Una segunda parte algo a destiempo.

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La segunda entrega de Colin McRae ya hace bastante tiempo que triunf¨® en PSOne y PC. Quiz¨¢s por ese ¨¦xito ahora ha saltado a la port¨¢til de Nintendo, aunque cualquier parecido con sus hermanas mayores es pura coincidencia. Y eso que la tercera parte est¨¢ a punto de salir al mercado.

La saga de Colin McRae es mundialmente conocida por enfocar el mundo de los rallies con un realismo fuera de toda duda. Desde su primera parte siempre se ha intentado potenciar las carreras de manera similar a las carreras de rallies reales. Para ello, siempre se ha contado con varios elementos imprescindibles, como un apartado gr¨¢fico envidiable, o un control casi clavado al real.

Sin embargo, en una Game Boy Advance la cosa se complica un poco por las diferencias t¨¦cnicas con otros soportes superiores. Bien es cierto que V-Rally 3 se salt¨® ol¨ªmpicamente esas limitaciones ofreciendo un juego impresionante gr¨¢ficamente, a la par que jugable y divertido. Pero este Colin McRae 2.0 no le llega a la altura en ciertos aspectos, a la vez que en algunos s¨ª lo supera.

Lo primero que llama la atenci¨®n al comenzar a jugar es la similitud que ofrecen los men¨²s con la versi¨®n para PSOne, ya que salvando las distancias fundamentales de ambas consolas, son casi id¨¦nticos. Pero al ponerse a jugar la cosa cambia sustancialmente. Si el apartado gr¨¢fico de todos los Colin McRae siempre fue impecable, ahora se rompe con la tradici¨®n y se puede apreciar un juego de carreras similar a todos los dem¨¢s... exceptuando V-Rally 3, que sigue siendo el rey indiscutible.

El juego utiliza el cl¨¢sico sistema de "Modo 7", que consiste en colocar un suelo plano que se dibuja desde la l¨ªnea del horizonte, y algunas texturas sobre ¨¦l para dar sensaci¨®n de movimiento. ?Y los pol¨ªgonos?, pues por desgracia no hay. Si alguien esperaba que este juego superara a V-Rally 3 se va a sentir decepcionado, porque los gr¨¢ficos no ofrecen nada que no se haya visto antes.

Pero no conviene basar todo el criterio en un solo apartado. Colin McRae siempre ha sido una franquicia divertida, y en cierto modo, lo sigue siendo. Para empezar, el control del coche es muy suave, y se parece bastante al visto en PSOne. Pero claro, aqu¨ª no hay palanca anal¨®gica, por lo que se hace un poco m¨¢s dif¨ªcil controlar el veh¨ªculo. Ahora por fin hay voces cantando las curvas, y eso que solo es una Game Boy; pero la contra es que solo est¨¢n disponibles en ingl¨¦s.

En definitiva, una de cal y otra de arena para presentar un juego que intenta parecerse a sus hermanos mayores, pero que no lo consigue del todo. Y es que esta versi¨®n no est¨¢ realizada directamente por la gente de Codemasters, sino que han cedido la licencia a los chicos de Spellbound, y puede que la tarea les haya venido un poco grande. Quiz¨¢s si la tercera parte tambi¨¦n se deja caer en GBA, el resultado sea perfecto.

 g r ¨¢ f i c o s

El apartado gr¨¢fico, tal y como ya se ha dicho, queda bastante atrasado viendo lo que ya hay presente. De todos modos, y a pesar de que casi todo es en 2D (exceptuando el suelo, claro est¨¢), hay detalles de calidad que merecen ser resaltados a parte. El suelo puede que sea en 3D, pero es totalmente plano... ?totalmente?, pues no. En el suelo es normal encontrar baches que pueden desestabilizar el veh¨ªculo, y si se coge con mucha velocidad, mientras se toma una curva, se puede incluso volcar.

Otro detalle gr¨¢fico digno de menci¨®n es la marca que va dejando el coche sobre ciertas superficies como tierra o barro. No es que sea espectacular, pero al menos es un detalle de agradecer. Tambi¨¦n hay que hablar de la suavidad con la que se mueve el coche cuando realiza los giros. De hecho el movimiento es tan suave que a veces dar¨¢ la impresi¨®n de estar viendo pol¨ªgonos, pero no es as¨ª; es un sprite, aunque muy bien animado.

Lamentablemente, y como era de esperar, no hay vista interior en este juego. Tan solo hay una ¨²nica vista exterior, y adem¨¢s est¨¢ colocada un poco alejada del coche, por lo que si alguien no se adapta a ella lo lleva crudo para encontrar el juego divertido. De todos modos, las curvas se ven venir con relativa facilidad, y si a eso contamos con que el copiloto va avisando de ellas, pues tampoco resulta dif¨ªcil tomarlas bien.

Un aspecto positivo y que no suele verse mucho son las repeticiones que podr¨¢n disfrutarse al terminar cada carrera. Lo malo es que al ser el coche un sprite, ¨¦stas no consiguen un gran efecto, por mucho que intenten imitar los mismos ¨¢ngulos que las vistas en PSOne. Tambi¨¦n hay que hablar de que el coche se ir¨¢ ensuciando a medida que se avanza en cada tramo. No afecta a la jugabilidad, pero queda bonito (o feo, seg¨²n se mire).

Por ¨²ltimo, mencionar que los men¨²s son muy vistosos, casi id¨¦nticos a la versi¨®n de PSOne, pero por desgracia no est¨¢n en castellano. Tan solo ingl¨¦s, franc¨¦s y alem¨¢n estar¨¢n disponibles para los jugadores de este t¨ªtulo. Una l¨¢stima, y m¨¢s si tenemos en cuenta que en los tiempos que corren se traduce casi todo.

 s o n i d o

La m¨²sica se limita a la que ameniza los men¨²s, y nada m¨¢s. Es una musiquilla simple, pero bien hecha, de corte techno. Se hace un poco machacante a la larga, pero como tampoco es cuesti¨®n de estar paseando indefinidamente por los men¨²s, pues no tiene mayor importancia. Durante el juego solo estar¨¢n presentes los efectos de sonido, como en toda la saga.

Los efectos de sonido son el punto fuerte del juego, al estar incluidas las voces del copiloto. Por desgracia solo est¨¢n presentes en ingl¨¦s (ni siquiera en los otros dos idiomas que se pueden seleccionar para los textos), pero al menos est¨¢n todas las necesarias para reconocer cualquier curva a tiempo. El resto de los sonidos los componen los motores y las frenadas fundamentalmente, aunque tambi¨¦n hay algunos sonidos m¨¢s como los choques contra los obst¨¢culos.

 j u g a b i l i d a d

La jugabilidad es, o al menos intenta ser, similar a la vista en los otros Colin McRae. Sin embargo, el limitado apartado gr¨¢fico impide que lo consiga sobradamente, al no haber ni subidas ni bajadas. El control es bastante parecido, sensible, e intentando ser realista, pero al final el veh¨ªculo termina por ser demasiado inestable, y muy sensible a cualquier bache.

Para conducir, solo hay que pulsar A para acelerar y B para frenar. Se conduce con la cruceta y no hay m¨¢s. El juego es bastante r¨¢pido, por lo que hay que ir con cuidado y usar el freno con frecuencia. Por ello, las curvas muy cerradas, al haber que frenar mucho el veh¨ªculo, se toman con facilidad, mientras que las curvas sencillas, terminan por ser m¨¢s enga?osas, y acaban por hacer derrapar el coche demasiado, lo que termina en accidente la mayor parte de las veces.

Como no pod¨ªa ser de otro modo, el coche se va da?ando a medida que choca contra los obst¨¢culos que pueblan los circuitos en sus laterales, y estos da?os afectan a su comportamiento. Para arreglarlo, cada dos pruebas se podr¨¢ acceder al taller, donde con un tiempo l¨ªmite habr¨¢ que escoger las partes que se desean reparar.

El comportamiento del coche seg¨²n la superficie por la que se corre afecta bastante al control, y obliga a su vez a escoger bien el tipo de ruedas que se quieren llevar. Tambi¨¦n las condiciones meteorol¨®gicas afectan al comportamiento, y obligan al jugador a estar bien atento a la previsi¨®n de las etapas futuras.

En t¨¦rminos generales hay que reconocer que el juego resulta divertido. Podr¨ªa serlo mucho m¨¢s, pero al menos puede apreciarse un poco del esp¨ªritu de los Colin McRae aqu¨ª presente.

 c o n c l u s i ¨® n

Sin duda, si V-Rally 3 no hubiese visto nunca la luz, ¨¦ste ser¨ªa el mejor juego de carreras aparecido en la consola port¨¢til de Nintendo. Pero las cosas son as¨ª, y Colin McRae tiene que conformarse con un m¨¢s que honroso segundo puesto. De todos modos, puede que a alguien le guste m¨¢s ¨¦ste t¨ªtulo por su jugabilidad, siempre que la anteponga al aspecto gr¨¢fico. Por ello, recomendamos su prueba en cualquier caso, y tan solo recomendamos su compra para los fans del piloto brit¨¢nico.

 l o   m e j o r

 l o   p e o r