Crazy Taxi
Un cl¨¢sico de Sega para PC
Ha llovido mucho desde que Crazy Taxi lleg¨® a Dreamcast, pero ahora el juego de Sega a nuestros PC. Poco a poco van llegando las primeras conversiones de recreativas a nuestros compatibles, entre ellas una de las mejores recreativas de los ¨²ltimos a?os: Crazy Taxi.
Desde la salida al mercado de la consola de Sega Dreamcast, aquellos que no pose¨ªan la m¨¢quina suspiraban por poder jugar a las conversiones de recreativas con que nos regalaba Sega. S¨®lo dos a?os despu¨¦s, Dreamcast cay¨® en desgracia y Sega se convirti¨® en una empresa desarrolladora multiplataforma. La tristeza de aquellos que tenemos la consola se convierte en alegr¨ªa para quienes tienen cualquier otra m¨¢quina, incluido nuestro querido PC. Poco a poco van llegando las primeras conversiones de recreativas a nuestros compatibles, entre ellas una de las mejores recreativas de los ¨²ltimos a?os: Crazy Taxi.
Desde tiempo inmemorial, que en videojuegos son m¨¢s de veinte a?os pero menos de treinta, todos los jugadores del mundo suspiran por jugar en sus casas a los juegos de las recreativas. Desde aquellas "m¨¢quinas de las moscas" y los "petacos" hasta Virtua Fighter 4 han pasado muchos a?os, la t¨¦cnica avanza que es una barbaridad, pero siempre se ha perseguido que las m¨¢quinas caseras --que nacieron con aquel entra?able Pong y se hicieron m¨¢s conocidas a partir de las Atari y sus contempor¨¢neas Colecovision, etc-- llegasen al nivel de los juegos del bar de la esquina primero y del sal¨®n Arcade despu¨¦s. Siempre han existido las conversiones, que en cada momento nos parec¨ªan tan buenas, pero que nunca llegaban a la perfecci¨®n, excepto en m¨¢quinas muy posteriores a la recreativa. Quiz¨¢s la llegada de la Megadrive hizo pensar a muchos, trat¨¢ndose de una m¨¢quina con el poderoso Motorola 68000 en sus entra?as, el mismo procesador de los System de Sega, que al fin hab¨ªa llegado el Mes¨ªas. Pues no, buenas conversiones, conversiones mediocres, conversiones fant¨¢sticas,... pero nada de recreativas en casa.
Fue la NeoGeo la que llev¨® el milagro a nuestro hogar, o m¨¢s bien a unos pocos hogares, pues los precios eran prohibitivos, del orden de las 20000-40000 pesetas por juego, y casi 80000 la consola, a principios de los noventa. Nuestro gozo en un pozo; a?os despu¨¦s Saturn y PlayStation llegaron como un hurac¨¢n, seguidas de N64, pero ninguna de ellas superaba los juegos punteros de Sega en sus MODEL 2 o 3, ten¨ªamos calidad en nuestras casas una vez m¨¢s, pero no recreativas. Y por fin Sega obra el ?ltimo Milagro: Dreamcast. Se trata de una recreativa, una placa NAOMI, pero en formato casero. Las ¨²nicas diferencias son los muebles, y la RAM en algunos casos, pero los juegos son exactamente los mismos. ?Por fin!, pero parece que no todo el mundo quiere pagar por las recreativas, y Sega se hunde poco a poco a causa de las p¨¦rdidas que le provoca Dreamcast por culpa de la pirater¨ªa. Muchos habr¨¦is o¨ªdo que no perjudica a los fabricantes de consolas; como pod¨¦is ver, nada m¨¢s lejos de la realidad.
As¨ª, despu¨¦s de jugar recreativas como Ferrari355, House of The Dead 2 o Crazy Taxy , nos qued¨¢bamos con un palmo de narices. No nos preocupemos, Sega, en ocasiones, toma decisiones acertadas; en este caso ha decidido traernos los mejores juegos de los ¨²ltimos a?os a nuestros PC, haciendo posible que todos podamos disfrutar de recreativas en casa.
Debo deciros que lo que tenemos aqu¨ª es, b¨¢sicamente, la recreativa de hace dos a?os Crazy Taxi, pero con los extras de la versi¨®n consolera en Dreamcast, y m¨¢s tarde en todas las consolas de nueva generaci¨®n. Por tanto, se trata de llevar a gentes de bien a sus lugares de destino por una m¨®dica cantidad de dinero, todo ello en el menor tiempo posible y utilizando cualquier camino posible o imposible.
Audio/V¨ªdeo
Por un lado tenemos las ciudades que en esta versi¨®n son dos: la del arcade y una llamada Original. Los mapeados son realmente grandes y complejos. Cada ciudad consta de los t¨ªpicos distritos de cualquier ciudad occidental moderna, si bien est¨¢n basadas claramente en el estereotipo estadounidense. As¨ª nos encontraremos una zona residencial, su gran barrio comercial, parques y terrenos recreativos, adem¨¢s de instalaciones deportivas. Todas estas zonas, y unas cuantas m¨¢s, se enlazan perfectamente por medio de multitud de calles, generalmente de planta rectangular, pero con variantes y callejones, as¨ª como v¨ªas curvas o de ¨¢ngulos mayores y menores a los noventa grados. En la ciudad original podemos encontrar incluso una especie de isla rodeada de agua poco profunda, a la cual s¨®lo se llega saltando un puente levadizo, que en este caso est¨¢ levantado, o bien practicando submarinismo.
Cada barrio tiene unos edificios diferenciados, con un estilo distinto y apropiado, muy f¨¢cil de reconocer y asimilar a nuestros propios entornos o mejor a las pel¨ªculas estadounidenses. La ciudad en que se basa la ciudad del modo arcade parece ser San francisco, pues contiene las cuestas que tan famosas se hicieron en la serie "Las calles de San Francisco", muy apreciada por los mas viejos del lugar por sus persecuciones con los enormes Dodge 3700 y similares volando por las calles empinadas y perdiendo tapacubos en cada curva o aterrizaje. Pues todo eso lo tenemos aqu¨ª, pero a lo bestia, con multitud de tr¨¢fico y los inevitables tranv¨ªas subiendo y bajando. Aunque sin perder los tapacubos...
No s¨®lo hay variedad, sino que adem¨¢s se han incorporado multitud de detalles, como las terrazas de ciertas cafeter¨ªas, con sus mesas y sillas, cabinas telef¨®nicas, puestos de venta ambulante, bancos en los parques, etc. Adem¨¢s al chocar con estos elementos los destruiremos, haci¨¦ndolos saltar por la pantalla, de una forma realmente espectacular. Los edificios, por su parte, tienen una gran variedad de tama?os y texturas, aunque la calidad y resoluci¨®n de las texturas no sea demasiado alta, si que logran dar credibilidad a cada distrito de la ciudad. Edificios m¨¢s altos en la zona de oficinas, chalets adosados y mansiones en la zona residencial, todos con un estilo tan caracter¨ªstico, que inmediatamente son reconocidos.
Por su lado, el abundante tr¨¢fico est¨¢ formado por unos cuantos modelos distintos de turismos, todoterrenos , furgonetas, autobuses e incluso camiones de gran tonelaje. Si bien existe una buena cantidad de ellos, tampoco es para echar cohetes, dado que la cantidad de coches en pantalla es tan alta que se repiten continuamente, y os encontrareis adelantando a lo loco a dos autobuses, o camiones de "taitantas" ruedas , totalmente id¨¦nticos en la autopista. Los modelos, aparte de repetitivos, son aceptables en cuanto a aspecto, pero no esper¨¦is texturas foto-realistas y de gran resoluci¨®n, o modelos detallados. Son buenos, dada la cantidad de ellos que vemos a la vez, pero no son lo que podr¨ªa esperarse hoy en d¨ªa una persona que cuente con un equipo medio-alto. Eso si, los modelos de todos los veh¨ªculos, incluidos nuestros amados taxis, son indestructibles, y resistir¨¢n todos los choques, algunos verdaderamente terror¨ªficos, que sea de rigor. Es curioso ver los accidentes que provocamos, en los cuales se ven inmersos multitud de veh¨ªculos en ocasiones, volcando, saltando y chocando por todas partes, pero ni un solo cristal roto, ni una abolladura, nada.
M¨¢s f¨¢cil de entender resulta que los peatones no sean atropellados en ning¨²n caso, escapando de los veh¨ªculos con la habilidad de verdaderas cabras montesas en celo, incluso atravesando --literalmente-- los veh¨ªculos en una de las m¨¢s fragrantes muestras de "clipping" que he visto, todo para no ser criticado por violento. La verdad es que al juego lo que menos falta le hace es sangre o v¨ªsceras. Prefiero unos ciudadanos incre¨ªblemente ¨¢giles y veloces, y algo fantasmales, a algo que desmerezca el desenfado y sana diversi¨®n del juego.
Respecto a nuestros felinos ciudadanos, tenemos que decir, al igual que los coches, que existe una buena variedad de personajes, si no fuese porque la cantidad de gente en pantalla es enorme. De este modo, llevaremos a personajes id¨¦nticos desde distintos puntos del mapa. Pero da igual, porque ver saltar al taxi a un cura, o ver las prisas que tiene un chaval, con ramo y todo, por llegar a una cita con su amada, es realmente divertido. Los personajes tienen unas animaciones correctas, aunque rob¨®ticas, pero siempre divertidas y desenfadadas, en la l¨ªnea general del juego.
Por ¨²ltimo, y en este caso lo m¨¢s importante, nos encontramos a nuestra herramienta principal de trabajo, el taxi. Existen cuatro modelos, con sus respectivos conductores. A saber:
Los taxis, por su parte, son todos modelos m¨¢s bien antiguos, desde el de Gus, de los '50 por la pinta, hasta el de Axel que es el t¨ªpico "barco" de los '70, tambi¨¦n muy de la serie de los polic¨ªas de San Francisco, por cierto. Est¨¢n bastante detallados, pero nada comparable a lo visto ¨²ltimamente en juegos de PS2 o Xbox. Lo que m¨¢s destaca son sus movimientos: la suspensi¨®n, aunque no sea del todo realista, es espectacular, y las reacciones del coche son, cuanto menos, exageradas. Muy espectacular, como debe ser en un furioso arcade como ¨¦ste.
En la parte negativa, adem¨¢s de lo anteriormente dicho, se encuentra el evidente "popping", que aunque no es tan importante como en la versi¨®n Dreamcast, sigue existiendo. En realidad, como suele ser habitual, se puede aumentar o disminuir la distancia m¨¢xima de dibujado, seg¨²n la potencia de nuestro computador, pero no desparece ni en la m¨¢xima distancia. Tambi¨¦n permanece el "clipping" de los peatones y veh¨ªculos con los edificios, en ocasiones los peatones que escapan de nosotros, atraviesan los edificios como si no existieran, y nuestro coche puede enterrarse en el suelo o los edificios en ciertos momentos como si fuesen agua. En realidad no afecta a nivel jugable, pero s¨ª queda feo. Otros problemas son las ralentizaciones, que se producen de vez en cuando, aunque no son demasiado importantes. En fin, que el juego est¨¦ticamente, se encuentra anticuado y no utiliza los enormes recursos de los PC actuales, y adem¨¢s no ofrece el rendimiento esperado.
No nos enga?emos, el juego tiene algo m¨¢s de dos a?os, y realmente la evoluci¨®n para esta versi¨®n de PC es realmente pobre. No se observa nada que realmente marque diferencias con la versi¨®n original, a excepci¨®n de un mipmaping lineal, mucho mejor que el que nos sol¨ªa ofrecer DreamCast, que era mucho m¨¢s evidente. Tambi¨¦n se han a?adido algunos detalles m¨¢s, pero cosas poco importantes y que casi ni se notan.
Si hay algo que destaca en este juego, incluso por encima de su fant¨¢stica jugabilidad y diversi¨®n, es la m¨²sica. El juego cuenta con las siete canciones "de serie" en todas las versiones. Tres de ellas de OffStpring y otras cuatro de Bad Religion. Son realmente espectaculares, y muy apropiadas al estilo, tanto en est¨¦tica como en jugabilidad, del juego. Le otorgan un "plus" de calidad y desenfreno, que mejora el juego de forma determinante. Pocas veces una m¨²sica ha sido capaz de instigar al jugador a seguir pele¨¢ndose con el mando, hasta tal punto. Lo malo --suele haber algo malo-- es que son s¨®lo siete canciones, una de ellas solo para los cr¨¦ditos del final, por lo que se repiten con bastante frecuencia. Es una pena, pero es comprensible --hasta cierto punto-- dado el , supongo, alto precio que habr¨¢n tenido que pagar por los derechos. De todos modos, es dif¨ªcil cansarse de esta m¨²sica, siempre que no la odies ya, claro.
Por su parte los efectos no son realmente destacables, se limitan cumplir sin m¨¢s, sonido para el motor del coche, chirridos en los derrapes, choques, etc., pero nada verdaderamente destacable, aunque tampoco deficitario. Sin embargo las m¨²ltiples exclamaciones de nuestros pasajeros, en ingl¨¦s desgraciadamente, son realmente divertidas. Nos jalean cuando hacemos algo espectacular, mientras que nos llamar¨¢n de todo cuando choquemos contra algo o cuando no les llevemos a su destino en el tiempo estipulado.
Desarrollo
Parece bastante obvio el desarrollo de un juego con este nombre, se trata ni m¨¢s ni menos de ser taxista. Es decir, recorremos las calles hasta encontrar un cliente, en este caso los peatones que quieran nuestros servicios tendr¨¢n a su alrededor una circunferencia de color y un s¨ªmbolo del d¨®lar sobre sus cabezas, adem¨¢s de llamarnos a voz en grito. El c¨ªrculo es de diferente color seg¨²n la distancia al objetivo. Desde el Rojo que significa un par de calles m¨¢s abajo, hasta el verde que se traduce en casi un minuto de recorrido. Al contrario del anuncio, aqu¨ª no cobramos lo mismo por ir a la esquina que por ir a Lugo, la cantidad de dinero es mayor al crecer la distancia, y el tiempo disponible tambi¨¦n es mayor. Al comenzar la partida tenemos una cantidad de segundos, que podemos aumentar o disminuir en cierta cantidad desde el men¨² de opciones, a los que se suma una cantidad fija seg¨²n el color del cliente que recogemos. De este modo, si hacemos nuestra carrera en menos tiempo, habremos ganado unos segundos, que pueden crecer a¨²n m¨¢s si nos damos verdadera prisa, ya que el cliente nos recompensar¨¢ con m¨¢s segundos extra.
La cantidad de dinero que cobramos crece al realizar maniobras arriesgadas con ¨¦xito, como saltar por encima de los coches, pasar roz¨¢ndoles pero sin tocarles o realizar los derrapes especiales "crazy difts". Todas estas acciones provocan el delirio en los pasajeros, que nos regalan propina tras propina, propina que se va sumando a la cantidad que cobraremos si conseguimos llegar a tiempo. Si se termina el tiempo asignado a cada distancia, el cliente airado y llam¨¢ndonos de todo menos guapos, salta del coche en marcha y nos quedamos sin nada.
Entre las curiosidades del juego, se encuentra la de los destinos de los clientes: entre los lugares que solicitan se encuentran algunos tan conocidos como una tienda de "Levi's" o el "Pizza Hut". Es un gui?o a la realidad, pero m¨¢s que nada una publicidad que otorga unos ingresos extra a Sega.
Mientras hacemos carrera tras carrera, y nuestros ingresos crecen sin parar, en pantalla se nos informa del puesto que ocupamos en el ranking de beneficios del juego, siempre en la modalidad que hayamos elegido dentro de cada ciudad. Las posibilidades son el modo normal, esto es, intentar mantener nuestro marcador de tiempo, y otras tres en que jugaremos un tiempo fijo, que ser¨¢ de tres, cinco o diez minutos. Tambi¨¦n existe la posibilidad, mediante un truco, de jugar en el modo, "another day", es decir "Otro D¨ªa", que nos propone las mismas ciudades pero con los clientes en distintos lugares y con distintos destinos.
Para darle mayor variedad al juego, y un poco m¨¢s de vida, se incluy¨® en la versi¨®n Dreamcast, y por extensi¨®n en todas las que le siguen, un modo de pruebas llamado "Crazy Box". En dicho modo, intentaremos concluir con ¨¦xito distintas pruebas de habilidad con nuestro taxi. Al principio tenemos la posibilidad de jugar en nueve pruebas, que se incrementan al terminar tres en l¨ªnea; las pruebas se encuentran ordenadas en tablas, denomin¨¢ndose 1-1, 1-2,1-3,2-1,.... a modo de matriz, y al terminar los tres consecutivos, en ambos sentidos, se abre una nueva prueba.
Las pruebas vas desde saltos, llevar a clientes a su destino en un tiempo l¨ªmite, hacer un recorrido dif¨ªcil en un tiempo determinado sin salirnos de una calzada, realizar piruetas, etc. Cada vez son m¨¢s complicadas, llegando a ser realmente dif¨ªciles.
Es interesante jugar estas pruebas, pues aprenderemos movimientos especiales, como el turbo y el derrape, muy ¨²tiles en el modo de juego principal. Aqu¨ª nos dicen c¨®mo hacerlas, ya que son imprescindibles para llegar al final de algunas de las pruebas. Adem¨¢s el mejoramos el manejo general del veh¨ªculo, lo que nos permitir¨¢ ganar valiosos segundos en el modo arcade. Por supuesto las pruebas son muy divertidas e intentareis mejorar vuestros r¨¦cord, o los de vuestros amigos, pero a la larga son mon¨®tonas, pues se parecen bastante entre ellas y al modo general.
Jugabilidad
Sin duda, dado que ya he calificado el juego como arcade en varias ocasiones, todos os esperareis un manejo muy arcade de los coches. Pues hab¨¦is acertado, el coche se maneja de un modo muy sencillo, huye de cualquier relaci¨®n con la realidad que suponga una cortapisa a la diversi¨®n. As¨ª, la respuesta a los mandos es r¨¢pida, instant¨¢nea dir¨ªa, y muy exagerada en altas velocidades. Si bien el coche derrapa y se va en las curvas, lo hace de modo muy poco realista, aunque muy agradecido y divertido. De esta manera es posible realizar maniobras imposibles de forma sencilla, conducir a toda velocidad entre los coches, realizando cambios de direcci¨®n sin disminuir pr¨¢cticamente la velocidad, con una respuesta del coche totalmente absurda, pero enormemente intuitiva y divertida. Vaya, si sois amantes de los simuladores, no ser¨¢ tan "intuitiva", pero enseguida se acostumbra uno a este tipo de control.
Por otro lado, el turbo y el derrape ayudan mucho a que el juego mejore con el tiempo, seg¨²n seamos capaces de utilizar ambos movimientos de forma ¨®ptima, junto a la buena elecci¨®n de los clientes, y la habilidad para eludir a los cientos de veh¨ªculos que atestan las calles. Los coches no suelen reaccionar ante nosotros, excepto ante los choques, si bien se detecta cierta tendencia a cambiar de carril, al nuestro por supuesto, cuando nos acercamos. Pero es curioso seguir a uno de los coches y observar como utiliza el intermitente para cambiar de carril o de direcci¨®n, a una baja velocidad, aunque no siempre respetando las normas, pues se producen accidentes que no provocamos nosotros... Adem¨¢s en muchos casos, se encuentran veh¨ªculos aparcados de forma que molesten lo m¨¢ximo posible, y nos vemos obligados a tomar atajos, o chocar con todo lo que venga.
Respecto a los atajos, es un buen detalle, y algo divertido a la larga, encontrar y utilizar los atajos de forma ventajosa, como el t¨²nel del metro o del ferrocarril, unas galer¨ªas comerciales, etc. Pero es necesario conocer la ciudad palmo a palmo, porque en ocasiones es peor el remedio que la enfermedad.
De todos modos, la jugabilidad es realmente buena. El juego es muy divertido, y siempre apetece echarse una partidita, pasar¨¢n los meses y os apetecer¨¢ cada pocos d¨ªas, incluso a diario, cargar el juego y haceros unas carreras, locas en este caso, con vuestro taxi favorito. Precisamente por esa diversi¨®n le he otorgado un notable al juego, pero un notable bajo, porque el juego se ha quedado desfasado t¨¦cnicamente y en estos dos a?os podr¨ªan haber realizado muchas m¨¢s mejoras, teniendo en cuenta adem¨¢s la cercana salida al mercado de la tercera parte en Xbox. Adem¨¢s, y en el lado positivo, est¨¢n los 30 euros a los que sale el juego, si mis informaciones no son err¨®neas. En fin, es un juego divertido, incluso muy divertido, pero no por mucho tiempo, pero lo peor es el apartado t¨¦cnico. Y m¨¢s cuando en su momento era uno de los juegos m¨¢s espectaculares que se pod¨ªan ver en los salones recreativos. Se merec¨ªa mucho m¨¢s.
Compar¨¢ndolo con
Realmente este juego no es comparable a nada, lo ¨²nico que se me ocurre es Driver o Midtown Madness, pero s¨®lo porque podemos conducir por ciudades a toda velocidad, pero los "tempos", y fines, de estos juegos son realmente distintos al de "Crazy Taxi", y personalmente me parece que este juego ha creado un nuevo g¨¦nero, el de juegos tipo "Crazy Taxi", que m¨¢s adelante recibir¨¢ un nombre anglosaj¨®n si salen suficientes imitadores, como ya pas¨® con los juegos tipo "Doom".
Estrategia y trucos
La verdad, y dado que el juego no es excesivamente longevo, dado su car¨¢cter marcadamente arcade, prefiero no deciros nada, s¨®lo que os fij¨¦is especialmente en los colores de los clientes, y que intent¨¦is dominar los mapeados, para saber lo que os vais a encontrar.
Lo que est¨¢ bien
Lo que no est¨¢ tan bien
Bueno
Cumple con las expectativas de lo que es un buen juego, tiene calidad y no presenta fallos graves, aunque le faltan elementos que podr¨ªan haberlo llevado a cotas m¨¢s altas. C¨®mpralo sin miedo.