Super Street Fighter 2X Revival
Golpe de gracia
Street Fighter 2 es, para muchos, un cl¨¢sico que sobrevive al paso del tiempo. Y Capcom demuestra una vez m¨¢s porque su saga de lucha sigue moviendo a millones de usuarios en todo el mundo...
Existen muchas formas de luchar: con guantes, con navajas, con pu?os americanos, a patadas, a codazos, a cabezazos, con bates de b¨¦isbol, el Tai Boxing, el Kung Fu, la Capoeira o cualquier otra cosa que se te ocurra. Pero ninguna, absolutamente ninguna es igual a una partida a Street Fighter. Y es que los m¨¢s de 30 millones de usuarios que se han dejado la paga semanal en los salones recreativos no pueden equivocarse.
T¨², el que ahora mismo se pirra por Tekken 4, el que procesa un amor inconfesable por Dead or Alive 3 o el que siente una devoci¨®n enfermiza por Virtua Fighter 4 seguro que comenzaste a apasionarte por los Beat'em up con Street Fighter. De hecho, pondr¨ªamos la mano en el fuego a que los m¨¢s viejos del lugar crecieron junto a los pu?etazos del arcade de Capcom, y seguro que no nos quemariamos.
Solo unos pocos t¨ªtulos pueden presumir de todo ello: haber reinventado la lucha, haber cautivado a incontables usuarios, haber levantado pasiones y hasta haberse convertido en un cl¨¢sico de todos los tiempos. Y eso, por supuesto, significa que sigue siendo un juego sobresaliente de ayer, hoy y ma?ana.
Despu¨¦s de la calma, viene la tempestad
Si indagas con un poco atenci¨®n la lista de lanzamientos para Game Boy Advance averiguar¨¢s que, de los tropecientos t¨ªtulos que est¨¢n en camino, casi una d¨¦cima parte de ellos podr¨ªan ser englobados dentro del beat'em up. Suponemos que este es el resultado de tanta paciencia por parte de los usuarios de GBC, que tuvieron que aguantar con aplomo que unas pocas empresas, y muchas de ellas creando antol¨®gicos esperpentos, se dignaran a programar un t¨ªtulo de lucha como marcan los c¨¢nones: divertido, r¨¢pido, trepidante, adictivo, lleno de modos de juego y con personajes carism¨¢ticas. Aunque da la impresi¨®n de que eso es pedir demasiado. Tan solo la firma brit¨¢nica Crawfish, uniendo esfuerzos con la propia Capcom, estuvieron lo suficientemente capacitados para trasladar Street Fighter Alpha a la m¨¢quina de 8 Bits. No en balde, es, a sabiendas, el mejor juego de estas caracter¨ªsticas de cuantos han aterrizado sobre los circuitos de una consola que ha sufrido en sus propias carnes mil y un ultraje hacia este g¨¦nero.
Haciendo un r¨¢pido recuento, se apr¨®ximan King of Fighters, Street Fighter Alpha 3, Fire Eaters, Mortal Kombat 5, Tekken Advance y, evidentemente, Street Fighter IIx Revival, una versi¨®n que, tras el acuerdo entre el gigante galo Ubi Soft y la aun m¨¢s gigante Capcom, ha hecho posible que semejante obra de arte llegue a Europa en estas fechas.
Odiosas comparaciones
Actualmente el mercado de Game Boy Advance est¨¢ infestado, que no infectado, de versiones, remasterizaciones, adaptaciones y dem¨¢s copias de dudosa calidad que casi siempre llegan acompa?adas de un alud de malas cr¨ªticas. Por suerte no estamos ante tal caso. Por una parte porque gr¨¢ficamente mantiene el mismo aspecto del original. Y cuando decimos original nos referimos al m¨¢s puro y estricto sentido de la palabra. No podr¨ªa ser, por lo tanto, equiparable a la versi¨®n dom¨¦stica de SNES, porque en ese caso GBA vapulear¨ªa en casi todos los sentidos al t¨ªtulo de la 16 Bits. Aunque no pretendemos adelantar acontecimientos, lo cierto es que s¨ª llega levemente depauperado en alg¨²n sentido, como los modos de juego, a pesar de que ello no sea m¨¢s que una leve mancha dentro de un conjunto sencillamente impecable.
g r ¨¢ f i c o s
Capcom ha hecho un trabajo sublime. Los luchadores han sido plasmados con total definici¨®n mediante unos sprites enormes que son, incluso, comparable al nivel mostrado en el arcade, realizado bajo la placa CPS. Aunque visualmente se trate de un motor de m¨¢s de 10 a?os de antig¨¹edad, consolas como SNES o Megadrive mostraron sus flaquezas a la hora de reproducir todo este baile de potencial que es Street Fighter. Para empezar, los personajes fueron reducidos considerablemente de tama?o, los decorados perdieron algunos de los elementos de fondo y la velocidad, sin duda uno de sus puntos fuertes, qued¨® mermada de una forma estrepitosa. Tanto fue as¨ª que, pasados dos a?os, la m¨¢quina dom¨¦stica de Nintendo tuvo la necesidad de hacer una peque?a revisi¨®n a tenor del lanzamiento de la edici¨®n Turbo, una de las mil y una adaptaciones y remakes que se han hecho de este t¨ªtulo. Sin embargo, GBA parte con la ventaja de ser un sistema casi perfecto en lo que a 2D se refiere y ese es uno de sus puntos a favor. No har¨¢n falta m¨¢s upgrades en el futuro, porque, por lo menos gr¨¢ficamente, Street Fighter IIx Revival es la sublimaci¨®n de todos ellos. Est¨¢ muy por encima a sus hom¨®logos de consolas de sobremesa.
Por poner un ejemplo, casi siempre sufr¨ªamos ante nuestra mirada de impotencia como, en acumularse informaci¨®n en la pantalla, la tasa de cuadros por segundo acababa enervada dr¨¢sticamente. Aqu¨ª puedes hacer todos los combos que te vengan en gana, soltar una bola de fuego y saltar las veces que quieras puesto que en ning¨²n momento apreciar¨¢s un solo parpadeo ni notar¨¢s fluctuaci¨®n alguna. Funciona suave como la seda, y eso que los escenarios, salvo algunas excepciones, est¨¢n mucho m¨¢s detallados que en anteriores entregas. Ken, verbigracia, pelea cerca de una isla de edificios, con elementos en primer plano inclusive y con una nitidez plausible, lo que, si se compara con el original, en el que aparec¨ªa un barco pesquero herrumbroso, la sensaci¨®n que nos invade es la de encontrarnos ante una actualizaci¨®n como Dios manda. Capcom no se ha andado con median¨ªas y ha hecho, sin sombra de dudas, una traslaci¨®n que ha hecho palidecer -de envidia y de miedo- a todas las que hemos visto hasta la fecha.
Todo ello se resume en una utilizaci¨®n muy inteligente de la paleta de colores; unos luchadores relativamente m¨¢s grandes que en el arcade, especialmente ni tenemos en cuenta el tama?o de la pantalla de la plataforma de bolsillo; y, lo que es mejor, que todo aparece con una resoluci¨®n excelente. Quiz¨¢s, y decimos quiz¨¢s, adolece de algo que suele ocurrir en estos casos: la vejez. Es posible que creas que en el cat¨¢logo de cualquier m¨¢quina hay cosas infinitamente mejores a esta, pero, al fin y a cabo, nunca antes se hab¨ªa traspasado con tanta fidelidad de arcade a port¨¢til. Y m¨¢s, algo tan sumamente complicado como esto.
m ¨² s i c a
A estas alturas todo el mundo sabe perfectamente identificar la melod¨ªa del ring de Guile, de Ken, de Chun-li o de Ryu. Digamos que toda estas partituras han ido creciendo junto con el g¨¦nero y han contribuido con su peso a agrandar la historia de SF2. En la port¨¢til de Nintendo se mantienen todas las notas intactas, excepto una, y es posiblemente la que m¨¢s cuerpo y personalidad tiene de todas ellas: la de la introducci¨®n. Los acordes de guitarra iniciales han dejado paso a un simple golpe que reproduce someramente aquel tema. Tambi¨¦n tiene otro punto negativo, y es que, inevitablemente, el salto port¨¢til ha empeque?ecido la calidad de la reproducci¨®n de todas las melod¨ªas, aunque la mejora respecto a GBC sea m¨¢s que sustancial.
s o n i d o f x
Cada uno de los luchadores expulsa su FX caracter¨ªstico, que invoca el movimiento especial que se esta llevando a cabo en ese preciso instante. Es decir, que no parar¨¢s de o¨ªr el 'Sonic Boom' de Guile, el 'Hadoken' -m¨ªtico- de Ryu o Ken, el 'Yoga Flame' de Dhalsim o el 'Tiger Upercut' de Sagat. Como siempre, a una nitidez y claridad algo puesta en entredicho, pero ya forma parte de la fama que acarrea esta saga.
j u g a b i l i d a d
He aqu¨ª el apartado que ha hecho que ahora mismo nos estemos dejando los dedos en este art¨ªculo. Si no hubiera sido por la extraordinaria adicci¨®n que provoca este t¨ªtulo, no hubiera trascendido a su condici¨®n de art¨ªfice de los juegos de lucha en 2D. De hecho, la adicci¨®n viene dada por el sistema de control. Y el sistema de control es obra y gracia de uno de los momentos de inspiraci¨®n m¨¢s l¨²cidos de la historia de los videojuegos.
Pero para entender con total precisi¨®n el porqu¨¦ de todo ello nos vemos obligados a remitirnos a los luchadores. Para empezar, hay un total de 16, ocho de los cuales aparec¨ªan en el original, a los que se han a?adido cuatro -los jefes finales- y otros tantos, a modo de personajes de nuevo cu?o. Lo bueno y mejor de esto es que este elenco de tipos entre los que escoger, en su ¨¦poca todo un prodigio de la imaginaci¨®n, hace que cada usuario se vea representado de alguna u otra forma dentro del cartucho. Bien es sabido que sentirse identificado con alguno de ellos siempre es una buena forma de incentivar un poco de competitividad. No es lo mismo un tipo un poco chulesco amante de Guile, que el estereotipado h¨¦roe nip¨®n Ryu, o porque no, una chica que comienza a repartir sus primeros mamporros con este t¨ªtulo, y que eche mano de las esculturales y torneadas Chun-Li y Camy. A esto habr¨ªa que a?adir que todos los luchadores tienen detr¨¢s de s¨ª un pasado que ya quisieran para si los personajes m¨¢s redondos de un t¨ªtulo de rol. Blanka es un experimento gen¨¦tico, Ken pretende casarse y Guile vengar la muerte de sus familiares. Todo ello, aunque no lo parezca, obliga al jugador a dejarse los nudillos para salir victorioso en el torneo de SF.
En lo referente al control, Street Fighter se vanagloria de contar con uno de los sistemas m¨¢s sencillos e intuitivos de cuantos hemos visto. Aunque a priori haya proyectado muchas dudas que GBA solo disponga de cuatro botones, se ha visto subsanado con una respuesta 'inteligente' por parte de los mismos. Los frontales, A y B, se usan como funci¨®n d¨¦bil, es decir, las que se realizan con mayor velocidad pero que infligen menor da?o. Por su parte, los dos triggers responden de manera interactiva, dependiendo de la fuerza con que hayas pulsado. Evidentemente, ambos ejecutar¨¢n los puntapi¨¦s y los pu?etazos que m¨¢s cantidad de energ¨ªa absorben de nuestros rivales, aunque tardaremos unas d¨¦cimas m¨¢s en completarlos, lo que nos puede reportar m¨¢s de un susto de ¨²ltima hora por exceso de confianza. Aprovechando la buena disposici¨®n de todo ello, los ataques especiales se basan en acciones tan perfectamente f¨¢ciles de usar como pulsar el D-Pad varios segundo hacia atr¨¢s y adelantarnos de golpe con un martilleo sobre el B. Todas estas combinaciones seguir¨¢n un mismo patr¨®n, por lo que no habr¨¢ que hacer f¨®rmulas extra?as para que, despu¨¦s de sangre, sudor y l¨¢grimas, podamos derrotar a alguien con un m¨ªnimo de estilo.
A prop¨®sito de los modos de juego, posiblemente anda un poco escaso. Se han codificado el tradicional modo historia, el versus -que permite la interconexi¨®n de varia consolas mediante el Cable Link- y el training, para entrenar un poco tus dotes como pendenciero. Lamentablemente la versi¨®n de SNEs contaba con una cat¨¢logo sensiblemente superior, puesto que a los antes mencionados, se a?ad¨ªa el Group Battle, del que se ha decidido prescindir por las limitaciones de GBA, pues solo es capaz de aguantar a cuatro usuarios, y el contrarreloj, que, haciendo honor a su nombre, propon¨ªa una secuencia de enemigos que deb¨ªamos ir abatiendo bajo la estricta e impasiva mirada de unos segundos que agobiaban.
c o n c l u s i ¨® n
Street Fighter II es de aquellos t¨ªtulos que, como el buen vino, van ganando sabor con el tiempo. Ser¨¢ por eso que esta versi¨®n de Game Boy Advance respira por todos lados una extra?a sensaci¨®n de tratarse de algo completamente nuevo, a pesar de su d¨¦cada de edad. Pero lo que m¨¢s nos ha agradado de ello es que nos encontramos ante una actualizaci¨®n con todas las de la ley, aunque haya perdido algunos modos de juego, aunque la m¨²sica no sea todo lo ca?era que debiera y aunque el tiempo no pasa en vano para nadie, IIx Revival es como su ancestro: un cl¨¢sico. Una obra de arte. Una de las maravillas del mundo.
Excelente
Un t¨ªtulo referente en su g¨¦nero, que destaca por encima de sus competidores y que disfrutar¨¢s de principio a fin, seguramente varias veces. Un juego destinado a convertirse en cl¨¢sico con el paso de los a?os. C¨®mpralo sin pesta?ear.