Resplandor en el abismo

La simulaci¨®n no es un g¨¦nero demasiado fecundo. Si hablamos de simuladores de submarinos mucho menos, de ah¨ª que cada vez que un t¨ªtulo sale al mercado se convierta en un evento festivo para los aficionados. Teniendo en cuenta que buena parte de los existentes tienen como protagonistas a los U-Boats de la Segunda Guerra Mundial, la lista queda m¨¢s reducida en cuanto nos referimos a simuladores de submarinos modernos. Los fieles de la simulaci¨®n submarina, convertida en una religi¨®n de minor¨ªas, pueden ahora celebrar la bajada desde los cielos de un nuevo profeta.

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Sonalysts (creador del juego) ya hab¨ªa trabajado con EA y Jane's en la producci¨®n de Fleet Command y de 688(I) Hunter/Killer. Esta vez Jane's no participa en el proyecto, pero tampoco se echa mucho de menos, pues para la informaci¨®n sobre la maquinaria militar que interviene en el juego se ha recurrido al U.S. Naval Institute, con resultados suficientes a mi entender. Sub Command puede considerarse como la secuela, o sucesor, de 688(I), y adem¨¢s ampliado.

Lo que tenemos entre manos es un simulador de submarinos modernos, y la palabra simulador no va de adorno en la frase. No en vano, sus desarrolladores llevan m¨¢s de veinte a?os dando forma a ingenios militares de ¨²ltima generaci¨®n y, en sus ratos libres, hacen juegos. Es por ello por lo que puedes dar por sentado que lo que adquirimos con Sub Command es la recreaci¨®n m¨¢s cercana a lo permisible y posible de un submarino nuclear en un ordenador personal. Es un programa s¨®lo apto para los que ya han tenido anteriores contactos en este campo, para seguidores sectarios del g¨¦nero o para quienes, siendo noveles en la materia, tengan una voluntad firme de adentrarse en esta fascinante y singular clase de juegos.

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Por otra parte, si alguien ha pensado que esto va de algo as¨ª como tiro al plato con periscopio, no est¨¢ en lo cierto. Aqu¨ª lo que prima es la quietud, pasar inadvertido, trabajar mucho con los instrumentos y, finalmente, si resulta necesario o conveniente, disparar. Por ello se producen prolongados periodos de tranquilidad (a veces s¨®lo aparente), algo que no pasa en otros g¨¦neros y que convierte a este tipo de programas en algo especial que no todo el mundo est¨¢ dispuesto a aprender a apreciar.

El juego es realmente amplio. Hay tres tipos de submarinos nucleares a dirigir: los norteamericanos clase Los ?ngeles y clase Seawolf y los rusos de la clase Akula y sus variantes. Para hacerles el rodaje el paquete viene con un tutorial de tres misiones en las que se nos explica las bases de la navegaci¨®n, el uso del s¨®nar y del TMA. Las misiones individuales suman 22 y tambi¨¦n incluye una campa?a compuesta de 14 operaciones, que podr¨¢s jugar tanto desde el bando ruso como desde el estadounidense.

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Pero es precisamente la campa?a el punto d¨¦bil de este t¨ªtulo. Se ha optado por una campa?a r¨ªgida en vez de una campa?a din¨¢mica. Las misiones y su orden est¨¢n ya programados. Es irrelevante para el curso del conflicto el modo en que resuelvas cada intervenci¨®n. Tan s¨®lo cambiar¨¢n algunos detalles dependiendo de tu actuaci¨®n anterior. Por ejemplo, atendiendo a tu ¨¦xito en una misi¨®n, empezar¨¢s despu¨¦s en una posici¨®n en el mapa m¨¢s ventajosa que si fracasas. Si te detectan, aumentar¨¢ la vigilancia enemiga en el siguiente escenario. Si logras abatir un buen n¨²mero de efectivos hostiles, habr¨¢ menos presencia contraria en la pr¨®xima misi¨®n.

Como ves existen ciertas variantes, pero para nada cambian aspectos esenciales en la marcha de la campa?a. Vamos, que hay una lista de misiones ya fijadas cuyo orden est¨¢s obligado a seguir, hagas lo que hagas. Al menos los objetivos a cumplir son bastante variados, encontr¨¢ndonos con labores de escolta, vigilancia, minado de ciertas zonas, rescate, infiltraci¨®n de tropas o ataques mar¨ªtimos y terrestres.

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Una de las perlas que componen el reluciente collar que es Sub Command es el editor de escenarios. Se trata de una potente herramienta, no demasiado compleja, que permite al usuario la creaci¨®n de misiones con una calidad al nivel de las oficiales. A poco que te pasees por Internet comprobar¨¢s que ya se le est¨¢ empezando a sacar buen partido, y puede que s¨®lo sea el principio de una aut¨¦ntica avalancha. Hay quien no s¨®lo est¨¢ preparando nuevas misiones, sino campa?as completas. Si todo esto te parece poco, se pueden importar las misiones de 688(I) Hunter/Killer y las de Fleet Command. Afortunadamente, parece que habr¨¢ Sub Command para rato.

La base de datos sobre armamento, buques y aeronaves corre a cargo, como ya he dicho, del Instituto Naval de los Estados Unidos. Algunas de las entradas van acompa?adas de foto, otras no. Eso s¨ª, todas tienen un cuadro de caracter¨ªsticas t¨¦cnicas as¨ª como una representaci¨®n en 3D.

Queda por hablar de un elemento realmente novedoso. El sistema de reconocimiento de voz que incorpora el juego, provisto de la tecnolog¨ªa Microsoft Speech Engine. Con este sistema puedes dar ¨®rdenes para realizar determinadas maniobras, como cambios de rumbo, profundidad, potencia, desplazarte por las diferentes estaciones del submarino o clasificar contactos. Y lo mejor de todo es que realmente funciona. Al principio ten¨ªa mis reservas en cuanto a su efectividad, pero se esfumaron inmediatamente. El reconocimiento es r¨¢pido, preciso, y verdaderamente ayuda en t¨¦rminos de jugabilidad. Adem¨¢s, es mucho m¨¢s inmersivo dar ¨®rdenes de viva voz que haciendo click con el rat¨®n. Sin duda, constituye todo un plus para el realismo del juego.

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Estamos pues ante el juego que se pone a la cabeza del g¨¦nero de la simulaci¨®n submarina moderna, un programa con un periodo de vida que se presume muy largo, y que resulta imprescindible para los subsimmers. S¨®lo el peso de una campa?a no todo lo buena que podr¨ªa ser le impide alzarse a¨²n m¨¢s alto. Tambi¨¦n el hecho de que se encuentre completamente en ingl¨¦s puede ser un serio obst¨¢culo para algunos. Y del manual, ya hablaremos.

Audio / V¨ªdeo

El audio es magn¨ªfico. Los sonidos que captan los hidr¨®fonos son muy cre¨ªbles y, como no pod¨ªa ser de otra forma, var¨ªan dependiendo del tipo de embarcaci¨®n que los est¨¦ emitiendo. El zumbido que o¨ªmos en diferentes estaciones del submarino, provocado por su propia maquinaria, aumenta la sensaci¨®n de aislamiento y la de estar dentro de algo.

Los pitidos del s¨®nar de interceptaci¨®n activa no se quedan atr¨¢s, son tan fuertes y penetrantes que te taladran el o¨ªdo. Las explosiones, la inundaci¨®n de los tubos, la apertura de las compuertas, el despliegue de los m¨¢stiles del radar o el periscopio, las recepciones del ESM y..., bueno, todo ofrece una realizaci¨®n impecable. Las voces tambi¨¦n aumentan el balance de m¨¦ritos, pues est¨¢n interpretadas de forma excelente, de modo que, por ejemplo, la tripulaci¨®n de los submarinos rusos habla en ingl¨¦s pero con acento. El apartado sonoro est¨¢ perfectamente resuelto.

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?Qu¨¦ tal los gr¨¢ficos? Bien, gracias. La riqueza de su motor 3D no va ha hacer que salga humo de la cpu, pero cumplen sobradamente con su prop¨®sito y son lo suficientemente atractivos como para no desagradar, ni mucho menos. En este apartado destaca sobre todo el enorme esfuerzo invertido en la construcci¨®n de los modelos tridimensionales de todas las naves y aeronaves, gracias al cual podemos observar buques repletos de detalles, como el radar, las bater¨ªas de ca?ones, el puente de mando, las ventanillas de los camarotes, las h¨¦lices, la plataforma para helic¨®pteros, etc.

El interior de nuestros submarinos es realmente agradable para la vista, a pesar de tratarse de pantallas est¨¢ticas. En el Seawolf todo son indicaciones luminosas y todo luce un aspecto tecnol¨®gico de ¨²ltima generaci¨®n. El 688(I) es algo m¨¢s austero, con m¨¢s activadores mec¨¢nicos. Y por fin el Akula, con tantos interruptores, indicadores de aguja, e incluso alguna manivela, que parece que estamos al frente de una locomotora de vapor. En cualquier caso, todos est¨¢n muy bien representados.

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Gui¨®n

Un nuevo gobierno se ha formado en Rusia. Entre sus intenciones figura devolver a la naci¨®n su antigua gloria. Para ello han comenzado un ciclo de producci¨®n masiva de armamento as¨ª como investigaci¨®n y desarrollo de nuevas armas. En las pruebas que se est¨¢n haciendo se pone especial cautela para que no sean observadas por los norteamericanos. Los encuentros, no obstante, van en aumento, y la hostilidad de cada uno de los lados hacia el otro se intensifica. Pronto esto culminar¨¢ en un enfrentamiento abierto, donde los submarinos se convierten en pieza clave en la partida.

En un juego de submarinos hay que inventar un conflicto donde colocarlos. Este es el que Sonalysts ha imaginado. Valga pues como excusa para surcar las profundidades.

Jugabilidad

Pr¨¢cticamente todo cuanto hacemos en Sub Command es a base de clicks de rat¨®n, si bien existe la posibilidad de usar teclas de acceso r¨¢pido para algunas funciones, como por ejemplo fijar la potencia a la que trabaja el motor.

El funcionamiento de los tres submarinos es muy similar, con diferencias que luego se ver¨¢n. Todos comparten el mismo n¨²mero y tipo de estaciones para ser controlados. La estaci¨®n de control de la nave, donde fijamos el rumbo, la velocidad o la profundidad, entre otras cosas. La estaci¨®n de s¨®nar, donde localizamos  e identificamos contactos, hallamos su velocidad y comprobamos la velocidad del sonido en el agua. La de radar, que sirve para detectar buques en superficie y establecer la distancia que nos separa de ellos.

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En la estaci¨®n de radio recibimos los mensajes de inteligencia sobre el estado de la misi¨®n, y tambi¨¦n podemos usar el ESM (Electronic Support Measures) para detectar e identificar contactos. La sala de control de fuego, en la que cargamos los tubos con torpedos y misiles, les asignamos blancos, establecemos su configuraci¨®n y, finalmente, disparamos.

El periscopio/estad¨ªmetro, donde establecemos contacto visual con otros barcos, determinamos su clase, distancia y rumbo. En la estaci¨®n de navegaci¨®n tenemos acceso a la vista 3D y al mapa de la zona, donde aparecen representados los contactos que hayamos marcado, as¨ª como nuestro propio submarino y las armas que hayamos lanzado. Aqu¨ª tambi¨¦n se pueden establecer puntos de trayectoria. Y, por fin, la estaci¨®n del TMA (Target Motion Display), donde hacemos los c¨¢lculos necesarios sobre la trayectoria, distancia y velocidad de un contacto atendiendo a los datos obtenidos en las otras estaciones, para luego disparar sobre ¨¦l. Tambi¨¦n tenemos una barra de tareas, de forma permanente, en la parte inferior de la pantalla. Desde ella podemos desplazarnos por las diferentes salas, consultar los mensajes de radio y los de otros jugadores, pausar el juego, o dar ¨®rdenes b¨¢sicas de navegaci¨®n.

Las actividades generales que llevamos a cabo permanentemente en Sub Command son estas: la primordial de pasar desapercibido, detectar contactos, identificarlos, situarlos y, si es menester, abrirles un buen boquete. Para esto hay que trabajar mucho con los instrumentos del submarino, yendo de estaci¨®n en estaci¨®n, probando tantos medios de detecci¨®n como sean convenientes (el s¨®nar activo y el radar deben ser el ¨²ltimo recurso).

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Una vez detectado un contacto hay que identificarlo y situarlo. Para ello volveremos a seguir atendiendo a nuestros sistemas, y hacer un seguimiento del objetivo en el TMA para lograr una soluci¨®n de disparo acertada. La introducci¨®n de datos y manipulaci¨®n del TMA deben ser muy cuidadosos. Si erramos en lo m¨¢s m¨ªnimo estaremos siguiendo una pista completamente falsa. Es por ello, quiz¨¢, la estaci¨®n m¨¢s delicada de cuantas hay y la que m¨¢s trabajo sobre ella requiere. De ah¨ª que incluso algunos veteranos opten por el uso de la auto tripulaci¨®n para este apartado. Disparar tampoco consiste s¨®lo en apretar el bot¨®n rojo y ya est¨¢. Hay que cargar, inundar y presurizar los tubos. Despu¨¦s se asigna un objetivo al tubo correspondiente, se establecen los par¨¢metros de funcionamiento del proyectil, se abren las compuertas y se dispara.

Pasando a las diferencias entre submarinos, aparte de las est¨¦ticas, las hay de funcionamiento. En el Seawolf la manipulaci¨®n de los instrumentos suele ser a trav¨¦s de una matriz electr¨®nica de botones, de manera que, pulsando sobre uno, se abren nuevas opciones, teniendo que pulsar de nuevo el bot¨®n correspondiente si quieres volver a la matriz. Esto queda muy bonito pero no es lo m¨¢s pr¨¢ctico. En los otros dos esto no pasa, todos los botones e interruptores sobre los que actuar est¨¢n visibles, lo cual ahorra tiempo y alg¨²n despiste.

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Algunos instrumentos no aparecen en la misma estaci¨®n en los tres submarinos. Por ejemplo, el s¨®nar de alta frecuencia est¨¢ en la estaci¨®n de control de la nave en el 688(I). En el Seawolf tendremos que ir hasta la estaci¨®n del s¨®nar, seleccionar el sonar activo y cambiarlo de media a alta frecuencia. En el Akula iremos a la estaci¨®n del periscopio/estad¨ªmetro, donde encontramos el s¨®nar de alta frecuencia que, si lo cambiamos de posici¨®n, tambi¨¦n funciona como visor bajo el hielo.

El Seawolf tiene mejores capacidades stealth, de modo que, por ejemplo, a igual profundidad, puede ir m¨¢s r¨¢pido que los otros dos sin cavitar. Tambi¨¦n alcanza mayores velocidades totales. Otra de las ventajas del Seawolf es que permite elegir la profundidad exacta a la que ser¨¢n lanzadas las contramedidas. En el 688(I) y en el Akula s¨®lo se pueden lanzar contramedidas de alta y baja profundidad. Lo mejor del Seawolf es que en el estad¨ªmetro, los c¨¢lculos que permiten obtener el rumbo del contacto, son realizados de forma autom¨¢tica, liber¨¢ndote de tener que realizar t¨² mismo las sumas y restas correspondientes.

La principal ventaja del Akula es su armamento, pues dispone de m¨¢s tipos de torpedos, entre los que hay uno, el Shkval, que alcanza nada menos que los 200 nudos de velocidad por los 55 de los torpedos estadounidenses. El s¨®nar del Akula tambi¨¦n puede ser visto como una ventaja, pues en un solo dispositivo se muestran a la vez las se?ales obtenidas por los tres sensores de s¨®nar, representando la situaci¨®n t¨¢ctica de un solo vistazo. Hay quienes lo ven m¨¢s confuso, y se quejan de que no muestra la historia de ese contacto, sino s¨®lo su orientaci¨®n actual respecto a nuestro submarino. De todas formas, yo prefiero el 688(I), quiz¨¢ por costumbre. No tiene ventajas pero tampoco encuentro ninguna desventaja que perjudique claramente. El sistema de matriz del Seawolf me parece poco pr¨¢ctico y la est¨¦tica del Akula lo aleja de mis preferencias. En la realidad el mejor submarino es el Seawolf, sobre todo por ser el m¨¢s dif¨ªcil de detectar, pero lo cierto es que en el juego todos est¨¢n bastante nivelados.

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Para hacer m¨¢s liviana nuestra tarea, disponemos de la posibilidad de usar la tripulaci¨®n autom¨¢tica y dejar que ella se encargue de realizar determinadas labores. En realidad es algo que no recomiendo, ni siquiera para ne¨®fitos. En todo caso, deber¨ªan usar el auto TMA al principio para observar c¨®mo funciona y no sobrecargarse de trabajo. El resto de actividades es mejor atenderlas personalmente, ya que si abusamos de la auto tripulaci¨®n acabaremos siendo pr¨¢cticamente meros pasajeros de un crucero de placer.

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Llegados a este punto, perm¨ªtaseme un ejercicio de desidia. Hablar de t¨¢cticas o estrategias en este juego ser¨ªa como escribir otro manual. Para conocer los par¨¢metros generales de actuaci¨®n ante determinadas situaciones frecuentes, o sobre el uso correcto de determinados dispositivos, resulta casi obligado hacerse con un Blue Book, de modo que te recomiendo que consigas al menos uno de ellos.

Existen varios, de diversos autores, por supuesto de descarga gratuita. Vienen repletos de explicaciones, trucos y t¨¢cticas muy bien trabajadas y detalladas, con dibujos y esquemas representativos. Tambi¨¦n puedes encontrar otros archivos con todo tipo de informaci¨®n ¨²til, o notas adicionales escritas sobre el juego por sus propios autores.

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Mira en el apartado de enlaces del an¨¢lisis para encontrar sitios desde los que descargar estos archivos.

Compar¨¢ndolo con...

En lo que se refiere a simulaci¨®n de submarinos nucleares, el otro gran t¨ªtulo existente es 688(I) Hunter/Killer. Ha habido otros, como los viejos 688 Attack Sub o SSN-21 Seawolf, pero queda fuera de lugar la comparaci¨®n con ellos, sobre todo por razones temporales, siendo Hunter/Killer la referencia v¨¢lida en este caso.

Ambos programas, Hunter/Killer y Sub Command, tienen grandes similitudes, y es que, como ya he dicho, podr¨ªamos considerar Sub Command como la continuaci¨®n de aqu¨¦l. Cuando entres por primera vez en un 688(I) de Sub Command, por un momento creer¨¢s que no has cambiado de juego. Las estaciones se parecen much¨ªsimo, casi est¨¢n calcadas.

Sub Command, en cambio, supone un paso adelante en realismo, introduciendo opciones nuevas (como el visor bajo el hielo), y retirando aquellas de car¨¢cter arcade, como era la posibilidad de reunir puntos con los que obtener mejoras para el submarino y la tripulaci¨®n. En lo que s¨ª aventaja Hunter/Killer a Sub Command es en el detallado manual que inclu¨ªa.

Lo que est¨¢ bien

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Una intensa y cargada simulaci¨®n de submarinos nucleares y, por lo tanto, un tipo de producto dif¨ªcil de ver en las estanter¨ªas. ?nico.

Un juego casi inmortal gracias a las trasfusiones constantes que permiten el editor de escenarios y la posibilidad de importarlos desde Fleet Command y 688(I) Hunter/Killer.

El sistema de reconocimiento de voz.

El multijugador. En las profundidades de Internet existen varias flotas virtuales deseando sumar efectivos.

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Lo que no est¨¢ tan bien

La campa?a. Hubiera sido mucho mejor incluir un modo de campa?a din¨¢mico, donde las misiones y los objetivos designados en ellas se sucedieran atendiendo a nuestras actuaciones y logros, y no como se ha hecho, mediante un listado inmutable de misiones ya programadas.

El manual

Enlaces

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Manual

El juego incluye una especie de gu¨ªa r¨¢pida en espa?ol, al estilo folleto, que no sirve absolutamente para nada y el manual completo en ingl¨¦s contenido en un archivo pdf. Ya puestos podr¨ªan sorprendernos incluyendo el manual en fasc¨ªculos de venta en kioscos y librer¨ªas, o en el reverso de las etiquetas de las botellas de 2 litros de Coca-Cola, o en los suplementos dominicales de los peri¨®dicos, o mediante fichas coleccionables en revistas del coraz¨®n. Casi todas estas posibilidades no hubieran sido mucho peores que ofrecer el manual en un archivo. ?C¨®mo es posible que entreguen el manual de un juego as¨ª en un archivo pdf? Es intolerable.

Prep¨¢rate pues para someter tu cartucho de tinta a una prueba de resistencia, que discurrir¨¢ a lo largo de 232 p¨¢ginas. Despu¨¦s te las metes bajo el brazo y vas a que te las encuadernen. Desde hace tiempo circula la corriente de presentar los juegos en cajas de DVD y con manuales que quepan perfectamente en ellas. No s¨¦ si ¨¦sta es la raz¨®n por la que el manual viene en un archivo, o si es la excusa para d¨¢rnoslo as¨ª. Supongo que todos coincidimos en que hubiera sido preferible pagar un poco m¨¢s por el juego a cambio de tener un manual en condiciones, y no uno de fabricaci¨®n casera.

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Por si fuera poco, el manual no es todo lo completo que ser¨ªa deseable. No incluye ning¨²n tipo de informaci¨®n t¨¢ctica (el de 688(I) Hunter/Killer s¨ª lo hac¨ªa), o c¨®mo actuar ante una determinada situaci¨®n, por ejemplo ?cu¨¢les son las maniobras b¨¢sicas que se deben ejecutar cuando un torpedo se dirige hacia m¨ª? Es algo que tendr¨¢s que aprender en otro sitio. Tampoco da respuestas a cuestiones que se pueden leer entre l¨ªneas o que derivan de su propio texto. Por ejemplo, se nos explica perfectamente c¨®mo lanzar un torpedo pero ?cu¨¢ntos torpedos son necesarios para mandar al fondo del oc¨¦ano un destructor? ?Cu¨¢ntos para un guardacostas? Vas a tener que averiguarlo t¨² solito.

Requerimientos del sistema

El fabricante se?ala como equipo m¨ªnimo el compuesto por Windows 95/98/ME/2000, Intel Pentium 200 MMX o AMD K6, 64 MB RAM, lector CD-ROM 4x, 590 MB en el disco duro, tarjeta de v¨ªdeo de al menos 8 MB compatible con Direct3D y  tarjeta de sonido con soporte DirectX 8.0a.

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Los recomendados son procesador a 350 MHz Pentium II o k6-2, 96 MB RAM, lector 8x, 850 MB en disco, tarjeta gr¨¢fica de 16 MB y micr¨®fono.

En un AMD k6-2 400, 128 MB RAM y Kyro II el juego iba de maravilla, incluso con todas las opciones 3D activadas y al m¨¢ximo. Es un alivio comprobar que todav¨ªa hay juegos excelentes con los que poder jugar desde ordenadores de la pasada centuria.

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