?M¨¢s madera!

Es la guerra. La avalancha de t¨ªtulos de car¨¢cter b¨¦lico que ¨²ltimamente asola el panorama del software internacional no parece tener fin. Frontline Attack no ser¨¢ la excepci¨®n, y nos permitir¨¢ vivir las batallas que acontecieron en la Segunda Guerra Mundial, en todo su apogeo y con el m¨¢ximo realismo posible.

No esper¨¦is ver ultra-veh¨ªculos del futuro en este ETR; aqu¨ª mandan los tanques Panzer, los francotiradores y los bombardeos a¨¦reos por coordenadas, para disfrute de los aficionados a los cl¨¢sicos wargames. Se necesitan comandantes con nervios de acero y buena estrategia t¨¢ctica. Gente pac¨ªfica, abstenerse.

Antecedentes de guerra

Hace un par de a?os, la compa?¨ªa polaca Topware lanz¨® un ETR futurista llamado Earth 2150, obteniendo un gran ¨¦xito al introducir caracter¨ªsticas muy novedosas como fueron el transcurso del d¨ªa y la noche y la posibilidad de ocultarse o encender las luces de las unidades, afectando directamente en el transcurso del juego. Su engine gr¨¢fico, llamado Earth-3 para la ocasi¨®n, deslumbr¨® a propios y extra?os por su gran capacidad para manejar decenas de unidades en perfecto 3D y a buen nivel de detalle (para la ¨¦poca), todo aderezado con espectaculares efectos de iluminaci¨®n din¨¢mica sobre el escenario de batalla.

El Earth-3 fue utilizado en sucesivas ocasiones aprovechando el tir¨®n. As¨ª, se lanz¨® The Moon Project, una especie de continuaci¨®n del juego anterior en una l¨ªnea muy parecida. No contentos con ello, Reality Pump (antes Topware) cambi¨® de tercio proponi¨¦ndonos una ficticia tercera guerra mundial, en el t¨ªtulo WW III:Black Gold, donde se mejor¨® algunos aspectos del motor gr¨¢fico. No obtuvo el ¨¦xito de los anteriores, pero se logr¨® un m¨¢s que correcto juego de estrategia.

Descripci¨®n del juego

En esta ocasi¨®n son los chicos de In-Images los que han usado el famoso engine para programar este wargame, pasando de la futura tercera guerra a la segunda. Un juego de estrategia en tiempo real donde lo primero que llama la atenci¨®n es su rigor hist¨®rico y la obsesi¨®n por plasmar el movimiento y comportamiento de las unidades con el mayor realismo posible.

Ante nosotros se presentan tres campa?as diferentes para un jugador. Estas van a depender del ej¨¦rcito que escojamos: Alemanes, Rusos o Aliados, y se componen de varias escenas donde presenciaremos momentos cruciales de la Segunda Guerra Mundial, ya sean movimientos t¨¢cticos, ataques por sorpresa o batallas hist¨®ricas. Para introducirnos en el meollo de la cuesti¨®n, deberemos completar dos tutoriales, b¨¢sico y avanzado, siendo de gran utilidad para cogerle el truco al juego.

Y es que completar estos tutoriales ser¨¢ absolutamente necesario, porque no nos dejar¨¢ comenzar la campa?a monojugador sin hacerlos, y porque el interfaz es algo diferente de lo que estamos acostumbrados los jugadores habituales de ETR. De todos modos, cualquier jugador habitual del g¨¦nero, no tendr¨¢ problemas en manejarlo, pero desde luego pod¨ªa haberse hecho m¨¢s simple e intuitivo.

Las campa?as estar¨¢n muy orientadas al wargame, al conflicto b¨¦lico en s¨ª. Como generales de ej¨¦rcito debemos centrar nuestros esfuerzos en desplegar toda una serie de t¨¢cticas y estrategias para acabar con el enemigo, obviando cualquier tipo de gesti¨®n de recursos. Dependiendo de la misi¨®n, dispondremos de m¨¢s o menos unidades para alcanzar el objetivo, y durante su transcurso se nos facilitar¨¢n refuerzos de tropas de soldados y veh¨ªculos terrestres y a¨¦reos.

Por otro lado nos encontramos con el habitual modo de "Escaramuza", donde nos enfrentaremos con uno o m¨¢s ej¨¦rcitos controlados por la CPU en un mapa a elegir. Y atentos, porque ahora s¨ª que deberemos ocupar las fuentes de recursos disponibles, en este caso minas y f¨¢bricas, que, una vez en nuestro poder, nos proporcionar¨¢n el dinero que necesitamos para pedir nuevas fuerzas de combate o construir edificios que formar¨¢n nuestra base. Ser¨¢ vital defender a ultranza estos puntos en el mapa para conseguir la victoria sobre el contrincante.

La opci¨®n multijugador nos permitir¨¢ disfrutar de Escaramuzas contra jugadores humanos. Para la ocasi¨®n, debemos agradecer a Zuxxez la creaci¨®n de un portal gratuito para alojar partidas on-line, muy al estilo del Battle.net de Blizzard y con clasificaciones y rankings de batallas ganadas o perdidas. Un gran detalle que otras compa?¨ªas deber¨ªan tomar como buen ejemplo.

La variedad de unidades a nuestra disposici¨®n es elevada, existiendo decenas de tipos distintos de carros de combate, a corta y larga distancia, plantadores de minas, etc. Para fuerzas de a pie tenemos infanter¨ªa com¨²n, granaderos a corta distancia, francotiradores con efectivas snipers, y mort¨ªferos lanzallamas de gran potencia destructiva. Adem¨¢s, podemos ordenar bombardeos a¨¦reos mediante la introducci¨®n de las coordenadas del objetivo (pinchando en la zona a atacar).

Cada tipo de escuadra tendr¨¢ sus veh¨ªculos caracter¨ªsticos. Por citar alg¨²n ejemplo, tenemos el manejable Sherman aliado, el Katiuska ruso armado de cohetes, o el cl¨¢sico Panzer alem¨¢n y sus evoluciones, que har¨¢n las delicias de los fan¨¢ticos del g¨¦nero. Y bueno? ahora que os conoc¨¦is un poco m¨¢s Frontline Attack y vosotros, creo que llega el momento de apuntar con precisi¨®n.

Audio y V¨ªdeo

?Qu¨¦ pasa finalmente con el famoso motor Earth-3? Vayamos por partes, ?de acuerdo? Respecto a la recreaci¨®n de los entornos, es bastante correcta en general, directamente comparable con la de su "primo" World War III:BG. El engine se mueve con soltura a la hora de generar unas texturas muy notables en llanuras, bosques, desiertos y estepas heladas. La decoraci¨®n ser¨¢ variada y acorde con la ¨¦poca en la cual nos sit¨²a el programa: nuestras tropas podr¨¢n interactuar con f¨¢bricas, iglesias y otros edificios caracter¨ªsticos del pa¨ªs en que se desarrolle la acci¨®n.

Los escenarios cobran mayor realismo gracias al uso de las fuentes de iluminaci¨®n din¨¢micas. Sin duda es el punto fuerte del aspecto gr¨¢fico, tanto para generar las explosiones que deriven de los enfrentamientos b¨¦licos como a la hora de simular el ciclo de d¨ªa/noche y las luces artificiales de veh¨ªculos y edificios. Esto ¨²ltimo permitir¨¢ adem¨¢s tomar distintas t¨¢cticas cuando nos infiltremos en terreno enemigo, apagando las luces de nuestros tanques y sacrificando visibilidad para ganar el factor sorpresa.

Fijaos especialmente en el paso de la noche al d¨ªa, cuando una neblina inunda el paisaje y las sombras de los edificios empiezan a alargarse sobre el terreno. Todo un espect¨¢culo digno de contemplar que contribuye positivamente al realismo del juego, pero pronto veremos que, por desgracia, tambi¨¦n hay puntos flojos en los gr¨¢ficos?

?Sin ir m¨¢s lejos, la representaci¨®n de las unidades. Nadie va a rebatir que los modelos poligonales de todos y cada uno de los veh¨ªculos son bastante fieles a los reales, pero aqu¨ª se deja notar el nulo avance desde Earth 2150. La cantidad de pol¨ªgonos usados para cada unidad es demasiado escasa en los tiempos que corren. El zoom, que nos permitir¨¢ acercar y alejar la acci¨®n a nuestro antojo, dejar¨¢ en evidencia dichos modelos si lo aumentamos m¨¢s de lo debido.

Menci¨®n especial negativa para la infanter¨ªa, en la cual se nota bastante la falta de pol¨ªgonos y adem¨¢s, como veremos en breve, rompiendo el buen equilibrio del juego en t¨¦rminos de realismo. El caso es que sorprende comprobar la dejadez de In-Images en t¨¦rminos de evolucionar el aspecto externo de Frontline, que no es malo ni mucho menos (el engine puede manejar decenas de unidades en pantalla) pero ya est¨¢ desfasado.

Hablemos de sonido. Los cortes musicales que nos acompa?ar¨¢n a lo largo del juego rayan a gran altura por lo general, de una tem¨¢tica muy apropiada a la acci¨®n. No ganar¨¢n ning¨²n Oscar, pero est¨¢n bastante cuidados para ambientar las partidas. Sin embargo, no podemos decir lo mismo de los efectos de sonido, donde In-Images nos da una de cal y una de arena. En el lado positivo, Frontline Attack est¨¢ completamente doblado al espa?ol: instrucciones en juego y voces de las unidades, todas en el idioma de Cervantes. El problema viene en que da la impresi¨®n de que los encargados del doblaje estaban desganados el d¨ªa de la grabaci¨®n, siendo en su mayor¨ªa bastante desafortunado, con poca entonaci¨®n y perdiendo el acento ruso o americano que ten¨ªan las voces originales.

Poniendo un ejemplo claro, nada m¨¢s empezar el tutorial b¨¢sico, escucharemos la voz de un general alem¨¢n ley¨¦ndonos los objetivos y consejos para completarlo. Pero es que parece que est¨¦ leyendo una novela de Danielle Steel en lugar de darnos ¨®rdenes. Ya podr¨ªan aprender de FX Interactive y sus incre¨ªbles y profesionales doblajes al castellano?

Gui¨®n

Nada nuevo que no os haya contado. Estamos en medio del conflicto b¨¦lico m¨¢s importante del siglo XX.  Viviremos la dura realidad de los campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial, a lo largo de pa¨ªses como Francia, Italia o Rusia y reviviendo las operaciones m¨¢s importantes de este per¨ªodo, como la ofensiva alemana en los Bosques de las Ardenas. Ciertamente, un tema interesante al que se le puede sacar mucho jugo, pero nada original.

Jugabilidad

El caballo de batalla del juego, y nunca mejor usada esta expresi¨®n. El juego tiene baja nota por una serie de fallos vitales en este campo, a la postre el m¨¢s importante para que tenga ¨¦xito y nos decidamos a adquirirlo o no. La verdad es que In-Images pone sobre la mesa muchos alicientes para que la experiencia jugable sea variada y duradera. La buena recreaci¨®n del terreno puede ser aprovechada a la hora de pensar y llevar a cabo t¨¢cticas de ataque y defensa. Los tanques circular¨¢n con m¨¢s dificultades si el terreno es escarpado o est¨¢ afectado por condiciones clim¨¢ticas adversas, algo bastante innovador. De hecho, la nieve o la lluvia pueden ser enemigos adicionales o improvisados aliados a la hora de ocultarnos en un furtivo ataque.

Todo el juego t¨¢ctico va en funci¨®n del movimiento de las unidades, que como mencionamos, es bastante realista: los tanques y carros de combate son m¨¢s lentos cuanto m¨¢s poderosos sean, y a su vez menos r¨¢pidos que los soldados de a pie. A su vez, los veh¨ªculos y posiciones pertrechadas como b¨²nkers o torretas deber¨¢n girar sus ca?ones hasta apuntar al blanco para poder disparar. Tambi¨¦n hay que estar atentos a la munici¨®n limitada, siendo posible recargarla mediante unidades de suministro. Estas unidades ser¨¢n muy valiosas, siendo un buen punto d¨¦bil para atacar y dejar "en pa?os menores" al enemigo. En suma, parece que se abre un mundo de posibilidades t¨¢cticas ante nosotros.

Pero el aspecto jugable comienza a venirse abajo nada m¨¢s ver el movimiento de la infanter¨ªa. Es demasiado acelerado y proporciona una sensaci¨®n irreal que da al traste con el car¨¢cter general del juego, como si los soldados fuesen dos velocidades por encima del resto de unidades. Si seguimos con el repaso negativo, comprobaremos como nuestros veh¨ªculos tardan un mundo en reaccionar a las ¨®rdenes que les damos, perdiendo en ocasiones el control del juego.

A¨²n es m¨¢s frustrante ver (o no ver, mejor dicho) el mapa en miniatura de la interfaz y no ser capaces de distinguir a nuestras fuerzas, por culpa de una p¨¦sima elecci¨®n en los colores que diferencian a los ej¨¦rcitos. Tonos pastel apagados que se mezclan con la representaci¨®n del terreno. Son errores que pod¨ªan haberse evitado sin demasiada dificultad  y que, sin embargo, afectan demasiado a la jugabilidad que todos esper¨¢bamos.

Y esto no es todo, amigos. Mientras que al jugar contra la CPU descubrimos una buena inteligencia artificial en sus tropas, las cuales intentar¨¢n copar los mayores recursos posibles y buscar¨¢n nuestros puntos d¨¦biles de manera bastante acertada, la IA aplicada a la b¨²squeda de caminos de nuestro ej¨¦rcito es totalmente nefasta. Es un hecho que se pone de manifiesto en muchas ocasiones, basta elegir un grupo de soldados y carros de combate, y dirigirlos hacia una localizaci¨®n pasando por caminos estrechos u obst¨¢culos como casas o puentes. Veremos como la infanter¨ªa intenta pasar primero, para luego volver a dejar paso a los tanques, y repitiendo de nuevo el proceso eternamente, mientras el enemigo nos acribilla sin piedad por hacer el primo? decepcionante, no se me ocurre otra palabra.

Multijugador

En las partidas multiplayer pueden participar hasta 8 jugadores simult¨¢neamente. Como hemos dicho, ser¨¢n "Skirmish" o escaramuzas con una serie de minas y f¨¢bricas repartidas por el mapa a modo de recursos. A trav¨¦s de IP directa o del eficiente servidor EarthNet de Zuxxez, este modo puede resultar bastante divertido si es que conseguimos obviar los tremendos errores arriba comentados, lo cual, aviso, no nos ser¨¢ nada f¨¢cil. Quiz¨¢s alg¨²n parche en el futuro arregle este desaguisado?

Estrategia y trucos

Cuando empecemos una escaramuza, lo primero que debemos hacer es localizar el mayor n¨²mero de minas y/o f¨¢bricas, las cu¨¢les nos proporcionar¨¢n el suficiente montante de dinero para empezar a construirnos defensas. Una vez defendidos los recursos, lo mejor ser¨¢ construir poco a poco las mejoras pertinentes para poder disponer de tanques y soldados m¨¢s poderosos.

A la hora de elegir nuestra tropa, tener en cuenta que los lanzallamas son muy efectivos para destruir tanques (eso s¨ª, son algo caros). Si tenemos dudas a la hora de elegir el tipo de carro a construir, ser¨¢ mejor tener a mano el completo manual para consultar las virtudes y defectos de cada uno.

Los refuerzos a¨¦reos son un arma muy poderosa si la sabemos utilizar bien. Recordad que no podemos controlar los bombarderos directamente, tan s¨®lo indicarles coordenadas para abrir fuego. Ser¨¢ conveniente pues, indicar emplazamientos de fuerzas enemigas fijas. Si seleccionamos como ataque a¨¦reo a objetivos m¨®viles, podr¨¢n ser avistados y esquivados, dej¨¢ndonos con un palmo de narices.

Compar¨¢ndolo con?

En primer lugar, referencia obligada para su antecesor World War III. Dicho juego no ofrece tantas posibilidades respecto a variedad de unidades o t¨¢cticas basadas en la orograf¨ªa del entorno o su climatolog¨ªa, pero carece de los fallos jugables de Frontline.

Con respecto a los reyes de los ETR, v¨¦ase Starcraft, Warcraft III o Age of Kings, cualquiera de ellos fue en su d¨ªa un ejemplo de infinita jugabilidad y de c¨®mo hacer bien las cosas. Ni que decir tiene que Frontline perder¨ªa todas las batallas frente a cualquiera de ellos.

Lo que est¨¢ bien

Lo que no est¨¢ tan bien

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