Casi ¨¦pico.

Un planeta en peligro, un equipo dispuesto a ayudarte y una aventura en ciernes esper¨¢ndote. ?Puedes pedir algo m¨¢s? StarFox Adventures llega con mucha fuerza a GameCube tras reconvertirse desde N64 y m¨²ltiples retrasos. Comprueba si la espera ha merecido la pena.

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Ya est¨¢ aqu¨ª, por fin, el primer y ¨²ltimo juego de Rare para GameCube. El nacimiento y el ocaso de la desarrolladora brit¨¢nica en la consola de Nintendo ha sido un 'visto y no visto', pero lo que cuenta de verdad es que Star Fox Adventures ha aterrizado esta semana en las tiendas de nuestro pa¨ªs, y viene dispuesto, por lo menos, ha convertirse en una de las pocas aventuras decentes que existen en la actualidad para nuestra consola.

El juego de Rare llevaba desarroll¨¢ndose desde hace ya unos cuantos a?os. Pensado en un primer momento para Nintendo 64, fue presentado al p¨²blico por primera vez en el fabuloso E3 del a?o 2000. Con un aspecto algo tempranero, Dinosaur Planet, su nombre provisional por aquel entonces, ya despuntaba buenas maneras embutido en un monstruoso cartucho de 512 megabits. Nos situaba en la piel de un zorro, Sabre, en su particular lucha para liberar el planeta del yugo de un malvado cacique. Para ello contar¨ªa con la ayuda de Krystal y de algunos dinosaurios como el propio Tricky, pr¨ªncipe, aunque parezca mentira, de la tribu de los Earthwalk.

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Tras el torrente de informaci¨®n y de im¨¢genes en los meses posteriores al E3, las noticias de repente se hicieron difusas, se disiparon, parec¨ªa que se lo hab¨ªa tragado la tierra, hasta el punto de llegar a rumorearse sobre su m¨¢s que probable cancelaci¨®n. Verdad, verdad... Pero a medias. El caso es que Nintendo y Shigeru Miyamoto decidieron meter la 'zarpa' (dejamos a tu elecci¨®n si para bien o para mal), y pensaron que ser¨ªa muy buena idea reconvertir el t¨ªtulo de Rare y adaptarlo al universo de Star Fox, no en vano el propio protagonista pose¨ªa incluso un parecido m¨¢s que razonable... Manos a la obra, pronto Dinosaur Planet fue cancelado para Nintendo 64 y comenz¨® su desarrollo y andadura en GameCube para convertirse en lo que tenemos ahora mismo en nuestras temblorosas manos.

Para que te hagas una idea de este particular paso de un sistema a otro, te hemos preparado unos cuantos cuadros a lo largo del an¨¢lisis que comparan im¨¢genes de la versi¨®n cancelada de N64 y el resultado final en GameCube. Y ahora, ?a qu¨¦ esperas? Qu¨ªtale el precinto de tu flamante compra con un certero zarpazo, un torrente de im¨¢genes espectaculares te esperan impacientes en tu televisor...

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De esta manera comienza la rocambolesca aventura que le espera a Fox en la superficie del planeta. Contando ¨²nicamente con una especie de bast¨®n m¨¢gico como arma ofensiva tendremos que abrirnos paso a trav¨¦s de m¨²ltiples peligros y enemigos. No todo ser¨¢n dificultades por supuesto, tambi¨¦n tendremos personajes amigos que nos echar¨¢n una mano o nos pedir¨¢n ayuda, podremos comprar en la tienda y el peque?o Tricky se pondr¨¢ a nuestra entera disposici¨®n, aprovechando sus habilidades tales como escupir fuego o buscar tesoros escondidos en el suelo. Tampoco todo se basar¨¢ en buscar y hablar con personajes, tambi¨¦n seremos premiados con niveles de acci¨®n tales como algunas persecuciones, o las conocidas batallas a bordo del Arwing cuando decidamos viajar de un lado a otro. De esta forma transcurrir¨¢ el juego, a lo largo de unas 20 horas (20:05 con un 94% del total en mi caso) hasta que alcancemos el sorprendente final. No lo dej¨¦is escapar.

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Comenzando por el cacareado efecto de 'fur shading', o el pelaje con el que se recubre a algunos de los personajes de Dinosaur Planet. No es algo nuevo, pero si es novedosa su implantaci¨®n tan generalizada y efectiva en un videojuego. De siempre el aspecto del pelo ha sido uno de los temas m¨¢s interesantes en las reuniones de los creadores de im¨¢genes infogr¨¢ficas. Costosos plug-ins y c¨¢lculos matem¨¢ticos eran necesarios para otorgar a aquel grandioso 'Godzilla' lanudo que tanta admiraci¨®n despert¨® en los Art Futura, Siggraph, etc. Rare no se ha querido quedar atr¨¢s, y aunque ni mucho menos el pelaje en Star Fox Adventures es comparable al de las m¨¢s exquisitas creaciones sint¨¦ticas, si que es cierto que su implementaci¨®n en este t¨ªtulo es m¨¢s que sobresaliente. Sobre todo en los primeros planos, en las escenas cinem¨¢ticas, podr¨¦is admirar como los pelos de Fox del rostro se bambolean al son del movimiento de su cabeza mientras habla o la gira para mirar hacia otro lado. Sus brazos, piernas, y cola tambi¨¦n est¨¢n recubiertas de pelo, pero es algo m¨¢s tosco y rudimentario, donde de verdad el jugador puede quedarse fascinado es al admirar el vello que recubre la cara. Genial.

Otros personajes en el universo de Dinosaur Planet tambi¨¦n han sido aderezados con este fant¨¢stico efecto. Desde los mamuts lanudos, hasta Krystal,, uno de los mejores modelados del juego junto a Fox. Incluso algunos parajes del escenario, tales como el suelo del peque?o valle de los ThornTail, o algunos recovecos simplemente magistrales de los pasillos vegetales que llevan hasta la ciudad de los LightFoot y el Cabo Claw.

El modelado de los personajes tambi¨¦n raya a buen nivel. Destacando sobre todo los verdaderos protagonistas, Fox, Krystal, Scales y Tricky, lo cierto es que es una maravilla contemplar como se revuelven los grandes triceratops, simulando el movimiento interior de los m¨²sculos, o el ligero bamboleo del cuello de una especie de diplodocus entre otros. El bueno de Turok podr¨ªa haber aprendido algo de todo esto la verdad... No podemos olvidar los movimientos faciales por otro lado, desarrollo inmediato de lo que ya pudimos ver en el excelente Conker para Nintendo 64. Nuevamente es Fox y Krystal quienes destacan, sobre todo en el caso del primero, y si bien la mayor¨ªa de los dinosaurios presentan unas animaciones en sus gestos al hablar algo parcas, el caso de nuestro protagonista es realmente prodigioso. Todo tipo de expresiones iluminar¨¢n el careto de Fox, desde la admiraci¨®n hasta la incredulidad, desde la incertidumbre hasta la sorna, y todas y cada una de estas expresiones est¨¢ excelentemente realizadas, llegando al punto que en ocasiones Rare se vale de un 'simple' gesto de Fox para terminar una conversaci¨®n muda. Impresionantes de verdad.

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Los escenarios son enormes, amplios, detallados y muy variados, todo un alarde de imaginaci¨®n y buen hacer. Cuando llegues a Dragon Rock no creer¨¢s la extensi¨®n que se abre a tus ojos, o tu primer contacto con la fabulosa ciudad vallada ser¨¢ imponente. Adem¨¢s visitaremos lugares tan dispares como playas paradis¨ªacas, volcanes al rojo vivo, monta?as heladas o preciosos palacios en las alturas. Un festival continuo de buen hacer y dise?o.

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Los efectos gr¨¢ficos complementan perfectamente el exquisito trabajo de la desarrolladora brit¨¢nica, sobre todo el paso del tiempo y del d¨ªa a la noche. Quiz¨¢s se abuse de ¨¦l, pero es una aut¨¦ntica gozada contemplar como anochece mientras puede verse en el horizonte la ligera inclinaci¨®n del sol desapareciendo, mientras surge la luna a tus espaldas y cambian las tonalidades del cielo y el entorno que te rodea suavemente. Sin duda un espect¨¢culo bastante bello y muy buen realizado. Adem¨¢s contaremos asimismo con diversos efectos metereol¨®gicos que interact¨²an de alguna manera con estos cambios de d¨ªa. Podremos distinguir una densa niebla que lo cubre todo, una neblina ma?anera que se va disipando poco a poco, nubarrones amenazantes, lluvia en abundancia, o incluso un cielo totalmente encapotado  y oscuro que se ve iluminado cada cierto tiempo por repentinos rayos. Sin ninguna duda este es uno de las mejores atm¨®sferas en un videojuego a las que hemos podido acceder. Casi perfecto.

Y decimos casi porque hemos tenido tiempo para hacer de todo en Dinosaur Planet y tambi¨¦n para darnos cuenta de algunos trucos que ha empleado Rare a la hora de mantener un framerate tan alto. En ocasiones podremos discernir algo de pop-up, pero no de elementos del escenario enormes, tales como la formaci¨®n de una monta?a o de un edificio, sino que ser¨¢ de por ejemplo una caja en la lejan¨ªa, o la nave de Fox al final del escenario, o en, pocas, muy pocas ocasiones, alg¨²n enemigo al otro lado del nivel. El 'fur' de algunas zonas tambi¨¦n se formar¨¢ tres metros delante de nosotros, de forma paulatina, sin apariciones bruscas, pero ah¨ª queda. Son detalles min¨²sculos en comparaci¨®n con el resto de detalles y aspectos que pululan en este ficticio mundo, as¨ª que tampoco merece mucho la pena tenerlos en cuenta.

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Lo mejor de todo sin duda es que se adapta perfectamente a cada uno de los escenarios que visitamos, se funde a la perfecci¨®n entre el paso del d¨ªa a la noche (donde la m¨²sica es substituida por generosos ruidos ambientales) y cambia como lo hacia Zelda al enfrentarnos con los enemigos, y el acertado uso de la tecnolog¨ªa Dolby Pro Logic II para los afortunados poseedores de un receptor que lo soporte.

Quiz¨¢s algo m¨¢s orquestal en ocasiones no hubiera venido mal, o una mayor calidad en los samples utilizados no revelar¨ªan que las composiciones provienen de la versi¨®n que se estuvo preparando para Nintendo 64. En todo caso un gran trabajo.

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En cuanto al resto de efectos no nos podemos quejar. Sonidos para las armas diferentes y contundentes, sonidos ambiente geniales, sobre todo cuando se pierde la m¨²sica en la lejan¨ªa de la noche y podemos percibir cristalinamente el trino de los p¨¢jaros, el murmullo del mar o los ruiditos de los grillos y el viento ulular a nuestra espalda. Todo esto adem¨¢s se ver¨¢ potenciado al m¨¢ximo gracias al DPLII, al que hac¨ªamos alusi¨®n con anterioridad. Una buena separaci¨®n de los canales (los graves podr¨ªan haber sido m¨¢s potentes sin embargo), y limpieza en los sonidos terminan por redondear el resultado final.

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El control es muy semejante al que disfrutamos en la obra de Miyamoto y Nintendo en la 64 bits. Ya te hicimos un buen repaso en nuestras primeras impresiones, as¨ª que no nos extenderemos en ellos, y baste con decir que responden maravillosamente bien, son muy intuitivos, y tanto en las secciones de a pie como en el vuelo no tendr¨¢s problemas con la respuesta del pad.

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Pasando a lo que realmente nos importa, el desarrollo de la historia, es en lo que se han cebado determinadas cr¨ªticas. Para terminar de una vez con atrevidos prejuicios baste decir que SFA no se basa en recolectar un n¨²mero determinado de items hasta la saciedad y terminando con la paciencia del sufrido jugador, tal y como se le achacaba a los ¨²ltimos juegos de Rare en Nintendo 64. En cualquier aventura que se precie hay que recoger objetos, utilizarlos y buscarlos, pero tambi¨¦n resolver puzzles, saber hacia donde dirigirte, entregar un item a un personaje determinado, etc. Todo esto lo encontrar¨¢s en el t¨ªtulo de Rare, de una forma, cr¨¦enos, muy similar a la de Zelda. Los elementos a recoger son objetos necesarios. Setas para alimentar a Tricky, c¨¢psulas de combustible para poder viajar de un lado a otro en tu Arwing, maravillosas luci¨¦rnagas para ver en la oscuridad, esporas explosivas (?puro Zelda!), semillas de plantas trepadoras y la tan necesaria moneda en el mundo de Dinosaur Planet, los escarabajos. Jam¨¢s te ver¨¢s en la encrucijada de no tener alguno de estos objetos para poder continuar la aventura, y en cualquier caso siempre podr¨¢s comprarlos en la tienda del valle de los ThornTail. Sin problemas.

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La b¨²squeda real del juego se basa en encontrar las 4 piedras m¨¢gicas que se encuentran diseminadas en los trozos despegados del planeta, y reunir los 6 esp¨ªritus Krazoa que han sido escondidos por los propios habitantes del planeta para evitar que el malvado General Scales se haga con ellos. Para obtenerlos tendr¨¢s que llevar a Fox a trav¨¦s de intrincados mundos a modo de mazmorras, pasar determinadas pruebas (algunas muy divertidas y otras m¨¢s sosas, ya lo comprobar¨¢s por ti mismo), y enfrentarte a enormes monstruos, que desgraciadamente pueden contarse con los dedos de una mano... Deber¨¦is hablar con los habitantes de Dinosaur Planet, encontrar el camino correcto, abrir secretos gracias a los pozos de los deseos y entretenerte en las fases de vuelo con el Arwing. La verdad es que todo parece perfecto, pero siempre hay un 'pero', y en el caso de SFA es el mayor 'pero' del juego...

Resulta que las mentes pensantes de Rare debieron de quedarse secas algo antes de terminar el juego. Nos explicamos. A partir de la segunda mitad de la aventura los puzzles comienzan a hacerse muy evidentes, pr¨¢cticamente son todos iguales y se basan en la misma acci¨®n una y otra vez. Hay algunas genialidades escondidas, algunas pruebas diferentes, pero b¨¢sicamente os encontrar¨¦is con lo mismo. Adem¨¢s, el desarrollo de la aventura es bastante lineal. Iremos a un sitio sabiendo que todo lo que debamos hacer se encuentra en ese mismo lugar, sin tener que preocuparnos de dejarnos objetos detr¨¢s o de haber realizado anteriormente alguna acci¨®n. De todas formas estamos obligados casi en todo el juego a seguir una pauta prefijada sin salirnos mucho del camino marcado. Esto tampoco tiene que ser necesariamente malo, pero si buscabas una aventura con m¨²ltiples posibilidades y libertad de elecci¨®n olv¨ªdate, en SFA estar¨¢s bastante atado.

No podemos dejar de mencionar por ¨²ltimo el caso de Slippy. El compa?ero de Fox informar¨¢ en cualquier momento desde el men¨² que aparece apretando 'Start' en el mando, de todo lo que tenemos que hacer a continuaci¨®n, a veces de una forma evidente, a veces algo m¨¢s comedido, pero siempre estar¨¢ ah¨ª esperando a ser consultado. No caig¨¢is en la tentaci¨®n y dejarlo en paz, de esta forma no reventar¨¦is gran parte del juego con sus est¨²pidos e innecesarios consejos. Ojal¨¢ Rare hubiera introducido la opci¨®n de eliminar esta eventualidad.

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