Crazy Taxi (GameCube)
Despu¨¦s de haber dejado sin frenos a Dreamcast y PlayStation 2, Crazy Taxi, una de las producciones m¨¢s emblem¨¢ticas de SEGA, llega a GameCube de la mano de Acclaim Cheltenham...
Son casi como los reyes de la jungla. No aparecen en los documentales de la sobremesa, pero los taxistas se han convertido por m¨¦ritos propios en los animales m¨¢s temibles de la ciudad. Suelen conducir acodados en una de las ventanillas, sosteniendo con los labios un cigarrillo e imprecando blasfemias a todo aquel que se atreve a adelantarle. Para colmo de males, se nos han metido en la consola...
Terror en el parque |
Crazy Taxi, aunque no lo parezca, es un arma de doble filo que sirvi¨® a SEGA para impulsar las ventas de Dreamcast y espolear el mercado arcade, que como suele pasar en alg¨²n que otro periodo de tiempo, andaba de capa ca¨ªda. Pero tras abandonar la fabricaci¨®n de consolas, la desarrolladora nipona necesitaba buscar una salida para una de las revelaciones del '99. Y para ello, puso primero las garras sobre PlayStation 2, mediante una conversi¨®n id¨¦ntica al original, que para bien o para mal, a duras penas aportaba novedades tanto en el funcionamiento como en los modos de juego. En GameCube estamos en la mismas: Acclaim se encarga de hacer el puerto mientras SEGA sigue contando el fajo de billetes. Novedades, como siempre, m¨¢s bien pocas...
Hablemos del g¨¦nero 'Crazy Taxi'
Lo cierto es que Crazy Taxi no es un t¨ªtulo de conducci¨®n arcade cualquiera. De hecho, lo ha reinventado y ha aportado un soplo de aire fresco a algo que parec¨ªa condenado a los 'simuladores' en los que las formas de veh¨ªculos de cuatro ruedas solo serv¨ªan como mera excusa para volar un mill¨®n de veces sorteando enemigos y encarando loopings.
En picado |
Como en los relojes suizos, en la sencillez de Crazy Taxi radica su belleza; debes seleccionar a uno de los taxistas principales y, en su coche particular -ya lo dicen, cada coche es un mundo- recoger una serie de clientes potenciales muy marchosos que quieren llegar a su destino con total presteza. As¨ª que, salt¨¢ndonos por la torera cualquier se?al de tr¨¢fico y jug¨¢ndonos el carn¨¦ de conducir, intentaremos seguir una flecha que nos gu¨ªa hasta el punto y final, donde tras un elegante frenazo nuestro compa?ero de viajes nos soltar¨¢ la pasta. El objetivo, sin embargo, no reside en llevar a cuatro gatos a su casita e irnos a tomarnos un caf¨¦, no. Sino que, en su lugar, deberemos aguantar en la carretera el mayor n¨²mero de tiempo posible, sabiendo en todo momento que cuanto m¨¢s larga sea la trayectoria de viaje, m¨¢s segundos de bonificaci¨®n recibiremos y por tanto, mejor ser¨¢ nuestra puntuaci¨®n final. ?Te ha quedado claro?
Pues no solo te ha quedado claro a ti, sino a decenas y decenas de juegos que han aparecido desde que SEGA se sacara de su m¨¢gica chistera esta original producci¨®n. Tan solo apuntar que Batman In Gotham City o Emergency Ambulance son una ¨ªnfima parte de unos cuantos que beben de esta misma f¨®rmula, pero que, en su visi¨®n particular, a?aden ciertas novedades, detalles, matices y dem¨¢s nimiedades que hacen de ¨¦l un juego aparentemente nuevo, pero que su estilo se cimienta sobre Crazy Taxi.
?Let's make some crazy money!
Una de las franquicias que aparecen |
Antes de entrar a hablar de la forma alternativa de conseguir dinero, debemos subrayar que cada uno de los cuatro pilotos que aparecen en Crazy Taxi -no hay ninguno nuevo- ha sido dotado de caracter¨ªsticas completamente diferentes, lo que har¨¢ que nos decantemos por uno u otro dependiendo de nuestro estilo de conducci¨®n. Tanto es as¨ª que, esto, va totalmente en concordancia con la cantidad de d¨®lares que podemos embolsarnos.
En el men¨² inicial cuentas con BD Joe, Axel, Gena y Joe. El primero de ellos, un joven amante del hiphop, goza de una buena velocidad punta, aunque carece de maniobrabilidad, por lo que nos es demasiado recomendable para jugadores inexpertos. Axel es el estereotipo de protagonista de cualquier programa: joven, extravagante y extrovertido, y poseedores de unas habilidades m¨¢s que equilibradas, que le convertir¨¢n en uno de tus favoritos cuando comiences a tomar contacto con los controles. Gena es la muchacha del grupo: una mujer de armas (volantes) tomar, y que gracias a su buena capacidad de maniobra, la erigen como la predilecta para aquellos que no han puesto sus manos en la vida sobre Crazy Taxi. Por ¨²ltimo, Gus es la voz de la experiencia, un tipo fuerte y resistente, aunque algo dif¨ªcil de amansar cuando se desboca su veh¨ªculo.
?Porque os contamos todo esto? Pues es bastante sencillo. Cada vez que pases rozando la carrocer¨ªa de alg¨²n otro coche del tr¨¢nsito, el altavoz de tu televisor soltar¨¢ el repicar de unas monedas que han aumentado tu reserva de dinero. De este modo, cuantos m¨¢s coches capees m¨¢s pecunias subir¨¢n a tu marcador, hasta que finalmente choques contra alg¨²n cap¨®.
Desconectando el tax¨ªmetro
Las chicas s?Esaben conducir |
Adem¨¢s del modo arcade, tanto en GameCube como en PlayStation 2 y Dreamcast, Crazy Taxi cuenta con una opci¨®n que compaginar¨¢ esfuerzos con el antes mencionado. Se trata nada menos que un men¨² de minijuegos, que nos plantear¨¢n una serie de objetivos a cumplir dentro de un tiempo predeterminado. As¨ª, por ejemplo, deber¨¢s derribar unos boliches gigantes como si se tratara de una partida de bowling, para acto seguido correr como un desesperado hacia la l¨ªnea de meta. Tambi¨¦n podr¨¢s gastar los l¨ªquidos del freno aparcando al borde de una carretera para recoger a una serie de ancianitas que anhelan llegar a su residencia en un tiempo asfixiante. No obstante, estas son de las pruebas m¨¢s dif¨ªciles, puesto que al principio tan solo se nos obligar¨¢ a frenar en ciertos lugares, subir alguna que otra cuesta o llevar a cuatro clientes que han perdido la orientaci¨®n y que se encuentran muy lejos de sus hogares.
Como la vida misma
Aunque Crazy Taxi es un t¨ªtulo arcade de pura cepa, tiene algunos detalles que hacen de ¨¦l una peligrosa aproximaci¨®n a la realidad. Para empezar, las dos ciudades jugables -solo una en la versi¨®n arcade- son segmentos tomados directamente de San Francisco, la prestigiosa ciudad norteamericana. Asimismo, cuenta con un mont¨®n de establecimientos que han puesto ya millares de sucursales a lo largo y ancho de todo el planeta, como Kentucky Fried Chicken, Pizza Hut o Levi's, que poseen tres de las paradas m¨¢s grandes del juego y que sin duda, ser¨¢n una buena fuente de ingresos, puesto que suelen ser frecuentados por un buen pu?ado de gente.
Pero nada de eso ser¨ªa como la vida misma de no ser por la Banda Sonora, siempre a tope para que el resto de los conductores se te queden mirando con cara de pocos amigos. Como en el original, contaremos con temas de dos de los grandes grupos punk de la escena actual, Bad Religion y Offspring, que ceder¨¢n algunos de sus temas m¨¢s representativos para que disfrutemos a lo loco con sus guitarras el¨¦ctricas, gritos de furia y amplificadores.
Ahora le toca el turno a Pizza Hut |
Gr¨¢ficamente el motor del juego fecha del 1999, y posiblemente ese sea uno de sus puntos flacos. No ha evolucionado desde entonces, salvo en la secuela, y en cuyo caso ya era bastante dif¨ªcil de apreciar. De todos modos, hace dos a?os nos encontr¨¢bamos ante uno de los t¨ªtulos m¨¢s avanzados t¨¦cnicamente, por lo que ahora no desentonar¨¢ para nada con el resto del cat¨¢logo de GameCube. Tan solo, esperamos que se solucionen algunos problemas con la generaci¨®n de pol¨ªgonos -mucho popping, aunque se le puede perdonar por el hecho de mover enormes edificios de fondo- y que se mantenga aquella opci¨®n de 50/60 Hz que aparec¨ªa en Dreamcast. Por lo dem¨¢s, seguro que te quedar¨¢s impert¨¦rrito delante de la pantalla admirando como los clientes alzan el brazo cuando te necesitan o patean una de tus puertas si les has llevado con retraso a su destino. Est¨¢ a rebosar de detalles...
Este 18 de noviembre, se abre la veda del pasajero
As¨ª es, el pr¨®ximo 18 de noviembre Acclaim Cheltenham abrir¨¢ la temporada de caza de los clientes de Taxi. Primero se dar¨¢n una vuelta por Estados Unidos y Jap¨®n, hasta que GameCube llegue a este lado del hemisferio y acompa?e a la consola en su viaje europeo. Hasta que ello suceda, os dejamos con las im¨¢genes de esta versi¨®n 'pixel perfect' que ya ha comenzado a agujerear los bolsillos norteamericanos, y eso que aun no anda suelto por las calles...
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