World Soccer Winning Eleven, Impresiones (GameBoy)
Cada cierto tiempo, Konami nos deleita con alguna maravilla futbol¨ªstica, sacada de su chistera m¨¢gica, y con el t¨ªtulo Winning Eleven mientras vive en Jap¨®n. Esta vez, la escogida es Game Boy Advance, pero eso da igual... la magia del f¨²tbol contin¨²a.
Cada cierto tiempo, Konami nos deleita con alguna maravilla futbol¨ªstica, sacada de su chistera m¨¢gica, y con el t¨ªtulo Winning Eleven mientras vive en Jap¨®n. Esta vez, la escogida es Game Boy Advance, pero eso da igual... la magia del f¨²tbol contin¨²a.
?Te gusta el f¨²tbol?
El f¨²tbol, dentro del mundo del videojuego tiene dos grandes y bien diferenciados exponentes: Fifa y Winning Eleven. El porqu¨¦ de llamarlo con su nombre japon¨¦s, viene dado por los cambios de nombre que sufren cuando salen fuera de Jap¨®n. As¨ª, la ¨²ltima entrega se llam¨® Pro Evolution Soccer, mientras que las anteriores se llamaban International Super Star Soccer Evolution. Todo este foll¨®n viene dado por los diferentes nombres que tienen las dos franquicias de Konami, la de Tokio y la de Mayor. Las de Tokio (incluida la que se avanza aqu¨ª) suelen ser m¨¢s simulador que las de Mayor, que son m¨¢s arcade.
World Soccer Winning Eleven (GameBoy) |
World Soccer Winning Eleven (GameBoy) |
Y aqu¨ª tenemos la ¨²ltima maravilla hecha port¨¢til, tan simulador como lo es siempre. Konami Tokio ha cogido toda la magia que ha hecho grande a Winning Eleven 5/Pro Evolution Soccer y la ha reducido hasta t¨¦rminos casi rid¨ªculos, comprimi¨¦ndola en un cartucho para Game Boy Advance que en jugabilidad, puede competir incluso con su hermano mayor.
Port¨¢til s¨ª, y a mucha honra
Y es que evidentemente, una consola port¨¢til, dif¨ªcilmente puede recrear, gr¨¢ficamente, todo el realismo con el que vienen dotados los juegos de las 128 bits. Por ello, los gr¨¢ficos de este juego de f¨²tbol, son ciertamente inferiores a los vistos en otras consolas m¨¢s potentes. De todos modos, a pesar de mostrar gr¨¢ficos inferiores, se pueden apreciar todos los detalles que hacen grande esta saga. Podremos observar faltas, entradas, regates, saltos, chutes, remates... y todo ello aderezado con una suavidad que no parece para nada sacada de una port¨¢til.
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Por supuesto, el campo y los estadios son tan port¨¢tiles como la consola que los muestra, y no se pueden esperar maravillas por este lado, pero sin embargo, no hay ning¨²n aspecto que sea desagradable de ver. El audio es otro cantar, ya sea en t¨¦rminos musicales y vocales. Las m¨²sicas, las justas, para amenizar los men¨²s y poco m¨¢s, como suele ser en los juegos de f¨²tbol. Las voces, no hay muchas, tan solo para anunciar los saques, los fueras y las tarjetas. Y tampoco es que tengan mucha calidad, pero teniendo en cuenta que hablamos de Game Boy, m¨¢s vale alabar el hecho de que las haya que quejarse por que no sean mejores. Otra cosa ser¨¢ que tambi¨¦n las haya cuando salgan de Jap¨®n, cosa m¨¢s que improbable.
Y el arbirtro da el pitido inicial
Pero lo mejor del cartucho, sin duda, lo mejor, es ponerse a jugar. Descubrir, poco a poco que la jugabilidad est¨¢ casi intacta. Alejar la incredulidad inicial que hacia pensar que no era posible, porque s¨ª es posible. Al principio hay que adaptarse un poco a hacer todo con solo 4 botones y la cruceta, pero sin duda es posible. Y se puede hacer de todo, pase al hueco, vaselinas, pases altos, chuts altos, bajos, centros... y todo con solo 4 botones.
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Cada partido es un desaf¨ªo, y las selecciones m¨¢s potentes no van a poner las cosas f¨¢ciles. Hay usar la inteligencia y la estrategia si se quieren ganar todos los partidos. Usar todas las acciones que pueden hacer los jugadores para conseguir que la pelota se desplace hacia el ¨¢rea contraria sin que sea robada, cosa que resulta m¨¢s dif¨ªcil hacer que decir.
Elegir la estrategia, trabajo del entrenador
Al igual que en la versi¨®n de 128 bits, aqu¨ª tambi¨¦n se pueden definir las estrategias a emplear, y se puede cambiar casi cualquier par¨¢metro del equipo que se vaya a manejar, o de un jugador en particular. Por supuesto cada jugador tiene sus atributos, y habr¨¢ que seleccionar sabiamente a cada uno de los 11 para conseguir el equipo perfecto que pueda acabar con el rival. Aunque al estar todo en japon¨¦s, resulta un poco dif¨ªcil precisar lo que se puede cambiar, o c¨®mo. Los equipos son las selecciones nacionales, descartando as¨ª los clubes japoneses que suelen venir en los Winnning Eleven habitualmente.
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Todo Winning tiene su talon de aquiles
Sin embargo, algunos fallos si que los hay, aunque sea cosa de la saga dejar siempre algo sin pulir. En esta entrega, el principal defecto es la facilidad con la que se puede marcar una vez superada la defensa. Y es que encarar al portero, y hacer un disparo bajo es igual a meter gol siempre. Claro que para ello hay que superar a la defensa, y algunos equipos son bastante dif¨ªciles de superar, como por ejemplo la selecci¨®n de Francia.
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Y al final...
Pero en general, el juego es una delicia. Los partidos se dejan jugar solos, y es el entretenimiento perfecto para llevar, pues en cualquier momento apetece echar un partido, y ajustando la duraci¨®n del mismo, se pude adecuar a las necesidades de cada momento. Winning Eleven ha cambiado, es diferente, pero lo mejor de todo es que sigue siendo Winning Eleven: puro f¨²tbol.
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