Un brit¨¢nico, vencedor del Reto WRC de PlayStation 2

Conicidiendo con las pruebas del Campeonato Mundial de Rally que se celebran en C¨®rcega, Sony reuni¨® a todo el equipo en la ciudad de Ajaccio: 18 pilotos de rallys virtuales salidos de las re?idas competiciones entre jugadores de WRC. 18 jugadores de otros tantos pa¨ªses que fueron seleccionados como los mejores conductores de entre unos 50.000 participantes en todo el mundo en el Reto WRC.

El primer regalo fue una cabina WRC totalmente personalizada como reconocimiento de sus esfuerzos. Luego, los pilotos fueron llevados a la isla de C¨®rcega para competir entre ellos por el premio final: un Mitsubishi de verdad dise?ado para rallys y apto para circular valorado en unos 48.900 euros.

A los competidores se les dio la opci¨®n de usar un mando anal¨®gico (DualShock) o un volante GT Force para controlar sus Lancer. Cada eliminatoria se decidi¨® al mejor de tres carreras entre dos oponentes en tres etapas previamente seleccionadas, con la condici¨®n de que deb¨ªan utilizar el Mitsubshi Lancer Evolution de Tommi M?kinen. Los ganadores pasar¨ªan a la siguiente vuelta y los perdedores ser¨ªan eliminados inmediatamente hasta que s¨®lo quedase un concursante: el mejor piloto de WRC. Como hab¨ªa 18 finalistas y deb¨ªan quedar 16, se celebr¨® una minicompetici¨®n entre los cuatro campeones m¨¢s lentos del reto en Internet. De esta manera se eliminar¨ªa a dos de ellos.

El irland¨¦s Wayne Douglas y el chipriota Antonis Konnaris fueron los primeros en competir.  Wayne result¨® ser el desafortunado que m¨¢s errores cometi¨®, y s¨®lo pudo ganar una de las pruebas, as¨ª que Tony result¨® vencedor. Paul Reynolds de Nueva Zelanda y el portugu¨¦s Eurico Jose Ricardo da Silva fueron los siguientes en competir. A Paul s¨®lo le hicieron falta dos carreras para pasar la ronda.

Una vez completado el elenco de 16 corredores, la emoci¨®n se dispar¨® y la tensi¨®n se pod¨ªa cortar con un cuchillo.

Las primeras eliminatorias juntaron al brit¨¢nico Michael Curran y al griego Athanasios Theodoris, de los cuales pas¨® el brit¨¢nico en tres carreras; en 20 minutos Grecia, Australia, Alemania, B¨¦lgica, Noruega, Pa¨ªses Bajos, Finlandia y Chipre quedaron eliminadas. Contando la previa, en menos de 45 minutos ya hab¨ªan quedado eliminadas 10 naciones.

En la siguiente fase el sueco Klas Karlsson dejaba en la cuneta al neozeland¨¦s Paul Reynolds. A Espa?a le toc¨® despedirse del campeonato por cruzarse con Gran Breta?a, mientras que Italia y Francia daban buena cuenta de Dinamarca y Suiza. Las semifinales estaban servidas.

En la primera estaba Michael Curran, de Gran Breta?a, que se enfrentaba al italiano Gianfranco La Capria. El italiano perdi¨® en s¨®lo dos etapas despu¨¦s de cometer una serie de errores que no hubieran cambiado nada si no fuese por la t¨¦cnica depurada de Curran, que demostr¨® ser un piloto muy r¨¢pido. La segunda fue la que enfrent¨® a los m¨¢ximos favoritos: Francia y Suecia. Klas Karlsson, el sueco sorprendi¨® proclam¨¢ndose victorioso r¨¢pidamente y asegur¨¢ndose el otro puesto de la final.

La gran final se decidi¨® entre el Reino Unido y Suecia. Antes de empezar a competir hubo una peque?a charla y se supo que Mike hab¨ªa competido recientemente y quedado tercero en un rally celebrado en su pa¨ªs. Adem¨¢s su padre es el piloto profesional de rallys Dick Curran. En cuanto Klas, ¨¦ste admiti¨® que era t¨¦cnico de autom¨®viles y su trabajo consist¨ªa en probar coches.

Tras la primera etapa de la final en C¨®rcega, el sueco se adelant¨® en el marcador. Los tiempos fueron: Reino Unido 02:24:82, Suecia 02:24:26. La segunda etapa fue una repetici¨®n virtual de la primera: ambos competidores corrieron igual, pero esta vez fue Michael quien se llev¨® el gato al agua: Reino Unido 03:04:18, Suecia 03:04:40. Al final todo se decidir¨ªa en una sola carrera. Los tiempos de la tercera prueba fueron: Reino Unido: 03:29:26, Suecia: 03:30:06. Los espectadores empezaron a aplaudir. Michael levant¨® repetidamente el brazo victorioso mientras que Klas se qued¨® sentado pensando en qu¨¦ pudo haber fallado.

El representante del Reino Unido, Michael Curran, hab¨ªa quedado oficialmente reconocido como mejor jugador de WRC del mundo. Klas extendi¨® su mano y felicit¨® a su oponente como se merec¨ªa. En todo caso, el sueco estaba orgulloso de su actuaci¨®n: "Creo que he obtenido el mejor tiempo de mi vida en esa etapa, lo cual es magn¨ªfico. De todas formas, he ganado el simulador".

En el centro de la villa de Ajaccio se celebr¨® la ceremonia de entrega de premios. Cientos de espectadores les miraban, y cuando el presentador galo les inform¨® de los logros de Michael, ¨¦ste recibi¨® una vez m¨¢s un caluroso aplauso. Le preguntaron cu¨¢nto practicaba y dijo: "No practiqu¨¦ tanto, algunos de estos chicos han practicado much¨ªsimo, pero yo no llego a casa hasta las 8 o las 9, as¨ª que s¨®lo pude sacar un par de horas al d¨ªa para practicar." Luego le preguntaron si cre¨ªa que su victoria era resultado de su experiencia en los rallys reales: "S¨ª, el WRC es exactamente igual que conducir un coche de verdad. Cuando usas la rueda de retroalimentaci¨®n de fuerza al pasar por grava, el coche vibra igual que en la vida real".

Otros participantes tambi¨¦n dejaron sus impresiones. Wayne Douglas despu¨¦s coment¨®: "No practiqu¨¦ nada. Nunca hab¨ªa jugado en la ¨²ltima etapa, la que mejor conoc¨ªa era la primera, por eso gan¨¦, pero en la segunda fall¨¦ y necesitaba ganarla para clasificarme".

Todos demostraron ser buenos perdedores, pero hubo quien no acept¨® muy bien la derrota. El chipriota Antonis coment¨® que la competici¨®n hab¨ªa sido injusta, bas¨¢ndose en el hecho de que la eliminatoria no se hab¨ªa realizado en una cabina y eso hab¨ªa mermado sus propias posibilidades de salir victorioso.

Jan Arild Roenningen, el noruego, dijo: "No practiqu¨¦, no tuve tiempo". El australiano Alexandre Peyron tampoco estaba muy afectado, aunque puede que se debiera a que ya hab¨ªa ganado cinco coches en otras competiciones, incluido un Lotus Elise nuevecito hacia tan s¨®lo un mes. "Estar aqu¨ª es simplemente una bonificaci¨®n", dijo. "Soy estudiante, as¨ª que no tuve tiempo de entrenar. Me di por vencido al llegar a la final, pero estoy contento porque he ganado el simulador y he conocido a un mont¨®n de gente."

El neozeland¨¦s Paul Reynolds fue el primero que admiti¨® que ya hab¨ªa tenido mucha suerte al  llegar hasta aqu¨ª. "No pens¨¦ que iba a llegar tan lejos, as¨ª que no practiqu¨¦ nunca en la pista que me toc¨®. Cre¨® que corr¨ª una vez en ella en el rally de Championship, pero no es lo mismo. Para bajar tu tiempo en esas pistas tienes que practicar mucho. Ojal¨¢ lo hubiera hecho, porque son fases bastante f¨¢ciles." Y derroch¨® buen humor al comentar: "Mi ambici¨®n era clasificarme y llegar a ser un verdadero finalista, y lo he hecho, no est¨¢ mal para un chico de pueblo de Nueva Zelanda".

El franc¨¦s Fabrice atribuy¨® su derrota a que todo el mundo esperaba que ganara ¨¦l: "Estaba muy nervioso porque todo el mundo apostaba por m¨ª me dec¨ªa 'Vas a ganar, vas a ganar', y he perdido. Trabajo en una tienda de videojuegos y cuando vuelvo a casa a las 8 de la tarde estoy demasiado cansado para jugar". ?Qu¨¦ paradoja!