Otra vuelta de tuerca al engranaje del f¨²tbol.

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Vuelve Konami y vuelve Major A. Esto s¨®lo puede significar una cosa: que vuelve uno de los m¨¢s antiguos simuladores de f¨²tbol que se recuerdan, ISS. Esta vez vuelve para la peque?a de Nintendo, pero con grandes novedades y sorpresas. Ven con nosotros si quieres descubrir el mejor f¨²tbol para GBA.

La otra saga es la que desarrolla Major A, otro grupo de Konami. Esta saga, en Jap¨®n se llam¨® Perfect Eleven, y aqu¨ª la llamaron International Superstar Soccer, cuando sali¨® para Super Nintendo en los a?os 90. Si bien ha habido excepciones en las dos sagas, la de KCET ha sido predominante en las m¨¢quinas de Sony, y la de Major A en las de Nintendo.

Otra diferencia m¨¢s, es el estilo de juego. En los juegos de KCET se tira m¨¢s al realismo y la simulaci¨®n. En los juegos de Major A se tira m¨¢s hacia un estilo arcade y sencillo de jugar. El resultado es que los primeros suelen tener m¨¢s tir¨®n que los segundos, pero eso va a cambiar un poco, al menos con esta nueva entrega.

El primero que se podr¨ªa buscar, es el hecho de que los chicos de Major A han decidido optar por hacer un juego algo menos arcade, y acercarse m¨¢s al simulador. Esto no quiere decir que el juego haya perdido su se?a de identidad, sino que simplemente ahora es el mismo juego, pero mucho m¨¢s completo... al menos en el apartado de jugabilidad, del cual se hablar¨¢ m¨¢s adelante.

Pero no s¨®lo se ha cambiado la jugabilidad. El aspecto gr¨¢fico tambi¨¦n ha sido completado hasta conseguir unos gr¨¢ficos muy bien cuidados. Quiz¨¢s lo que aun hay que mejorar es el de las licencias. Por desgracia solo hay selecciones nacionales, sin ning¨²n tipo de clubes. Y por si esto fuera poco, las selecciones que hay no cuentan con los nombres reales, ni siquiera parecidos.

 g r ¨¢ f i c o s

El apartado gr¨¢fico ha salido ganando notablemente con esta entrega. Puede que en el estilo se parezca mucho a su anterior versi¨®n, y por extensi¨®n, tambi¨¦n se parece al antiguo ISS de Super Nintendo. Pero dejando a un lado lo que es el estilo, este juego goza de una calidad gr¨¢fica mucho mayor.

Empezando por el estilo, es el que comenz¨® la saga en los 16 bits. Todo es en 2 dimensiones, desde el campo hasta los jugadores. La perspectiva ofrece una visi¨®n muy parecida a lo que ver¨ªa un espectador; es decir, desde un lateral del campo. Como puede verse por las im¨¢genes, es un estilo muy antiguo, pero ha ganado mucha calidad en esta entrega.

El principal motivo es la gran cantidad de detalles que se han dibujado para componer cada uno de los elementos que forman el juego. Se puede empezar hablando de los jugadores, creados ahora con una calidad nunca vista hasta la fecha en una port¨¢til. A pesar de que son relativamente peque?os, se les ve perfectamente los detalles de la ropa. Adem¨¢s, cuentan con una animaci¨®n soberbia, y m¨¢s teniendo en cuenta que es un juego en 2D.

El campo tambi¨¦n presenta un aspecto inmejorable. Lleno de detalles que lo hacen parecer sumamente realista, con sus imperfecciones, con sus fallos, con sus tonos en algunas zonas m¨¢s claros y en otras m¨¢s verdes. En general todo el aspecto gr¨¢fico se ve de maravilla, apoyado tambi¨¦n por la gran calidad en las animaciones.

Los men¨²s no se pod¨ªan quedar atr¨¢s, y han sido cuidados hasta el l¨ªmite, con unas animaciones muy futuristas que amenizan el cambio entre pantallas. Pero evidentemente, unos men¨²s bien cuidados no servir¨ªan de nada sin una calidad que avalara el juego en s¨ª, y desde luego desde aqu¨ª podemos dar fe que se ha conseguido.

Menci¨®n especial merece la proporci¨®n que se le ha dado al campo y a los jugadores. El campo es muy grande, y los jugadores peque?os, por lo que llevar el bal¨®n de una porter¨ªa a otra sin perderlo por el camino no es una tarea precisamente sencilla. Puede que esto sea m¨¢s bien tema de jugabilidad, pero hay que reconocer que el buen trabajo gr¨¢fico afecta positivamente a la jugabilidad.

A fin de cuentas, el hecho de que la proporci¨®n jugador/campo est¨¦ bien realizada, se traduce en una mayor diversi¨®n, al acercarse el juego a lo que ser¨ªa un partido real. Por todo ello, un sobresaliente a los chicos de Major A, que parece que van aprendiendo con el tiempo.

 s o n i d o

Las m¨²sicas del juego, al igual que cualquier otro t¨ªtulo de f¨²tbol, se reducen a una: la que acompa?a los men¨²s. Est¨¢ bien cuidada, tiene un ritmo muy marchoso y suena con buena calidad. En un juego como este, al apartado musical no se le puede pedir m¨¢s, y mientras uno se pasea por los men¨²s, da gusto ir acompa?ado de una buena melod¨ªa.

Los efectos de sonido ya son otro cantar. Estos s¨ª que est¨¢n presentes durante todo el juego, y de una manera m¨¢s que buena. El motivo de tal afirmaci¨®n es el comentarista que ameniza los partidos. ?ste por desgracia tiene dos fallos: uno es que est¨¢ en ingl¨¦s, y el otro que no tiene muchas frases. Pero no hay que olvidar que estamos hablando de una port¨¢til. Incluso con esos dos puntos en contra, ¨¦ste es un paso adelante.

El resto de los efectos de sonido se reducen a los pitidos del arbitro, el sonido de los golpes del bal¨®n, ya sea contra el suelo o las botas de los jugadores; y sobre todo, el rugido del p¨²blico. ?ste ¨²ltimo cambia seg¨²n la zona donde se encuentre el bal¨®n y quien la controle. No hay c¨¢nticos, pero las variaciones en la intensidad le dan un aire muy animado a los partidos.

 j u g a b i l i d a d

Y es hora de hablar del punto m¨¢s importante en un juego de f¨²tbol: el control y la diversi¨®n. La saga de f¨²tbol creada por Major A siempre se ha caracterizado por ser arcade, pero eso ha cambiado ligeramente en esta nueva entrega para darle un toque m¨¢s de simulador. ?Un punto a favor o en contra?... vamos a verlo m¨¢s en profundidad.

Pero primero mejor empezar hablando de los controles. Son muy sencillos, y pr¨¢cticamente igual que en cualquier otro juego de f¨²tbol. A se usa para realizar los pases y para hacer entradas suaves. B se usa para chutar y para hacer las entradas fuertes. L se usa para hacer correr al jugador, y R se usa para cambiar al jugador seleccionado. Despu¨¦s, algunas acciones se realizan pulsando los botones A o B durante m¨¢s tiempo. Eso puede hacer que el disparo lleve m¨¢s fuerza, o que el pase se haga m¨¢s largo.

Para empezar a hablar de la jugabilidad, es casi obligatorio hacer referencia al control del bal¨®n. Ahora ya no es ni tan preciso ni tan c¨®modo como en otras entregas. A pesar de que el control se hace de forma autom¨¢tica, es decir, el jugador lleva la bola por s¨ª mismo, el asunto se complica un poco por la inestabilidad con la que lo lleva.

Esto se traduce en que hacer un giro lleva m¨¢s tiempo, y la bola hace un movimiento en el que es propensa a ser robada por un rival. Mientras se camina, la bola va cerca del jugador, y se produce lo mencionado en un giro, pero si se corre, la bola suele ir un poco m¨¢s adelante que el jugador, por lo que ¨¦ste puede perderla si gira.

Al final, lo que Major A ha intentando conseguir es potenciar la defensa por encima del ataque. No se puede ir corriendo sin m¨¢s, ya que es f¨¢cil que el defensa recupere la bola. De todos modos, a la hora de defender, la cosa no es tan sencilla. La pelota es peque?a y hay que dirigir bien al jugador hasta ella si se quiere recuperar.

Otro elemento que complica el juego son los pases. Ahora ya no son tan precisos, ya no van directamente a las botas del contrario. Cuando se hace pasar la bola a un jugador, ¨¦ste intentar¨¢ m¨¢s o menos encarrilarla hacia alg¨²n jugador que haya en la direcci¨®n que le indiquemos, pero ser¨¢ cosa nuestra calcular la fuerza que necesita, o la bola se quedar¨¢ corta, o se pasar¨¢ considerablemente.

Si se une la dificultad a la hora de enlazar pases, con la dificultad de avanzar corriendo; y se le suma lo grande que es el campo, al final se obtiene un juego que se asemeja mucho al f¨²tbol real. Meter un gol es complicado, ya que los porteros son bastante h¨¢biles, por lo que el partido tendr¨¢ muchas jugadas, muchos tiros, mucho juego en el centro del campo, y alg¨²n que otro gol.

Sin duda, el realismo y la acertada dificultad (que por cierto es configurable) hacen que jugar a este juego en GBA sea toda una delicia. Desde luego podr¨ªa ser m¨¢s realista, y tener m¨¢s detalles que lo acercaran mucho m¨¢s al f¨²tbol real, pero de momento, no cabe duda que esto es lo mejor que hay. Al menos hasta que llegue aqu¨ª el simulador que KCET ya ha lanzado en Jap¨®n para GBA.

Dejando ahora a un lado la jugabilidad, es momento de entrar en otros aspectos del juego, que por desgracia no son tan buenos como el resto. Los modos de juego, se limitan a 4. El primero es el cl¨¢sico partido suelto, sin m¨¢s complicaciones. El ¨²ltimo es modo para jugar unos penaltis, y tampoco tiene mucho inter¨¦s. Los dos que quedan son el modo copa, en el que habr¨¢ que jugar una copa del mundo desde las eliminatorias.

El ¨²ltimo modo es el Super Star Mode. Aqu¨ª no se escoge ninguna selecci¨®n, sino que se crea una desde la nada, con jugadores completamente nuevos que hay que ir mejorando a base de jugar partidos. Evidentemente ¨¦sta es la opci¨®n que m¨¢s vida da al juego, pues aqu¨ª est¨¢ uno de sus primeros fallos: se hace corto. De los dos modos de juego, el modo copa no es precisamente muy largo, y carece de un modo liga. Un aut¨¦ntica l¨¢stima.

Otro de los fallos que por aqu¨ª hay es la ausencia de nombres reales. A estas alturas comienza a hacerse pesada la reticencia que Konami est¨¢ mostrando una y otra vez a hacerse con las licencias oportunas para incluir ligas y nombres reales. Ni siquiera tan s¨®lo un simple editor para cambiar o crear nombres y jugadores.

Y puede que a la mayor¨ªa de la gente no le importe jugar con selecciones, o incluso que los nombres de los jugadores ni se parezcan a los reales, pero es innegable que ser¨ªa un punto que subir¨ªa muchos enteros al juego. Y m¨¢s teniendo en cuenta que la competencia s¨ª dispone de tales extras.

 c o n c l u s i ¨® n

En general, este juego es muy bueno a la hora de ser jugado, a la hora de divertir, a la hora de disfrutar de un partido. Pero por desgracia lastra algunos fallos que son de lo m¨¢s absurdos, y que podr¨ªan ser solucionados con un poco de voluntad por parte de algunos directivos.

Ellos una y otra vez se empe?an en no querer ofrecernos el juego de f¨²tbol perfecto, y nosotros nos empe?amos en no querer dar m¨¢s nota a un juego que pensamos est¨¢ incompleto. Puede que est¨¦ incompleto en la parte menos importante, pero es una parte a fin de cuentas.

Ahora cada uno tiene que tomar la decisi¨®n de que es lo que quiere tener: o bien un juego realmente parecido al f¨²tbol, muy divertido pero sin nada m¨¢s; o bien un juego que incluya la liga de su pa¨ªs y variados modos de juego. La alternativa se llama Fifa, pero no tiene toda la diversi¨®n que aqu¨ª hay.

 l o   m e j o r

 l o   p e o r