Breath of Fire V: Dragon Quarter (PlayStation 2)

De todos los RPGs que han salido estas Navidades para PS2, este no es el mejor gr¨¢ficamente ni mucho menos, pero es sin duda una de las apuestas m¨¢s arriesgadas y originales en el g¨¦nero desde hace mucho tiempo. Empieza a descubrirlo.

Nombrar los grandes RPG que nunca han salido de Jap¨®n o que se han quedado en USA ser¨ªa dar una lista bastante grande, e hiriente si se tiene en cuenta la calidad de muchos de los t¨ªtulos en esa lista: Valkyrie Profile, Dragon Quest, Star Ocean, Tales of Destiny... todos ellos fuera del mercado europeo por extra?as y misteriosas razones (que alg¨²n d¨ªa las distribuidoras tendr¨¢n a bien comentar). Los RPGs que s¨ª han llegado son los FF, que a veces parece que es lo ¨²nico que exista por estos lares, pero no por ello hay que ignorar a otros t¨ªtulos que tambi¨¦n han llegado como Wild Arms, Suikoden, o Breath of Fire, cuya quinta parte es la que ocupa estas p¨¢ginas.

Es cierto que la saga propia de RPGs de Capcom nunca ha contado con la popularidad ni con el ¨¦xito de cr¨ªtica que ha acompa?ado a otras sagas y juegos, en parte porque tampoco es que se lo merecieran excesivamente (aunque tampoco es que FF se merezca el aire de omnipotencia que muchos le dan, el mundo es as¨ª de injusto a veces). Pero Capcom ha seguido insistiendo, ofreciendo una quinta parte, que nada tiene que ver con las dem¨¢s, y en donde la compa?¨ªa de Osaka ha querido dar el Do de pecho.

Todo se desarrolla en un tiempo futuro, con ramalazos medievales bastantes raros, alternando rascacielos a lo Blade Runner y equipaci¨®n futurista con atav¨ªos de plena ¨¦poca de caballer¨ªa como partes de armaduras a modo de vestimenta. Resulta bastante chocante (bueno, el dise?o art¨ªstico de los personajes s¨ª que es realmente chocante, pero eso para m¨¢s adelante).

Esta ciudad en la que discurre todo tiene dos mundos (como la mayor¨ªa de las ciudades grandes), el uno es el de la ciudad feliz y despreocupada con sus ejecutivos, trabajadores, familias y dem¨¢s, mientras que la otra discurre en el subsuelo, a gran distancia de la superficie, un mundo oscuro en donde sobreviven todo tipo de criaturas biog¨¦nicas frutos de atroces experimentos, que suponen un peligro para la aparente normalidad de la superficie. Para eso est¨¢n los Rangers, exploradores y cazadores que recorren las alcantarillas eliminando este tipo de criaturas, cuerpo del cual tu eres un miembro integrante.

Aqu¨ª es donde aparecen los curiosos sellos de identidad de la saga, que Capcom mantiene cada entrega como rasgo de identidad. Efectivamente, el protagonista se llama Ryu (como en todos los BoF) y la protagonista se llama Nina, que tiene una especie de alas  (tambi¨¦n como en los restantes BoF). Y por supuesto los dragones, aunque en esta quinta parte se abordan de una manera muy distinta a otras ocasiones.

A partir de la versi¨®n Japonesa es complicado dilucidar la historia, pero todo comienza a partir de cuando Ryu descubre dos incre¨ªbles hallazgos: a Nina (que la encuentra tendida en el suelo en una misi¨®n rutinaria), y a un gigantesco e impresionante drag¨®n bic¨¦falo muerto en una zona del subsuelo, modelado de una manera tan convincente, que habr¨¢ pocos a quien no le impresione esta escena. A r¨¢iz de esto, los hechos se precipitan y Ryu sufre su primera transformaci¨®n en drag¨®n, que es sobre lo que todo gira el juego, pero no solo en cuanto a historia, sino a mec¨¢nica, estrategia, jugabilidad...

Todo se basa en el llamado D-Counter, una pesadilla para todo aquel jugador que le guste dar vueltas o no tenga sentido de la mesura, pero que supone un soplo de originalidad impresionante e inesperado para una saga como esta. Resulta que el D-Counter mide la vida que le resta a Ryu, que se va agotando mientras este consume energ¨ªa. Andar cuesta una poca cada cierto tipo, combatir tambi¨¦n, y por supuesto, transformarse en Drag¨®n mucha m¨¢s. El juego termina autom¨¢ticamente cuando el D-Counter llega al 100%, que una vez llegado a ese punto, hace aparecer la pantalla de final y da al jugador varias opciones, como empezar de nuevo, o cargar una partida anterior con ciertos recortes en experiencia e inventario.

La gracia del asunto es que pasarse el juego no implica necesariamente haberle sacado el jugo al t¨ªtulo, sino que cada vez que se termina una partida, se le a?ade una puntuaci¨®n a Ryu, que mantiene en la siguiente partida. Dependiendo del nivel alcanzado, se acceden a nuevas secuencias de v¨ªdeo y eventos durante esta nueva partida, que sirven para entender realmente que est¨¢ pasando ah¨ª, adem¨¢s de desbloquear nuevas zonas que antes estaban selladas con puertas. Ah¨ª reside la gracia del juego, en una gran rejugabilidad, que combina con una mec¨¢nica de combate muy buena, de la que es dif¨ªcil aburrirse.

Sin duda, lo m¨¢s impresionante es el drag¨®n, m¨¢s concretamente el poder del mismo. Normalmente, en los RPG se maneja a alguien que es netamente inferior al villano de turno, o por lo menos que est¨¦n a una altura similar. Pero resulta chocante saber que Ryu es el personaje m¨¢s poderoso del juego, de lejos. El Drag¨®n es poco menos que omnipotente, sus ataques van m¨¢s all¨¢ de la devastaci¨®n, incluso se puede decir sin tapujos que es m¨¢s poderoso que el jefe final, pero su uso tiene un precio. Cuanto mayor sea el poder que se quiere liberar, m¨¢s se llenar¨¢ el D-Counter y m¨¢s cerca se estar¨¢ del fin de partida. Si no se raciocinia bien, el jugador nunca llegar¨¢ al final.

El sistema de combate a secas tambi¨¦n tiene algunas cosas interesantes, como es el hecho de poder golpear, esquivar o introducir en los enemigos antes de que se entre propiamente en el modo de combate (s¨ª, aqu¨ª las batallas no son aleatorias), o un trabajado sistema de combos que est¨¢ realmente trabajado y con el que resulta agradable de jugar.

Un buen sistema de combate, originalidad en la historia, originalidad en la mec¨¢nica... son hechos consumados que hacen que este t¨ªtulo adquiera un alto valor para los aficionados al RPG, aunque en su camino deber¨¢ enfrentarse con algunos obst¨¢culos.

En primer lugar, sin duda su aspecto gr¨¢fico. El sentido art¨ªstico de los personajes es y ha sido discutido muchas veces, y es que a muchos no solo no les gusta el Cel Shaded del que hace gala, sino el sentido art¨ªstico que ha llevado a la creaci¨®n del dise?o de los personajes, que indudablemente tienen un aspecto "raro". Pero es que adem¨¢s, el juego no es ninguna proeza en cuantos a aspecto t¨¦cnico se refiere, pues se puede apreciar algunas cosas como una excesiva presencia de jaggies, o una animaci¨®n que a veces no es todo lo fluida que podr¨ªa. No es que no haga notar su condici¨®n de 128 bits, que lo hace en algunas ocasiones, pero por una mezcla de elecci¨®n art¨ªstica y unos pocos impresionantes gr¨¢ficos en general, hacen que las impresiones visuales no suelan ser muy positivas.

Un enemigo principal para este juego reside en los altos compromisos que requiere del jugador. Solo llegando al m¨¢ximo nivel de Ryu se puede entender por completo la historia y todo lo que concierne a ella, porque es as¨ª como liberan todas las escenas de v¨ªdeo y zonas ocultas que explican los huecos que a uno se le van quedando en la trama. Esto implica repetir el juego varias veces, y aunque el sistema de combate es bastante bueno, hay jugadores que no son tan pacientes.

Es precisamente la paciencia uno de los puntos cr¨ªticos que har¨¢ amar u odiar este juego, los pacientes se encontrar¨¢n un juego intenso, con una trama que parece apasionante, y con no pocas ideas novedosas en un RPG que destinado a permitir paladearlo al m¨¢ximo. Para los impacientes, es un juego lento, que hay que jugar varias veces para darle significado consistente, y que encima tiene cosas como distancias enormes entre los puntos de grabaci¨®n, o combates bastantes duros (adem¨¢s de tener que controlar el D-Counter).

Sobre su presencia en Espa?a, est¨¢ en el aire. Por un lado, los Breath of Fire si han presentado batalla por estos lares, por lo que no se ve porque no podr¨ªa salir esta quinta edici¨®n. Por otro lado, BoF V es un juego tan original que podr¨ªa catalogarse de raro, en el buen sentido. Si las ventas en U.S.A por este tema no resultar¨¢n las esperadas, puede que no se decidan a intentar invertir m¨¢s dinero en el juego y no cruzar el charco. Pero por el bien de los verdaderos amantes de RPGs en Europa, se desea encarecidamente que esto no sea as¨ª, porque el juego es un indudable soplo de aire fresco al g¨¦nero.