporta mayor precisi¨®n al disparar, con el arma apoyada sobre el hombro y a la altura del ojo, algo que ya hemos visto en el mod Strike Force o en America's Army.

En resumen: Secret Service es un juego que t¨¦cnicamente, como veremos, aparenta 3 ¨® 4 a?os y, lo que s¨ª que es realmente grave, ofrece una jugabilidad simple, repetitiva y por lo tanto tediosa, circunstancias estas ¨²ltimas cuya intensidad crece exponencialmente si tienes que repetir varias veces una misi¨®n. El escaso peso de sus buenas ideas no es capaz de equilibrar la balanza. S¨®lo el jugador ocasional que adem¨¢s sea poco exigente puede sentirse atra¨ªdo y quiz¨¢, qui¨¦n sabe, incluso satisfecho con el programa, a lo que podr¨ªa contribuir su precio reducido.

Audio y V¨ªdeo

El sonido en el juego no destaca por su calidad, pero en l¨ªneas generales alcanza el m¨ªnimo exigible. Tenemos m¨²sica para acompa?ar al men¨² y tambi¨¦n algunas melod¨ªas durante las fases cuya composici¨®n var¨ªa dependiendo de la localizaci¨®n (cadencias ¨¢rabes en Oriente Medio, notas de piano en el casino de Las Vegas, etc). Los sonidos de las armas no son demasiado fieles a la realidad en algunos casos (me viene a la cabeza el de la AK-47 o el de los rifles de francotirador) y por lo tanto poco cre¨ªbles. En otros son m¨¢s aceptables. Las voces, sin ser en modo alguno de las mejores que haya en cuanto a interpretaci¨®n o calidad sonora, vuelven a cumplir en lo b¨¢sico. M¨¢s o menos se puede decir de los sonidos ambientales, entre cuya gama encontramos el ruido del tr¨¢fico, el murmullo o los gritos de los civiles, el ruido de la maquinar¨ªa y la ventilaci¨®n, etc. Como se ve, no hay nada que destacar, y aunque este apartado est¨¢ resuelto de forma irregular, no es lo peor del juego.

La cuesti¨®n visual es otro cantar. La apariencia de Secret Service es la propia de un juego de hace varios a?os. Las texturas ofrecen un aspecto tosco, sin brillantez alguna, muy simples. El dise?o de los mapas tambi¨¦n est¨¢ muy poco trabajado. Los exteriores nos muestran fondos de escenario y construcciones muy elementales, mientras que en los interiores la falta de detalle es ya absoluta y tan patente que parecen espacios vac¨ªos, muertos, de mero tr¨¢nsito, y que, claro, no resultan en absoluto atractivos para la vista.

Tampoco podemos destacar nada de las animaciones, mediocres e incluso incompletas pues, por ejemplo, cuando tiroteamos a un enemigo no distinguimos si le damos o no, porque no reacciona a cada impacto, y s¨®lo con el ¨²ltimo y fatal balazo, caen al suelo con mortal adem¨¢n. Y para acabar con el repaso al apartado gr¨¢fico, no puedo dejar de se?alar la existencia, frecuente y grave, de errores de clipping, gracias a los cuales podemos ver brazos que se clavan enteros en la pared o personajes que se hunden hasta la cintura en una mesa.

Gui¨®n

Mark Brophy es un escolta reci¨¦n llegado al Servicio Secreto de los Estados Unidos. Su buen hacer pronto le procura encargos de gran relevancia. Mientras acompa?a al Vicepresidente a una exposici¨®n de arte, ¨¦ste sufre un ataque que Mark -t¨²- aborta. Una inspecci¨®n posterior descubre una bomba que estaba lista para explotar en el lugar. Para descubrir a los responsables de este ataque nuestro personaje es reasignado a una fuerza antiterrorista. Pronto se descubrir¨¢ la existencia de m¨¢s bombas y el grupo que est¨¢ detr¨¢s de todo esto: la organizaci¨®n anarquista internacional llamada Anarqu¨ªa Hoy.

Jugabilidad

Como no pod¨ªa ser de otra manera, teclado y rat¨®n son los perif¨¦ricos ¨®ptimos para el control en Secret Service. Miramos y giramos con el rat¨®n y nos movemos con las teclas. La informaci¨®n en pantalla es la normal en estos juegos: los comandos de radio con los que dar ¨®rdenes a nuestros agentes, el mapa esquem¨¢tico de la zona -poco claro, por cierto-, el tipo de arma que llevamos as¨ª como su modo de disparo activado y la munici¨®n restante en el cargador y en total. Tambi¨¦n vemos el indicador de salud, representado por un diagrama supuestamente de pulsos que en realidad no mide pulsos, sino que muestra el estado de salud con los colores verde, amarillo y rojo.

Ya dije que el juego inclu¨ªa un doble modo de disparo, muy parecido al que existe en America's Army: con uno disparamos de manera normal, y con el otro nos acercamos el arma a la cara, apoyada en el hombro y a la altura del ojo, momento en el que se nota un ligero zoom de pantalla y, se supone, abrimos fuego de manera m¨¢s precisa. Las armas que llevamos encima son tambi¨¦n de dos tipos. La primaria corresponde con las m¨¢s pesadas, como metralletas o rifles, la mayor¨ªa de los cuales podremos dispararlos bala a bala, a r¨¢fagas, o de forma completamente autom¨¢tica; la secundaria es la pistola. Nuestro equipamiento se ver¨¢ completado con la munici¨®n que elijamos. Si nos quedamos sin munici¨®n, tranquilos, porque podemos recoger y usar las armas que los terroristas abatidos dejan ca¨ªdas.

Por la forma en la que se presenta el t¨ªtulo, parece que estemos ante un juego de acci¨®n t¨¢ctica, incluso se incluyen en los controles las teclas de asomarnos tras una esquina, tan t¨ªpicas de este subg¨¦nero, o la planificaci¨®n de misi¨®n previa. Pero no. Como ya he dicho la jugabilidad es propia de un shooter, ya sab¨¦is, un cara a cara que se resuelve con un r¨¢pido intercambio de disparos. En cuanto a esa planificaci¨®n, tengo que decir que da muy poco juego. Quienes est¨¦n acostumbrados a la de Rainbow Six no ver¨¢n en la de Secret Service ni un ins¨ªpido suced¨¢neo. Se reduce a elegir las armas -de entre las que esa misi¨®n permita-, qu¨¦ agentes nos acompa?an -si el tipo de misi¨®n nos deja- y d¨®nde los vamos a colocar de inicio -opci¨®n que s¨®lo aparece en las postrimer¨ªas del juego-.

Se echa much¨ªsimo de menos  m¨¢s interacci¨®n con el escenario. Ni siquiera tenemos a nuestro alcance algo tan simple y b¨¢sico como abrir una puerta. Es que no se abren, tan s¨®lo se atraviesan. Lo normal es que tengamos una tecla de "usar" o similar para hacer este tipo de cosas, pero en este juego basta con seguir avanzando, y ella se abre solita.

En cuanto al multijugador, se incluyen 24 mapas y cuatro modos de juego, que son los tradicionales Deathmatch, Team Deathmatch, Capture the Flag y Survival -algo as¨ª como El ?ltimo Hombre en Pie-. Ya dije que no hay soporte oficial para este apartado, de modo que tendr¨¢s que jugar en LAN o bien mediante IP directa con gente que ya conozcas.

Estrategia y trucos

Poca estrategia se puede hacer aqu¨ª. Lo que s¨ª recomiendo es coger un chaleco de la m¨¢xima protecci¨®n posible, puesto que en el nivel de dificultad m¨¢s alto, e incluso en el normal, los contrarios tienen muy buena punter¨ªa y de uno o dos disparos te tumban.

Sobre nuestro armamento, pasa de los rifles francotirador, no hay en el juego sitio para ellos, quiz¨¢ un par de puntos que por s¨ª solos no justifican llevar durante toda una misi¨®n semejante "pistol¨®n".  Puedes tambi¨¦n pasar si quieres de cargar con munici¨®n, puesto que las armas de los enemigos siempre van cargadas a tope y las puedes usar cuando los elimines. En su lugar puedes coger granadas de fragmentaci¨®n, eso s¨ª, no las uses donde haya civiles, puesto que si causas unas pocas bajas entre ellos, se acab¨® lo que se daba.

En cuanto a los agentes que nos acompa?an, no son muy ¨²tiles ni muy inteligentes, pero si tienes la oportunidad de llevarlos contigo, hazlo. Lo mejor es ordenarles que te sigan, puesto que pueden quitar del medio a ese tipo que t¨² no hab¨ªas visto, o bien pueden ser el objetivo del agresor, lugar que ocupar¨ªas t¨² si ellos no estuvieran all¨ª. Apostarlos en alg¨²n sitio no tiene mucho sentido, puesto que los enemigos ocupan posiciones fijas en el mapa, y una vez que limpies una zona, limpia se queda.

Compar¨¢ndolo con...

Un primer vistazo al juego puede llevar a pensar que nos encontramos ante un juego de acci¨®n t¨¢ctica, al estilo de los ya mencionados SWAT o Rainbow Six. Pero vuelvo a repetir que, aunque parece distinguirse el intento para que sea as¨ª, lo cierto es que la jugabilidad es m¨¢s propia de un rudimentario shooter descerebrado.

Lo que est¨¢ bien

Si est¨¢s cansado de llevar uniforme de soldadito o de madero, este juego te permite llevar un traje de lo m¨¢s peripuesto y combinarlo con un buen arsenal. Ya no somos soldados, somos del Servicio Secreto, y hay que ir bien vestidos.

Parece mentira que un juego con tantas carencias haya conseguido, sin embargo, un sistema de f¨ªsica no espectacular, pero s¨ª bastante digno.

El precio.

Lo que no est¨¢ tan bien

Gr¨¢ficos de hace mucho, mucho tiempo, dise?o de escenarios poco trabajado, jugabilidad simplona y repetitiva. En definitiva, un juego aburrido y t¨¦cnicamente desprovisto del m¨¢s m¨ªnimo atractivo. 

El manual.

Enlaces

Manual

El manual es del t¨ªpico formato folleto que acompa?a a la tristemente tambi¨¦n t¨ªpica caja de DVD. Est¨¢ en ingl¨¦s, puesto que la versi¨®n analizada es la inglesa. Las noticias que tenemos es que la distribuidora ten¨ªa la intenci¨®n de traducirlo.

Se trata de un manual muy escueto, de apenas trece p¨¢ginas, en blanco y negro, que describen de manera compendiosa todos los apartados del juego, sin m¨¢s intenci¨®n que la de servir de referencia al jugador primerizo. Es un manual muy soso y prescindible.

Requerimientos del sistema

?stos son los m¨ªnimos: Pentium II 333MHz, 64 MB RAM para Win9x, 128 para ME/2000/XP, tarjeta gr¨¢fica de 4 MB VRAM compatible con DirectX, tarjeta de sonido compatible con DirectX, CD-ROM 4X y 450 MB libres en disco.

Los recomendados se elevan a un Pentium III a 700 MHz, el doble de RAM para cada SO, gr¨¢fica de 32 MB VRAM y CD-ROM 8X.

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