Hearts of Iron (PC)

Europa, 1936, la primera guerra mundial, menos de 20 a?os despu¨¦s de terminar, a¨²n esta muy reciente en los recuerdos de la poblaci¨®n. Las duras sanciones impuestas a Alemania en los tratados de Versalles la sumieron en la penuria econ¨®mica, su inflaci¨®n llego a superar el 500% anual, era una ¨¦poca de caos.

En esa situaci¨®n de desarraigo social un hombre consigui¨® hacerse democr¨¢ticamente con el poder, convenciendo al pueblo de que la culpa de su situaci¨®n la ten¨ªan los jud¨ªos. Durante la d¨¦cada de los 30, Hitler se dedica a aplicar pol¨ªticas ultra-nacionalistas que consiguieron ir sacando del marco legal al resto de alternativas pol¨ªticas, hasta dejar al nacional socialismo (abreviado usualmente nazismo) acaparando todas las c¨¢maras internas de gobierno. Alemania  ten¨ªa prohibido por los tratados de paz poseer ej¨¦rcito propio, sin embargo, Hitler pone a toda la industria pesada alemana a fabricar armas, calificando los Panzers de "Maquinaria Agr¨ªcola".

El resto de las grandes naciones europeas se deciden por la pol¨ªtica de apaciguamiento, dar manga ancha a los alemanes. Cuando Alemania se anexiona Austria, y se empieza a hablar del "espacio vital" alem¨¢n, nadie se lo toma en serio, creen que las ansias nacionalistas de Hitler se acabar¨¢n desinflando, que s¨®lo busca tener contento a su pueblo.

Winston Churchill proclama en var¨ªas intervenciones p¨²blicas (que m¨¢s tarde ser¨¢n calificadas de prof¨¦ticas) que "Se avecina la tormenta", en relaci¨®n al peligro del r¨¦gimen nazi, con lo que se opone frontalmente a la pol¨ªtica adoptada hasta entonces por el gobierno de Gran Breta?a. Sus declaraciones no sientan nada bien entre los altos cargos de su pa¨ªs, mayoritariamente decantados por la pol¨ªtica de "manga ancha" con Hitler. Churchill es obligado a dimitir de su cargo, se retira de la vida p¨²blica y se dedica a escribir y a la pintura.

1938: Alemania se anexiona pr¨¢cticamente por la fuerza la regi¨®n de los Sudetes y la mayor parte de Checoslovaquia. Francia, dubitativa, no se atreve a adoptar una pol¨ªtica firme de oposici¨®n al expansionismo alem¨¢n y firma un pacto de no agresi¨®n con Hitler, abandonando a Gran Breta?a.

Europa sigue totalmente dormida ante la amenaza que se avecina, imparable.

Adolf Hitler sorprende al mundo entero al firmar un pacto de no agresi¨®n con Stalin (personaje que, para los que no lo sepan, inspir¨® la novela '1984' de Orwell, en la que a su vez se basa nuestro subnormalizante 'Gran Hermano'), Hitler y Stalin eran enemigos naturales y estaban destinados a enfrentarse, ya que ambos deseaban el territorio del otro, sin embargo firmaron una, aparentemente incomprensible, paz. Pocos meses despu¨¦s se demostr¨® que esta paz simplemente ten¨ªa como objetivo el proporcionar tiempo a ambos pa¨ªses, que a¨²n no estaban preparados para enfrentarse. Sin embargo, fue interpretada por Inglaterra y Francia como una finalizaci¨®n de las ansias expansionistas de Alemania.

1 de Noviembre de 1939: Divisiones acorazadas alemanas invaden Polonia, obligando a Europa a despertar bruscamente de su sue?o. Francia e Inglaterra declaran inmediatamente la guerra a los nazis. Winston Churchill es rescatado del ostracismo y se le pone al frente del Almirantazgo brit¨¢nico (meses despu¨¦s ser¨¢ nombrado primer ministro).

Sin embargo, es demasiado tarde, los aliados parten de una situaci¨®n t¨¢ctica desastrosa, en inferioridad de armas y t¨¢cticas, y se enfrentan a una Alemania que lleva 10 a?os prepar¨¢ndose para la guerra. Seguir¨¢n 5 a?os de la m¨¢s horrible contienda que ha visto la humanidad, con un saldo final de cerca de 100 millones de muertos (la mitad rusos, los grandes olvidados) y cuyas consecuencias a¨²n perduran hoy.

Eso fue la historia real. Ahora, por primera vez, los dise?adores de Paradox y Friendware nos ofrecen la posibilidad de cambiar el curso de la historia con el juego de estrategia m¨¢s serio que se ha hecho nunca sobre la Segunda Guerra Mundial, llega Hearts Of Iron.

Hearts Of Iron, el control total

Hace ya cerca de un mes que tengo en mis manos una versi¨®n beta del Hearts Of Iron, remitida amablemente por el director de Friendware (bueno, en realidad dos, porque la primera ten¨ªa unos problemas de interfaz y me remitieron otra, m¨¢s pulida) y a¨²n no me he recuperado de la impresi¨®n inicial. Este juego es una obra fara¨®nica, lo que siempre hab¨ªamos deseado los aficionados a la Segunda Guerra Mundial se ha hecho realidad. Hablamos de un programa que nos permite ponernos en la piel del gobernante de cualquier naci¨®n del mundo a principios de 1936.

S¨ª, cualquier naci¨®n, se dice r¨¢pido, pero existe la posibilidad de jugar tanto con las grandes (Alemania, Inglaterra, Rusia, etc.) como con cualquier otro pa¨ªs, y ver como cambiar¨ªa el curso de la historia si las decisiones pol¨ªticas de Malasia, por ejemplo, hubieran sido diferentes.

El modo de juego de Hearts Of Iron nos ofrece algo que nunca se hab¨ªa programado antes, la posibilidad de tener un control total sobre las decisiones hist¨®ricas del pa¨ªs con el que juguemos. El programa no se queda en el t¨ªpico planteamiento puramente militar visto ya tantas veces (aunque podemos manejar tropas con un gran nivel de detalle), si no que tenemos control sobre la industria, la econom¨ªa, las relaciones diplom¨¢ticas, el desarrollo tecnol¨®gico, el comercio, los personajes gobernantes, los l¨ªderes militares, y un largo etc¨¦tera.

Adem¨¢s, el juego nos ofrece una fidelidad hist¨®rica absolutamente sorprendente (los programadores han aprovechado bien la experiencia del estupendo 'Europa Universalis'), haciendo gala de un nivel de detalle hist¨®rico absoluto.

Y para muestra, un bot¨®n

Al empezar una partida en 1936, si nos pasamos por Espa?a, vemos que se trata de una rep¨²blica, de ideas bastantes liberales y pr¨®xima a los ideales democr¨¢ticos y con la bandera republicana, por supuesto. Sin embargo, con el transcurrir del tiempo estalla la guerra, gana Patxi y en el 39 pasamos a ser una dictadura, las tendencias pol¨ªticas se sit¨²an a medio camino del nazismo, y se adopta como bandera la del ?guila.

La fidelidad hist¨®rica que desprende el juego no termina ah¨ª, cuenta con una gigantesca base de datos que incluye a todos los personajes importantes de la ¨¦poca: Militares, pol¨ªticos, cient¨ªficos, etc. Todos con una peque?a biograf¨ªa que nos recuerda quienes fueron, y que nos indica sus puntos m¨¢s relevantes (y que tiene importancia para el juego).

Quienes hayan jugado a 'Europa Universalis' se pueden hacer una idea de lo que se van a encontrar aqu¨ª, con la gran diferencia de que Hearts of Iron se centra en un periodo mucho m¨¢s corto (apenas 10 a?os frente a los 4 siglos largos de EU), con lo que el grado de detalle con el que esta tratado ¨¦ste es mucho mayor.

El abanico de opciones que se abre ante nosotros en una partida es abrumador, podemos optar, por ejemplo, por encauzar la investigaci¨®n tecnol¨®gica del pa¨ªs, a fin de desarrollar armamento antes que los rivales.

Llegados aqu¨ª un peque?o inciso para indicar que la base de datos de investigaci¨®n es tan sorprendente como la de personajes hist¨®ricos. Imaginaos un Civilization en el que se puedan investigar m¨¢s de 1000 alternativas. Pues bien, ahora, circunscribir eso a un periodo de 10 a?os. As¨ª de impresionante es Hearts Of Iron, uno puede llegar a hacerse una idea bastante profunda de los fundamentos del radar a base de tratar de inventarlo, ya que hay que investigar en Teor¨ªa de Ondas, Semiconductores, Teor¨ªa de Circuitos, Representaci¨®n de Ondas de muy alta frecuencia, Ecuaciones Diferenciales, y un largo etc. Y cada uno de estos puntos viene acompa?ado por 3 o 4 p¨¢rrafos de texto y varias fotos, que nos explican como se hizo realmente y que importancia tuvo.

Fin del Inciso, perdonad si insisto mucho en el enciclop¨¦dico conocimiento que encierra el juego, pero para alguien al que siempre le ha gustado la historia militar, este programa es como un regalo de los dioses.

Volviendo a lo que se puede hacer en una partida, las opciones son, como ya hemos comentado, pr¨¢cticamente infinitas. Centrarnos en el desarrollo industrial y producir tropas (m¨¢s de 100 diferentes, todas reales, incluyendo algunas que no llegaron a tomar parte en la guerra, como el reactor alem¨¢n GO 229), desarrollar alianzas con otras naciones (m¨¢s f¨¢cil si son ideol¨®gicamente pr¨®ximas a nosotros), mejorar la infraestructura econ¨®mica de la naci¨®n. Reforzar las defensas de nuestro territorio. Tratar de influir diplom¨¢ticamente en la pol¨ªtica de terceros pa¨ªses. Enviar tropas expedicionarias a nuestros pa¨ªses aliados (como la divisi¨®n azul en Espa?a). Optar por lo militar y expandirnos, etc.

El tratamiento de los enfrentamientos militares es uno de los puntos fuertes del juego, por medio de un sencillo sistema de control podemos coordinar ataques en los que intervengan fuerzas de tierra, mar y aire. Las divisiones acorazadas pueden optar por ataques rel¨¢mpago y hacer el m¨ªtico 'Blitzkrieg', ante el que nada pudieron hacer las tropas aliadas durante el primer a?o de guerra. Podemos hacer desembarcos anfibios, bombardeos estrat¨¦gicos, ataques con armas nucleares (si las hemos desarrollado, por supuesto) y un larg¨ªsimo etc¨¦tera. S¨®lo la faceta militar dar¨ªa para un juego completo.

Otro punto que no podemos pasar sin mencionar es la m¨²sica, la selecci¨®n musical del juego le viene como anillo al dedo, empezando por Wagner en los men¨²s de introducci¨®n con 'La cabalgata de las Valkirias' y pasando por m¨¢s de dos horas de m¨²sica en MP3 de autores tan apropiados como el susodicho Wagner, Tchaikovski, Mahler y otros, que ambientan perfectamente la contienda.

Ojo, Hearts Of Iron no es un juego para todos

Lo dicho, alg¨²n punto oscuro ten¨ªa que tener esta maravilla, aunque en realidad no es un punto negativo, si no una consecuencia l¨®gica de realizar un proyecto tan ambicioso como es Hearts Of Iron. Y el hecho es que no todo el mundo puede jugar a este programa. En mi opini¨®n, ya deber¨ªa haber quedado claro en las l¨ªneas anteriores, pero lo voy a poner por escrito expl¨ªcitamente por si acaso.

Esto no es un Warcraft ambientado en la segunda guerra mundial. Ni algo similar al Red Alert. Aqu¨ª las tropas no dicen chorradas al ser clickadas, y las batallas no se ganan a base de acumular tropas y lanzarlas contra el otro. Los personajes no tienen poderes especiales, y aunque tengamos un ej¨¦rcito en ?frica liderado por Rommel, no podemos lanzar poderes en plan Dragon Ball.

Esto es un juego de estrategia 'serio', en la l¨ªnea de grandes como Clash of Steel, y este tipo de programas no son aptos para todo el mundo. El t¨¦rmino 'estrategia', lamentablemente, est¨¢ muy desprestigiado en los ¨²ltimos tiempos. Los ETR han hecho un flaco favor al t¨¦rmino, y ahora cualquiera que haya jugado al Command & Conquer se cree aficionado a la estrategia.

Se que este argumento puede parecer elitista, y que con ¨¦l me arriesgo a que alguno de los que lean este avance me tachen de presuntuoso, o incluso de imb¨¦cil, pero me da igual.

Me parece muy triste que de 3 o 4 a?os hasta la fecha se venga calificando la estrategia como uno de los g¨¦neros m¨¢s populares en el mundo de los videojuegos, y que sin embargo, se puedan contar con los dedos de la mano los t¨ªtulos de estrategia de verdad que se han lanzado al mercado: La saga Civilization, Europa Universalis y poco m¨¢s. Mucho orco, mucho ETR y mucha bobada para ser consumida por un p¨²blico adolescente, pero de lo bueno, nada. Recuerdo haber jugado en el Spectrum a t¨ªtulos como Arnhem o Desert Rats que eran m¨¢s serios que el 90% de la 'estrategia' que se lanza para PC hoy en d¨ªa.

Sin embargo, de cuando en cuando aparecen t¨ªtulos que aportan algo nuevo al g¨¦nero, este Hearts Of Iron es un soplo de aire fresco en un g¨¦nero en el que los grandes lanzamientos empezaban a llevar habitualmente n¨²meros detr¨¢s del titulo, lo cual es un signo innegable de falta de ideas. Aunque siendo realistas, este juego tiene un p¨²blico objetivo muy espec¨ªfico. Y aunque me duele escribir esto, no creo que seamos muchos los que lo juguemos.

Es este un tipo de estrategia muy especial, un modo de juego mucho m¨¢s reposado de lo que es habitual. Esto hay que jugarlo con la taza de caf¨¦, pensando con cuidado las decisiones, planteando una estrategia global y acciones concretas para llevarla a cabo y sobre todo, seamos serios, sin salvar la partida antes de cada decisi¨®n importante.