Freelancer, Primeras Impresiones (PC)

La exploraci¨®n ha venido asociada siempre a la naturaleza del ser humano, poseedor de una curiosidad insaciable y, que en algunos individuos, se combina con una fuerza de voluntad a prueba de bombas para abandonarlo todo y explorar lo desconocido. Nuestro planeta raramente supone ya un misterio para la humanidad, que lo ha cartografiado en muchos lugares hasta el mil¨ªmetro, pero el universo sigue siendo un gran desconocido que espera pacientemente ser explorado.

Pero como la tecnolog¨ªa est¨¢ todav¨ªa lejos para navegar libremente por el gran oc¨¦ano de estrellas, los videojuegos acuden al rescate para ofrecer sensaciones parecidas a lo que podr¨ªa ser eso. No en vano, la idea de esto se plasm¨® en lo que es el g¨¦nesis de los videojuegos actuales, la era pre 8 bits, cuando un juego llamado Elite captur¨® la imaginaci¨®n de no pocos jugadores en todo el mundo, ofreciendo un juego sin principio y sin final, s¨®lo t¨², una nave y un vasto universo en el que navegar, combatir, comerciar... Desde entonces han sido bastantes los t¨ªtulos que han apostado por algo parecido, unos con m¨¢s fortuna que otros, pero siempre intentando ofrecer el "todav¨ªa m¨¢s".

Y si hay un juego que es merecedor del t¨ªtulo "todav¨ªa m¨¢s" es sin duda Freelancer, un proyecto que inici¨® Chris Roberts, el creador de la saga Wing Commander, a los mandos de su nuevo estudio, Digital Anvil. Despu¨¦s de haber dejado lo que fue su casa durante muchos a?os, Origin, que despu¨¦s de ser adquirida por EA , vio la salida de todos los talentos que la hab¨ªan hecho grande en el pasado, como "Lord British" Richard Garriott, o el mismo Chris Roberts...

Pero tampoco fueron los planes tal y como se los hab¨ªa imaginado Mr Roberts al principio, pues en un momento dado, cuando se encontraba en pleno desarrollo de el t¨ªtulo que nos ocupa, Digital Anvil fue adquirida por Microsoft, pasando todo a entrar en una fase de intensa confusi¨®n, en la que no pocos daban el juego por perdido.

Afortunadamente no fue as¨ª y el juego continu¨® su marcha, aunque Chris Roberts  fue el gran sacrificado pues tuvo que abandonar su proyecto al no querer entrar en el organigrama de Microsoft (a fin de cuentas, fue el aire corporativo que introdujo EA en Origin lo que le hizo marchar, es complicado pensar que ¨¦l se saliera de la sart¨¦n para caer en las llamas).  En un principio permaneci¨® como "Consultor Creativo", pero finalmente qued¨® desvinculado por completo del proyecto, pasando a ser su compa?ero y amigo,Phil Wattenbarger su sustituyo al frente del proyecto.

Todo estos movimientos han supuesto no pocos  retrasos para el t¨ªtulo, y algunos cambios respecto a los quiz¨¢s demasiados ambiciosos planes al principio. Pero finalmente todo ha quedado atr¨¢s, para ver como empieza a ver la luz, y se acerca cada d¨ªa m¨¢s su lanzamiento en marzo de 2003. Con una Beta bastante solida, ya se est¨¢ en disposici¨®n de ver y relatar que va a ofrecer este t¨ªtulo.

La historia

La historia es una continuaci¨®n directa de Starlancer, en donde el Sistema Solar desapareci¨® para siempre merced a los combates entre la Alianza Gal¨¢ctica y la Coalici¨®n. Viendo el destino que esperaba  a la tierra natal de la humanidad, la Alianza decidi¨® criogenizar a sus m¨¢s brillantes y talentosos individuos para enviarlos al sector Sirius en cinco gigantescas naves, con el fin de preservar la especie y construir un nuevo futuro.

Las cinco naves albergaban a miembros de cada una de las facciones que compon¨ªan la alianza: Bretonia, Liberty, Rheinhland, Kusari e Hispanian, aunque la quinta de ellas sufri¨® un accidente en el trayecto, siendo su misterio uno de los elementos que integran la historia en Freelancer. Cada una de estas casas recoge los elementos propios (m¨¢s bien los estereotipos propios) de los pueblos que las integran.

Bretonia representa al Reino Unido, Rheinland a Alemania, Kusari a Jap¨®n, Liberty a U.S.A, y supuestamente Hispanian ser¨ªa al mundo hispano. El exilio del hogar ha hecho que cada una realce su identidad y sus estereotipos como signo de identidad, por lo que se explica el car¨¢cter Victoriano de los integrantes de Bretonia, o la naturaleza semi feudal y basada por entero en el honor y en las clases que imperaba en el Jap¨®n medieval de los Samurai y Shogun, aunque enmarcado en el ambiente futurista que debe tener todo buen t¨ªtulo de ciencia ficci¨®n.

Han pasado 800 a?os desde entonces, la humanidad se ha expandido por Sirius y aunque se enviaron a los mejores individuos entre la raza humana, la naturaleza de la misma ha creado un nuevo hogar con m¨¢s o menos, los mismos problemas de siempre. Siempre movidos por la justicia, la avaricia, la rebeld¨ªa, el conocimiento y dem¨¢s sentimientos inherentes, el nuevo hogar se ha convertido en una copia tremendamente ampliada de lo que era la tierra. Y en esas circunstancias cuando alguien como t¨², un Freelancer (t¨¦rmino que se utiliza para aquellos que van "por libre" ofreciendo servicios para quien le interese o quien pague m¨¢s) es cuando puede sacar provecho.

?Qu¨¦ ha cambiado?

Con m¨¢s de cuatro a?os de desarrollo, y cambios cr¨ªticos en el mismo, especialmente la ausencia del creador original, ha dejado a Freelancer con aspectos radicalmente cambiados desde las apuestas originales. La entrada de Microsoft ha dado a todo un sentido m¨¢s pr¨¢ctico (lo cual no quiere decir necesariamente que sea mejor o peor) con el fin de que el juego tuviera una fecha fija de salida y unas ambiciones "realistas".

Seguramente, una de las cosas que m¨¢s echaran de menos los que han estado siguiendo este proyecto, es una seria rebaja de lo que iba a ser el modo multiplayer. Destinado en un principio como un RPG online persistente, pretend¨ªa hacer del universo de Freelancer un espacio com¨²n donde miles de jugadores se ganar¨ªan su vida del modo que ellos quisieran, con importante interrelaci¨®n entre los propios jugadores y novedosas e interesantes ideas para la autocoordinaci¨®n de ese universo online persistente.

De esto nada queda, demasiado ambicioso. El modo multijugador permite conectar hasta a 16 jugadores simultaneamente, en una partida en la que hay relativa libertad para actuar, pudiendo aliarse con otros jugadores, luchar o cualquier otra cosa, pero nada de persistencia ni otras ideas revolucionarias en este aspecto (por ejemplo, la tan esperada opci¨®n de manejar una nave entre varios jugadores, pudiendo uno conducir la nave, otro la torreta de fuego...).

Tambi¨¦n ha cambiado enormemente la mec¨¢nica de control de la nave. Est¨¢ claro que Microsoft no quiere "frikadas" de ning¨²n tipo, y sobre todo quiere el ¨¦xito comercial del juego, para lo que necesita unos controles para todos, no un simulador espacial para el que se requiera de Joystick y 40 teclas distintas. La mec¨¢nica de la nave est¨¢ manejada casi completamente por rat¨®n y mayormente en tercera persona, pues el modo de primera parece que no va a tener mucha utilidad m¨¢s que para adorno.

El ¨²ltimo de los cambios evidentes, es que el juego iba a compartir un poco la mec¨¢nica de Elite en el sentido que iba a ofrecer toda la libertad posible. La nueva orientaci¨®n lo hace bastante m¨¢s lineal (tan lineal como pueda ser Morrowind) en el que hay una historia principal y muchas sub misiones que se pueden acometer seg¨²n tu nivel y reputaci¨®n.

El sector Sirius es realmente gigantesco, y gran parte de esos 800 a?os han pasado sin que existiera relaci¨®n entre las diferentes facciones, debido a que cada nave acab¨® en coordenadas distintas y muy alejadas las una de las otras, lo que hac¨ªa irrealizable los viajes normales (y permitiendo que cada casa se retroalimentara de sus propios signos de identidad, lo que ha permitido el mencionado renacimiento de su rasgos hist¨®ricos).

Hablemos de la casa Liberty: heredera de los valores de U.S.A y la primera casa en llegar a su nuevo hogar, cerca del centro de Sirius, se encontrar¨® muy pocos planetas habitables aunque una vasta cantidad de recursos que no dud¨® en aprovechar (aunque el paso de los siglos ha hecho que algunos de ellos hayan quedado sobresaturados). Pero sin duda, lo m¨¢s importante de esta casa vino a partir del primer planeta colonizado, Manhattan, en donde se dio lugar un hallazgo sorprendente, los restos de una civilizaci¨®n anterior a la llegada de los humanos, una mucho m¨¢s avanzada tecnol¨®gicamente. Esto permite a los cient¨ªficos humanos avanzar de forma sorprendente en ingenier¨ªa aeroespacial, desarrollando "puertas espaciales" que abr¨ªan l¨ªneas de transporte entre los m¨¢s lejanos puntos del sector, permitiendo el contacto entre las diferentes casas por primera vez en casi un milenio, iniciando el l¨®gico florecimiento del comercio, las relaciones diplom¨¢ticas y, por supuesto, tensiones e intrigas.

El sistema de puertas espaciales ser¨¢ vital para el jugador, porque depender¨¢ de ¨¦l para poder ir entre diferentes sectores (m¨¢s de 40), cada uno enorme en extensi¨®n, con diferentes planetas y grandes estaciones espaciales que sirven de puntos de comercio. Como era de esperar, se ha incorporado un completo sistema de mapas que funcionan en 2D y sobre los que se puede activar diferentes tipos de filtros para acceder a todo tipo de informaci¨®n. Para hacerlo m¨¢s interesante, los mapas s¨®lo tienen informaci¨®n muy parcial, pudiendo acceder a m¨¢s o bien explorando lo desconocido (hay que decir que lo desconocido es una vast¨ªsima porci¨®n de espacio, y que los riesgos de encontrarse visitas inesperadas son importantes ), o comprando mapas a diferentes fuentes, unas m¨¢s legales que otros, lo que a?ade la gran emoci¨®n que supone a muchos explorar lo desconocido.

El universo creado para Freelancer es realmente complejo, lleno de planetas muy diferentes los unos de los otros, cada uno bajo su esfera de influencia (que no se limita a las casas, sino que tambi¨¦n hay piratas, cazarecompensas, ecoterroristas, independentistas, piratas inform¨¢ticos y otros tipos de figuras). Realmente la sinergia entre los grupos es muy importante y juega una parte fundamental en el tipo de misiones a los que se puede aspirar.

La reputaci¨®n del jugador tambi¨¦n es fundamental para saber que tipo de misiones secundarias se puede hacer. Por supuesto, la intenci¨®n de estas misiones es conseguir m¨¢s dinero para acceder a bienes con los que comerciar, todo tipo de equipamiento, adem¨¢s de naves nuevas, con un rango de elecci¨®n que se supone muy amplio. Dependiendo de sus actos, tendr¨¢ mejor o peor relaci¨®n con integrantes de diferentes grupos, ya sean casas o grupos aislados. Puesto que las misiones no vienen dadas, sino que hay que buscarlas, el nivel de reputaci¨®n ser¨¢ muy importante en orden de sacar informaci¨®n y acceder a esas misiones, que cuando m¨¢s complicadas (tanto de encontrar como de cumplir) mayores beneficios puede acarrear al jugador.

De la mec¨¢nica de combate hay que estar m¨¢s tiempo con el t¨ªtulo, pero parece tan sencilla como el manejo de la propia nave, utilizando los botones del rat¨®n y unas pocas de combinaciones de teclas. Como se ha comentado, la tercera persona es la visi¨®n que utilizar¨¢ la inmensa mayor¨ªa por defecto, pues los combates no se manejan bien con la primera persona debido a la ausencia de informaci¨®n, que impide saber exactamente qu¨¦ hay fuera del limitado campo de visi¨®n del interior de la cabina.

Tambi¨¦n se pueden ir olvidando aquellos que busquen un combate de la naturaleza de Starlancer, porque aqu¨ª no lo van encontrar (aunque la ausencia de Joystick y la simplificaci¨®n de controles ya habr¨¢ hecho suponer eso a m¨¢s de uno). Los combates a cara de perro van a brillar por su ausencia, y las formaciones con otros NPCs, que tan bien trabajaba en betas muy anteriores ya no lo hace tan bien, fundamentalmente por el cambio radical en la mec¨¢nica de combate, que deja poco lugar a la estrategia para dar paso a una acci¨®n m¨¢s directa. De todos modos, la suavidad del movimiento de las naves, una trabajada I.A y la enorme variedad de armas deber¨ªa bastar para que el combate siguiera siendo muy bueno.

En cuanto a gr¨¢ficos, poco se puede decir, Freelancer destaca brillantemente en este apartado. La recreaci¨®n de las naves est¨¢ cargada de detalles, pero no menos lo est¨¢n los planetas, asteroides, estaciones espaciales y todo tipo de elementos que integran el paisaje gal¨¢ctico del juego. Los efectos gr¨¢ficos tambi¨¦n est¨¢n a la orden del d¨ªa, como la combusti¨®n de las naves, o las puertas espaciales.

Definitivamente, Freelancer no es el sue?o prometido, pero es una prometedora realidad. El t¨ªtulo tiene un aspecto brillante en muchos puntos, todo bajo la garant¨ªa de que ya no habr¨¢ m¨¢s retrasos importantes y que los amantes de la exploraci¨®n espacial, colonizadores, comerciantes, piratas y todos los que aman este tipo de juegos, desde Elite, tienen un referente por el que esperar impacientemente hasta marzo de este mismo a?o.