Nos vemos en la arena...

Si te gust¨® el look romano de Gladiator, o disfrutaste como un loco con las carreras de cuadrigas de Charlton Heston en Ben-Hur, sin duda te gustar¨¢ saber m¨¢s del innovador juego de carreras que los chicos de THQ traen ahora a nuestro mercado.

En estos tiempos en los que las ideas a la hora de crear videojuegos escasean y se copian los mismos conceptos e ideas una y otra vez, juegos como Circus Maximus traen un soplo de brisa fresca a nuestras consolas. De nuevo estamos ante un g¨¦nero t¨ªpico de los videojuegos, como son las carreras, pero con un concepto y enfoque distinto a casi todo lo que hemos visto con anterioridad.

El circo romano era uno de los principales entretenimientos que la sociedad romana ten¨ªa durante el Imperio (no, a¨²n no dispon¨ªan ni de televisi¨®n ni de Internet). Las carreras de cuadrigas consist¨ªan en una espectacular mezcla de carrera y combate que en muchos casos conclu¨ªa con las m¨¢s funestas consecuencias. Uno o varios gladiadores, montados en una especie de veh¨ªculo tirado por caballos, deb¨ªan llegar antes que los dem¨¢s a la meta con la dificultada a?adida de que se permit¨ªa el uso de armas durante la carrera, como poleas, lanzas o redes. El resultado era un espect¨¢culo sangriento con el que disfrutaban las autoridades de la ¨¦poca y con el que entreten¨ªan a los c¨ªrculos m¨¢s altos de la sociedad romana, la misma a la que parad¨®jicamente debemos el derecho romano, tal y como ahora conocemos.

Circus Maximus nos propone en un innovador concepto de juego, disputar diferentes carreras a lo largo de diferentes niveles, tanto en circos romanos (el circus nero o el cicus maximus), como en niveles exteriores (las colinas de la antigua Breta?a, los bosques germanos o la m¨ªtica ciudad de Alejandr¨ªa), con el fin de proclamarnos en el m¨¢s importante competidor del Circo Romano. Para ello manejaremos una cuadriga en la que un conductor y un guerrero trabajar¨¢n codo con codo para eliminar a los rivales y ser los primeros en llegar a la meta. Es en cierta manera parecido al ya antiguo Road Rash, en el cual a los mandos de una motocicleta deb¨ªamos acabar con los rivales usando diversas armas, adem¨¢s de llegar los primeros a meta.

El juego permite la posibilidad de que un solo jugador controle tanto al guerrero como al conductor, o bien la posibilidad de que un amigo nos ayude haci¨¦ndose cargo de uno de ambos roles, lo cual har¨¢ m¨¢s entretenido y a la vez sencillo el desarrollo del juego. Si a esto le unimos el modo multijugador, en el que podemos elegir competir uno contra uno o bien en modo cooperativo (es decir, dos personas manejando una misma cuadriga), tenemos un modo multijugador bastante completito y que te har¨¢ disfrutar de unos buenos ratos con tus amigos.

m o d o s? d e? j u e g o
Circus Maximus presenta 4 cuatro modos de juego distintos y que son:

g r ¨¢ f i?c o s
Circus Maximus presenta pocas cosas nuevas dentro de su apartado gr¨¢fico. Por destacar algo ser¨ªa los carruajes y algunos reflejos en los petos y escudos de los gladiadores, ya que el resto es bastante pobre, desde unas texturas irrisorias, pasando por un agua que parece cualquier cosa menos agua hasta llegar a unos escenarios paup¨¦rrimos, incluso con popping y uso de la t¨ªpica niebla en alguno de ellos.

m ¨² s i c a? y? s o n i d o??f x
Al igual que en el apartado anterior, poco hay que destacar, salvo la pr¨¢ctica inexistencia de efectos de sonido, salvo los golpes que damos y recibimos con nuestro guerrero, los cascos de los caballos corriendo (muy poco realistas) y una voz en off que nos ofrece "jocosos" comentarios en ingl¨¦s del tipo: "this baby needs his mummy", "that's the spirit" o "very good". Como ya os habr¨¦is dado cuenta, el juego no ha sido doblado, y lo que es peor, ni siquiera traducido.

j u g a b i l i?d a d
Como habr¨¦is notado ya, Circus Maximus no destaca por ninguna cualidad en concreto m¨¢s que por su original planteamiento.

c o n c l u s i o n e s
Cuando un planteamiento es original llama enseguida la atenci¨®n de cualquier jugador, ya que las ideas escasean y m¨¢s en un g¨¦nero tan manido como es el de las carreras. Sin embargo, si aparte de una idea original no encontramos ninguna otra caracter¨ªstica destacable, la decepci¨®n es doble.