Klonoa (Nintendo GameBoy)
Ser el "nuevo" y pelear y abrirse hueco entre "estrellas" de la talla de Mario, Sonic, Wario, Crash o Rayman parece ser un sue?o al que muy pocos aspiran. Klonoa regresa, dispuesto a plantar cara y a llegar muy arriba, a hacerse un hueco en la constelaci¨®n de los m¨¢s grandes. ?Lo conseguir¨¢?
Hacerse con cierto renombre en el mundo de los juegos de plataformas en la GBA recuerda cada d¨ªa m¨¢s a la parafraseada serie de televisi¨®n (luego convertida en pel¨ªcula) Mission Imposible. Ser el "nuevo" y pelear y abrirse hueco entre "estrellas" de la talla de Mario, Sonic, Wario, Crash o Rayman parece ser un sue?o al que muy pocos aspiran. Klonoa regresa, dispuesto a plantar cara y a llegar muy arriba, a hacerse un hueco en la constelaci¨®n de los m¨¢s grandes. ?Lo conseguir¨¢?
Las nubes no son muy din¨¢micas |
Hace un par de a?os, la grand¨ªsima Namco, famosa entre otros por sus Tekken, Ridge Racer o Ace Combat, sorprendi¨® a propios extra?os con el lanzamiento de un juego que se sal¨ªa de su l¨ªnea habitual de productos para la PSX pero de gran calidad. Lo protagonizaba un gato irreverente y con aspecto gamberrete (no, no hablo de Bubsy) y surfero que se mov¨ªa en un mundo de 2D y media (como Yoshi Story). KLONOA: DOOR TO PHANTOMILE tuvo un ¨¦xito bastante m¨¢s que aceptable, y de hecho, Namco se encuentra desarrollando su segunda parte para la PS2.
Pero no solo las consolas de Sony han disfrutado (o disfrutar¨¢n) con el minino. Tambi¨¦n la aqu¨ª nunca aparecida Wonder Swarm tuvo un juego del felino surfero, llamado Klonoa: Moonlight Museum. Pues bien, un a?o despu¨¦s de la aparici¨®n de la aventura del felino en la malograda consola del malogrado Gumpei (el creador de esa maravilla llamada Game Boy y que trat¨® de repetir suerte con Bandai), a nuestras GBA llegar¨¢ una "especie" de versi¨®n de este juego, aunque muy superior gr¨¢ficamente.
Klonoa trepando |
T¨¦cnicamente, Klonoa: Empire of Dreams destaca por sus preciosistas gr¨¢ficos repletos de color y vida, as¨ª como por un exquisito uso del Scroll Paralax, (con tres o incluso m¨¢s planos al tiempo), que le confiere una profundidad bastante mayor de lo que hemos visto hasta ahora en la GBA (ya llegar¨¢ la hora de Wario y Sonic), s¨®lo igualada por el juego del simp¨¢tico personaje de Ubi, Rayman. Es decir, que Klonoa exprimir¨¢ al m¨¢ximo los 512 colores simult¨¢neos de la GBA. La m¨²sica, por su parte, no cambia demasiado respecto a la versi¨®n de la Wonder Swarm, aunque suena refrescante y muy acorde con el aspecto del juego, entre infantiloide y gamberro.
Pero bueno... ?Y d¨®nde est¨¢ la gracia? Porque PinoBee ofrec¨ªa lo mismo y se ha quedado en aguas de borrajas. La respuesta es simple: en la jugabilidad, aquello que separa los juegos de plataformas, condenando a algunos al cadalso y a otros convirti¨¦ndolos en estrellas refulgentes del panorama consolero.
El Klonoa de GBA ofrece 40 niveles de pura y dura diversi¨®n. Intercala fases relajadas al m¨¢s puro estilo Mario, con otras muy estilo Sonic cuando el gato de Namco se sube a su tabla de snowboard y se desliza por una serie de rampas y trampolines de agua a la velocidad del diablo. Y todas ellas, con un enfoque algo de "darle al coco" para resolver ciertos puzzles que en ocasiones son bastante m¨¢s complicados de lo que cabr¨ªa esperar.
El gato se enfrenta a desaf¨ªos y enemigos de muchas y diferentes maneras: infl¨¢ndolos para utilizarlos de plataformas, golpe¨¢ndolos, pis¨¢ndolos... y m¨¢s habilidades que ir¨¢ aprendiendo a lo largo de la aventura. Adem¨¢s, los escenarios son "rotables". ?Qu¨¦ significa esa palabrota? Pues eso, que si bien la versi¨®n de la Wonder Swarm te obligaba a jugar en horizontal o en vertical depende del momento; la GBA, al ser menos cuadrada que la de Bandai y totalmente inmanejable si la cogemos al estilo de la Game Boy cl¨¢sica, lo ha solucionado girando los escenarios en la propia pantalla. No aptos para quienes se mareen, al igual que el comienzo de las fases, a las que accederemos desde un mapa tridimensional rotatorio.
?Falta algo? Bueno, s¨ª, la historia... Nuestro h¨¦roe ha vagado en un mundo donde no se permite dormir, pues el emperador de este ha prohibido que los ciudadanos sue?en (hay que tener mala idea, desde luego). Klonoa es reclutado para ayudar a la gente eliminar a las cuatro bestias que vagan y derrocan al emperador malo-mal¨ªsimo para que los insomnes habitantes echen por fin una cabezadita... En fin, que no es que el argumento resulte brillante ni excesivamente trabajado. Pero es que Klonoa: Empire of dreams no busca enganchar al jugador con una historia llena de vericuetos ni con hiperrealismo desaforado. No. El gato surfero ofrece un excelente manejo y diversi¨®n durante horas. Namco se ha fijado bien en los grandes maestros del g¨¦nero y quiere aupar a su creaci¨®n tan alto como para brillar junto a ellos. ?Lo conseguir¨¢? Los norteamericanos lo descubrir¨¢n este agosto. Nosotros, en Navidad.
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