Bust a Move: Dance Summit 2001 (PlayStation 2)

Bust a Move vuelve a la palestra a fin de golpear el mercado musical antes que su m¨¢s directo rival, Dance Dance Revolution, para ello, en su salto a los 128 Bits arrastra consigo la misma f¨®rmula, estilo y la apariencia caricaturesca de todos sus protagonistas.

La mec¨¢nica de juego usa gran parte del planteamiento que desenfund¨® har¨¢ cosa de 4 a?os el inefable perro hip hopero Parappa The Rapper, compacto que usaba un inusual apartado t¨¦cnico a la par que hac¨ªa suyo el estilo del juego de mesa "Simon", en el que el jugador deb¨ªa pulsar un bucle definido de luces sin errar para conseguir pasar a la siguiente prueba.

La remozada versi¨®n, sin embargo, incluye la posibilidad de tomar las riendas de la partida hasta 4 jugadores simult¨¢neos. Esto significa que la coordinaci¨®n entre todos ellos ser¨¢ fundamental para conseguir todo tipo de combos tirando continuamente de las indicaciones que se adhieren a la pantalla y ejecut¨¢ndolas casi simult¨¢neamente. Aunque no siempre habr¨¢ formaciones por equipos, ya que entre otras tantas opciones, se podr¨¢ rivalizar con hasta 3 bots controlados por la CPU, incrementando notablemente el esp¨ªritu de superaci¨®n y el nivel de dificultad.

Al igual que como el resto de la serie, gr¨¢ficamente destaca por las enormes prestaciones que proporciona la utilidad del siempre agraciado Motion Capture. Ello supone que todos los personajes hayan adoptado una forma caracter¨ªstica a la hora de desenvolverse con su soltura exclusiva durante cualquiera de los bailoteos.

Por ejemplo, destaca la caricaturizaci¨®n de personajes peque?os y con los ojos grandes, reproduciendo gran parte del encanto del anime y del manga, a la vez que su envoltura cibern¨¦tica les da un peque?o toque de distinci¨®n sobre el resto. Esta no tan solo repercutir¨¢ en el nivel visual, ya que tengas el personaje que tengas, ya sean mujeres muy ligeras de ropas, como seres inclasificables peinados con rastas y usando gafas en 3 Dimensiones, la respuesta al mando no ser¨¢ exactamente la misma, y por supuesto, los movimientos especiales se diferir¨¢n todos entre s¨ª.

En cambio, la minuciosidad prestada plasmando todo tipo de engendros m¨®viles se ve deficitaria al presenciar escenarios exiguos y austeros, donde se pasa el protagonismo a los efectos de luz, colorido, y a alg¨²n que otro alarde como pantallas de televisi¨®n gigante o gradas a rebosar de p¨²blico en vez de una sensaci¨®n de riqueza de elementos como alardea la pieza de Konami.

Enix ha labrada para su discotequera saga una repertorio de m¨²sicas para quitarse el sombrero. Desde temas machacones House o Dance, pasando por los gritos y alaridos del hip-hop, hasta peque?as dosis de Funk. Lo mejor de todo es la perfecta correlaci¨®n con que act¨²a la m¨²sica y los movimientos que van sucedi¨¦ndose en pantalla, y aun m¨¢s, la incre¨ªble ambientaci¨®n y fuerza que a?aden a un desarrollo de juego un tanto cohibido.

Con todo, tan solo podemos achacarle un peque?o defecto antes de la aparici¨®n el mercado europeo, y es que el interfaz mostrando todas las combinaciones y pasos a seguir ofusca la presencia de cada uno de los tripulantes del casting de Bust a Move, que pese a no ser esencial para el buen funcionamiento, enturbia un poco la gran presencia de la que dispone a visualmente.

El compacto, seg¨²n la propia Enix, deber¨ªa aparecer a principios de la pr¨®xima primavera, tres meses despu¨¦s de que haya aterrizado en las tierras norteamericanas y habiendo probado lo que da de s¨ª la continuaci¨®n de esta fant¨¢stica antolog¨ªa. Respecto a la tabla para demostrar nuestras dotes de bailar¨ªn, esperemos que sea puesta a la venta junto a Dance Summit 2001, y poder disfrutar as¨ª, con todo su esplendor el sabor inequ¨ªvoco del rey de la pista