Surfeando en tu GC

Kelly Slater's Pro Surfer es la l¨®gica evoluci¨®n de la serie de t¨ªtulos bajo sello de Activision '02. Tras el ¨¦xito cosechado con Tony Hawk o Mat Hoffman (entre otros) como m¨¢ximos representantes del skate y el BMX respectivamente, era de esperar un t¨ªtulo de otro deporte extremo por excelencia: el surf. Y quien mejor para darle el nombre (para el tir¨®n comercial) que el seis veces campe¨®n del mundo Kelly Slater. El c¨®ctel perfecto.

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En Activision son conscientes de que Tony Hawk es el l¨ªder del g¨¦nero y que para conseguir que otro t¨ªtulo de iguales caracter¨ªsticas consiga renombre entre p¨²blico y prensa, no deben limitarse a clonar la mec¨¢nica que le ha llevado al n¨²mero uno a un juego de surf. As¨ª, desde la primera partida, podr¨¦is comprobar que se le ha dado un enfoque con pocos aspectos en com¨²n a "el rey".

Las primeras partidas resultar¨¢n algo confusas, porque no hay una rampa para saltar, sino que ¨¦sta parece regenerarse a cada instante tras de ti; no hay una barandilla inerte que grindar, la barandilla es eterna; no hay un escenario definido por el que aprender, sino que el escenario va devor¨¢ndote a tus espaldas. La mec¨¢nica de juego es completamente distinta: Antes de saltar, tienes que girar 180? para encargar la ola, y una vez en el aire, no basta con ejecutar un simple truco y caer, pues no realizas el salto en l¨ªnea recta, sino que vuelves a la misma ola, y tienes que hacerlo con el ¨¢ngulo perfecto para no perder velocidad o evitar darse un curioso espaldazo contra el agua.

En definitiva, solos la ola y t¨². Antes de ponerte a pulsar botones como un loco compulsivo, tienes que diferenciar las partes de la ola, hacerte con ella, acariciarla con la tabla hasta ganarte su respeto. Y os prometo que no es tarea f¨¢cil...

g r ¨¢ f i c o s

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T¨¦cnicamente, los chicos de Treyarch han realizado un excelente trabajo. Si recrear de forma realista la f¨ªsica del agua siempre ha sido una de las tareas m¨¢s duras para cualquier desarrolladora, imagina un juego en el que el ¨²nico sitio donde no hay agua es el cielo. ?C¨®mo conseguir una ola perfectamente imperfecta? La cresta, el tubo, la cara, el seno... A excepci¨®n de las que "salen" de la cresta, el resto de las gotas de TODO el oc¨¦ano no hacen m¨¢s que oscilar de arriba a abajo. La soluci¨®n fue dividir en siete partes cada una de las olas, y en funci¨®n de la playa que se quer¨ªa recrear, le daban mayor o menor importancia a una parte u otra.

Por ejemplo, en Sebastian, son m¨¢s altas y tienen mayor tubo, pero menor velocidad, mientras que en Mavericks son tremendamente r¨¢pidas y por su poca altura, no se puede surfear dentro del tubo. Lo dicho, olas perfectamente imperfectas, llenas de vida, recreadas con todo lujo de detalles, para realizar todo tipo de trucos. Sin embargo, el nacimiento de la ola es incomprensiblemente irreal. Al principio de cada partida, la mar est¨¢ completamente en calma. Pero de repente, sin l¨®gica alguna, una ola de taitantos metros se alza a dos metros atr¨¢s nuestra en un segundo, como por arte de magia. Tambi¨¦n pasa algo similar si intentamos ir al extremo m¨¢s alejado de la cresta, por el que la ola apenas mide 50 cm y la intentamos superar para coger la ola de detr¨¢s, el juego entender¨¢ que la hemos perdido, y nos caeremos directamente al agua.

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Por otro parte, el reflejo de la luz sobre el agua es soberbio. Las diferencias entre los distintos tipos son abismales, dependiendo de la hora solar y de las condiciones atmosf¨¦ricas. A plena luz del d¨ªa y con el sol en el cenit, el agua es casi transparente y de color azul paradis¨ªaco, mientras que si surfeamos en medio de una tormenta, y con poca luz, el reflejo es casi nulo y el color se torna en un profundo azul marino (nunca mejor dicho). El ¨²nico defecto es que los fondos, o tienen una imagen est¨¢tica representativa de la zona, o se encuentran completamente vac¨ªos.

Con respecto a los personajes, am¨¦n de los rasgos faciales, se ha intentando tambi¨¦n representar la musculatura de cada uno de ellos, ?e incluso el vello! No es que se pueda dividir el cuerpo en cabeza, torso y ba?ador y hacer un programa de televisi¨®n en que haya que unirlos correctamente, pero se ve que han puesto un gran esfuerzo en individualizar a todos los surfers (sobre todo a Lisa...). Desgraciadamente, no existe un editor de personajes, as¨ª que iros olvidando de surfear en gayumbos... Las animaciones tambi¨¦n est¨¢n muy bien trabajadas, tanto en los saltos como al intentar mantener el equilibrio dentro del tubo.

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Por ¨²ltimo, merece hacer hincapi¨¦ en la situaci¨®n de la c¨¢mara. Personalmente, no creo que haya sido la decisi¨®n m¨¢s acertada situarla en dicha posici¨®n y a¨²n menos en ese ¨¢ngulo. A diferencia de un juego de skate, la c¨¢mara no nos sigue, lo que le resta mucha sensaci¨®n de velocidad. Adem¨¢s, enfoca al personaje justo a ras de suelo ("a ras de mar"),  por lo que los saltos resultan mucho menos espectaculares. Lo ¨²nico espectacular, junto con las repeticiones, es el tubo, ¨²nico momento en el que la c¨¢mara se mueve, situ¨¢ndose ahora s¨ª a nuestra espalda, pudiendo apreciar como rompe la ola, como nos devora. Todo un alarde gr¨¢fico.

m u s i c a

Una banda sonora muy acorde con el estilo de vida que emana el juego.  Ben Harper (Faded), Jack Johnson (Middle Man), Pearl Jam (WMA)... En total m¨¢s de veinte grupos con melod¨ªas que van desde un punk bastante light en las playas m¨¢s turbulentas hasta un mel¨®dico chill out en las m¨¢s paradis¨ªacas. La compresi¨®n necesaria debido a la mayor limitaci¨®n de los discos de GameCube respecto a las otras dos plataformas no disminuye en absoluto la calidad de las melod¨ªas, no as¨ª la calidad de los v¨ªdeos.

s o n i d o  f x

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?Que ser¨ªa de los poetas sin el susurro del mar! Los efectos sonoros siempre han sido la guinda que consiguen introducirnos a¨²n m¨¢s en el juego, y el incesante romper de las olas cumple con su objetivo. Por otra parte, la voz del propio Kelly Slater nos acompa?a durante todo el juego: en el video inicial, en los v¨ªdeos de cada surfer, al principio de cada playa...

j u g a b i l i d a d

El desarrollo del juego es bien simple: aprender a encadenar piruetas para desbloquear nuevos surfers y nuevas playas, y luego "vici¨¢rnoslas", ya sea solos o en compa?¨ªa. Y dichos trucos se pueden realizar en tres partes distintas de la ola: en el tubo, en la cara de la ola, o en el aire, lo que permite hacer cientos de combinaciones diferentes. Al principio resulta realmente dif¨ªcil unir en una sola tanda de puntos trucos en las tres zonas, y conseguiremos unos 5.000 puntos, 10.000 como m¨¢ximo. Pero poco a poco, cuando sepamos de lo que somos capaces, hasta donde llega el l¨ªmite, no nos ser¨¢ dura la tarea de conseguir superar la barrera psicol¨®gica de los 100.000.

Es decir, que antes de aprender a hacer el loco, hay que aprender literalmente a surfear. Para ello, tendremos que estar muy atentos a un medidor que aparece arriba a la derecha de la pantalla: el Special  Meter. Dicho medidor aumenta seg¨²n lo buena o mala que sea la ejecuci¨®n del truco. Una peque?a barra de color verde crece si tras un aerial caemos con el ¨¢ngulo perfecto, si conseguimos mantenernos durante mucho tiempo en el tubo o si ejecutamos "faces" cerca de la cresta. Una vez que llega a su punto m¨¢ximo, se torna amarilla, y es el momento de hacer todo aquello que siempre hemos querido hacer subidos en una tabla de surf, m¨¢s all¨¢ de lo posible o imposible.

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Si somos capaces de mantener tan alto grado de profesionalidad durante m¨¢s y m¨¢s segundos, los puntos que llevemos acumulados, se multiplicar¨¢n x2, x3, x4, x4.5... y de repente, ?boom!, 40.000 puntos. Eso s¨ª, caerse al agua significa caerse con los 40.000, momento en el que deberemos respirar profundamente, soltar el mando un par de segundos, y repetirnos mentalmente: "No pasa nada, !lo podemos conseguir?"

El problema es que tras unas diez o 15 partidas, conseguir que el medidor se ponga amarillo nos parecer¨¢ tan f¨¢cil como ponernos de pi¨¦, no quiero desvelaros c¨®mo. Y a partir de ah¨ª, el juego se vuelve mucho m¨¢s f¨¢cil y mon¨®tono. Tambi¨¦n incrementa dicha monoton¨ªa un peque?o detalle: Las diferencias entre playas son evidentemente menores que entre los escenarios de cualquier otro juego de deportes extremos, y a falta de un editor de olas o algo parecido, tendremos que olvidarnos de dar rienda suelta a nuestra imaginaci¨®n.

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Afortunadamente, los modos a dos jugadores aumentan muy mucho la duraci¨®n del juego, llegando a constituir sin duda la parte fundamental del juego. Adem¨¢s de los cl¨¢sicos modos Versus y time attack, Kelly Slater incluye el modo PUSH, producto de la imaginaci¨®n de Activision que tambi¨¦n incluir¨¢ Tony Hawk 4. El modo en cuesti¨®n es bastante simple, pero aumenta la competitividad de un modo apabullante. Cuanto m¨¢s puntos consigamos en el menor n¨²mero de piruetas posibles, m¨¢s peque?a ser¨¢ la pantalla de nuestro rival, lo que dificulta exponencialmente el que pueda realizar sus tricks. Probad a jugar este modo con muchos amigos. La diversi¨®n y las risas est¨¢n garantizadas.

c o n c l u s i ¨® n

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Kelly Slater's Pro Surfer es, sin duda alguna, el mejor juego de surf hasta la fecha, pero queda muy lejos de lo que llega a ofrecernos Tony Hawk. A¨²n as¨ª, no os dej¨¦is llevar por la nota final. El realismo de sus olas, Es el cl¨¢sico t¨ªtulo que no puede faltar en las "kedadas" consoleras con los colegas. Hasta el amigo que nunca se ha acercado a una consola porque piensa que los videojuegos son para chiquillos, no podr¨¢ evitar "fliparlo" con el juego. El mayor problema de todo el juego, radica en su precio, m¨¢s de 67 Euos, que lo convierte autom¨¢ticamente en algo solo apto para muy fan¨¢ticos del surf.