En la p¨¢gina oficial del juego se puede visitar la campa?a de marketing que ha sido supuestamente censurada por poder herir la sensibilidad de algunas personas.
De todos es conocida la importancia en la actualidad que tiene el marketing en la industria de los videojuegos. Una imagen lograda, original y con doble sentido que incluso no se relaciona a simple vista con el producto, puede disparar las ventas simplemente por la curiosidad que despierta al consumidor.
Aunque parezca un trabajo f¨¢cil de publicista, conseguir un impacto en el consumidor sin utilizar algo de sexo, violencia o actos de mal gusto es realmente laborioso. Hasta la fecha han aparecido campa?as publicitarias que usaban alguno de estos ingredientes, con mayor o menor acierto comercialmente, pero que no dejaban de ser marketing que se transmit¨ªa en muchas ocasiones de boca a boca.
Acclaim sin embargo ha decidido llegar el impacto publicitario hasta l¨ªmites dif¨ªcilmente vistos en un juego comercial. Hablamos de realizar un juego de una tem¨¢tica determinada para luego adornarlo descaradamente, hasta el punto que el consumidor queda atra¨ªdo por unas im¨¢genes impactantes o un contenido ?alterado?. Las im¨¢genes que acompa?an a la noticia son las reales del videojuego, los que busquen saber m¨¢s pueden dirigirse al enlace del final de la noticia. Por si el visitante sigue insatisfecho, tiene la oportunidad de visualizar un v¨ªdeo del videojuego cuya imagen de portada tambi¨¦n es de lo m¨¢s ?atractiva?.
As¨ª es Bmxxxx, al que sus cuatro ¨²ltimas cifras deben ser una forma de catalogar el mal gusto que busca despertar el videojuego, y probablemente sea el motivo por el? que misteriosamente ha dejado de llevar el nombre de Dave Mirra. As¨ª no es de extra?ar que para acceder a la p¨¢gina oficial del juego, haya que validarse previamente como mayor de 17 a?os. En su interior? podemos acceder a diferentes anuncios publicitarios que tienen el discutible honor, seg¨²n la compa?¨ªa, de haber sido rechazados para su publicaci¨®n. Algo que parece enorgullecer a la compa?¨ªa, a pesar de que lejos de describir la tem¨¢tica del juego, buscan el lado morboso del jugador o la sensibilidad del mismo seg¨²n se de el caso.
Si no, no se entiende que para anunciar un juego de bicicletas haga falta mostrar a un se?or ?vomitando! o a dos perros intentando tener ?perritos?. Por si el visitante no aprecia con suficiente calidad la ampliaci¨®n de cada uno de los cuatro anuncios, dispone de la posibilidad de baj¨¢rselos en formato de alta resoluci¨®n. Hay un anuncio que incluso ha sido ?suavizado? por la compa?¨ªa, probablemente por ser el ¨²nico en el que aparece una bicicleta en su dise?o.
Acclaim no pasa por un buen momento econ¨®mico. La campa?a de marketing de Turok Evolution y la del presente videojuego son buenos ejemplos del futuro por el que est¨¢ orientando la compa?¨ªa en sus t¨ªtulos. Si al menos tecnol¨®gicamente los juegos fueran adictivos u originales se podr¨ªa ver como un mal menor del producto. Pero si esto fuera as¨ª, no har¨ªa falta vender estas im¨¢genes captadas fuera del videojuego, ni que se buscara publicidad gratuita en otros medios como la que han conseguido con esta noticia.
