Wave Race Blue Storm
- PlataformaGC9
- G¨¦neroConducci¨®n
- DesarrolladorNintendo Software Technology Corporation (NST)
- Lanzamiento29/03/2002
- TextoIngl¨¦s
- VocesIngl¨¦s
- EditorNintendo
El Pr¨ªncipe de las Mareas
Dicen que en la primera hornada de una consola normalmente los juegos que la conforman tienen una calidad m¨¢s bien discreta. T¨ªtulos como Soul Calibur, Super Mario 64 o el mism¨ªsimo Halo han sido las contadas execpiones. ?Ser¨¢ el caso tambi¨¦n de este "Wave Race Blue Storm"?
Dicen que en la primera hornada de una consola normalmente los juegos que la conforman tienen una calidad m¨¢s bien discreta. T¨ªtulos como Soul Calibur, Super Mario 64 o el mism¨ªsimo Halo han sido excepciones que no han hecho m¨¢s que confirmar la regla. ?Ser¨¢ el caso tambi¨¦n de Wave Race Blue Storm?
Ya est¨¢ aqu¨ª. Por fin tenemos entre nosotros a uno de los t¨ªtulos que con m¨¢s fuerza han sonado desde que a nuestros o¨ªdos llegar¨¢ la noticia de que Nintendo estaba trabajando en una m¨¢quina que por aquel entonces se conoc¨ªa como Dolphin. Mucho tiempo ha pasado desde que la consola de la gran N fue rebautizada con el nombre de GameCube, pero sus acu¨¢ticos inicios han dejado m¨¢s frutos que los rios de tinta que se hicieron eco de los mil y un rumores de la primera 128 bits de la compa?¨ªa japonesa.
Cuando la prensa empez¨® a especular qu¨¦ t¨ªtulos ser¨ªan los que acompa?ar¨ªan a GameCube en su lanzamiento, los nombres que m¨¢s sonaron en un primer momento fueron las secuelas de algunas de las series m¨¢s carism¨¢ticas de Nintendo, como son Super Mario Bros., Donkey Kong o The Legend of Zelda. Nadie, o casi nadie, pens¨® en un primer momento en la secuela de ese arcade de motos de agua que tanto ¨¦xito de cr¨ªtica y p¨²blico hab¨ªa cosechado en Nintendo 64, que a su vez era la continuaci¨®n de un cartucho para Game Boy. Wave Race 64 era el nombre con el que sali¨® al mercado en la consola de 64 bits y lo cierto es que su nivel t¨¦cnico, jugabilidad y carisma lo consagraron casi inmediatamente como uno de los mejores juegos del cat¨¢logo de la m¨¢quina de los creadores de Link y compa?¨ªa.
Ahora, y corriendo en una consola mucho m¨¢s potente, Wave Race vuelve a la carga. Con el a?adido de la coletilla Blue Storm, el juego desarrollado en el seno de Nintendo ha cobrado una nueva dimensi¨®n. ?Quieres saber qu¨¦ es lo que trae bajo el brazo uno de los primeros juegos de GameCube?
Los men¨²s, de preciosista dise?o, efectista presentaci¨®n e inmejorable realizaci¨®n son una aut¨¦ntica joya que contribuyen enormemente a dejarnos un gran sabor de boca al navegar por ellos. Su dise?o es francamente atrayente, y se asemeja en cierta manera a las p¨¢ginas realizadas en Flash que cada vez son m¨¢s populares en la red de redes. Eso s¨ª, el toque Nintendo es inconfundible y la facilidad con la que uno puede moverse por ellos es digna de elogio. En cualquier momento y tan s¨®lo pulsando en bot¨®n B podremos volver hacia atr¨¢s, lo que siempre viene bien a los jugones que quieren investigar a fondo todo lo que ofrece su nuevo t¨ªtulo antes de empezar una partida.
Las pantallas de carga de las pantallas, con el grabado del nombre de los niveles, es otra de las joyas que los genios de la compa?¨ªa nipona nos ten¨ªan preparada. Una baldosa cubierta de agua con el citado grabado aparecer¨¢ en pantalla mientras se lleva a cago el procesamiento de la fase a la que vayamos a jugar a continuaci¨®n. Diferentes efectos se ir¨¢n sucediendo en la superficie de ese agua, con la particularidad de que nosotros podremos controlar esos cambios al menos en parte, consigui¨¦ndose as¨ª un feedback pantalla-usuario bastante interesante y muy agradable visualmente.
No se podr¨ªa hablar de los gr¨¢ficos de este juego sin mencionar el agua que se han sacado de la manga los programadores de Nintendo. Tiene un aspecto tan incre¨ªble que cuesta imaginar que algo tan vivo, tan animado, pueda haberse introducido en el peque?o disco en el que se encuentra almacenado WRBS. Las texturas de las que ha sido provista el l¨ªquido elemento y, sobre todo, la forma con la que el agua interact¨²a con los pilotos y cada uno de los objetos que reposan sobre tan acuosa superficie son tan dignas de elogio como la m¨¢s virtuosa de las animaciones que se hayan visto en t¨ªtulo alguno.
Y es que la sensaci¨®n de que una ola nos obligue a variar nuestra trayectoria impidi¨¦ndonos encaramarnos a rampas o, peor a¨²n, consiguiendo saltarnos un punto de control que dar¨ªa al traste con todos los turbos que hubi¨¦ramos obtenido hasta el momento. Pero claro, no todo iba a ser perfecto, y nos hemos encontrado aspectos que no nos han gustado tanto, como la implementaci¨®n de la estela de nuestra moto, cuya representaci¨®n, aunque quiz¨¢ pasar¨ªa desapercibida en otros juegos, no est¨¢ a la altura del nivel general de representaci¨®n del agua. Como tampoco est¨¢n a la altura del hard de GameCube algunas ralentizaciones y pop-ups de pol¨ªgonos que ocurrir¨¢n con no demasiada frecuencia, por fortuna.
El conjunto de escenarios, un elemento important¨ªsimo en todo t¨ªtulo de carreras que se precie, es uno de los aspectos m¨¢s cuidados de Wave Racer Blue Storm. Los hay de todas las formas, tem¨¢ticas, longitudes y, por supuesto, dificultad. Adem¨¢s, a medida que vay¨¢is superando los niveles de dificultad que se proponen en el modo principal de este juego, las condiciones climatol¨®gicas en cada uno de las fases ir¨¢n variando, resultando pantallas semi-nuevas que variar¨¢n en algo m¨¢s que en la forma de jugar.
Al hablar de los niveles ser¨ªa imperdonable no comentar la infinidad de detalles de las que ¨¦stos est¨¢n provistos. Tortugas gigantes, pancartas publicitarias, ballenas, delfines, p¨¢jaros, helic¨®pteros, un mont¨®n de toques verdaderamente fascinantes que consiguen convertir a cada pantalla en un ecosistema ¨²nico en el que el piloto de nuestra elecci¨®n intervendr¨¢ de forma activa, pudiendo llegar a modificar incluso parte del paisaje de la zona en cuesti¨®n. Nota: atenci¨®n especial al nivel de Aspen Lake. Deslizarse por esas aguas es una aut¨¦ntica gozada.
En cuanto a los movimientos de los pilotos, encontramos dos vertientes. Los movimientos que podr¨ªamos catalogar como normales, es decir, los devengados del pilotaje del personaje en cuesti¨®n, y los que resultan de la realizaci¨®n de un truco determinado. Mientras que los primeros son de factura intachable, un gran n¨²mero de los segundos pecan de estar realizados mediante una f¨ªsica irreal, consigui¨¦ndose rotaciones y giros tan bruscos y veloces que uno podr¨ªa catalogar como fant¨¢sticos. Es cierto que hay algunos movimientos especiales de bastante meritoria implementaci¨®n, pero otros tendr¨ªan que haberse retocado para estar en consonancia con el resto de aspectos que conforman el control. Menci¨®n aparte, por supuesto, las gotas que salpicar¨¢n virtualmente nuestro monitor cuando el personaje que estemos controlando no aterrice todo lo correctamente que cabr¨ªa desear. Detalle 100% Made In Nintendo.
Una vez finalice cada carrera podremos admirar una repetici¨®n integral, repetici¨®n sobre la que no tendremos ning¨²n tipo de control m¨¢s que elegir el momento en el que dejar de vislumbrarla. Se echan de menos, adem¨¢s, los ¨¢ngulos de c¨¢mara imposibles, primer¨ªsimos planos de los personajes, es decir, algunas de las florituras que suelen aparecer en los juegos de velocidad.
Adem¨¢s, habr¨¢ que tener en cuenta una barra que aparecer¨¢ en la parte inferior derecha de nuestra pantalla y que representar¨¢ el turbo que tengamos acumulado hasta el momento. La barra es limitada, y contri m¨¢s repleta est¨¦ m¨¢s r¨¢pido ir¨¢ nuestra moto de agua. Adem¨¢s, cuando la palabra Turbo est¨¦ iluminada, lo que ser¨¢ indicativo de que el susodicho nivel de potencia est¨¢ completo, podremos pulsar el bot¨®n X para una inyecci¨®n de Gas Nitroso al m¨¢s puro estilo The Fast and The Furious (A todo gas) que nos propulsar¨¢ a una velocidad muy superior a la habitual.
?Que qu¨¦ hay que hacer para conseguir rellenar esa barra? Pues ni m¨¢s ni menos que superar las boyas de control por el lado que ¨¦stas os indican, ya sab¨¦is, superar las rojas por la derecha y las amarillas por la izquierda. Pero, ?cuidado! Pues si os salt¨¢is una perder¨¦is todo el turbo que llev¨¦is acumulado hasta el momento. Adem¨¢s, en la parte inferior izquierda hay un mont¨®n de boyas representadas. Por cada una que os salt¨¦is se tachar¨¢ una de esas boyas y cuando ya no os queden m¨¢s... pues mucho me temo que vuestro periplo por ese nivel habr¨¢ concluido antes de tiempo. Tambi¨¦n finalizar¨¢ la partida en el caso de que os salg¨¢is de los l¨ªmites del escenario y no volv¨¢is en el tiempo estipulado. Tendr¨¦is que ir con cuidado...
Muchas voces han tildado a Wave Race Blue Storm como un t¨ªtulo mucho m¨¢s complicado de manejar que su predecesor en Nintendo 64. Pues bien, despu¨¦s de jugar bastantes partidas mi opini¨®n personal es que, aunque quiz¨¢ sea cierto que el control ahora es un poco m¨¢s exigente, en ning¨²n momento la exasperaci¨®n nos asaltar¨¢ como consecuencia de no ser capaces de controlar nuestra moto tanto como nos gustar¨ªa. En ocasiones, eso s¨ª, ya sea por inclemencias meteorol¨®gicas, por obst¨¢culos que nos salgan al paso o por nuestros mismos rivales, conseguir llegar a la meta no ser¨¢ tarea f¨¢cil. Pero ya sab¨¦is, con pr¨¢ctica y perseverancia dominar nuestro veh¨ªculo ser¨¢ algo mucho m¨¢s llevadero.
Lo que es innegable es que la impresi¨®n que uno se lleva al echar unas partidas a este juego es que lo ¨²ltimo que se les ha pasado por la cabeza a sus responsables es el de conferir un car¨¢cter de simulador a su nueva creaci¨®n. Al igual que el juego visto en la 64 bits de la Gran N, el esp¨ªritu arcade es sin duda el gran protagonista de WRBS. Uno de los mayores indicativos de ello, si no el m¨¢s claro, es la IA de los personajes controlados por la CPU. Y es que en los campeonatos de menor categor¨ªa ir el ¨²ltimo al empezar la postrera vuelta no ser¨¢ en absoluto un impedimento a la hora de hacernos la victoria final, pues con el adecuado uso de la barra de Turbo y una conducci¨®n agresiva alcanzar las primeras posiciones estar¨¢ en nuestras manos.
Por supuesto, habr¨¢ que tener en cuenta las caracter¨ªsticas del piloto que escojamos de entre los ocho posibles. Ryota Hayami y Ayumi Stewart son los dos ?wave racers' m¨¢s equilibrados de la plantilla, por lo que resultan id¨®neos para los jugadores que den sus primeros pasos en WRBS. Entre los 6 restantes, gracias al repartimiento de puntos entre habilidades como Velocidad, Aceleraci¨®n, Control o Equilibrio, se encontrar¨¢n sin duda las elecciones de los pilotos m¨¢s veteranos. La selecci¨®n a realizar est¨¢ directamente relacionada con el tipo de conducci¨®n que vamos a llevar a cabo. Si, por ejemplo, queremos a un piloto muy r¨¢pido, desde?ando la capacidad acrob¨¢tica o la aceleraci¨®n, escogeremos a David Mariner o a Rob Haywood. Pero si lo nuestro son las cabriolas son lo vuestro, Ricky Winterborn y Serena del Mar ser¨¢n los pilotos a tener en cuenta.
Los principales modos de este Wave Race Blue Storm son los siguientes:
Si ya ten¨¦is Wave Race 64 y lo que quer¨¦is es un juego completamente nuevo, este Wave Race Blue Storm no colmar¨¢ vuestras expectativas porque, desde un punto de vista muy objetivo, es m¨¢s de lo mismo. Pero si, en cambio, os da igual que la forma de jugar sea casi igual que el anterior, es m¨¢s, lo prefer¨ªs porque Wave Race 64 era uno de vuestros t¨ªtulos favoritos del cat¨¢logo de Nintendo 64, no os sentir¨¦is nada decepcionados. Y es que este WRBS es un aut¨¦ntico juegazo que exhibe un nivel t¨¦cnico muy superior a todo lo visto hasta la fecha en t¨ªtulos de este tipo y que, sin duda, conseguir¨¢ ilusionar a los fans de GameCube. Wave Race Blue Storm no es tan s¨®lo un aperitivo de lo que est¨¢ por venir, sino que es por m¨¦ritos propios un grand¨ªsimo juego. Que os quede claro.
l o m e j o r
l o p e o r
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.