Buena idea, pobre ejecuci¨®n

Mezclar Crazy Taxi con Los Simpson resulta, a priori, una buena idea que puede dar lugar a un desternillante juego, pero a la hora de la verdad, no siempre las cosas resultan como uno quisiera.

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Nada m¨¢s tener noticia de la existencia de este juego, concretamente de su desarrollo, se esperaba que tomase todas las cosas buenas de la saga Crazy Taxi, y que las llevaran al mundo de los Simpsons. Pero alguna cosa buena se ha quedado por el camino.

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El af¨¢n de los programadores de este t¨ªtulo era el de crear un juego que bebiera de las fuentes de CT pero que no fuera un simple clon. Y lo han conseguido, porque del esp¨ªritu Crazy Taxi s¨®lo queda eso, el esp¨ªritu. Las diferencias que han a?adido lo lastran de tal manera que pierde en jugabilidad y adicci¨®n, caracter¨ªsticas que deben primar en un buen arcade desde el primer momento de juego.

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Como era de esperar en un juego con esta licencia, la historia que da pie a todo es dispratada, teniendo como malo de la pel¨ªcula, como casi siempre, a Montgomery Burns que ha comprado la Corporaci¨®n de Transporte p¨²blico de Springfield, pasando todos los autobuses a usar energ¨ªa nuclear. Pero los pac¨ªficos ciudadanos de Springfield han dicho basta y han empezado a ofrecer sus propios veh¨ªculos como medio de transporte p¨²blico. El objetivo: recaudar un mill¨®n de d¨®lares, que es el dinero que se necesita para comprar a Mr. Burns la Corporaci¨®n y poner las cosas como estaban antes.

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A medida que se va ganando dinero se puede ir desbloqueando el resto de personajes ocultos que hay en el juego y sus veh¨ªculos correspondientes, con lo que tambi¨¦n se abren nuevas zonas de Springfield en las que trabajar de "taxista". podemos llegar a conducir con Otto el autob¨²s escolar, con Flanders, con el reverendo, con el jefe de polic¨ªa, etc.

Gr¨¢ficos

El motor gr¨¢fico es bastante pobre a decir verdad, dejado un tanto cojo el resto del t¨ªtulo. Con unas brusquedades que no son dignas de los tiempos que corren, con unos gr¨¢ficos discretos, demasiado simples, como si hubiesen querido quitarse esta tarea de encima lo m¨¢s r¨¢pidamente posible. Adem¨¢s hay que a?adir problemas con unas texturas demasiado simples para lo que la consola puede ofrecer. Por no hablar de la "epidemia de clipping" que sufre el juego. Algo que, sinceramente, nos deja sorprendidos a estas alturas. Quiz¨¢s uno de los mayores problemas sea la no utilizaci¨®n del Cell-Shading, cambiando esta t¨¦cnica que ir¨ªa de perlas en un juego como este, a unos gr¨¢ficos puramente 3D con texturas simples, con lo que deja el resultado un tano desangelado.

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Todos los escenarios, 7 en total, est¨¢n integrados completamente en la ciudad de Springfield, y en ellos se pueden ver los lugares m¨¢s representativos de la misma: la escuela, la central nuclear, la Iglesia, el badulake, el asilo, incluso la casa de los Simpsons, por citar algunos. Por cierto que en alguno de ellos tenemos la posibilidad de entrar con el coche. Eso si que es servicio "puerta a puerta".

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Pero en este campo vuelven a aparecer los problemas, ya que no todos los niveles est¨¢n dise?ados de una manera tan buena de cara a la jugabilidad. Y no porque sean de dificultad variable, sino porque est¨¢n dise?ados de forma muy poco apropiada.

M¨²sica

La m¨²sica incluida en el juego tiene dos vertientes. Por un lado est¨¢ la que se ha sacado directamente de las serie de televisi¨®n, y por otro est¨¢ la m¨²sica que se ha compuesto tomando como inspiraci¨®n el mundo de los Simpsons.

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No es que sea nada del otro mundo, pero algo m¨¢s de calidad no le hubiese venido mal a este apartado, ya que es patente que a lo largo de sus m¨¢s de 10 a?os de historia, por los cap¨ªtulos de los Simpsons han pasado grupos musicales de todo tipo, con lo que nos hubiera gustado que esto se tuviese en cuenta a la hora de escoger las canciones que acompa?an al juego.

Lo mejor de todo son las voces de los personajes, que aunque est¨¦n en un perfecto ingl¨¦s ya que son las voces originales de la serie, pueden llegar a ser f¨¢cilmente comprensibles si se presta atenci¨®n, ya que no hay grandes complicaciones en las expresiones que usan. Aunque con el paso del tiempo pueden llegar a ser bastante repetitivas.

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Por lo dem¨¢s, los acelerones, frenazos, derrapes, choques y dem¨¢s est¨¢n en sinton¨ªa con lo que se espera del juego pero sin alardes. Cumplen tranquilamente con su cometido pero sin esforzarse por hacerlo mucho mejor.

Jugabilidad

La mec¨¢nica del juego es muy simple. Se elige un personaje de los que se pueden escoger (17 m¨¢s alguno oculto) y a lanzarse a las calles en busca de pasajeros a los que llevar de un lado a otro por una m¨®dica cantidad de dinero y siempre antes de que se acabe el tiempo que exigen. El dinero se gana de varias formas: por llevar a los pasajeros a su destino a tiempo, por destrozar objetos concretos del escenario o por no chocar con otros coches durante el trayecto.

Pero mientras que en Crazy Taxi hab¨ªa multitud de maniobras a realizar, aqu¨ª todo eso desaparece, y la durabilidad del juego queda en manos, ya no del tiempo que tardemos en realizar todas las maniobras, sino en el tiempo que empleemos en desbloquear a todos los personajes.

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Eso por lo que respecta al modo principal. Luego hay otros dos modos adem¨¢s del modo principal:

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El modo Misiones es pr¨¢cticamente lo mismo que el modo principal, solo que las misiones son individuales y no son continuadas. Para finalizar cada una de ellas hay disponible algo menos de un minuto de tiempo, pero se pueden realizar en menos. Al menos este modo tiene un coche especial para desbloquear que solamente puede adquirirse aqu¨ª.

El modo Head-to-Head, viene a ser algo as¨ª como un "capturar la bandera". Dos jugadores, un ¨²nico cliente. S¨®lo uno puede ganar. Y el otro tratar¨¢ de robarle al pasajero chocando contra ¨¦l.

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Lo m¨¢s:

Lo menos: