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Persian Wars
- PlataformaPC4.2
- G¨¦neroEstrategia
- DesarrolladorCryo Interactive
- Lanzamiento29/06/2001
- TextoEspa?ol
- VocesIngl¨¦s
Nada bajo el turbante
Cryo, creadores de Persian Wars, ha prescindido del rigor hist¨®rico y ha decidido ambientar su producto con la magia de Las Mil y Una Noches. En ¨¦l, el jugador se convierte en Simbad, protagonista al frente de los ej¨¦rcitos que deber¨¢ dirigir hacia la victoria.
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A pesar de su t¨ªtulo, no es este un juego basado en las Guerras Persas (o M¨¦dicas) que enfrentaron a Persas contra diversas polis griegas. En Cryo han prescindido del rigor hist¨®rico y han decidido ambientar su producto con la magia de Las Mil y Una Noches.
En ¨¦l, encarnamos el papel de Simbad, un simple aventurero que de pronto se ve envuelto en la b¨²squeda de un misterioso anillo perteneciente al difunto rey Salom¨®n. En esta empresa se hayan envueltas tres razas, que son los Beduinos, las Amazonas y los Ghouls. Aunque en un principio empezamos al frente de los Beduinos, m¨¢s adelante podemos hacernos con el mando de cualquiera de las tres, dependiendo del camino que decidamos seguir.
Persian Wars no es un juego de estrategia en el que la gesti¨®n de recursos tenga demasiado peso. El ¨²nico recurso que se encuentra a nuestra disposici¨®n es el dinero (dinares, para ser m¨¢s exactos). Servir¨¢ para reclutar m¨¢s tropas, mejorar sus cualidades y construir nuevos edificios en nuestro campamento, que nos dar¨¢ la posibilidad de acceder a nuevos tipos de soldados, maquinaria y mejoras. El campamento no es una base tal cual la podemos encontrar en cualquier juego de estrategia en tiempo real de corte cl¨¢sico. No aparece en el campo de batalla, sino en el men¨² del mapa estrat¨¦gico, al que accedemos despu¨¦s de cada batalla, y desde ah¨ª contratamos nuevos soldados, o los vendemos, o construimos un nuevo edificio.
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El contenido estrat¨¦gico se concentra en los enfrentamientos y en la elecci¨®n del tipo de secciones que componen nuestro ej¨¦rcito. Tendremos que decidir pues, cu¨¢ntas secciones de arqueros queremos, cuantas de infanter¨ªa, si vamos a incluir algunos animales domesticados, o vamos a hacernos con los servicios de un genio, por ejemplo; as¨ª c¨®mo cu¨¢l de nuestras secciones es mejor para enfrentarse con un determinado tipo de secci¨®n enemiga.
Descripci¨®n general:
La principal (y me temo que ¨²nica) innovaci¨®n que el juego presenta es la posibilidad de decidir en determinados puntos del recorrido c¨®mo vamos a afrontar el siguiente paso. Me explico. Por ejemplo, en una misi¨®n tendr¨¢s que ayudar a un comerciante que tiene problemas con un numeroso grupo de Ghouls. El problema es que est¨¢s t¨² s¨®lo, y ellos son demasiados. Pues bien, puedes intentarlo por las bravas, con escasas posibilidades de ¨¦xito, pagarles una cierta suma de dinares, o urdir una argucia para que se enfrenten entre ellos y mermar de ese modo sus fuerzas. Estas opciones se nos presentan en forma de di¨¢logos al estilo de las aventuras gr¨¢ficas. De modo semejante, cuando encuentres el anillo de Salom¨®n, tendr¨¢s que decidir aliarte con las Amazonas o con los Ghouls. Este tipo de decisiones est¨¢n presentes a lo largo de todo el juego, unas son trascendentales, otras no tanto.
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Por desgracia, la levedad de las aportaciones de Persian Wars al g¨¦nero no es su ¨²nico problema, ni siquiera el mayor de ellos. Las variantes que intervienen en el desarrollo de la batalla son escasas, anormalmente escasas trat¨¢ndose de un juego de estrategia. No hay condicionantes meteorol¨®gicos, el campo de combate es, en la mayor¨ªa de las ocasiones, muy peque?o (nada que ver con los enormes parajes de Age of Empires, por ejemplo), el enfrentamiento naval es casi rid¨ªculo y tiene una presencia anecd¨®tica, la variedad de unidades no es precisamente abrumadora, y el n¨²mero de secciones (m¨¢ximo 10) y de unidades por secci¨®n (m¨¢ximo 9) de nuestra peque?a milicia es muy corto (de nuevo, nada que ver, por ejemplo, con los grandes ej¨¦rcitos de Shogun). Si tenemos en cuenta que una secci¨®n de Saal queda completada con una sola unidad, podemos encontrarnos con un ej¨¦rcito de tan s¨®lo 10 miembros. Adem¨¢s, nuestro personaje, Simbad, constituye por s¨ª mismo una secci¨®n entera.
Con esto ya habr¨¦is visto claramente que las batallas en este juego son realmente breves la mayor¨ªa de las veces, tanto que no da tiempo a elaborar una estrategia como Dios manda, si bien tampoco es realmente necesario. Por suerte hay otros puntos del juego en los que habr¨¢ que tirar algo m¨¢s de la planificaci¨®n, pero como digo, son los menos.
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A la insipidez del ingrediente estrat¨¦gico se le une una serie de imperfecciones que perjudica, m¨¢s todav¨ªa, la jugabilidad. As¨ª pues, la IA dota a las unidades de comportamientos inveros¨ªmiles en determinadas situaciones. Por ejemplo, si atacas con una secci¨®n a¨¦rea a un enemigo terrestre incapaz de devolver el ataque, ¨¦ste no har¨¢ nada, ni siquiera huir, se quedar¨¢ impasible ante su propia destrucci¨®n. S¨ª, ya s¨¦ que este tipo de cosas ya se hab¨ªan visto antes, pero sigue resultando imperdonable, y m¨¢s a estas alturas.
Tampoco podremos guardar la partida durante la batalla, s¨®lo est¨¢ permitido antes o despu¨¦s de la misma desde el men¨² del mapa estrat¨¦gico. Aunque las batallas sean por lo general cortas, como he dicho, en ocasiones se prolongan algo m¨¢s, y ah¨ª es precisamente donde se echa de menos la posibilidad de salvar al menos una vez durante el enfrentamiento. Y es que Persian Wars no es precisamente divertido, y si adem¨¢s nos obligan a repetir varias veces una batalla, podemos llegar a hartarnos antes de tiempo. Este tipo de cosas son las que incitan a un abandono definitivo.
A la hora de seleccionar tropas, nos damos cuenta de que s¨®lo es posible seleccionar a una secci¨®n entera, de manera que si una unidad de esa secci¨®n est¨¢ gravemente herida no nos ser¨¢ posible alejarla de la zona caliente. S¨®lo hay dos salidas posibles ante esta situaci¨®n: seguir atacando con esa secci¨®n y sacrificar la unidad herida, o largarnos con todas perdiendo fuerza de ataque.
Para finalizar, queda hablar del ¨¢rbol tecnol¨®gico que se pone a nuestra disposici¨®n. Supongo que hab¨¦is visto el de Age of Empires, impresionante ?verdad?. Bien, si decimos que su ¨¢rbol tecnol¨®gico es una secuoya, tenemos que decir que el de Persian Wars es un bons¨¢i.
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Persian Wars es un t¨ªtulo bastante pobre en todos sus aspectos, con pocas cosas que ofrecer, una din¨¢mica de juego nada consistente, aburrido y sin gancho alguno. El apartado t¨¦cnico, como a continuaci¨®n vamos a ver, tampoco merece muchos halagos.
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Audio/V¨ªdeo:
Del sonido lo mejor es la m¨²sica de los men¨²s, elaborada con ritmos orientales bastante agradables. La m¨²sica durante la batalla es bastante rara, pretende crear una atm¨®sfera inquietante, pero lejos de conseguirlo, la verdad es que pasa por completo desapercibida. Los efectos del choque de sables, lanzamiento de hechizos, el desplazamiento de unidades, etc., est¨¢ solventado de forma correcta, pero de nuevo, nada que supere la simple y mera funcionalidad. En cuanto a las voces, est¨¢n correctamente caracterizadas, de modo que cada tipo de soldado tiene su propio tono de voz.
Gr¨¢ficamente este t¨ªtulo queda bastante a la cola del pelot¨®n. Las construcciones que encontramos a lo largo de los escenarios son pocas, medianamente atractivas, y son meros elementos decorativos, sin funci¨®n alguna (menos las fortificaciones). Los efectos de la magia y las explosiones son poco espectaculares, nada que los haga destacar sobre los vistos en otros juegos. Los r¨ªos y mares est¨¢n completamente inanimados, sin vida alguna. Tan es as¨ª que parecen un manchurr¨®n azul en mitad del desierto. En cuanto a los detalles presentes en los decorados, deberemos conformarnos con unas pocas palmeras, y alg¨²n oasis si tenemos suerte. Puesto que siempre andamos por parajes des¨¦rticos, colmados de arena, pronto empezar¨¢ a cansarnos esa monoton¨ªa crom¨¢tica.
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Gui¨®n:
Persian Wars se divide en lo que podr¨ªamos denominar una campa?a larga, llamada El anillo de Salom¨®n, y peque?as misiones individualizadas, reunidas bajo el nombre de Cuentos orientales.
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La campa?a, que es donde se concentra el argumento del juego, trata de lo siguiente: el anillo del Rey Salom¨®n ha ca¨ªdo del cielo. Los poderes contenidos en ¨¦l, prometen hacer de aqu¨¦l que lo posea un ser omnipotente. Dado el peligro que entra?ar¨ªa el hecho de que ese anillo cayera en manos de desaprensivos, te encargar¨¢s de encontrarlo y devolverlo a su due?o, que te espera muerto en su tumba. Este es, a grandes rasgos, el hilo conductor del juego.
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Puede que luchar contra el mal (o aliarte con ¨¦l) ya est¨¦ muy visto, pero me temo que es un tema tan recurrido (de una forma u otra) que nos hemos acostumbrado, y no importa demasiado su falta de originalidad. De cualquier manera, es un tema v¨¢lido, y en este caso, dotado de cierto exotismo oriental.
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Jugabilidad:
Nada m¨¢s empezar a jugar, aparecemos en la pantalla del mapa estrat¨¦gico, desde el que se nos muestran nuestros posibles destinos. Es en este punto en el que podemos salvar y contratar tropas, as¨ª como construir edificios. Cuando llegamos al destino elegido surgir¨¢, en casi todos los casos, el enfrentamiento. Aunque tambi¨¦n puede darse el caso de que nos crucemos con una tribu enemiga durante el recorrido, y tengamos que combatir.
Una vez en la batalla s¨®lo necesitamos del rat¨®n para seleccionar las secciones, desplazarlas por el mapa y atacar. Se ha introducido un modo pausa calcado de Baldur's Gate, que nos permite impartir ¨®rdenes mientras la acci¨®n se encuentra congelada. El control, como veis, es muy sencillo, basta con una mano en el rat¨®n y otra en la tecla de pausa para controlar al 100% el juego.
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Esparcidos por el escenario hay una serie de ¨ªtems que proporcionan diversas ventajas, o perjuicios, que tambi¨¦n los hay. Unos son perfectamente reconocibles, y sirven para que nuestros soldados suban de nivel, o recuperen la energ¨ªa o el man¨¢ perdidos, vayan m¨¢s r¨¢pidos, cofres con dinero, etc. Otros, sin identificaci¨®n clara, pueden infligirnos el efecto contrario.
El modo multijugador tampoco nos seca las l¨¢grimas. S¨®lo admite juego en red local, hasta un m¨¢ximo de ocho participantes. Los modos de juego son dos. El primer modo es el de Asalto, en el que los jugadores se enfrentan directamente hasta aniquilarse. El segundo se llama Talism¨¢n, y consiste en robar un camello y llevarlo a tu base. Lo cierto es que no difieren mucho del modo individual, y no va a ser esta la v¨ªa de escape por la que Persian Wars se salve.
Estrategia y trucos:
Las tres tribus que encontramos en el juego tienen numerosos aspectos en com¨²n, pero hay algunas diferencias que quiz¨¢ te convenga saber. Las amazonas tienen una infanter¨ªa pesada bastante fuerte, pero sin duda su ¨¦lite la componen las unidades voladoras, como por ejemplo el poderoso Roc Domesticado y las barcas voladoras. Los Ghouls poseen armas de fuego muy eficaces a distancia, pero sobre todo, unas m¨¢quinas de guerra realmente poderosas. De los beduinos cabe destacar, sobre todo, la caballer¨ªa.
Los genios son el tipo de unidad que menos me convence. Construir los palacios de los genios es demasiado caro, al igual que comprarlos para incluirlos en tu regimiento. Un s¨®lo genio completa una secci¨®n, por lo que normalmente es preferible formar una secci¨®n numerosa aunque sea menos poderosa vista unidad por unidad. Adem¨¢s, una unidad voladora, como por ejemplo un Roc Domesticado, puede eliminar a todo un regimiento de genios de tierra sin que ni siquiera tengan opci¨®n a defenderse.
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Hay ciertos tipos de enemigos algo peculiares y molestos. Los Se?ores de las Tormentas son una especie de peque?os tornados morados, contra los que las unidades terrestres (sobre todo la infanter¨ªa) no tienen nada que hacer. Para deshacerte de ellos procura localizarlos en un escenario de batalla amplio. Trata de que fijen como objetivo una sola secci¨®n de tu ej¨¦rcito para mantenerlos agrupados. At¨¢cales con unidades a¨¦reas y arqueros o arcabuceros, siempre a distancia, o ser¨¢s absorbido. Con un poco de paciencia, acabar¨¢n sucumbiendo.
Otro enemigo molesto son los Khariat. Se esconden entre las hojas de los ¨¢rboles, de forma que si vas sin cuidado podr¨ªan sorprenderte, a pesar de que los ¨¢rboles en que se cobijan tienen una tonalidad ligeramente m¨¢s oscura a otros ¨¢rboles. Para eliminarlos lo mejor es coger a Simbad y lanzarles el hechizo de bola de fuego. Con uno s¨®lo de estos lanzamientos acabar¨¢s con un Khariat, y es un hechizo que gasta muy poco man¨¢.
Recoge los ¨ªtems de subir nivel con Simbad, para que sea ¨¦l quien aumente de nivel. Las secciones de m¨¢s nivel son m¨¢s poderosas y resistentes, pero te ves obligado a conservarlas a lo largo del juego batalla tras batalla, cosa bastante complicada. A cambio, Simbad puede hacerse muy fuerte y resistente, y sobre todo, sus hechizos ganar¨¢n en potencia y aumentar¨¢n sus reservas de man¨¢. Te aseguro que un potente hechizo lanzado sobre un compacto y nutrido grupo de enemigos puede causar mucha pupa.
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Lleva siempre un Emir en tu ej¨¦rcito. Como atacante no vale un pimiento, pero puede sanar a tus unidades heridas, y esto es una ayuda inestimable, en ciertas ocasiones, puede que decisiva.
Por ¨²ltimo, m¨¢s que una estrategia, un consejo. Busca el equilibrio entre unidades de ataque a tierra y ataque al aire. Sobra decir que una poderosa fuerza de combate terrestre puede ser sorprendida y aniquilada por unidades a¨¦reas.
Estos trucos o consejos son los que hab¨ªa disponibles el 26/07/01 Si no encuentras lo que buscas, pasa por la secci¨®n de TRUCOS.
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Compar¨¢ndolo con...:
Persian Wars se centra sobre todo en la estrategia aplicada al combate, dejando en segundo plano la gesti¨®n de recursos. Si pensamos en juegos donde tambi¨¦n prime la estrategia de combate sobre la de gesti¨®n, nos vienen a la mente la serie Myth y Shogun.
Desde luego, al lado de estos dos Persian Wars parece m¨¢s bien un juego infantil. Ni de lejos es tan bonito como alguno de ellos, y m¨¢s palidece en cuesti¨®n de jugabilidad. En Shogun las variantes estrat¨¦gicas son riqu¨ªsimas, como la lluvia, el viento, la orograf¨ªa, el gran n¨²mero de unidades, etc.
En cuesti¨®n de gr¨¢ficos, las 2D usadas en Persian Wars ofrecen un aspecto desfasado cuando las ponemos al lado de las bonitas 3D de Shogun y Myth. Si buscas un juego de gesti¨®n de ej¨¦rcitos m¨¢s que de gesti¨®n de recursos, olvida Persian Wars y f¨ªjate en los otros dos.
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Control muy sencillo. El rat¨®n y una tecla bastan para controlar total y perfectamente el juego.
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El ingrediente de aventura, en forma de di¨¢logos, que nos permiten variar el curso del juego en funci¨®n de nuestras decisiones.
Requisitos de hardware muy asequibles.
Mediocre
Pod¨ªa ser pero no ha sido y tras pasar unos breves minutos con ¨¦l quedar¨¢ archivado en la estanter¨ªa para no jugarlo nunca m¨¢s. No lo compres, no digas que no te lo advertimos.